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A los dos meses de la intervención la paciente estaba totalmente asintomática<SPLIT>, con un peso de 50 kg<SPLIT>, la tolerancia oral era buena y el estudio baritado mostraba un estómago con morfología y vaciamiento normales y buen paso de contraste por la duodenoyeyunostomía<SPLIT>.
A día de hoy la paciente ha vuelto a perder peso (<SPLIT>45 kg<SPLIT>)<SPLIT>.
Niega la existencia de síntomas digestivos<SPLIT>, y afirma verse delgada y desear recuperar el peso perdido<SPLIT>; pero rechaza la toma de suplementos nutricionales<SPLIT>, así como la realización de cualquier estudio médico y la reevaluación por el Servicio de Psiquiatría<SPLIT>.
Mujer de 71 años con antecedentes de hipertensión arterial<SPLIT>, trasplante renal y coledocolitiasis<SPLIT>, que acude al Servicio de Urgencias por presentar un cuadro de 24 horas de evolución de fiebre<SPLIT>, dolor abdominal más intenso en fosa iliaca izquierda<SPLIT>, diarrea líquida sin productos patológicos y vómitos alimentarios ocasionales<SPLIT>.
A la exploración la paciente presentaba febrícula<SPLIT>, hallándose hemodinámicamente estable<SPLIT>, bien hidratada<SPLIT>, eupneica y normocoloreada<SPLIT>.
El abdomen era blando y depresible<SPLIT>, con dolor a la palpación profunda<SPLIT>, sin clara focalización y sin signos de irritación peritoneal<SPLIT>.
Como pruebas complementarias se realizaron una analítica que mostraba discreta leucocitosis (<SPLIT>10.200<SPLIT>/<SPLIT>μl<SPLIT>) con una PCR de 2 mg<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>, neutrofilia<SPLIT>, y una radiografía simple de abdomen que fue normal<SPLIT>.
Ante la sospecha diagnóstica de diverticulitis aguda<SPLIT>, se realizó una tomografía computerizada abdominal donde se observaban algunos divertículos en intestino delgado<SPLIT>, evidenciándose un divertículo en yeyuno de 16 mm<SPLIT>, con signos inflamatorios y que presentaba un cuerpo extraño en su interior de alta densidad y morfología en "<SPLIT>Y<SPLIT>"<SPLIT>, sugiriendo como primera posibilidad diagnóstica un hueso de animal<SPLIT>.
Se observaba también adyacente al divertículo<SPLIT>, una milimétrica burbuja de neumoperitoneo e inflamación de la grasa adyacente<SPLIT>, siendo estos hallazgos compatibles con diverticulitis aguda perforada de intestino delgado con cuerpo extraño en el interior del divertículo<SPLIT>.
Con estos resultados y ante el aceptable estado general de la paciente<SPLIT>, se ingresa en planta para tratamiento mediante reposo digestivo<SPLIT>, antibioterapia de amplio espectro vía intravenosa (<SPLIT>Imipenem 500 mg cada 6 horas<SPLIT>) y observación<SPLIT>.
Durante la estancia la paciente mejora la fiebre pero persiste el dolor abdominal<SPLIT>, por lo que se decide intervención quirúrgica programada<SPLIT>.
Durante la intervención se evidenciaron múltiples divertículos a nivel de yeyuno<SPLIT>, uno de ellos con signos inflamatorios<SPLIT>, pero sin abscesos intraabdominales<SPLIT>.
La vesícula biliar aparece distendida y el colédoco muestra un diámetro mayor de 1 cm<SPLIT>.
Se realizó resección intestinal con reconstrucción mediante anastomosis laterolateral<SPLIT>, colecistectomía y exploración de vía biliar tras confirmación de coledocolitiasis mediante colangiografía<SPLIT>, extrayendo el cálculo y dejando un drenaje de Kehr de 4 mm en colédoco<SPLIT>.
El postoperatorio inmediato transcurrió sin incidencias<SPLIT>, reintroduciendo la dieta con buena tolerancia y tránsito digestivo<SPLIT>.
Se realizó una colangiografía trans-Kehr que evidenció ausencia de coledocolitiasis<SPLIT>.
El décimo día postoperatorio la paciente comenzó con un cuadro súbito de dolor abdominal<SPLIT>, asociado a hipotensión y elevación de enzimas pancreáticas y fue trasladada al UCI con el diagnóstico de pancreatitis aguda moderada<SPLIT>, falleciendo a las 24 horas como consecuencia de un fracaso multiorgánico<SPLIT>.
Paciente pediátrica de nueve años de edad<SPLIT>, sin antecedentes clínicos de interés<SPLIT>, que es remitida a la Unidad de Cirugía Maxilofacial Infantil por presentar inclusión dentaria<SPLIT>.
El estudio radiológico mostró inclusión de canino inferior izquierdo<SPLIT>, con un área radiolúcida alrededor del 33<SPLIT>, ingresando para corrección quirúrgica<SPLIT>, con un diagnostico preoperatorio de quiste folicular<SPLIT>.
El tratamiento quirúrgico llevado a cabo consistió en la extirpación del "<SPLIT>quiste folicular<SPLIT>" con legrado de la cavidad ósea y extracción del canino incluido<SPLIT>, con posterior relleno con hueso "<SPLIT>Bio-oss<SPLIT>"<SPLIT>, siendo la evolución postquirúrgica satisfactoria<SPLIT>.
La pieza quirúrgica obtenida a través del legrado comprendía varios fragmentos irregulares de coloración grisácea y baja consistencia que agrupados median 0,8 x 0,7 cms y un canino (<SPLIT>0,9 x 0,5 cms<SPLIT>) producto de la exodoncia<SPLIT>.
El estudio histológico mostró una estructura dentaria sin alteraciones<SPLIT>, acompañada por fragmentos de tejido fibroso en cuyo interior se apreciaban numerosos nidos sólidos de elementos epiteliales odontogénicos dispuestos en formaciones micronodulares compactas con una disposición celular arremolinada<SPLIT>.
Los elementos que conformaban estas estructuras eran de morfología basaloide<SPLIT>, con núcleos monomorfos<SPLIT>, ovales o fusiformes<SPLIT>, algo hipercromaticos<SPLIT>, aunque sin evidencia de actividad divisional<SPLIT>.
Mezclados con estas estructuras aparecían formaciones glanduliformes<SPLIT>, a veces de aspecto tubular<SPLIT>, con un revestimiento de células cilíndricas<SPLIT>, homogéneas y de núcleos a menudo polarizados hacia su base<SPLIT>.
A nivel intercelular y de forma dispersa aparecían pequeñas esferulas basofílicas calcificadas así como áreas de contorno irregular de depósito amorfo y hialino<SPLIT>, de carácter PAS + diastasa resistente<SPLIT>, positivos al Rojo Congo aunque sin observarse refringencia verde frente a la luz polarizada<SPLIT>.
Ante estos datos se emitió el diagnostico de tumor odontogénico adenomatoide de tipo folicular asociado a retención de estructura dental canina<SPLIT>.
A partir del material de partes blandas resecado se llevo a cabo un estudio inmunohistoquímico que mostró en primer lugar una reactividad de los elementos proliferantes<SPLIT>, tanto en las áreas nodulares como adenomatoides<SPLIT>, frente al cocktail de queratinas AE1-3<SPLIT>.
Asimismo se observó una positividad nuclear para la proteína p63 (<SPLIT>marcador de células básales o progenitoras<SPLIT>) estando esta reactividad nuclear presente tanto en las áreas glanduliformes como en los nidos arremolinados de células fusiformes<SPLIT>.
El marcador de proliferación Ki-67 marco tan solo el 2-3% de las células constituyentes de la lesión tumoral<SPLIT>, apareciendo a menudo la positividad agrupada a algunos nódulos de células fusiformes<SPLIT>.
La detección de los marcadores de diferenciación melánica HMB45 y Melan-A fue negativa al igual que la de los receptores hormonales de estrógenos (<SPLIT>RE<SPLIT>) y progesterona (<SPLIT>RPg<SPLIT>) y la de la beta-2-microglobulina<SPLIT>.
Paciente varón de 60 años de edad<SPLIT>, fumador<SPLIT>, enolismo severo<SPLIT>, que presenta como antecedentes patológicos hipertensión arterial y episodio de pancreatitis aguda enólica en noviembre del 2003<SPLIT>, en cuyo ingreso se realizó TC abdominal que objetivó inflamación pancreática difusa con exudados<SPLIT>, así como la presencia de dos tumoraciones en valva anterior de riñón izquierdo<SPLIT>, una de ellas de características tomodensitométricas que sugerían un quiste hemorrágico o con alto contenido proteico<SPLIT>, sin poder descartar una tumoración sólida<SPLIT>.
Tras la recuperación del cuadro inflamatorio agudo se comentó el caso con nosotros<SPLIT>, y continuamos el estudio de dicha tumoración mediante la realización de nuevo TC abdominal de control en febrero 2004<SPLIT>, observando la persistencia de ambas lesiones renales<SPLIT>.
Dadas las características radiológicas de la tumoración indicamos la intervención quirúrgica<SPLIT>.
El día 29 de marzo del 2004 realizamos tumorectomía renal izquierda vía lumbotomía<SPLIT>.
El resultado de anatomía patológica de la pieza resultó ser granuloma esteatonecrótico con abundante pigmento férrico<SPLIT>, característico de las necrosis grasas secundarias a pancreatitis<SPLIT>.
Paciente mujer de 57 años en julio de 2013<SPLIT>, que fue remitida a nuestra Unidad para estudio de una hipercalcemia asintomática<SPLIT>.
En los antecedentes personales hay que señalar que la paciente estaba diagnosticada de diabetes mellitus tipo 2 (<SPLIT>controlada con dieta y antidiabéticos orales<SPLIT>)<SPLIT>, hipercolesterolemia<SPLIT>, hipertensión arterial y obesidad mórbida (<SPLIT>IMC<SPLIT>=<SPLIT>50,5 kg<SPLIT>/<SPLIT>m2<SPLIT>)<SPLIT>.
Para ello<SPLIT>, recibía estatinas<SPLIT>, metformina y un inhibidor de enzima convertidor de la angiotensina (<SPLIT>IECA<SPLIT>)<SPLIT>.
Clínicamente estaba asintomática<SPLIT>, y la hipercalcemia fue detectada por su médico de Atención Primaria en el contexto de un control metabólico por sus patologías previas<SPLIT>.
Tuvo la menopausia a los 48 años y no recibió después de la misma tratamiento hormonal sustitutivo<SPLIT>.
No había sufrido fracturas<SPLIT>.
Al confirmarse la existencia de un hiperparatiroidismo primario HPTP asintomático por la presencia de una calcemia elevada una vez corregida con proteínas totales<SPLIT>, una PTH sérica elevada<SPLIT>, y habiéndose excluido otras causas de hipercalcemia<SPLIT>, la paciente fue sometida a cirugía<SPLIT>, realizándose vídeo-toracoscopia triportal derecha<SPLIT>, comprobándose intraoperatoriamente la existencia de una adenoma<SPLIT>, que fue resecado<SPLIT>.
En la tabla 1 se recogen los datos analíticos de la paciente<SPLIT>, antes y un año después de la cirugía<SPLIT>, junto con los valores de referencia en nuestro Hospital<SPLIT>.
En la tabla 2 se muestra los datos densitométricos<SPLIT>, incluido el TBS<SPLIT>, antes y un año después de la intervención quirúrgica<SPLIT>.
La densitometría fue realizada con un densitómetro Hologic<SPLIT>® Discovery 4500<SPLIT>, y la estimación del TBS se efectuó aplicando el programa facilitado por TBS insights de Medimaps Group en este mismo densitómetro<SPLIT>.
En la tabla 3<SPLIT>, se muestran los criterios de indicación quirúrgica del hiperparatiroidismo primario (<SPLIT>HPTP<SPLIT>) asintomático desde el año 1990 hasta la última actualización de 2013<SPLIT>, conjuntamente con los datos clínicos de la paciente<SPLIT>.
En la figura 1<SPLIT>, la gammagrafía MIBI-Tecnecio99 de paratiroides objetiva la presencia de un foco de elevada actividad de localización centro-torácica y situación retroesternal<SPLIT>, que sugiere la existencia de un adenoma de paratiroides en el mediastino<SPLIT>.
Finalmente<SPLIT>, en la figura 2 se muestra la evolución tanto de la DXA como del TBS en la columna lumbar<SPLIT>, un año después de la cirugía<SPLIT>.
Mujer de 56 años<SPLIT>, natural de Filipinas<SPLIT>, que ingresa a través del Servicio de Urgencias de nuestro hospital con un cuadro de fiebre de más de 39 oC<SPLIT>, con aparición de masa dolorosa en región cervical anterior correspondiente con un área de cicatriz de tiroidectomía realizada 7 meses antes por un carcinoma papilar<SPLIT>.
Como antecedentes de interés cabe destacar un cuadro de colitis ulcerosa (<SPLIT>CU<SPLIT>) en seguimiento por el Servicio de Gastroenterología<SPLIT>, con un último brote de la enfermedad 3 meses antes del ingreso<SPLIT>, patologías por la que sigue tratamiento con Mesalazina 500 mg<SPLIT>, Budesonida 2 mg en espuma rectal<SPLIT>, Levotiroxina 100 mg<SPLIT>, suplementos férricos y vitamínicos<SPLIT>.
La analítica realizada al ingreso muestra una leucocitosis de 20.500<SPLIT>/<SPLIT>µL<SPLIT>, con un 65% de segmentados y 14% de cayados<SPLIT>.
Se realiza ecografía cervical de urgencia<SPLIT>, objetivándose 2 colecciones de 4x4x1<SPLIT>cm en región pretraqueal y preesternal<SPLIT>, la segunda correspondiente con área de salida de drenaje de cirugía previa<SPLIT>, por lo que se decide drenaje quirúrgico e ingreso por parte del Servicio de Cirugía General y de Aparato Digestivo Se instaura tratamiento antibiótico con Piperacilina<SPLIT>/<SPLIT>Tazobactam 4.000/500 mg y curas con antiséptico tópico<SPLIT>.
Tras 8 días de ingreso hospitalario<SPLIT>, la paciente comienza con clínica de dolor<SPLIT>, calor<SPLIT>, tumefacción y eritema en eminencia tenar de la mano izquierda<SPLIT>, por lo que se instaura nuevo tratamiento antibiótico con Daptomicina 6 mg<SPLIT>/<SPLIT>kg y antiinflamatorio<SPLIT>, Dexketoprofeno 25 mg<SPLIT>.
Debido a la mala evolución de las lesiones preesternales y de la mano izquierda se realiza una tomografía computerizada (<SPLIT>TC<SPLIT>) cervical que confirma la presencia de las colecciones pretraqueales<SPLIT>, y una resonancia magnética (<SPLIT>RM<SPLIT>) de la mano izquierda que determina la presencia de miositis y celulitis<SPLIT>.
Por todo ello se decide realizar drenaje quirúrgico de ambas lesiones<SPLIT>.
El diagnóstico de pioderma gangrenoso surge como sospecha tras 15 días del ingreso debido a la persistencia de cultivos negativos y a que las lesiones no sólo son refractarias al tratamiento instaurado (<SPLIT>desbridamiento y antibioticoterapia<SPLIT>)<SPLIT>, sino que empeoran progresivamente<SPLIT>, por lo que la paciente pasa a cargo del Servicio de Dermatología que confirma el diagnóstico mediante biopsia e inicia tratamiento inmunosupresor con Ciclosporina 200 mg<SPLIT>/<SPLIT>día y Prednisona 40 mg<SPLIT>/<SPLIT>día<SPLIT>.
Tras 25 días de ingreso no se observa mejoría clara de las lesiones preesternales<SPLIT>, por lo que debido al abundante exudado producido por la lesión y al intenso dolor que la paciente refiere durante las curas<SPLIT>, se decide colocar un dispositivo de terapia de presión negativa continuada empleando el sistema Renasys Go System<SPLIT>® (<SPLIT>Smith and Nephew<SPLIT>, Londres<SPLIT>)<SPLIT>, utilizando Renasys-G gauze kit<SPLIT>, de tamaño grande<SPLIT>, para abarcar ambas lesiones preesternales<SPLIT>.
La presión aplicada fue de 110 mmHg<SPLIT>, con aplicación continua de vacío<SPLIT>, realizando cambios cada 3 días<SPLIT>.
Las lesiones preesternal y pretraqueal evolucionaron favorablemente con la terapia de presión negativa<SPLIT>; no obstante<SPLIT>, la lesión de la mano no evolucionó favorablemente<SPLIT>, por lo que a los 36 días de ingreso se decide iniciar tratamiento sistémico con Ciclosporina 200 mg<SPLIT>/<SPLIT>día y<SPLIT>, 3 días después se coloca el dispositivo de terapia de presión negativa también en la mano izquierda<SPLIT>.
En esta localización empleamos el mismo sistema pero con el formato de tamaño pequeño<SPLIT>; la presión aplicada fue de 110 mmHg<SPLIT>, en modo continuo y los cambios de apósitos se realizaron cada 3 días<SPLIT>.
La paciente fue dada de alta tras 68 días de ingreso y pasó a cuidados ambulatorios y control por los Servicios de Hospitalización a Domicilio y Dermatología<SPLIT>, con tratamiento a base de Prednisona 50 mg<SPLIT>/<SPLIT>día<SPLIT>, Ciclosporina 200 mg<SPLIT>/<SPLIT>día y 2 dispositivos de presión negativa<SPLIT>, uno en la mano y otro en la lesión preesternal<SPLIT>, que se recambiaban 2 veces por semana y se mantuvieron durante 1 mes tras el alta hospitalaria<SPLIT>.
La evolución de la paciente fue favorable<SPLIT>, con resolución completa del caso a los 2 meses del alta hospitalaria<SPLIT>, sin que hayamos objetivado recidiva tras 21 meses de seguimiento<SPLIT>.
Varón de diecisiete años sin antecedentes de interés que acude por polaquiuria<SPLIT>, escozor miccional<SPLIT>, tenesmo y hematuria autolimitada<SPLIT>.
En la analítica de orina se aprecian 30-50 hematíes por campo<SPLIT>.
Urocultivo negativo<SPLIT>.
Se practica ecografía abdominal observándose pequeña lesión de medio centímetro de diámetro<SPLIT>, sólida con refuerzo hiperecogénico anterior<SPLIT>.
Realizamos cistoscopia observándose en cara lateral derecha<SPLIT>, por fuera de orificio ureteral dos pequeñas lesiones sobreelevadas<SPLIT>, con mucosa aparentemente normal<SPLIT>, similares a dos igloos<SPLIT>.
Sospechándose lesión inflamatoria se prescribe tratamiento con A.I.N.E. durante diez días sin que desparezcan las lesiones<SPLIT>, decidiéndose intervención quirúrgica<SPLIT>.
Se realiza RTU de ambas lesiones vesicales<SPLIT>, siendo el informe anatomopatológico el de leiomioma vesical<SPLIT>, describiendo la lesión como "<SPLIT>proliferación de células fusiformes dispuestas en fascículos entrelazados con núcleos romos y citoplasma eosinófilo sin atipia<SPLIT>, necrosis ni actividad mitótica significativa<SPLIT>.
Con el estudio inmunohistoquímico se demostró intensa positividad citoplasmática difusa para actina de músculo liso<SPLIT>.
En el seguimiento efectuado al paciente no se ha apreciado recidiva de dichas lesiones<SPLIT>.
Mujer<SPLIT>, 27 años de edad<SPLIT>, profesional de enfermería en área de hospitalización de Medicina Interna<SPLIT>, sufre accidente laboral tipo pinchazo con abbocath durante jornada de trabajo el día 23/11/1989<SPLIT>.
Por lo que se realiza revisión de caso clínico del paciente fuente y las respectivas pruebas confirmatorias<SPLIT>, sin encontrarse información en la historia clínica de datos de enfermedades transmisibles<SPLIT>.
Así mismo las analíticas realizadas en el enfermo y en la trabajadora resultaron negativos los marcadores virales para Hepatitis<SPLIT>.
15 días posteriores<SPLIT>, presenta alza térmica cuantificada en 40<SPLIT>.
º<SPLIT>, dolor abdominal ubicado en hipocondrio derecho<SPLIT>, de leve intensidad<SPLIT>, continuo<SPLIT>, sin irradiación<SPLIT>, no cede con cambios posturales ni con tratamiento ambulatorio<SPLIT>, acompañándose de nauseas<SPLIT>, vómitos y astenia<SPLIT>.
Niega coluria<SPLIT>, acolia e ictericia<SPLIT>, por lo que acude a servicio de urgencia y se decide su ingreso<SPLIT>.
Durante su estancia se realiza analítica y seriado de enzimas hepáticas<SPLIT>, evidenciándose hipertransaminemia y serología para hepatitis A y B negativos<SPLIT>.
(<SPLIT>Ver Tabla 1<SPLIT>)<SPLIT>.
Se inicia tratamiento médico con Konakión<SPLIT>®<SPLIT>, Lisozima<SPLIT>®<SPLIT>, Nervobión<SPLIT>® y Gammaglobulina Humana Polivalente<SPLIT>, de la misma forma fue vacunada frente a la Hepatitis A y Hepatitis B. Con buena evolución clínica y de laboratorio<SPLIT>, es dada de alta con seguimiento médico<SPLIT>.
Posteriormente en el año 1996<SPLIT>, se realiza reconocimiento médico laboral<SPLIT>, encontrándose en los resultados analíticos<SPLIT>, positividad para VHC y negativo para VIH<SPLIT>.
En el año 2004 en vista de los antecedentes personales de la trabajadora de accidente biológico en el año 1989<SPLIT>, se localiza el paciente fuente<SPLIT>, repitiéndose el control serológico<SPLIT>, resultando positivo para el mismo virus<SPLIT>, pudiendo ser declarado aquel evento ocurrido hace 15 años<SPLIT>, como accidente laboral y enfermedad profesional<SPLIT>, por demostrarse la relación entre el paciente fuente y la trabajadora<SPLIT>.
El paciente es un varón de 61 años<SPLIT>.
Como antecedentes patológicos destacaba ser alérgico a claritromicina<SPLIT>, padecer esófago de Barret<SPLIT>, temblor esencial y de anemia ferropénica crónica<SPLIT>.
Su madre falleció tras un carcinoma renal<SPLIT>.
Fue intervenido en 2005 de carcinoma renal (<SPLIT>p T3b Nx M1<SPLIT>)<SPLIT>.
Presentaba en el momento del diagnóstico metástasis suprarrenales bilaterales<SPLIT>, lesión metastásica a nivel pulmonar y dudosa hepática<SPLIT>.
Se le realizó nefrectomía derecha y suprarrenalectomía izquierda<SPLIT>.
Posteriormente<SPLIT>, inició ensayo clínico con interferón y bevacizumab con respuesta parcial de las lesiones metastásicas<SPLIT>.
En 2010 tras la aparición de tumoración parotídea se realiza una punción -<SPLIT>aspiración con aguja fina (<SPLIT>PAAF<SPLIT>) guiada por ecografía compatible con metástasis de carcinoma renal<SPLIT>.
Para estudio de la extensión de la lesión se realiza una resonancia magnética (<SPLIT>RM<SPLIT>) cervical en la que se visualiza una tumoración a nivel parotídeo derecho que compromete tanto el lóbulo superficial como el profundo y que tiene un tamaño de 2,6<SPLIT>*<SPLIT>3,4<SPLIT>*<SPLIT>3,4<SPLIT>cm y es compatible con una tumoración metastásica<SPLIT>.
La tomografía por emisión de positrones (<SPLIT>PET<SPLIT>) realizada informa de una lesión hipermetabólica a nivel parotídeo derecho compatible con proceso metastásico<SPLIT>.
Tras el estudio por parte de nuestro comité de tumores se decidió como tratamiento de elección la realización de una parotidectomía radical debido a la afectación de ambos lóbulos parotídeos<SPLIT>.
La anatomía patológica reveló una masa de patrón morfológico e inmunohistoquímico compatible con metástasis de carcinoma de células claras renales<SPLIT>.
Para esta caracterización fue necesario emplear citoqueratinas<SPLIT>, antígeno epitelial de membrana (<SPLIT>EMA<SPLIT>)<SPLIT>, vimentina y cd10<SPLIT>.
Así mismo<SPLIT>, se puso de manifiesto la afectación de estructuras profundas vasculares y nerviosas por lo que se decidió realizar radioterapia postoperatoria<SPLIT>.
En el postoperatorio el paciente realizó un episodio de seroma a nivel de la herida quirúrgica que fue resuelto sin complicaciones<SPLIT>.
La evolución postoperatoria fue favorable y fue dado de alta<SPLIT>, realizándose control de las heridas en consultas externas<SPLIT>.
Paciente femenina de 49 años (<SPLIT>peso<SPLIT>: 60 kilos<SPLIT>; talla<SPLIT>: 1,63 metros<SPLIT>) quien consulta al servicio de urgencias por cuadro de 5 días de dolor lumbar izquierdo<SPLIT>, tipo ardor y eléctrico<SPLIT>, de intensidad 10/10 en escala verbal análoga<SPLIT>.
El dolor es episódico<SPLIT>, exacerbado con el movimiento y no mejora con la administración de tramadol y diclofenaco<SPLIT>.