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Tabla de Esmeralda
Hermes Trismegisto
mentarios a la Tabla de Esmeralda
: Hortulano
La Tabla de Esmeralda
Fulcanelli
ediciones
La Tabla de Esmeralda.
Jorge A. Mestas Ediciones.
Avda. de Guadalix, 103.
28120 ALGETE (Madrid).
España.
Tfno: (34) 91 886 43 80
Fax: (34) 91 886 47 19
Email: jamestas Oarrakis.es
S999
BY NC SA
O Miguel Angel Muñoz Moya.
O de la presente edición: Jorge A. Mestas Ediciones.
ISBN: 978-84-95311-52-9
DL: M-32558-201 1
LA
TABLA
DE
ESMERALDA
Los contenidos de este libro pueden ser
reproducidos en todo o en parte, siempre
y cuando se cite la fuente y se haga con
fines académicos y no comerciales
ÍNDICE
INTRODUCCION codoccococonononnoonacononnrnos 9
LA TABLA DE ESMERALDA
La Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto
SN 35
Otra versión de la Tabla de Esmeralda ........ 39
Una versión más de la Tabla de Esmeralda .... 41
Versión simbólica de La Tabla de Esmeralda ... 43
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESME-
RADLDA por Hortulano ..ooniocnnniicinioncccc.. 47
El Arte de Alquimia es verdadero y cierto... 3
La Piedra debe ser dividida en dos partes .... 54
La Piedra tiene en sí los cuatro elementos ... 55
La Piedra tiene padre y madre, que son el
Soly la LUNA eiii 56
La conjunción de las partes es la concepción
y la generación de la PiedTa ......oooooinccnnoc...... 57
La Piedra es perfecta si el Alma es fijada
Eme CUETPO siii li iócis 58
LA TABLA DE ESMERALDA
La mondificación de la Piedra o...
La parte no fija de la Piedra debe separar la
parte fija y elevarla .oooonnocnnnnicinncnnnncnom..
La Piedra volátil debe ser fijada una segunda
De la utilidad de Arte y de la eficacia de la
Piedra dias
El Magisterio imita la creación del
UNIVERSO ato
Declaración enigmática de la materia
della Piedra acota ictiada
LA TABLA DE ESMERALDA.
por Fulcanelli
INtrOdUCCI Maira ran
La Tabla de Esmeralda ..oooncnnonicnnnnnnninn..
Es verdad, sin mentira... 78.- El Sol es su padre..., 80.-
... y la luna su madre, 81.- El viento lo ha llevado... 82.-
La tierra es su nodriza..., 82.- El Padre de todo..., 84.-
Separarás la tierra del fuego..., 85.- Sube de la tierra, 86.-
Así tendrás la glroa del mundo..., 86.
60
61
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77
INTRODUCCIÓN
La tabla de Esmeralda es un texto clásico atribui-
do a Hermes Trismegisto del que, sin excepción, se
reclaman discípulos todos los alquimistas. Estos en-
cuentran en sus enseñanzas el resumen más conciso,
pero también el más complejo, del arte hermético.
Existen numerosas versiones de dicho texto, con
variaciones a veces importantes. J. Ruska ha realizado
un profundo estudio de ella sobre la base de cinco
manuscritos árabes de los que hizo una edición crítica.
Hemos traducido aquí la edición príncipe editada
en Nuremberg, y otras versiones de revistas o libros
especializados en alquimia.
Además de las diversas versiones escritas de La tabla
de Esmeralda, incluimos también una versión gráfica en
lenguaje simbólico: la plancha 95 del Viridarium
Chymicum,que así setitula, Tabula Smaragdina Hermetis.
1.- Tabula Smaragdina, Julio Ruska, Heidelberg, 1926
-9-
LA TABLA DE ESMERALDA
El lector atento podrá encontrar importantes varia-
ciones entre las diversas versiones escritas, así como
entre ellas y los comentarios de Hortulano. Igual
ocurre con muchos textos de los maestros. Sirva el
hecho para que el estudiante procure leer siempre los
textos originales, vigile las traducciones, y huya de los
charlatanes pasados y presentes.
Las alteraciones de los textos proceden de la falta
de trabajo en laboratorio. Como no se puede esperar
quetodos los traductores, editores y publicistas diversos
que se ocupan de alquimia sean alquimistas, el verda-
dero discípulo tiene que ir un día u otro al laboratorio
y elucidar por sí mismo.
Cuando las alteraciones de los textos no son produc-
to de la mala fe, suelen estar originadas por la actitud
mental con la que se aborda la alquimia.
Tres son los tipos más frecuentes de estas Ópticas
generadoras de alteraciones, las tres equivocadas a
nuestro juicio, con las que nos hemos encontrado a lo
largo de nuestro trabajo.
Una es la alquimia «espiritual».
Estudiando la historia de la alquimia se pueden hacer
varias constataciones. Una de ellas, evidentísima, es que
consiste en un saber respecto a, relacionado con la natura-
leza, con la $uvo1o?. Al menos esta primera constatación
2.- La palabra física no tenía entre los griegos el sentidorestringido
que ordinariamente se le da hoy. Derivada del verbo fuo nacer,
producir, significaba naturaleza.
-10-
INTRODUCCIÓN
nos permite sospechar que la alquimia no es solo un saber
«espiritual» sino que tiene que ver con la materia en su
sentido ordinario, con minerales, animales y vegetales
considerados desde el punto de vista de las ciencias
naturales. Todos los adeptos han insistido en ello. Que la
alquimia sea madre de la química moderna no es pues
ninguna casualidad. Parece que cualquier disciplina ale-
jada del laboratorio no puede ser llamada alquimia.
Claude d“Y ge resume muy bien esta manera de
pensar.
«Quienes piensen que la Alquimia es estrictamente espiri-
tual que se abstengan; quienes piensen que la Alquimia es
sólo un símbolo para desvelar analógicamente el proceso de
la “realización espiritual”, en suma, que el hombre es la
materia y el atanor de la Obra, que abandonen sus proyec-
tos.»*
La observación no es superflua. Permite al estudioso
deslindar la alquimia de las «solicitudes engañosas o insen-
satas» como las llama Canseliet. Dicho autor, junto con otros
muchos contemporáneos, coloca entre estas solicitaciones al
psicoanálisis -Bachelard y particularmente el desarrollado
por Jung- y también a algunas teorías espiritualistas en boga.
Fuera de la alquimia quedarían algunas corrientes especula-
tivas abstractas. Emmanuel d“Hooghvorst, un estudioso
contemporáneo del Arte que, con ecuanimidad separa unos
terrenos de otros, detalla estas corrientes entre las que coloca
3.- Nouvelle Assemblée des Philosophes Chymiques. Dervy
Livres. París, 1954.
AT
LA TABLA DE ESMERALDA
a la simbología abstracta, a la exuberantísima metafísica
hindú, a la alquimia entendida como método de realización
mística...etc.*
Otra concepción de la alquimia a nuestro parecer no
acorde con laenseñanza de los maestroses la «cientista».
Según esta manera de ver, los alquimistas aborda-
rían la realidad a su manera, con sus métodos, y así
habrían obtenido resultados, algunos de los cuales
confirma y "descubre" hoy otro camino de búsqueda, la
ciencia moderna, mientras que no pocos de estos resul-
tados los alquimistas los saben pero los científicos no,
o no todavía. Según esta concepción «cientista» la
alquimia sería una ciencia -sus resultados experimen-
tales han sido tan ampliamente divulgados que ya no se
pueden ignorar pura y simplemente- de la que solo
haría falta conocer el modus operandi.
Pero semejante concepción es difícil de ser manteni-
daa menos que resuelva los problemas con los que setopa.
No quedan explicados lor orígenes de tal saber.
Para ello se ha echado mano de extraterrestres, de
Atlántidas y de civilizaciones desaparecidas. Otros
hanexplorado y continúan explorando los libros sagra-
dos de diversas tradiciones o algunos saberes iniciáticos.
4.- El lector interesado puede consultar: Emmanuel dHooghvorst,
Essai sur [Art d'Alchymie, Inconnues et leur solution, vol 5. P.
Genillard. Lausanne, 1951. Edición española: Emmanuel
d'Hooghvorst, Ensayo sobre el Arte de la Alquimia, Ed. 7 1/2.
Barcelona 1980.
-12-
INTRODUCCIÓN
Pueden admitirse a título de hipótesis algunas de estas
explicaciones pero, en todo caso, ninguna de ellas
pertenece al reino de la ciencia positiva en el que se
mueve la concepción «cientista» de la alquimia. Ade-
más, no parece lógico admitir una parte de la explica-
ción sin aceptar el resto, máxime cuando la inmensa
mayoría de estas hipotéticas explicaciones -por no
decir todas- conducen inmediata y directamente a una
cosmovisión distinta de la de la ciencia actual.
Otra dificultad es la del lenguaje de los Adeptos
completamente incomprensible en las primeras aproxi-
maciones. Su hermetismo declarado y afirmado expre-
samente como barrera para los no dignos; su manifes-
tado juramento de secreto respecto a aspectos principa-
les de la Obra. ¿Qué clase de ciencia es ésta que se
esconde? ¿Por qué?
Algunos pretenden que la dificultad de este len-
guaje consistiría unicamente en su simbolismo: basta-
ría descifrarlo para entenderlo todo. No dudamos que
los numerosos estudios de simbología contribuirán
ciertamente a esclarecer determinados problemas de
lenguaje. Pero la alquimia, aunque en verdad habla por
alegoría, no podrá ser desentrañada por los simbolistas
porque no es una criptografía a descifrar sino, como
dicen sus Adeptos, un don de Dios.
La profunda religiosidad de los Adeptos no cuadra
tampoco con las pretensiones «cientistas» para explicar
la alquimia. Según ellos no sólo es un don de Dios el
-13-
LA TABLA DE ESMERALDA
conocimiento, digamos práctico, que permite obtener la
piedra, sino también la vocación alquímica. El amor a
Dios y la caridad con el prójimo, son de rigor entre todos
los filósofos químicos, como igualmente lo son las
invocaciones al cielo. Diversas escuelas pretenden no
solo reducir esta religiosidad privándola de su carácter
trascendente, sino que también se la quiere “cientifizar”
incluso basándose en los propios textos alquímicos. Las
alusiones alquímicas al cielo se transforman así exclusi-
vamente en cuestión de fuerzas cósmicas desconocidas
de naturaleza únicamente física.
Sabido es que la Obra necesita determinadas condi-
ciones exteriores: sub dio in prato quodan die serena
quadam? y que estas condiciones están relacionadas con
los astros,con el cosmos. En las ilustraciones alquímicas
no sólo aparecen el sol, la luna y los planetas, sino que
hay precisiones verdaderamente concretas. El carnero,
el toro y los gemelos (Aries, Taurus y Géminis), es decir,
los tres meses de la estación primaveral en la que los
astros están dispuestos de una determinada manera,
presiden fases de la Obra. El Mutus Liber dibuja en sus
láminas un abanico de rayos con franjas alternadas de
rayas y puntos, que caen sobre la tierra desde el centro
del cielo, desde un punto equidistante del Sol y la Luna,
y por encima de ellos, mientras que dos campesinos
cosechan el rocío. Se trata «sin disfraz -dice Canseliet-
5.- En pleno aire, en un cierto prado, cierto día sereno (Cosmo-
polita: Diálogo del mercurio y el alquimista).
-14-
INTRODUCCIÓN
del método que utilizábamos nosotros mismos al princi-
pio». Algunos textos son particularmente explícitos.
Todo ello confirma sobradamente que la obra tiene
que ver con el cielo físico, con la energía cósmica, «...
con el agente principal del movimiento y de las trans-
formaciones sobre la superficie terrestre y el centro de
la Tierra, cuya intervención diferencia a la Alquimia de
la Química»?
Así pues tienen razón quienes subrayan el compo-
nente «cósmico» de la alquimia. Y la ciencia positiva
se dirige y se dirigirá aun en mayor medida por este
camino para profundizar el conocimiento de la natura-
leza y el hombre.
Pero de la misma manera que se ha revelado
unilateral asimilar la alquimia a la química, tambien es
unilateral asimilarla a este otro saber «cósmico». Dice
Juan Febro:
«Pero el influjo celeste no es nada más que la bebida caliente
natural del mundo y el estimulante, el sostén de la vida de
todo lo que es sublunar»”
Opinión que no es aislada sino general. Citemos de
nuevo a Claude d Y ge:
Quienes piensen que la Alquimia es de naturaleza terrestre,
mineral y metálica, que se abstengan .»*
6.- Canseliet, op. cit.
7.- Citado por Canseliet. op. cit.
8.- Op. cit.
-15-
LA TABLA DE ESMERALDA
Así pues nos encontramos frente a una disciplina
que, al decir de sus Adeptos, no es de naturaleza
espiritual exclusivamente, ni tampoco exclusivamente
de naturaleza terrestre.
Las dos concepciones someramente analizadas, la
“espiritual” y la “cientista”, no acordes a nuestro juicio
con lo que dicen los maestros, han sido las más frecuen-
tes fuentes de aproximaciones incorrectas a la alqui-
mia. Y en gran medida lo siguen siendo, al menos entre
quienes se acercan a ella. En un foro de alquimia en
español que conocemos en Internet”, hemos podido
leer formulaciones puras de la concepción «espiri-
tual», estando sin embargo la mayor parte de las
intervenciones animadas por la concepción «cientista».
Pero aun queda una tercera concepcion no acorde
a nuestro juicio con la enseñanza de los maestros, que
hemos encontrado entre quienes ya tienen un cierto
grado de conocimientos.
Sila alquimia no es ni exclusivamente espiritual ni
exclusivamente material, la tentación «panteista» como
intento de explicación es inmediata.
Lo que está abajo es como lo que está ariba, dice
la Tabla de Esmeralda. Esta aseveración permite que se
la interprete como la unicidad de todo lo existente, rav
Beo0,todoes Dios. Espíritu y materia se interpenetrarían
9.- Se trata del foro de alquimia forumalg. Existen otros foros :
públicos y privados
-16-
INTRODUCCIÓN
eigualarían en una sola realidad: lo que existe. Bastaría
tomar cualquier parcela de la realidad para reconstruir
el todo; más precisamente, el todo se encontraría ínte-
gro y cabal en cualquiera de sus partes, solo hace falta
saber verlo. En la mancha del jaguar estaría completo
el universo, dice el escritor Borges.'*
La idea de que en la parte está reflejado el todo
como de manera concentradaes una noción fecundísima
que, por desgracia, apenas ha sido aprovechada toda-
vía. Cuando se aplica a algún dominio concreto, por
ejemplo a la medicina, produce resultados sorprenden-
tes. Hay médicos que saben ver en iris del ojo humano
un reflejo, una proyección de los órganos y sistemas
que componen el cuerpo así como de su funcionamien-
to'!. Otros encuentran dicha proyección en las diversas
partes del rostro, en las uñas, en los pies, etc. Todos
ellos pueden curar (a condición que conozcan su cien-
cia, claro).
Los resultados serían igualmente fructíferos si
supiéramos aplicar esta idea fecunda a otras parcelas
de la realidad.
Pero pese a que el panteismo es una concepción
elaborada hace tiempo esta óptica «proyectista»! ape-
10.- En la serie de relatos que titula «El Aleph»
11.- El lector puede encontrar un estudio bastante detallado en
Bernard Jensen, Ciencia y práctica de la iridología, Editorial
Yug, México, 1980.
12.- ¿Ha pensado el lector que el «polvo» con el que los alquimistas
transmutan cualquier metal imperfecto en oro es llamado por ellos
E
LA TABLA DE ESMERALDA
nas empieza a esbozarse ahora como ciencia, de lo cual
no podemos sino lamentarnos.
Pero aun cuando se constituya este cuerpo de
conocimientos con el cual la ciencia avanzaría a pasos
de gigante, sería, al menos desde el punto de vista de la
alquimia, aproximativo, imperfecto, mientras perma-
nezca en el marco de la teoría que los sustenta.
El xa Beoo permite explicarteóricamenteel cosmos,
superando la dualidad materia-espíritu tal como venía'?
siendo generalmente entendida desde hace tiempo. Pero
dicha dualidad procede de un conocimiento insuficiente de
la materia, de su identificación y reducción a una de las
formas en que esta se manifiesta. La diferencia de los
hermetistas entre materia "burda" y las diversas clases de
materia sutil hubiera contribuido a evitar este embrollo!*.
«polvo de proyección»? Siendo en su opinión el metal oro el que
resume de manera más perfecta la naturaleza de los metales ¿sería
azaroso este adjetivo «de proyección» aplicado al «polvo»?
13.- Decimos venía, en pasado, porque la formulación de la teoría
general de la relatividad a principios del siglo XX, inició el
desmoronamiento de la separación tradicional entre materia y
formas no materiales que hasta entonces postulaba la ciencia. Que
la gravedad y otras formas de energía pueden, en determinadas
condiciones, crear «materia» ha sido comprobado posteriormente
de manera experimental. La astrofísica, la física de partículas y
especialmente la física cuántica han acabado con tal separación.
14.- Las insólitas realizaciones de las llamadas paraciencias no
consisten sino en la aplicación de estos conceptos herméticos
acerca de las diferentes clases de materia y sus propiedades, a
diversas parcelas de la realidad (por ahora casi exclusivamente
limitadas al psiquismo humano).
- 18 -
INTRODUCCIÓN
El panteismo reune y unifica esta "materia" y este
"espíritu", cuyos límites la ciencia positiva empieza a
no saber donde se encuentra ni si es que lo hay, y los
declara la totalidad de lo existente, butizándolos de
divinos. En última instancia es un monismo inmanente
y no es un azar ni una incoherencia que fuera declarado
herético por las religiones trascendentes. Refiriéndose
a la posible existencia de algo más que trascendiera a
este uorv Beoo, Spinoza declaraba: [gnorantia non est
argumentum.
Efectivamente. Desde el punto de vista racional,
que no es el único que permite dar cuenta de lo
existente, la ignorancia no es un argumento. Pero no lo
es ni en un sentido ni en otro. En todo caso, los
alquimistas postulan energicamente la existencia de un
Dios trascendente creador de los cielos y la tierra.
Hacen suyas las palabras de la Biblia:
«Vanos son todos los hombres en quienes no se halla el
conocimiento de Dios.... no pudieron entender al que es...
sino que creyeron que el fuego, o el viento, o el aire
presuroso, o el Sol y la Luna, son los dioses que gobiernan
al mundo.Concuya belleza, estando enamorados, tuviéronlos
por dioses: sepan cuanto más bello es el señor de ellos...»!*
Los alquimistas afirman que la Gran Obra debe ser
comparada a la creación del universo:
15.- Sabiduría XUL, | y ss.
-19-
LA TABLA DE ESMERALDA
«Que el hijo de los filósofos escuche a los sabios que
unánimemente concluyeron que esta obra debe ser compa-
rada a la creación del universo»'*
«La generación de la piedra se hace al ejemplo de la creación
del mundo»'”
Panteismo y alquimia tienen un punto parecido:
que lo que está abajo es como lo que está arriba, que
todo es uno.
«Entonces el Hombre'*, que tenía poderes plenos sobre el
mundo de los seres mortales y de los animales sin razón, se
16.- Filaleteo, La entrada abierta al palacio cerrado del rey.
Editorial 7 1/2, Barcelona, 1979. Cap. V-1, pág 51.
17.- Jean d Espagnet, Arcanum Hermetice opus,canon LXXXIN
18.- Este Hombre, no es un hombre ordinario. Hermes Trismegisto
dice de él (Poimandres I, 12):«Entonces el Nous, padre de todos
los seres, produjo un Hombre parecido a él». Latradición cristiana
lo define diciendo (Gen. 1, 6) «Y dijo Dios: hagamos al Hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza». Es el Adan
Cadmon de los cabalistas. Este Hombre es explicado de la
siguiente manera (Jacob Lorber, Obispo Martín, 75, 16. Muñoz
Moya editor, Sevilla 1989): «Referente a los sistemas solares la
Nueva Revelación nos dice: El sol de nuestro sistema planetario es
un sol del quinto orden. Junto con una gran cantidad de otros soles
del quinto orden, de los que Alfa Centauri es nuestro sol vecino
más cercano, gira alrededor de un sol central del cuarto orden;
todo este conjunto forma un campo solar.
Incontables soles centrales del cuarto orden, es decir,
campos solares enteros, giran alrededor de un sol central del
tercer orden, formando con este una región solar.
Una cantidad inimaginable de soles centrales del tercer
orden, es decir, regiones solares enteras, giran alrededor de un
-20 -
INTRODUCCIÓN
descolgó a través de la armoniosa maquinaria compuesta de
las esferas cuyas envolturas había agujereado y manifestó la
hermosa forma de Dios a la Naturaleza de abajo. Cuando
ésta hubo visto que el Hombre poseía la forma de Dios junto
con la belleza inagotable y toda la energía de los gobernado-
res, sonrió de amor: pues había visto reflejarse en el Agua el
semblante de esta forma maravillosamente hermosa del
hombre, y a su sombra sobre la Tierra. En tanto que él,
habiendo visto reverberar en el Agua la presencia de esta
forma parecida suya, la amó y quiso morar en ella. Desde el
mismo momento que lo quiso lo cumplió. La Naturaleza
entonces, recibiendo en ella a su amado, lo abrazó entera, y
ambos se unieron ardiendo de amor.»'”
Pero mientras que el panteismo afirma esta unidad
como sustancial, como de derecho propio, como iden-
tidad, la alquimia la proclama como prestada, proyec-
tada, refleja, otra, sin entidad propia, como un don y
sol central del segundo orden, formando con este un universo
solar. Y finalmente, un número increíble de soles centrales del
segundo orden, es decir, universos solares enteros, giran alrede-
dor de un sol central principal, formando con este una enorme
vaina globular que ya no gira.
Incontables vainas globulares forman el microcosmo del gran
hombre cósmico: la creación física mayor de que nos habla la
Nueva Revelación recibida en los años 1850 por Jakob Lorber.
Mientras tanto la astronomía moderna ya ha podido localizar unos
cuantos soles centrales del cuarto orden a causa de su extraordina-
ria radiación (los cuásares); pero falta todavía que comprenda su
función como soles del cuarto orden. Luego quedan por descubrir
los soles centrales de los demás órdenes superiores, etc.
19.- Hermes Trismegisto, Poimandres 1, Muñoz Moya y Montra-
veta editor, Sevilla 2000. I, 147. (http://www.mmoya.com)
-21-
LA TABLA DE ESMERALDA
una gracia. Si para el panteista la naturaleza es Dios,
para el adepto es sólo un reflejo de Dios. Ambos
coinciden en ver las manifestaciones del mundo
sublunar, pero mientra el panteista afirma que no existe
nada más, la alquimia afirma que Dios existe aparte y
que todo ello no es sino su reflejo.
Así pues no hay posibilidad de confusión: la alqui-
mia no es un panteismo.
Es más fácil decir lo que no es la alquimia que lo
que sí es.
Si examinamos su historia podemos hacer la consta-
tación de que siempre ha explicado lo mismo. Natural-
mente, sus enseñanzas se han presentado vestidas con el
lenguaje propio, más exactamente, con el pensamiento
propio de cada época”. Inmersa como está nuestra cultura
en la idea del progreso y la evolución resulta chocante a la
mentalidad contemporánea la existencia de algo que no
cambia a lo largo de varios millares de años, máxime
cuando este algo se presenta como un pensamiento total.
Dicha inmutabilidad permite suponer una concepción
totalmente ajena a cualquier «desarrollo» lineal o espiral
20.- Así, por ejemplo, las abigarradas historias de las divinidades
griegas son, entre otras cosas, una manera de dejar constancia de las
operaciones de la obra. Su sentido puede ser comprendido según el
nivel de profundidad al que se examinen. El lector interesado puede
consultar el libro Les fables égiptiennes et grecques dévoilées et
reduites au méme principe, avec une explication, de Dom Pernety.
Chez Delalain, l'ainé, Libraire, Paris M.DCC.LXXXVI. Existe
edición moderna en Editions La Table dEmeraude. París 1991.
-22-
INTRODUCCIÓN
del mundo, a cualquier «expansión». Parece como si
hubiera mundos superpuestos unos a otros, telescópicos a
la manera delos catalejos plegables o de las muñecas rusas
(aunque esto es una manera analógica de expresarse).
Cada uno de ellos englobaría al inferior sin serenglobado
por él. Cada uno de los mundos englobados sería un
reflejo pálido del superior, a la manera del triángulo que
enelespaciode dos dimensiones, mediante la proyección,
refleja de alguna manera el triedro, cuerpo de un espacio
de tres dimensiones. En cada mundo inferior habría la
misma “pérdida de detalle” y, la vez, también el reflejo del
mundo superior. Esta manera de vernoes una concepción
específica de la alquimia, sino común a diversos saberes
herméticos -por ejemplo la cábala- y aotros queno lo son,
por ejemplo la mística.
Tampoco es una concepción específíca de la alqui-
mia el reconocimiento de que estos mundos no están
separados, de que existen puertas de comunicación
entre ellos, entre los diversos planos de existencia que
representan. Muchas ciencias ocultas coinciden en que
se puede pasar del mundo sublunar a los mundos
superiores. La alquimia se singulariza por algunos
rasgos específicos.
Uno es su materialidad. Ya hemos visto antes que
tiene que ver con las ciencias de la naturaleza; no es un
saber abstracto sino operativo, de laboratorio: los alqui-
mistas fabrican oro. Dicha fabricación no es un fin en sí
sino una de las consecuencias de aprender a conocer la
LG
LA TABLA DE ESMERALDA
naturaleza reproduciendo sus procesos: el alquimista
logra mediante el arte lo que ella crea sola, creación del
alquimista que es material, tangible. Pero no se detiene
en la transmutación de los metales: su objetivo es llevar
a la materia a un estado de fijeza perfecta, excluyendo la
alternativa de generación y corrupción que caracteriza a
nuestro mundo sublunar. En esta materia sublunar entra
el cuerpo humano al que también fija, socorriéndolo en
todas sus necesidades y asegurándole la posesión de la
vida, eternamente fijada.
De muchos de ellos se rumorea que alcanzaron la
inmortalidad: Filaleteo, el Cosmopolita, Christian
Rosenkreutz, etcétera.
La inmortalidad es pensable. El individuo no es sino
la conciencia de la propia identidad psicológica durante
un espacio de tiempo, identidad de la que se conoce una
parte de sus fundamentos materiales. La biología sabe hoy
que los caracteres físicos se transmiten e incluso se conoce
el mecanismo de la transmisión. También se tiene un
cierto conocimiento empírico de la transmisión de los
rasgos psicológicos, aunque la ciencia no está en medida
de explicar ni el mecanismo ni su fundamento. Se conoce
el asiento material de la memoria aunque se ignora si ésta
se transmite en el tiempo al igual que los rasgos físicos. La
psicología moderna -Jung y su escuela- afirma que sí y ha
llegado a la conclusión -por cierto empírica- de que existe
un depósito universal de lo memorizado durante siglos, al
que llama «inconsciente colectivo». Experiencias
-24-
INTRODUCCIÓN
hipnóticas han regresado al paciente no sólo a la infancia
y al periodo fetal, sino a vidas anteriores: sometidos a
tratamientos hablaron idiomas que desconocían en su
vida ordinaria y describieron lugares y costumbres des-
aparecidas varios siglos antes, extremos posteriormente
comprobados por historiadores y arqueólogos”. No hay a
priori ningún impedimento que niegue la posibilidad de
conocer dónde está esta conciencia individual que el
sujeto tiene de símismo, adónde pasa, cómo lo hace y cual
es el mecanismo para que esta conciencia que la materia
tiene de una de sus formas de existencia durante un
periodo de tiempo -la vida individual- tenga acceso al
almacén donde la única materia existente, sustancia de
todo el universo, guarde los recuerdos, las conciencias
individuales de sus otras formas de existencia en otros
periodos de lo que hemos dado en llamar tiempo”. Si una
21.- Existe una abundante bibliografía al respecto. El lector
interesado puede consultar la tercera parte del libro Tres enfoques
sobre la reencarnación, de Sebastián de Araúco, espccialmente
el cap.I,La reencarnación y la ciencia, editado por el autor Vigo,
1979, en donde encontrará abundante información. Igualmente
existen experiencias suficientes acerca de la trascensión del
espacio, videncias, premoniciones, etc., etc.
22.- El hermetismo conoce este almacén: «En la sangre está
almacenado, por así decirlo, todo lo que el pasado material ha
edificado en el hombre». También sabe como leerlo: «En esos
casos... se sienten las imágenes del mundo externo; es decir, que
sus ascendientes están activos en su Sangre, y, enesas ocasiones,
se toma parte, confusa y vagamente, en sus vidas remotas».
Véase R. Steiner: El significado oculto de la sangre.. Editorial
Kier. Buenos Aires, 1979,
-25-
LA TABLA DE ESMERALDA
nariz tuviera conciencia de sí misma y del mundo exterior
podría contar no sólo su historia de generación en genera-
ción, de qué combinatoria proceden sus líneas, sino
también qué brisas respiró a lo largo de los tiempos, el
aroma de qué flores, cuál la tierra que las sustentaba...
No nos salimos con ello de las ciencias naturales,
aunque parezca una combinatoria harto compleja. De
donde sínos salimos es del antropomorfismo en cuanto
al tiempo y en cuanto a la conciencia.
El tiempo se supone que corre linealmente desde
atrás hacia adelante, atrás y adelante que implican la
conciencia y la historia humana, o, a un nivel más
profundo, la «historia» de la materia de la que conciencia
e historia humana serían sólo una parte. Pero el tiempo
tal como se viene entendiendo -la medida del movi-
miento o el modo de existencia de la materia- sólo tiene
sentido en relación con esta propia materia mudable, con
el mundo sublunar. Fuera de ella desaparece su necesi-
dad y su existencia misma. La serie de los siglos y las
épocas sólo tienen sentido desde la materia alterable,
sujeta acambio, corruptible, a la que el tiempo define, da
entidad y constituye. El tiempo es el modo de existencia
de esta materia a la que «coagula» diferenciándola de la
indeterminación espacio-temporal del caos, del infinito,
permitiéndole «pensarse» a sí misma. Pero el tiempo es
un absoluto sólo desde el punto de vista de esa entidad
«coagulada», diferenciada del todo, individualizada;
desde el punto de vista de la conciencia individual en
todos sus grados: mineral, vegetal o animal”. Sólo es
-26-
INTRODUCCIÓN
pensable por esa conciencia ala que permite existiren su
seno; fuera de ella no existe.
Se es hoy incapaz de pensar desde otra óptica que
la de esta «coagulación»; en el caso de los humanos,
desde la conciencia de la identidad psicológica indivi-
dual, erigida juez supremo y necesariamente ligada al
tiempo que, como hemos visto, la forma, constituye su
modo de existencia. Por ello se niega la inmortalidad,
que es la negación del tiempo.
Ahora bien, si en vez de erigir en juez supremo la
conciencia individual que nace y muere en el tiempo,
abandonáramos este punto de vista y pudiéramos adop-
tar la óptica de la sustancia universal que todo lo
conforma, nuestra concepción del tiempo y del espa-
cio, de la vida y de la muerte no serían antropomórficas.
Podríamos ver nuestra preexistencia como concreción
de un todo sin solución de continuidad; podríamos
considerar nuestra «duración» no como un absoluto
sino como la proyección de un mundo infinito -que
incluye todo lo pensable- en este mundo contingente,
sublunar, manifestado. Proyección forzosamente ves-
tida en el manto del tiempo y el espacio y, por lo tanto,
de la conciencia individual. Exclamaríamos como el
poverello de Asís: hermano lobo, hermana piedra,
hermana flor, hermana estrella, sin que ello fuera un
desahogo lírico, sino ciencias naturales.
23.- No entramos aquí ahora en la diferenciación entre «concien-
cia» mineral, vegetal y animal, de las que se sobreentiende que no
hay que interpretar en sentido antropomorfo.
E
LA TABLA DE ESMERALDA
Esta es la óptica de los alquimistas. Considerándo-
nos, dentro del mundo sublunar, como la coagulación
de un todo sin solución de continuidad,como una de las
innumerables posibilidades de manifestación de la
sustancia constituyente de este mundo, se aplican a
descubrirla y a averiguar cómo funcionan sus «leyes»:
así pueden transmutar los metales, «curar» al reino
mineral, vegetal y animal. Considerando que esta sus-
tancia es manifestada, creada, y que el ser humano y su
conciencia son la proyección de la que acabamos de
hablar, aprenden a entrar y salir en el mundo proyecta-
do mediante la previa disolución en todo lo existente y
la identificación, la comunión, con lo reflejado en la
proyección y, por ahí, con lo que se proyecta, con la
indeterminación infinita consciente,con Dios. El adepto
atraviesa la puerta entre los mundos y para él no tienen
sentido ni el espacio ni el tiempo: es inmortal, O, si
muere, resucita. No tiene ninguna entidad concreta,
pudiendo revestirlas todas, hombre o pájaro. Puede
transmutar a los metales y puede incluso transmutarse
a sí mismo. Su reino no es de este mundo.
¿Cómo realiza el adepto estas maravillas?
Muchos son los libros de alquimia escritos por los
maestros en los que se aborda uno u otro aspecto de la
Gran Obra, o la totalidad de ella. A su estudio remiti-
mos al lector, pues nosotros no podemos responder a lo
que ignoramos.
No obstante deseamos subrayar aun otro rasgo
peculiar del arte hermético: en uno u otro momento de su
-28-
INTRODUCCIÓN
trabajo material con la naturaleza, el alquimista entra en
contacto con entidades que no son de este mundo.
«Existe un medio de manipular la materia y la energía de
manera que se produzca lo que los científicos contemporá-
neos llamarían un campo de fuerza. Este campo de fuerza
actúa sobre el observador y lo coloca en una situación
privilegiada frente al universo. Desde este punto privilegia-
do tiene acceso a realidades que el espacio y el tiempo, la
materia y la energía, suelen ocultarnos...»
Así se expresa Fulcanelli según cuenta J. Bergier
en la obra que hemos citado antes.
«Y sé que muchos, como yo, poseemos este secreto, y estoy
persuadido de que hay muchos otros más, con los que
próximamente entraré, por así decirlo, en una familiar y
cotidiana comunicación.»
Es Filaleteo (Introitus, Prefacio, 1H) quien alude a
esta, por así decirlo, «familiar y cotidiana comunica-
ción» con muchos otros.
En innumerables obras de alquimia aparecen en
determinado momento guías, ancianos, asambleas de
ancianos, espíritus alados, ángeles, vírgenes, etcétera.
En muchas ocasiones no son sino simbolismos de
fuerzas y operaciones, digamos «físicas» para enten-
dernos grosso modo. Pero en otras también sirven para
designar entidades que acogen al adepto y cuyas for-
mas de existencia no son las de este mundo, no son las
de la naturaleza conocida, son sobrenaturales.
-29-
LA TABLA DE ESMERALDA
Carácter sobrenatural que no hay que entender -
una vez más la materialidad de la alquimia- como
magia. Así como Aristóteles colocaba después de la
física a la metafísica (literalmente: lo que está más allá
de la física), estas entidades sobrenaturales interme-
dias entre el hombre y Dios -absolutamente trascen-
dente e inefable- son sobrenaturales en el sentido de
que están más allá de la naturaleza. Eso no quiere decir
que sean incognoscibles, intratables. Existen con inde-
pendencia de los hombres individuales, por sobre ellos,
pero éstos pueden llegar a conocerlas”, a tener trato
con ellas; más aún, a fundirse con ellas, transformán-
dose así en una de ellas. Tal es la pretensión de la
alquimia.
Incluso algunos escritos abordan el problema de las
relaciones entre el mundo de la naturaleza -hombre com-
prendido y del que es conveniente no olvidar la gran
cantidad de cosas que se ignoran- con las formas inferio-
res del mundo sobrenatural. Así Dom Pernety, después de
explicar que en la naturaleza existen las transmutaciones
puesto que ésta transforma las sustancias de la tierra en
24- No nos extendemos ahora aquí en por qué algunos humanos
tienen acceso a este conocimiento. Los maestros son unánimes en
explicar que por la voluntad libre de Dios. «He aquí uno de
nuestros hijos que Dios quiere hacer tan grande como sus padres.
. >» (Saint Germain: La santísima trinosofía). «Fuera lo que fuese,
comprendí que Dios me permitía asistir a unas bodas ocultas...»
(Las bodas químicas de Christian Rosenkreutz). «A aquel que ha
sido beatificado por Dios con este talento...» (Filaleteo: Introitus),
etc., etc.
30
INTRODUCCIÓN
frutos o flores, los vegetales en músculo, nervios o pensa-
miento, concluye con la siguiente afirmación:
«La metempsicosis” de los antiguos filósofos no es otra
cosa que las transmutaciones de la naturaleza, tomadas en su
verdadero sentido físico»?
También podemos leer en Las bodas químicas...,
cuando el protagonista es sacado de la torre (alusión al
mundo terrestre), el siguiente sorprendente párrafo:
«“¡Ay!, cómo compadezco a los pobres hombres de la torre;
ojalá que Dios me permita liberarlos a todos”. El hijo
respondió: “Madre, Dios lo ha ordenado así y no debemos
desobedecerle. Si todos fuéramos señores y poseyéramos
los bienes de la Tierra, ¿quién nos serviría cuando estuvié-
ramos en la mesa?” Su madre no respondió nada»?”
No entramos ahora en el problema de las relacio-
nes entre ambos mundos, vasto y complicado tema que
se sale del marco de estas notas y que sólo hemos
rozado para mostrar que el mundo natural y el sobrena-
tural no están separados en la alquimia por ninguna
barrera infranqueable, que, por el contrario, son distin-
tas formas de existencia, distintas coagula de un todo
sin solución de continuidad, al menos a este nivel.
25.- La transmigración de las almas, la serie de reencarnaciones
sucesivas.
26.- Dom Pernety, Dictionnaire Mytho-Hermetique. A Paris,
Quai des Agustins. Chez Bauche, libraire, M.DCC.LVIT.
27.- Valentín Andrez, Las bodas químicas dc Christian
Rosenkreutz. Día 1. Editado en esta colección.
Le
LA TABLA DE ESMERALDA
Puede afirmarse sin lugar a dudas en base en las
aseveraciones de los propios alquimistas que, en un
momento los adeptos entran en contacto con estas
formas de existencia más amplias que la «coagula-
ción» espacio-temporal de la individualidad humana:
con los espíritus, con los ángeles, con formas de
existencia conscientes y comunicantes cuya ipseidad,
repetimos, no es de este mundo. Sobre el cómo de este
contacto y sobre la naturaleza de dichas entidades los
adeptos han sido, a nuestro conocimiento, extraordina-
riamente reservados. Aunque una conclusión se des-
prende unánime de todos ellos: sin la ayuda de estas
entidades, su trabajo no habría llegado a su fin.
Lector atento, lo hasta aquí dicho son reflexiones
banales sobre un saber cuyo objeto y cuyo método,
indisolublemente ligados como en todo saber, superan
de lejos el círculo estrecho de nuestros conceptos
precisos. Estas líneas introductorias han sido escritas
en lenguaje restringido, el de la racionalidad, el de lo
universalmente comunicable; en igual lenguaje están
redactadas todas nuestras notas y observaciones a los
textos alquímicos y otros. Dicha restricción no favore-
ce, sino que obstaculiza la comprensión de aquello que
el texto dice.
No les prestes pues atención. Sin embargo, entien-
de que, puesto que de libros publicados se trata, no son
enteramente inútiles.
Quién sea cada autor, a qué «escuela» pertenezca.
es enteramente igual. Independientemente de su propia
-32-
INTRODUCCIÓN
voluntad, no se trata aquí sino de una manifestación del
Espíritu, en el tiempo, sí, pero no concerniente a
ninguna fenomenología de la historia. En el tiempo
estamos y en él se manifiesta el Espíritu, pero no para
historizarse, sino para inmortalizarnos. Tampoco im-
porta cómo ni a través de quién se manifiesta y las
discusiones al respecto son enteramente inútiles, pues
nies problema de nuestra incumbencia, ni seguramen-
te podemos situarlo.
Por alguna razón tendrás este libro entre las manos.
Lee pues, lector, y que el Señor quiera serte propicio.
Dicen los maestros que llega un momento en que los
libros no hacen falta: ojalá te sea dado alcanzarlo.
Deseo pedirte tu bendición si eres ser piadoso.
Que la luz, la bendición y la proteccción divinas
sean con nosotros.
Miguel Angel Muñoz Moya
Xochimilco, México,
Puebla del Maestre (Badajoz), España
1% de noviembre1997,
día de la Comunión entre los vivos y los muertos
de esta vida terrenal.
33%,
La Tabla de Esmeralda
de
Hermes Trismegisto
TABLA DE ESMERALDA
de Hermes Trismegisto
sobre la química?
Palabras de los secretos de Hermes escritas sobre una
tabla de esmeralda que sostenía en sus manos cuando, en
una cueva oscura, fue encontrado su cuerpo embalsamado.
Verdad sin mentira, cierto y muy verdadero:
lo que es inferior es como lo que es superior;
y lo que es superior es como lo que es inferior,
para los cumplimientos de los milagros de una
sola cosa.
Y como todas las cosas fueron desde uno,
por la meditación de uno sólo,
igualmente las cosas fueron nacidas por ello
de una cosa, por adaptación.
Su padre es el Sol, su madre la Luna.
El viento la ha llevado en su vientre.
28.- Traducción de la primera edición impresa aparecida en
Nuremberg, en 1541
32
HERMES TRISMEGISTO
La Tierra es su nodriza.
En ella está el padre de todos los talismanes del
mundo.
Si es hecha tierra, su fuerza está entera.
Separarás la Tierra del fuego, lo sutil de lo espeso,
con gran inteligencia.
Él subió de la Tierra al cielo, de nuevo descendió
a la Tierra, y recibió la fuerza superior e inferior.
Así tendrás la gloria del mundo entero.
Por ello toda oscuridad se aleja a ti.
Aquí está la fuerte fuerza de toda fuerza,
que vence toda cosa sutil
y penetra toda cosa sólida.
Así es creado el mundo.
Tales son las admirables adaptaciones cuya manera
está aquí.
Poresosoy llamado Hermes Trismegisto, poseyen-
do las tres partes de la filosofía del mundo entero.
Completo es lo que he dicho de la operación del Sol.
-38 -
OTRA VERSIÓN
DE LA TABLA DE ESMERALDA”
AQUI SE ENCUENTRA LA FORMACION
DE LA NATURALEZA
Es verdad, fuera de duda, cierto, auténtico,
que lo superior viene de lo inferior y lo inferior de lo
superior.
Él hizo maravillas a partir de Uno;
cómo todas las cosas proceden de Uno por un
procedimiento común,
cómo todas las cosas son producidas de esta
sustancia por un procedimiento común.
¡Cuán maravillosa es su ciencia! El es la cabeza del
- mundo, enel que su padre es el Sol y su madre la
Luna.
29.- Publicada en la revista Alchimie mediterranéenne. Traduci-
da por Omar Yeshia y Munir Hafez.
-39-
HERMES TRISMEGISTO
El viento lo ha llevado en su seno y la Tierra lo ha
alimentado.
Él es el padre de los talismanes, el poseedor de las
maravillas.
Sus facultades son perfectas.
Él es el restaurador de las luces.
La tierra se ha vuelto un fuego.
Separa la tierra del fuego y él te iluminará.
Lo sutil es más noble que lo grosero.
Lentamente, suavemente, sube hacia el cielo,
coge la luz, y después vuelve a bajar a la Tierra.
En Él está la facultad de lo superior y de lo inferior.
pues en Él hay la luz de las luces,
y es por lo que las tinieblas le huyen.
La fuerza del poderoso vence todas las cosas.
Toda cosa sutil penetra toda cosa grosera.
El microcosmos está formado como el macrocos-
mos.
Esto es mi gloria,
y es por eso por lo que soy llamado Hermes,
tres veces grandes por la sabiduría.
e |
UNA VERSIÓN MÁS
DE LA TABLA DE ESMERALDA”
Es verdadero, sin falsedad alguna, cierto y muy
cierto.
Lo que está encima es igual a lo que está debajo, y
lo que está debajo esigual alo que está encima para
que se cumplan los milagros de una sola cosa.
Y como quiera que todas las cosas lo fueron por la
contemplación de una sóla, así también todas las
cosas surgieron de esta única cosa por un simple
acto de adaptación.
El padre de ello es el Sol, la madre la Luna.
El viento lo llevaba en su seno y la Tierra es su
nodriza.
30.-E.J]. HOLMYAROD. Alchemy. Penguin Books Ltd. Hatmond-
sworth, Middlessex, 1957. De este libro, excelente en muchos
aspectos y con una especial dedicación a los mal conocidos al-
quimistas ingleses, existe traducción española de María Samper:
Alquimia. Ediciones Redecilla, Barcelona, 1961.
-41-
HERMES TRISMEGISTO
Es el padre de todas las obras maravillosas a lo
largo y ancho del mundo.
El poder del mismo es perfecto.
Si fuese arrojado a la Tierra separaría al elemento
Tierra del elemento Fuego, lo sutil de lo grosero.
Con gran sagacidad asciende suavemente desde la
Tierra al Cielo.
Desciende de nuevo a la Tierra y reúne en sí la
fuerza de las cosas superiores y de las cosas
inferiores.
Asíposeerás la gloria del brillo de todo el universo
y toda oscuridad huirá lejos de ti.
Esta cosa es la recia fortitud de toda fortaleza, ya
que vence a toda cosa muy sutil y penetra en toda
sustancia sólida.
Es así como fue creado este mundo.
Por consiguiente, se alcanzarán adapataciones
maravillosas de las cuales ésta es la clase.
Por esta razón me llaman Hermes Trismegisto.,
porque poseo tres partes de la sabiduría del mundo
entero.
Lo que tenía que decir sobre la operación del Sol
está consumado.
-42-
Tabula Smaragdina Hermetis
Esse refert Hermes supera inferioribus «qua,
Si quis mirandum perficere optet opus,
Errantes celso cernuntur in axe Planete,
His est par est fructu Terra metallifero.
Sol Pater est lapidis, Mater vaga Cynthia.
Ventus ventre tulit natum, terra cibavit eum.
-43-
Es dicho por Hermes que lo superior ha de ser
igualado a lo inferior,
si quieres hacer una obra maravillosa
Errantes en lo alto son movidos en el eje los
planetas
Por su fruto metalífero, la tierra es semejante.
El Sol es el padre de la piedra, la errante Cintia
madre.
El Viento la hallevado en su vientre. La Tierra la
ha nutrido.
Esta Tabla de Esmeralda en lenguaje simbólico
está publicada como lámina 95 del compendio de
alquimia publicado bajo el título de Viridarium
Chymicum (El Jardín Químico) **:
Según Bernard Husson, está sacada del Prodomus
Rhodostauroticus , libro de tradición rosacruz” publi-
cado por primera vez en Heidelberg en 1620. La com-
posición del interior del círculo procede a su vez de El
vellocino de Oro”, de fecha anterior.
Los tres escudos ligados por cadenas son la Sal
representada por una estrella, el Azufre representado
por un león y el Mercurio representado por un águila
bicéfala. A la izquierda de la estrella salina se encuentra
la tierra y a la derecha el cielo. Entre los tres encierran
una esfera crucífera en cuyo interior hay una au
invertida cuyo giro a la derecha, al decir de Bernard
Husson, daría el signo espagírico del vitriolo.
31.- Viridarium Chymicum. Muñoz Moyaeditores. Sevilla, 1986.
32.- En griego rodos sigifica rosa, y stauros Cruz.
33 - Véase Salomon Trismosin, «La Toison d'Or ou La Fleur des
trésors», pág. 12. Existe versión moderna en Ed. Retz, París, 1975.
- 45 -
HERMES TRISMEGISTO
El poema que explica la ilustración en El vellocino
de Oro dice que «de este vitriolo nacen los metales».
Estos metales los vemos arriba del grabado como
círculos que rodean un cáliz en el que el sol y la luna
vierten su flujo.
Hay que tener igualmente presente para una ajus-
tada interpretación de esta lámina que los metales son
tambien calendarios e indicadores de las fases de la
Obra (el lector interesado puede profundizar el tema en
muchos textos clásicos como, p. ej. la novena llave de
Basilio Valentín titulada «La revolución de los plane-
tas y los colores»)
La filacteria circular contiene el conocido axioma
hermético Visita Interiora Terre Rectficando Invenies
Occultum Lapidem, Visita Interior de la Tierra Recti-
ficando Encuentras la Oculta Piedra, cuya interpreta-
ción así como el lugar donde poner las comas ha dado
lugar a numerosísimos comentarios.
Acabemos señalando que el conjunto, visto en
perspectiva, son dos círculos inscritos en un cuadrado,
alusión según algunos al atanor y al horno. Las flores
de los vértices, cuatro pétalos, macho y hembra, com-
pletan el significado de esta obra simbólica, que no en
balde, Basilio Valentín incluye en sus Doce Llaves de
la Filosofía* bajo el título Paradigma de la Gran Obra.
34.- Basilio Valentín, Las doce llaves de la F ilosofía. Publicado
en esta colección.
-46 -
Explicación
de
La Tabla de Esmeralda
por
Hortulano
El siglo XIV ve surgir toda una pléyade
de Artistas....
Grasseo, llamado Hortulano, comentarista de
La tabla de Esmeralda (1358)...
Fulcanelli +
35.- Fulcanelli: Las Moradas Filosofales, cap. MM, La alquimia
medieval. Muñoz Moya editor. Sevilla, 1989, pág. 107.
-49-
¡Alabanza, honor y gloria os sean rendidas eterna-
mente, oh Señor, Dios todopoderoso! con vuestro muy
amado Hijo, nuestro salvador Jesús-Cristo, verdadero
Dios y único Hombre perfecto, y el Santo Espíritu
consolador, Trinidad Santa, que sois el Dios único. Os
doy gracias porque habiendo conocido las cosas pasa-
jeras de este mundo, enemigo nuestro, me habéis
sacado de él por vuestra gran misericordia, para que no
fuese pervertido por sus engañadoras voluptuosidades.
Y porque he visto muchos de los que trabajan en este
Arte que no siguen el camino derecho, os suplico, oh
Señor mío y mi Dios, que os pluja que pueda alejar de
este error, por la Ciencia que me habéis dado, a mis
muy queridos y bien amados, para que, habiendo
conocido la verdad, puedan alabar vuestro santo Nom-
bre, que es eternamente bendito.
Por tanto yo, Hortulano, es decir Jardinero, así
llamado a causa de los Jardines marítimos, indigno de
ser llamado Discípulo de la Filosofía, conmovido por
la amistad que tengo a mis muy queridos, he querido
poner por escrito la declaración y explicación cierta de
las palabras de Hermes, padre de los Filósofos aunque
a
HORTULANO
ellas sean oscuras, y declarar sinceramente toda la
práctica de la Verdadera Obra. Y cierto que no sirve de
nada a los Filósofos querer esconder la Ciencia en sus
escritos, cuando obra la Doctrina del Espíritu Santo.
-52-
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
Capítulo primero
E] Arte de Alquimia es verdadero y cierto
El Filósofo dice: Es verdad, a saber, que el Arte de
Alquimia nos ha sido dado. Sin mentira; dice eso para
convencer a los que dicen que la Ciencia es embustera,
es decir, falsa. Cierto, es decir experimentado, pues
todo lo que es experimentado es muy cierto y muy
verdadero pues el muy verdadero Sol es procreado por
el Arte.
Dice muy verdadero, en superlativo, porque el Sol
engendrado por este Arte, sobrepasa a todo Sol natural
en todas las propiedades, tanto medicinales como otras.
5
HORTULANO
Capítulo 1
La Piedra debe ser dividida en dos partes
A continuación toca la operación de la Piedra
diciendo que lo que está abajo es como lo que está
arriba.
Dice eso porque la Piedra está dividida por el
Magisterio en dos partes principales, a saber, en la
parte superior, que sube arriba, y en la parte inferior que
queda abajo fija y clara. Y sin embargo estas dos partes.
son acordes en virtud. Es por lo que dice: y lo que está
arriba es como lo que está abajo. Ciertamente esta
división es necesaria. Para hacer los Milagros de una
cosa. Es decir de la Piedra; pues la parte inferior es la
Tierra, que es la Nodriza y el Fermento; y la parte
superior es el Alma, la cual vivifica toda la Piedra, y la
resucita, Es por lo que estando hecha la Separación y la
Conjunción muchos Milagros vienen a hacerse en la
Obra secreta de la Naturaleza.
-54-
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
Capítulo IU
La Piedra tiene en sí los cuatro elementos
Y como todas las cosas han sido y son venidas de
ino por la mediación de uno. Aquí da un ejemplo
liciendo: Como todas las cosas han sido y son salidas
le uno, a saber, de un globo confuso, o de una masa
onfusa, por la mediación,es decir, porel pensamiento
, creación de uno, es decir, de Dios todopoderoso. Así
on nacidas todas las cosas.Es decir son salidas de esta
osa única, es decir de una Masa confusa, por adapta-
ión, es decir por el solo mando y milagro de Dios. Así
uestra Piedra es creada y salida de una Masa confusa,
-onteniendo en sí todos los Elementos, la cual ha sido
reada por Dios, y por su Milagro, nuestra Piedra ha
salido y nacido de Él.
-55-
HORTULANO
Capítulo IV
La Piedra tiene Padre y Madre,
que son el Sol y la Luna
Como vemos que un Animal engendra natural-
mente varios otros animales parecidos a él, así el Sol
engendra artificialmente el Sol por la virtud de la
Multiplicación de la Piedra. Es por lo que sigue: El So/
es su Padre, es decir, el Oro de los Filósofos. Y porque
en todas las generaciones naturales debe haber un lugar
propio para recibir las Simientes, con alguna conformi-
dad de parecido en parte. Así es necesario que en esta
Generación artificial de la Piedra, el Sol tenga una
materia que sea como una Matriz propia para recibir su
Esperma y su Tintura. Y eso es la Plata de los Filósofos.
Por ello es por lo que sigue, y la Luna es su Madre.
-56-
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
Capítulo V
La conjunción de las Partes
es la concepción y la generación de la Piedra
Cuando estos dos se reciben el uno al otro en la
Conjunción de la Piedra, la Piedra se engendra en el
vientre del Viento, y es lo que dice poco después: El
Viento la ha llevado en su Vientre. Se sabe bien que el
Viento es Aire, y el Aire es vida, y la vida es el Alma,
la cual ya he dicho antes que vivifica toda la Piedra. Así
es preciso que el Viento lleve toda la Piedra, y la lleve
de nuevo, y que engendre el Magisterio. Es por lo que
se sigue que debe recibir alimento de su Nodriza, a
saber de la Tierra. Así el Filósofo dice: La Tierra es su
Nodriza. Pues al igual que el Niño no llegaría nunca a
crecer sin el alimento que recibe de su Nodriza, de la
misma manera nuestra Piedra no llegaría nunca a
efecto sin la fermentación de la Tierra; y el fermento es
llamado alimento. De tal suerte se engendra de un
Padre,con la conjunción de su Madre, la cosa,es decir,
los Hijos parecidos a los Padres, los cuales, si la
- cocción noes larga, serán hechos parecidos a la Madre,
y retendrán el peso del Padre.
-57-
HORTULANO
Capítulo VI
La Piedra es perfecta
si el Alma es fijada en el Cuerpo
Después continúa: El Padre de todo el Telema del
Mundo está aquí, es decir, en la Obra de la Piedra hay
una vía final. Y observad que el Filósofo llama a la
Operación el Padre de todo el Telema, es decir, de todo
el Secreto o Tesoro de todo el Mundo, a saber, de toda
Piedra que ha podido encontrarse en este Mundo. Está
aquí. Como si dijera: he aquí que te la enseño. Después
el Filósofo dice ¿quieres que te enseñe cuando la fuerza
de la Piedra está acabada y es perfecta?
Ello ocurrirá cuando sea convertida y cambiada en
su tierra. Y por eso, dice, su fuerza y potencia está
entera, es decir, perfecta y completa, si es convertida
y cambiada en tierra. Es decir, si el alma de la Piedra
(de la que hemos mencionado mas arriba que el Alma
es llamada Viento, y Aire, en la cual está toda la vida
y la fuerza de la Piedra) es convertida en tierra, a saber
de la Piedra, y la fija de manera tal que toda la Sustancia
- 58 -
|
¿
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
* de la Piedra esté tan bien unida con la Nodriza (que es
| la Tierra) que toda la Piedra sea convertida y vuelta
- fermento. Y como cuando se hace pan un poco de
levadura alimenta y fermenta una gran cantidad de
masa y así cambia toda la sustancia de la masa en
fermento, también el Filósofo quiere que nuestra Pie-
dra sea fermentada de tal manera, que sirva de fermento
a su propia multiplicación.
-59-
HORTULANO
Capítulo VI
La mondificación de la Piedra
A continuación enseña como debe multiplicarse la
Piedra: pero antes pone la mondificación de la misma
y la separación de las partes, diciendo: Separarás lu
Tierra del Fuego, el Sutil del Espeso, suavemente, con
gran industria. Suavemente, es decir, poco a poco, no
con violencia, sino con espíritu e industria, a saber por
la mierda* de ave o estiércol filosofal. Separarás, es
decir, disolverás, pues la disolución es la separación de
las partes. La Tierra del Fuego, el Sutil del Espeso, es
decir, los posos y la inmundicia del Fuego, del Aire y
del Agua y de toda la Sustancia de la Piedra de manera
que quede enteramente sin inmundicia.
36.- La palabra original significa literalmente: «excremento o
líquido de aves, de pájaros salvajes; y de algunos animales»
-60-
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
Capítulo VIII
La Parte no fija de la Piedra,
debe separar la Parte fija y elevarla
Estando preparada la Piedra de esta forma, se
puede entonces multiplicar. Por lo tanto pone ahora la
Multiplicación; y habla de la fácil licuefacción o
fusión de ésta por la virtud que la misma tiene de ser
- entrante y penetrante en los Cuerpos duros y blandos,
diciendo: Sube de la Tierra al cielo y directamente
desciende a la Tierra. Aquí hay que notar bien que
aunque nuestra Piedra, en su primera Operación, se
divida en cuatro partes, que son los cuatro Elementos,
sin embargo, como ha sido dicho arriba, hay dos Partes
principales en ella; una que sube arriba, que es llamada
la no fija, o la volátil; y la otra que queda fija abajo, que
- es llamada tierra o fermento, como se ha dicho. Pero
hay que tener gran cantidad de la parte no fija, y darle
a la Piedra, cuando la misma esté muy limpia y sin
suciedad, y hay que darle tantas veces, por el Magiste-
rio, que toda la Piedra, por la virtud del Espíritu, sea
llevada arriba, sublimándola y haciéndola sutil. Y eso
es lo que dice el Filósofo: Él sube de la Tierra al Cielo.
-61-
HORTULANO
Capítulo IX
La Piedra volátil
debe ser fijada una segunda vez”
Después de todo eso, hay que incerar*? esta misma
Piedra (así exaltada y elevada, o sublimada) con el
Aceite que ha sido sacado de ella en la primera opera-
ción que se llama Agua de la Piedra. Y hay que darle
vueltas muy a menudo al sublimarla, hasta que por la
virtud de la fermentación de la Tierra (con la Piedra
elevada o sublimada) toda la Piedra, por reiteración.
desciende del Cielo a la Tierra, permaneciendo fija y
fluyente. Y es lo que dice el Filósofo: desciende a la
tierra. Y así: Recibe la fuerza de las cosas superiores,
sublimando, de las inferiores, descendiendo; es decir,
que lo que es corporal, será hecho espiritual en la
sublimación, y lo espiritual, será hecho corporal en la
Descensión, o cuando la materia desciende.
37.- Una segunda vez; una vez todavía.
38.- Incerar: de la raíz latina cera: dar a una materia la consisten-
cia de la cera, mezclar cera a una sustancia.
6D
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
Capítulo X
De la utilidad de Arte
y de la eficacia de la Piedra
Tendrás por este medio la gloria de todo el Mundo.
Es decir, por esta Piedra así compuesta, poseerás la
gloria de todo el Mundo. Y por eso toda oscuridad se
irá de ti,es decir toda pobreza y enfermedad. Ello es la
Fuerza fuerte de toda fuerza. Pues no hay ninguna
comparación de las otras Fuerzas de este Mundo con la
Fuerza de esta Piedra: pues ella vencerá toda cosa sutil,
y penetrará toda cosa sólida. Vencerá, es decir, ven-
ciendo y subiendo, cambiará y convertirá el Mercurio
vivo congelándolo, él que es sutil y blando, y penetrará
los otros Metales, que son cuerpos duros, sólidos y
firmes.
-63 -
HORTULANO
Capítulo XI
El Magisterio imita
la Creación del Universo
El filósofo da a continuación un ejemplo de la
Composición de la Piedra, diciendo: Así ha sido creado
el Mundo, es decir, que nuestra Piedra está hecha de la
misma manera como ha sido creado el Mundo. Pues las
primeras cosas de todo el Mundo, todo lo que ha sido
en el Mundo, ha sido primero una Masa confusa, y un
Caos sin orden, como ha sido dicho arriba. Y después,
por el artificio del soberano Creador, esta Masa confu-
sa, habiendo sido admirablemente separada y rectifica-
da, ha sido dividida en cuatro Elementos: y a causa de
esta separación, se hacen diversas y diferentes cosas.
Así también se pueden hacer diversas y diferentes
cosas por la producción y disposición de nuestra Obra,
y ello por la separación de los diversos Elementos de
los diversos Cuerpos. De ello serán y saldrán admira-
bles adaptaciones. Es decir, si separas los Elementos,
se harán admirables Composiciones propias a nuestra
- 64 -
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
-Obra, en la Composición de nuestra Piedra, por la
conjunción de los Elementos rectificados. De las cua-
* les, es decir de cuyas cosas admirables propias para
] ello, el medio, saber proceder a ello, está aquí.
-65-
HORTULANO
Capítulo XII
Declaración enigmática
de la Materia de la Piedra
Es por lo que ha sido llamado Hermes Trismegis-
to, es decir, Mercurio tres veces grande. Después que
el Filósofo ha enseñado la Composición de la Piedra,
muestra aquí encubiertamente de qué se hace nuestra
Piedra, nombrándose a sí mismo. Primero, para que los
discípulos que lleguen a esta Ciencia, se acuerden
siempre de su nombre. Pero sin embargo toca de qué
está hecha la Piedra diciendo a continuación: Teniendo
las tres partes de la Filosofía de todo el Mundo, porque
todo lo que es en el Mundo, teniendo Materia y Forma,
está compuesto de los cuatro elementos. Aunque en el
Mundo haya una infinidad de cosas que lo componen
y que son las Partes, el Filósofo sin embargo las divide
y las reduce todas a tres Partes, a saber, a la Parte
mineral, vegetal y animal, de todas las cuales, juntas o
por separado, ha tenido la verdadera Ciencia, en la
operación del Sol, o Composición de la Piedra. Por eso
-66-
EXPLICACIÓN DE LA TABLA DE ESMERALDA
es por lo que dice: Teniendo las tres partes de la
: Filosofía de todo el Mundo, cuyas todas tres están
contenidas en la sola Piedra, a saber, en el Mercurio de
los Filósofos.
- 67 -
HORTULANO
Capítulo XII
Por qué la Piedra es llamada perfecta
Esta Piedra es llamada perfecta, porque tiene en sí
la naturaleza de las cosas minerales, vegetales y anima-
les. Es por lo que es llamada triple, de otra manera trina-
una, es decir triple y única, teniendo cuatro Naturale-
zas, a saber, los cuatro Elementos, y tres colores: el
negro, el blanco y el rojo. También es llamada grano de
trigo el cual, si no muere, quedará solo, y si muere
(como ha sido dicho arriba, cuandos se junta en la
conjunción) trae mucho fruto; a saber, cuando las
Operaciones de las que hemos hablado, son llevadas al
último punto de perfección. ¡Oh, amigo lector! si haces
la Operación de la Piedra, te he dicho la verdad, si no
la haces, no te he dicho nada.
Lo que yo he dicho de la operación del Sol está
acabado y llevado al último punto de perfección. Es
decir, lo que ha sido dicho de la Operación de la Piedra
de tres Colores y cuatro Naturalezas, que están en una
cosa única, a saber, en el solo Mercurio filosofal, está
acabado y terminado.
-68-
La Tabla de Esmeralda
por
Fulcanelli
(Capítulo de su libro Finis Gloriae Mundi)
)
INTRODUCCIÓN
Fulcanelli es el seudónimo del mayor alquimista con-
temporáneo, y uno de de los grandes maestros de todos los
tiempos.
Sobre él circulan infinidad de rumores, pero no se sabe
nada cierto.
La revista LA TOUR DE SAINT JACQUES consagró
un número especial al misterio de su identidad, existiendo
diversas hipótesis.
La única persona que lo conoció fue Eugene Canseliet
a quien Fulcanelli remitió sus manuscritos para su publica-
ciónen 1925, pero jamás ha revelado su identidad. Canseliet
dice en el Prólogo a la primera edición francesa de EL
MISTERIO DE LAS CATEDRALES*:
Hace ya tiempo que el autor de este libro no está entre
nosotros. Se extinguió el hombre. Soló persiste su
recuerdo ...Sus numerosos amigos, hermanos desco-
nocidos que esperaban de él la solución del misterio-
38. Fulcanelli, El Misterio de las catedrales. Muñoz Moya editores,
Sevilla 2000
FULCANELLI
so Verbum dimissum, le llorarán conmigo ... Desapa-
reció al sonar la hora fatídica, cuando se produjo lu
Señal ... Fulcanelli ya no existe. Sin embargo, y éste
es nuestro consuelo, su pensamiento permanece,
ardiente y vivo, encerrado para siempre en estas
páginas como en un sanitario.
Posteriormente, con inciertas alusiones a la existencia
en otros planos y a aspectos secretos de la alquimia, tales
afirmaciones han sido matizadas y algunos afirman que
Fulcanelli siguió existiendo. Según se cuenta, el premio
Nobel de física Jacques Bergier, fue visitado en 1937 por
Fulcanelli quien le reveló algunos secretos referentes a la
fisión nuclear”? Los rumores han seguido proliferando y, al
parecer, Fulcanelli ha seguido siendo visto en los más
diversos lugares, el último de lo cuales, la ciudad española
de Sevilla (España).
Fulcanelli fue el autor de dos obras cumbres de alqui-
mia: una EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES Y LA
INTERPRETACIÓN ESOTÉRICA DE LOS SÍMBOLOS
HERMÉTICOS, y la otra LAS MORADAS FILOSOFALES
Y EL SIMBOLISMO HERMÉTICO EN SUS RELACIONES
CON EL ARTE SAGRADO Y EL ESOTERISMO DE LA
GRAN OBRA.
Los originales de ambas fueron escritos en francés y
publicados por Omnium Literaire de París en 1925 y 1929,
39. Véase El retorno de los Brujos, Louis Pauwels y Jacques Bergier,
Plaza i Janés 1971, Cap. La alquimia como ejemplo, II.
40. Fulcanelli, Las Moradas filosofales, Muñoz Moya editores, Sevilla
1989.
-72-
"EA
LA TABLA DE ESMERALDA
En julio de 1999, Fulcanelli hace llegar el original de su
+ tercera y última obra a Jacques d' Ares: FINIS GLORIAE
. MUNDI."
El autor ha tenido poderosas razones, expuestas en el
libro, para abandonar el silencio
«No es costumbre que un Adepto vuelva a coger la
pluma después de haber franqueado su propia trans-
mutación y sólo razones imperiosas que ponen en
juego el destino de la humanidad entera han podido
convencernos para que rompamos esta regla, habi-
tualmente inquebrantable, y abandonemos el manto
de silencio con el que se cubre quien pasa por las
ascuas del Fénix.»
Tras esta fugaz aparición se despide y se retira de nuevo
al silencib:
«Este libro, escrito desde la urgencia, será el último
que firmará Fulcanelli. Podamos tras eso, habiendo
cumplido el deber que nos incumbe, volver a entrar
en el Silencio del adeptado y no obrar más que según
las vías que requiere este estado.»
«No es, aunque lleva el mismo título, la que retiramos
anuestro leal y muy buen discípulo Eugéne Canseliet,
hace ya de eso más de 70 años. Nos pareció entonces
que si habían llegado los signos de hacer públicos el
modus operandi de la vía seca, los tiempos no esta-
41. Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Muñoz Moya editores, Sevilla, 2000.
FULCANELLI
ban, ¡ay!, todavía maduros para desvelar los arca-
nos del ars brevis»*?
«Los intentos actuales por traer esta excepcional
transición de fase a una fecha más satisfactoria para
la razón inferior, 1999 en el que estamos o 2000 que
es una cifra redonda del calendario, no tienen senti-
do alguno.. $
En Finis Gloriae Mundi se dan indicaciones preciosas
sobre el «modus operandi» en general y, en especial, se
desvelan arcanos del ars brevis -lo que nunca se había
hecho- a quienes intentan aproximarse al Adeptado.
Por ejemplo Fulcanelli analiza de manera bastante
explícita, por no decir de manera totalmente explicita,
errores que cometen muchos: el estado de la materia llama-
da «Prostituta escarlata»; algunos errores de Filaleteo res-
pecto a la confusión de los vasos noble y vil que lleva a la
pérdida de la Obra; la trampa «no de las menores» -como
dice el autor- que lleva a confundir la estéril prostituta
escarlata o el ciclo «de la cuatro edades» con la obtención de
la Piedra; algunos remedios para rectificar el error en una u
otra de las obras así como la manera de detectarlos; la
multiplicación de la quintaesencia y cuantas ruedas pueden
hacerse y cuales son sus características; los errores más
frecuentes sobre «el sujeto de los sabios»; la insuficiencia
-el «ni menos» de un capítulo que se llama «Ni más ni
menos»- de «espíritu astral» del que habla Cyliani (Hermes
Desvelado) tras la «apertura de la materia» absolutamente
42. Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Carta de Fulcanelli, Nota introductoria.
43. Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Capítulo IX, Multiplicación.
27d
Ml
LA TABLA DE ESMERALDA
indispensable para el trabajo del Artista, y un larguísimo
etcétera imposible de detallar aquí.
Son cosas no dichas hasta ahora. Sobre todo particular-
' mente claro e importante es los concerniente a las relaciones
" entre al Artista y la materia y como estos dos polos de la
+ obra, artista y materia en obra, se interpenetran y determinan
' los resultados.
Pero Fulcanelli no se limita en este libro ala «operatoria»
, y su fundamento filosófico. Las teorías físicas del «campo
unitario» (lo que está abajo es como lo que está arriba), la
' fisión nuclear (el Sol es su padre), los viajes de los
cosmonautas a la luna (la luna es su madre), el control de los
climas y la manipulación de la opinión pública (el viento lo
- ha llevado en su vientre), la ingeniería genética (la tierra es
- sunodriza), la clonación se seres (su fuerza está entera si es
- convertido en tierra), fusión y fisión nuclear (separarás la
: tierra del fuego....) ,el porqué de este inusual comentario de
la Tabla de Esmeralda, así como quien realizó la inversión
alquímica, por qué motivo y sobre la base de qué errores
alquímicos, están ampliamente tratados, asícomo sus reme-
dios.
También trata, siempre sobre base alquímica, del fin de
los tiempos, de la interpretación mecánica de lo que se ha
dado en llamar «Las Cuatro edades del Mundo» particular-
mente de la de los discípulos de René Genon y de como, al
igual que en el crisol, ni estos ciclos, ni el fin de los tiempos,
son irreversibles hasta que el Ángel toque su trompeta, así
como también explica por qué son inútiles los intentos de
inversión alquímica cuyos resultados son la desatrosa socie-
dad que vivimos hoy (en el capítulo Las resistencias de la
materia).
-75-
FULCANELLI
También hace afirmaciones sorprendentes en el capítu-
lo El secreto de los filósofos, como por ejemplo:
«En revistas de divulgación hemos visto descripcio-
nes de nuestros pequeños particulares e incluso
algunas fases de la obra. En tal situación ya no es útil
usar un lenguaje simbólico, tanto menos cuanto que
el uso perverso cuya tentación temían los filósofos,
ha llegado a ser un juego diario de las potencias
militares y de sus servicios especiales.»
FINIS GLORIAE MUNDI, junto con EL MISTERIO
DE LAS CATEDRALES y LAS MORADAS
FILOSOFALES, es la trilogía de Fulcanelli que conforma
una de las obras aqluímicas más importante de todos los
tiempos.
Reproducimos a continuación el capítulo de dicho libro
que lleva por título La tabla de esmeralda que, aunque
inusual, y más sorprendente todavía separado del contexto
del libro cuyo tema podríamos designar muy brumosamente
con el nombre de «alquimia social», creemos de estudio y
difusión importante y urgente.
Miguel Angel Muñoz
Sevilla, 2000
LA TABLA DE ESMERALDA
Desde que el presidente Truman mandó lanzar sobre
Hiroshima la primera bomba A, inútil desde el punto de
vista estratégico puesto que el Japón,exangie, se preparaba
para rendirse, rendición que no se adelantó sino unos días,
adquirimos la certidumbre que un grupo de hombres perse-
guía secretamente un fin más exigente que terminar la
guelra. El Sr. Truman y sus consejeros no sólo querían
probar su proyecto mortal en condiciones reales sino asegu-
rar al gobierno americano una supremacía sin participación
y probarlo a los ojos del mundo. No comprendimos el
alcance exacto de su proyecto que podía pasar entonces por
la ambición de una nueva Roma en el imperio occidental. A
lo largo de los decenios siguientes todo el plan se volvió
claro a nuestros ojos pues se inspiraba estrechamente en el
más corto y esencial de los escritos alquímicos, la Tabla de
Esmeralda.
Releamos por lo tanto este texto mayor para comentar
las adaptaciones hechas en ella con el fin de gobernar
orientadamente a las sociedades y para el desarrollo de las
ciencias.
77 -
FULCANELLI
Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero.
Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que
está arriba es como lo que está abajo; por estas cosas se
hacen los milagros de una sola cosa. Y como todas las
cosas son y provienen de UNO, por la mediación de UNO,
así todas las cosas son y provienen de esta cosa única, por
adaptación.
La unidad, sustrato de toda cosa, fue presentida desde
la antigiiedad por los filósofos hindús y griegos como lo
atestiguan los Upanishad y el Poema de Parménides. El
sentido profundo de estos textos ha sido desarrollado en
numerosos comentarios y no insistiremos en ello. Los
físicos que conocimos antes de la guerra le daban el nombre
de campo unitario y desesperaban encontrarlo mediante sus
cálculos y comprender sus efectos. Por nuestra parte ni
alentamos ni desalentamos sus esfuerzos en este sentido.
Varios de estos sabios, conscientes de las amenazas que
hacían pesar sobre el mundo las convulsiones de Alemania
y la cristalización de fuerzas oscuras, soñaban entonces en
uniformar las sociedades humanas en una misma civiliza-
ción pacífica que fuera como el reflejo del campo unitario
de la materia. Eran, ya lo hemos dicho, niños deslumbrados
por la luz del Umbral, ignorantes de los peligros y
desbordantes de entusiasmo. Se preparaban, como en los
cuentos de hadas, a vencer al lobo para vivir felices el resto
de sus días. ¿Cómo concibieron tantas ilusiones sobre lo que
fermentaba desde decenios en las sociedades iniciáticas
occidentales con las que algunos de ellos se habían sin
embargo relacionado? ¿Cómo pudieron entregarse a los
jefes militares y políticos americanos, no atados de pies y
-78 -
Ñ
3
LA TABLA DE ESMERALDA
manos sino corriendo y retozando como niños tras el flau-
tista?
Los primeros trabajos en los que se los empleó versa-
ban sobre el campo unitario. Como habíamos previsto
fueron vanos. Las raras confidencias del Sr. Rosen, asistente
del profesor Einstein, confidencias que nos han sido conta-
das, daban cuenta del abandono de las investigaciones a
causa de terribles accidentes de los que no comprendían
nada y que sus ecuaciones no había permitido prever. Los
suministradores de fondos, almirantes de la Navy o directo-
res de agencias credas ex profeso y dependientes del Secre-
tariado de Defensa, exigieron secreto y aislaron a todos los
testigos. Sin embargo, si el campo físico resistía a todos sus
esfuerzos, la idea de la unificación de los hombres se abría
paso y los accionistas de la industria hacían sus cálculos,
seducidos menos por la esperanza de que se acabaran las
guerrad que por la perspectiva de un imperio mundial
invisible al servicio de América.
¿Fue entonces cuando cabezas locas se dieron cuenta
de la similitud entre las preocupaciones de los sabios y los
primeros versículos de la Tabla de Hermes, o ya acariciaban
la ambición de remodelar el mundo «reconciliando» tradi-
ción y modernidad que la mayor parte de los epígonos del
esoterismo se dedicaban a separar cuando no a oponer? No
tenemos respuesta a esta pregunta. El esoterismo occidental
aparecía desde finales del otro siglo como un campo cerrado
en el que se enfrentaban voluntades y proyectos que de
tradicional no tenían sino la apariencia y de los que el
nazismo ofrecía el más lamentable de los espectáculos.
¡Locos fáusticos! Al menos hasta entonces estas quimeras
bullían en vasos cerrados, en las trastiendas de librerías
polvorientas o en los salones privados de rentistas muertos
-79-
FULCANELLI
de aburrimiento. Pero la aventura nazi dio a muchos de que
el poder estaba al alcance de la mano de los audaces. La
sinarquía del Sr. Alveydre, que en sus orígenes no era sino
una pálida imitación de la sociedad medieval, tomaba el
sentido de una dictadura oculta de «superiores desconoci-
dos» y todo soplador insignificante, por poco que se hubiera
rozado con los ritos mágicos de moda, se sentía el alma de
un Cagliostro.
El Sol es su padre...
En 1943, tras los fracasos parciales sobre los trabajos
del campo unitario, el interés refluyó hacia las energías
intratómicas. A decir verdad ya habían visto la luz, al menos
sobre el papel, varios ensayos de «pilas» y todo lo que
retenía a los sabios para intentar liberar la energía de Path
era el temor a la reacción en cadena. La carta del Sr. Einstein
al presidente Roosvelt sirvió de pretexto. ¡Hablad de huesos
a los perros, de bombas a los militares y los veréis gruñir de
gusto! La continuación es conocida de todos. El Sr.
Oppenheimer, citando ante el fogonazo los versos del
Majabáratra: «Si de repente apareciera en el cielo el res-
plandor de mil soles, su brillo no haría sino aproximarse a la
gloria de este espectáculo»* confirmaba a los ojos de los
aprendices demiurgos la justeza de la Tabla de Esmeralda.
Faltaba todavía que este sol concebido por las manos del
44. Majabáratra, Libro VI. Subrayaremos que estos versos no se
aplican a las “terribles armas de Indra” sino a las transfiguraciones de
Krisna. Para el Sr. Oppenheimer el fulgor mortal de la bomba se
transformaba en la revelación de la gloria de la materia; nadie sabía
todavía cuales serían sus consecuencias. (Nota de Fulcanelli)
- 80 -
LA TABLA DE ESMERALDA
hombre apareciese al mundo en el esplendor de sus nubes;
' nuestros rufianes sabían su Biblia y su salmo 18: «De sus
narices salía humo y de su boca un fuego devorador...
Delante suyo, nubes de las que salían relámpagos, granizos
y carbones de fuego...» Así el presidente Truman ordenó
bombardear Hiroshima y Nagasaki para que se viera que los
rayos y la potencia de los astros ya no pertenecían al Zeus
olímpico sino a los hombres, a algunos hombres.
... y la luna su madre
Acabada la guerra y dominado el sol nuclear, se intere-
saron inmediatamente por los trabajos del Sr. von Braun y
por perfeccionar sus V2. La carrera del espacio alcanzó su
punto culminante cuando dos astronautas embutidos en sus
escafandras dieron algunos pasos por nuestro satélite. Una
interpretación tan literal podría no ser sino trabajo de
soplador pero su práctica parece más retorcida. La «con-
quista» de la Luna fue abandonada poco tiempo después de
esta burda marcha. Sin duda no esperaban de ella sino una
huella simbólica en el alma de las masas. Al igual que con
la bomba de Hiroshima, un acto ostentoso debía persuadir a
los hombres de su dominio sobre las potencias cósmicas e
ilusionarlos con que, a continuación, todos participarían de
un proyecto que, en los hechos, se reservaban ellos.
-81-
FULCANELLI
El viento lo ha llevado en su vientre.
Del viento, al igual que con la Luna, hicieron una
lectura literal y se dedicaron a continuación a controlar los
climas reteniendo las masas de aire mediante «muros de
ondas» levantados sobre continentes enteros, análogos al
confinamiento magnético de los flujos de partículas en los
grandes aceleradores. Las primeras experiencias,en 1975 y
76, escaparon a todo control durante varios meses. Las
segundas, en 1983, tuvieron mejores resultados pero no se
levantó su secreto aunque circularon rumores en las univer-
sidades. La contrapartida social del dominio de los vientos
se tradujo en un intento de controlar la opinión, lo que
Virgilio llamaba fama volans, tan móvil y fugaz como la
brisa.
La tierra es su nodriza y su receptáculo.
Para asegurarel retorno a alguna materia densa decidie-
ron entonces favorecer los trabajos sobre lo viviente y la
ingeniería genética de la que hemos dicho todas las reservas
que nos inspira.
Las cuatro citas que abren este versículo de la Tabla de
Esmeralda cuyos comentarios en actos acabamos de descri-
bir corresponden en una lectura alquímica canónica a los
cuatro elementos, en un orden extraño: fuego, aire, agua y
tierra, en el que alternan lo sutil y lo denso, lo caliente y lo
frío. Subrayemos la progresión de los éteres hasta el acaba-
miento de la corporificación, correspondientes a los cuatro
primeros días del Génesis. La Obra divina de la creación
revelada por el Gran Hermes sigue estrechamente el «ciclo»
-82-
LA TABLA DE ESMERALDA
- de las cuatro Edades, edad de oro del Sol, edad de plata de
la Luna, edad de bronce de los héroes erráticos cuyas
correrías poseen la libertad del viento, edad del hierro
densificado al máximo. El lector comprenderá mejor por
qué la aparición de estos ciclos tras el fin del proceso de la
Creación significa que se cometió un error. Efectivamente,
desde que la densificación material del cosmos se acabó no
era necesario ya seguir más adelante. Admitamos incluso
que, por analogía, este ciclo se aplique a las civilizaciones;
debería resumir su nacimiento pero, una vez que toman
cuerpo ¿para qué destruirlas y volver a empezar ad libitum
la generación de abortos? Pese al absurdo de semejante
rueda loca girando sin fin, podríamos admitir un ciclo así si
la enseñanza de Hermes se detuviera ahí; pero después de
haber comentado brevemente esta primera etapa de la Obra
divina e introducido a su discípulo a la contemplación de los
orígenés, describe muchas otras operaciones.
La aparición inesperada de las cuatro edades en el crisol
tiende a rehacer naturalmente lo que, por accidente, fue
demasiado deshecho; o, a veces, a obtener el «castigo» de
una corporificación demasiado extremada. Sin embargo, en
la historia de las civilizaciones ocurre que introduce una
creación real, aunque sólo conocemos un ejemplo, que se
extiende a lo largo de varios milenios a partir del despertar
inducido por la última inversión de los polos. Cuando se
examinan tiempos más cortos, aparece inmediatamente
algún furor sangriento o la desmesura del orgullo, y lleva a
una época a la vez caótica y petrificada cuya salida «natu-
ral», ya lo hemos dicho, se realiza por la violencia de un
pequeño ragnarok. Aquí fue planificado y programado por
demiurgos pervertidos que parecen haber comprendido su
sentido primero y pretendían imponer al mundo, fuera del
-83-
FULCANELLI
tiempo marcado por el Creador, una recración de la civili-
zación análoga a la «revolución neolítica». Ningún alqui-
mista ha intentado en su crisol una parecida inducción
forzada, al menos ninguno habla de ella, y nos parece
razonable pensar que no conducirá a «un mundo nuevo»
sino al desorden acostumbrado.
Subrayemos también las equivalencias simbólicas rí
gidas y no filosóficas introducidas entre los elementos y las
prácticas sociales. Al fuego corresponde la energía del
átomo; al agua lunar la conquista espacial asimilada a una
navegación; al aire los climas y la opinión; a la tierra los
seres vivos. Nada de esta clasificación habría sido admitida
por los antiguos porque distribuye elementos heteróclitos
bastante arbitrariamente, pero la encontremos hasta en las
metáforas populares o entre los novelistas. En cualquie:
caso es sofística como hubiesen proclamado con nosotros
los antiguos maestros.
El Padre de todo, el Telesma del mundo universal,
está aquí. Su fuerza o su potencia permanece entera si es
hecho tierra.
Con estas frases Hermes Trismegisto resume y comen
tael estado de la Creación acabada. Pero nuestros demiurgos
lo han entendido no como el reposo del séptimo Día, sino
como una instrucción para continuar su obra y puesto de lo
que se trataba era de «convertir en tierra», han aplicado su
fuerza a hacer aparecer seres inexistentes hasta entonces.
nuevos virus en biología, cuerpos superpesados en física ya
-84 -
LA TABLA DE ESMERALDA
que, por ventura, su arte no les permite suscitar especies más
allá del primer grado estructural de corporización. Las
bacterias o las plantas transgénicas no son sino organismos
modificados, no criaturas inéditas.
Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo espeso,
suavemente, con gran industria.
Tanta es la claridad de esta frase para un alquimista
como fue la dificultad que tuvimos para comprender cómo
la interpretaban ellos para sus propios fines. Separar lo sutil
de lo espeso encontraba un sentido en teoría de la informa-
ción, con la distinción entre hard (espeso) y soft (sutil). En
lo que respecta a la tierra y al fuego ¿se trataba de aislar la
biología de la física? ¿de oponer las dos técnicas de mani-
bidón del átomo, la fisión de los elementos pesados que
sirven para producir la energía doméstica, y la fusión,
analogon del fuego estelar, reservada para la bomba H? Esta
última solución explicaría por qué las investigaciones sobre
la fusión controlada fueron desalentadas sistemáticamente,
aunque no fuera sino negando a los investigadores los
subsidios y los laboratorios necesarios para su puesta a
punto. Una tal desafección carece de sentido económico: el
hidrógeno abunda en la naturaleza mientras que el uranio no
se encuentra sino en escasa minas y exige costosísimos
procesos de extracción; tampoco se justifica por los riesgos
arrostrados pues la fisión produce deshechos mortales que
hay inmediatamente que depositar, vigilar o volver a trans-
formar. La aberración de esta política no ha dejado de
-85-
FULCANELLI
sorprender a numerosos sabios a los que siempre se les negó
una explicación creíble.
Sube de la tierra y baja del cielo, y recibe la fuerza de
las cosas superiores y de las cosas inferiores.
Quienquiera que se haya inclinado sobre los escritos
alquímicos comprenderá que el pasaje describe la ascensión
del águila de la que nosotros mismos hemos hablado varias
veces. Ahora bien, el águila figura en el escudo de los
Estados Unidos y, desde la caída de los imperios de Europa,
es incluso la única potencia que todavía la lleva.
Exotericamente, en la sucesión de logros ostentosos desti-
nados a fijar en el alma de los pueblos estrechas alegorías a
guisa de símbolos, la construcción de la lanzadera espacial
y sus idas y venidas públicas responderían a las exigencias
de su ilusorio programa. De manera más secreta vemos aqui
y allá intentos por aliar la tecnología más material a opera-
ciones mágicas confundidas con el cielo espiritual. Ya no se
contentan con dirigir la opinión mediante la prensa o la
televisión, tratan de penetrar los cerebros mediante ondas
para ordenar los pensamientos más íntimos como si cada ser
humano no fuera sino una acotación de limaduras de hierro
entre los polos del imán.
Así tendrás la gloria del mundo y toda oscuridad se
alejará de ti.
No despreciemos nunca a estos maestros ocultos de la
alquimia fáustica. A imitación de los sabios trabajan en este
- 86 -
LA TABLA DE ESMERALDA
mundo pero no por é ni siquiera con él. Si buscaran la gloria
en el sentido ordinario del término, no se cubrirían con un
velo de secreto casi totalmente opaco, poco propicio a
exaltar las vanidades. La gloria, entre los antiguos, no es
sino una energía de luz, a la que los magos persas llamaban
el xvarnah, la misma que manifestó Cristo durante su
transfiguración. ¿Cómo aspirar al nimbo de esta gloria a la
vez que se rechaza seguir los caminos de la revelación
divina y realizar sobre sí las purificaciones más elementa-
les? ¿Qué es pues esta gloria mundi si no se la entiende ni
en el sentido exotérico ordinario ni en su verdadero signifi-
cado espiritual? Acabamos de ver que intentan agrupar y
ordenar los cerebros para hacer de ellos alojamientos indi-
viduales de un alma única, de una especie de TOV-AVTPONOO
artificial. El Padre Teilhard de Chardin había anunciado
coma última perspectiva de la evolución la formación de lo
lo que él llamaba una noosfera. Pero además de que el mav-
AVTPOTOO Cuyo profeta pretendía ser no advenía sino al fin
de los tiempos, como un calderón musical del fin de los
tiempos, su surgimiento en nada reducía la libertad perso-
nal. En su espíritu se trataba de una fusión de amor e
inteligencia análoga ala que los teólogos más fiables han
descrito como relaciones trinitarias de Dios. No nos corres-
ponde juzgar lo bien fundado de las afirmaciones de los
teólogos: las revelaciones de las que nos hemos beneficiado
y sin las cuales nuestra labor alquímica hubiera sido vana,
no concernían sino a la perfección de la materia y a la
purificación de nuestra propia naturaleza. El optimismo del
padre Teilhard de Chardin, la imagen lineal y suave que se
hacía de la evolución no nos han convencido nunca y, si la
noosfera a la que llamaba con toda su esperanza visionaria
-87 -
FULCANELLI
ha de realizarse un día, dudamos que sea antes de la
formación de los nuevos cielos y la nueva tierra anunciados
por San Juan.
Pero una noosfera impuesta para explotar su potencia
mágica o decuplicar la intuición intelectual de algunos
falsos demiurgos está emparentada con la violación de los
ángeles que le costó a Sodoma desaparecer bajo el fuego y
el azufre. Pues es efectivamente al ángel embrionario que
hay en el hombre a quien quieren desviar de su vocación
última, a menos que no tengan la jactancia de llegar a ser los
únicos hombres verdaderos enviando a los demás a un
callejón sin salida, simples células de una máquina pensante
esclavizada. Más grave todavía; si nos aproximamos al
brillante y locuaz satélite artificial previsto para la entrada
en un falacioso tercer milenio, las divagaciones alentadas en
torno al eclipse del 11 de agosto de 1999, parecería que se
hubieran fijado una fecha para triunfar, lo que les obliga a
intensificar su presión sobre las masas. ¡Pura locura hozar
así! Un aprendiz se da cuenta desde sus primeros errores y
desde sus primeras decepciones que alejarse de las vías de
la naturaleza retrasa la obra cuando no obliga a volver a
empezarlo todo desde el principio. Pero el orgullosos ni ve
ni oye y por más que la materia le huya permanentemente en
su crisol, él continúa hasta que todo se rompe irremediable-
mente entre sus manos y, de vuelta, le rompe a él.
No iremos más adelante en el comentario de la Tabla
esmeraldina. Pues ellos mismos, hagan lo que hagan, no
alcanzarán nunca ni siquiera la ilusión de la verdadera
fuerza, fuerte de toda fuerza que vencerá toda cosa sutil y
penetrará toda cosa sólida a la que el Cosmopolita llama,
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LA TABLA DE ESMERALDA
muy acertadamente, la Sal de la tierra*. La quintaesencia,
en sus aspectos otros que minerales, mora más allá de la
espada del kherub. ¡Finis gloriae mundi! En el cuadro de
Valdés Leal, las nubes cubren la última luz y sólo se abren
por arriba, desvelando la púrpura que reviste la mano divina
y sin embargo natural.
Recibiendo esta revelación, el alquimista sincero llega-
rá sin duda alguna a su fin, y la verdadera Gloria del Mundo
reposará sobre él. Sin embargo, la obra posible al hombre,
incluso en su plenitud, no manifiesta sino la esperanza de las
cosas por venir; como los Magos en el pesebre o Salomón
construyendo el Templo tendrá que depositar su verdadero
tesoro en el altar invisible de Aquél ante quien toda carne
gime de terror en sus extravíos o ignorancia primera, de
amorosa Alegría cuando habiendo cumplido su parte de la
obra y sin poder determinar de antemano ni el tiempo ni la
hora, contemple no ya la apertura de la materia, sino la de los
Cielos y la claridad de Su Gloria. ¡ Y qué necio sería quien
prefiriese la gloria vana de este mundo al Don divino más
luminoso aún que el carbunclo de los sabios!
45.Sethon. Las obras del Cosmopolita, traducción por Antoine Du Val,
Paris, 1969 (Nota de Fulcanelli).
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