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46 classes
Toíto es hasta acostumbrarse. Cariño le toma el preso a las rejas de la cárcel.
30soleá
«Con todo, quiere Apolo que esta gente religiosa se tenga aquí secreta», dijo el dios que presume de elocuente.
33terceto
Pues navegáis, alma mía, por el mar de pensamientos, do sois de contrarios vientos combatida cada día; para no tener fortuna mirad siempre aquella estrella del norte, porque sin ella no habréis bonanza ninguna.
28copla_castellana
Que los reyes justicieros y verdaderos y francos, hacen llanos los barrancos, y los castillos roqueros; que a la justicia con franqueza Y con verdad esmaltada, nunca fue tal fortaleza, tal constancia, tal firmeza, que no fuese sojuzgada.
38novena
En una linda floresta De muchas flores y rosas Vi tres doncellas hermosas Que de amores han respuesta y yo con voluntad presta me llegué a las doncellas y dijo la mayor de ellas Esta canción muy honesta Aguardaban para mí nunca tales guardas vi.
25décima_antigua
Marchando con su madre, Inés resbala, cae al suelo, se hiere, y disputando se hablan así después las dos llorando: ¡Si no fueras tan mala! No soy mala. ¿Qué hacías al caer?. Iba rezando.
32quinteto
Potro de negro color, nariz ancha, fino cabo, crespa crin, tendido rabo, cuello fino, ojo avizor; enjaezado con primor, de Alí corcel de combate, nunca el cansancio lo abate y casi no imprime el callo, cuando se siente el caballo herido del acicate.
13espinela
Eres también el crisol cual sol en la tiniebla y penumbra que alumbra con su presencia encendida, mi vida. Estás conmigo adherida con un broche de ternura que con su brillo fulgura cual sol que alumbra mi vida.
0ovillejo
Con las horas los días, con los días los años volarán, y a aquella puerta llamarás al cabo... ¿Quién deja de llamar?
23cuarteto_lira
Un niña que llora tan sin parar porque se ha estropeado su delantal. La niña, que vino de Sevilla, la cojo y en mi capa la embozo; le digo: vente por mi camino.
16chamberga
Has alzado a los cielos la fortuna de muchos que en el centro del olvido, sin ver la luz del sol ni de la luna,
33terceto
Ella espérame paciente, La hora del reloj contando, Sus labios canción cantando Su fiel cariño creciente.
19redondilla
En coplas llenas de azogue gentil señor Juan Alfonso haceos alto responso y tañeos vuestro albogue mas guarda que no se afogue vuestra ciencia tan profunda hace tan gran barahúnda pero en esta arte fecunda y más honda no se funda nunca por más bien que bogue.
25décima_antigua
¡Ay que te alejas; y me siento herido! Ardo con amores, y con presto vuelo, llegas al cielo; y a tu madre cuentas tu tiranía.
36estrofa_sáfica
Chiquiya, bente conmigo, que no te fartará náa... para andar encueros bibos.
30soleá
Entre la hija y la mare están echando unas cuentas, las mismas que no le salen.
30soleá
Las negras losas a mi fino acento mil veces dieron ecos horrorosos; y de dudosos ayes resonaron túmulo y ara.
36estrofa_sáfica
Empezar por Chopin sería necesario: como un reloj su piano, la caricia de ese cuerpo invisible que es el tiempo, cuando la vida entonces era sólo una anécdota y el futuro quizá aún estaba en su sitio.
39sexteto
Entonces, que tu culpa y tus despojos la tierra guardará, lavándote en las ondas de la muerte como en otro Jordán;
21silva_arromanzada
Tienen tanto que hacer en cualquiera cosa vuestra, que de firmes en la muestra, las otras dejan de ver. Diérame, pues quiso daros tanto que mirar en vos, muchos ojos, pues que dos son pocos para miraros.
28copla_castellana
No vi yo a Neptuno en carro dorado andar por el agua, como se recuenta, cuando, de la madre de Amor implorado, la flota dardania libró de tormenta; mas Tetis de esa, no punto contenta, fundida la fusta y sus oquedades, y juntas con ella las divinidades del mar, aumentaban la mi sobrevienta.
41copla_arte_mayor
Y sus villas y sus tierras ocupadas de tiranos las halló; mas por cercos y por guerras y por fuerza de sus manos las cobró.
12sextilla
Vivir, ¿qué cosa es la vida? la amargura de la miel, desencuentro de la piel rota por una mordida de fiera recién comida por el orgasmo del llanto; los ángeles del espanto escarban en las raíces de todas las cicatrices… nadie quiere durar tanto.
13espinela
Paz a los dioses angustioso implora calma les pide el mercader si mira bravas las ondas de la mar que surca con los cielos tan negros.
37estrofa_francisco_de_la_torre
Con mis labios voy tocando la dulzura que me entregas; con mi lengua loca juegas a tu jugo que se esconde. Tengo boca que responde al llamado del deseo y en tu beso saboreo algo suave y medio blando.
15octavilla
No yores, que es tontería; nunca pasé yo una pena mientras mi mare bibía.
30soleá
Así ocurrió que Roma de leyes carecía; pidióselas a Grecia, que buenas las tenía. Respondieron los griegos que no las merecía ni había de entenderlas, ya que nada sabía.
9cuaderna_vía
Ya se volvía el aurora y en los prados imitaban celosos lirios sus ojos, jazmines sus manos blancas. Las rosas en verdes lazos, vestidas de blanco y nácar, con hermosura de un día daban envidia y venganza.
4octava
Amanecieron en el claro oriente, entre el aurora, perlas y cristales, los dos hermosos soles celestiales que al mundo alumbra con su luz ardiente.
24cuarteto
una tropa gentil por la siniestra parte del monte se descubre, ¡oh cielos, que dais de vuestra providencia muestra!
33terceto
y el hombre, en cuyo ser todo se encierra, está en sombra en la tierra.
3couplet
Y no es por falta de amarte, pues nadie estuvo tan firme, mas porque suelo venirme a estos prados a mirarte, y ora vengo a despedirme. Hoy diera por no te ver, aunque no tengo otra vida, este alma de ti vencida, solo por entretener el dolor de la partida.
6copla_real
Llegose a mí con el semblante adusto, con estirada ceja y cuello erguido (capaz de dar un peligroso susto al tierno pecho del rapaz Cupido), un animal de los que llaman sabios, y de este modo abrió sus secos labios:
34sexta_rima
Con er jaleo y el ole, las muchachas de hoy en día se lo isen a los hombres.
30soleá
Y la nocturna belleza, como vencida, se huía, y sus péñolas cogía, aunque sintiese graveza: y como Alighieri reza donde cuenta que durmió, en sueños me pareció ver una tal extrañeza.
40copla_arte_menor
Toítas las mañanas m'alebanto y digo: er luserito que a mí m'alumbraba ya no está conmigo.
26seguidilla_gitana
ensando en tu cariño me desconsuelo, y lloro como un niño que está de duelo.
22seguidilla
Hay una frontera cierta, tu puerta, y por más que yo apalabre no se abre, insomne busco la clave sin llave, recito de forma suave un amanecer sureño, que el amor no tiene sueño y puertas abre sin llave.
0ovillejo
Pensar que es falso eso llamado cielo. ¡pero qué bello!
8haiku
¡Quien tuviera la dicha de Adán y Eva porque nunca tuvieron suegro ni suegra! también lograron librarse de cuñadas y de cuñados.
27seguidilla_compuesta
Empieza a sentir, y siente la vida como una guerra y a dar fatigosamente en los huesos de la tierra.
5cuarteta
Avive el seso y no pare de hacer a Dios su servicio si quisiere: porque si a Dios contentare hallará que es muy gran vicio si ver quiere.
31estrofa_manriqueña
¿Qué es amor sin esperanza? la danza. ¿Quien responde a las razones? los sones. ¿Y qué predicen los pasos? Fracasos. Se perciben los ocasos cuando el sol se aleja en calma y en los espejos del alma, danzan sones los fracasos.
0ovillejo
¿De Salomón encumbrado Al fin no acabó el poder Estupendo? Siempre del seno del hado Bien y mal, pena y placer Van naciendo.
31estrofa_manriqueña
Y si mudare mi fe por otro nuevo cuidado, caiga del mejor estado que la fortuna me dé, en el más desesperado. No me encargues la venida, muy dulce señora mía, porque asaz de mal sería tener yo en algo la vida fuera de tu compañía."
6copla_real
Y la voz de los borrachos, Y sus brindis, sus quimeras, Y el cantar de las rameras, Y el desorden bacanal En la lúgubre capilla Penetran, y carcajadas, Cual de lejos arrojadas De la mansión infernal.
15octavilla
A mis soledades voy, de mis soledades vengo, porque para andar conmigo me bastan mis pensamientos. No sé qué tiene el aldea donde vivo y donde muero, que con venir de mí mismo no puedo venir más lejos.
4octava
Pues nuestro rey natural, si de las obras que obró fue servido, dígalo el de Portugal y en Castilla quien siguió su partido.
12sextilla
Llueve como si llorara raudales un ojo inmenso, un ojo gris, desangrado, pisoteado en el cielo.
11cantar
Juan Alfonso alzad la cara hablad si algo vos sabéis pero no vos atuféis haciendo gran algazara, o si no el señor de Lara con toda su merindad os tendrá que hacer, catad en quitar la enemistad, pues por Dios manso ya hablad y será vuestra atijara.
25décima_antigua
Y más si hubo tormenta en sus orillas, y él arrastra el botín de la tormenta, si en su cielo la nube cenicienta se incendió de centellas amarillas.
24cuarteto
Y sentao junto al jogón a esperar que venga el día, al cimarrón le prendía hasta ponerse rechoncho, mientras su china dormía tapadita con su poncho.
12sextilla
Y el lomo le hinchan a golpes, y le rompen la cabeza, y luego con ligereza ansí lastimao y todo, lo amarran codo con codo y pa el cepo lo enderiezan.
12sextilla
Les dije yo respondiendo según modo cortesano, dócilmente proponiendo: El Potente soberano os influya en el mundano orbe de felicidad premio de rica bondad, que es el galardón humano.
40copla_arte_menor
Tiene en la gran miseria de tu estado duro cielo, temiendo y esperando; dilatado contento de fortuna nunca viene seguro.
37estrofa_francisco_de_la_torre
El buen caballero partió de su tierra; allende los mares la gloria buscó; los años volaban, se acabó la guerra; y allende los mares hasta él voló, voló un triste viento de su dulce tierra.
32quinteto
Pa los esgrasiaos han jecho un conbento; er primerito que ayí se metiere ha e sé mi cuerpo.
26seguidilla_gitana
i O mar de quexas y agrauios, donde miro tantos leños çoçobrar y dar balaços desde el abismo hasta el cielo, gracias a Dios que seguro de tus escollos me veo, dando desde tus orillas escarmentados consejos!
4octava
aunque dijo que todos se escondiesen cuando los rayos de su ingenio viesen.
3couplet
Nace el pez, que no respira, Aborto de ovas y lamas; Y, apénas bajel de escamas Sobre las ondas se mira, Cuando á todas partes gira, Midiendo la inmensidad De tanta capacidad Como le da el centro frío: ¿Y yo, con más albedrío. Tengo menos libertad?
13espinela
Si no tomas mi consejo, Mingo, de aquesta vegada habrás tal pestorejada que te escueza el pestorejo. Vete si quieres, hermano, al pastor del cerro fano, dile toda tu conseja, espulgarte ha la pelleja, podrá ser que vuelvas sano.
38novena
Dicen que duermes sola mientes como hay Dios porque con el pensamiento dormimos los dos.
22seguidilla
Las sonantes cuerdas de aquel buen Anfión que fueron de Tebas muralla y arreo, jamás no tuvieron tanta perfección como aquellos cursos melifluos, yo creo. Pues de los más sabios alguno no leo ni jamás he visto que así los entienda; de su gran locuela reciben enmienda los que se coronan del árbol laureo.
41copla_arte_mayor
de gloria y que pasaron Pirineos y Andes; por Lepanto y Otumba; por el Perú, por Flandes;
3couplet
Entre aquel granado trigo se ha escondido por tirarla, y aunque es tan grande su Alteza, toda su persona tapa.
11cantar
Nunca dirás que te deje morir en el desierto.
8haiku
Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste. Un soplo milenario trae amagos de peste. Se asesinan los hombres en el extremo Este.
42terceto_monorrimo
¡Oh madero de salud, por el cual es figurado Cristo, en ti crucificado, pues declaras tu virtud cuando estás más desechado! De gran humildad ejemplo cuando, puesto en aquel suelo, hecho paso te contemplo entonces allí del templo como agora eres del cielo.
6copla_real
Casi en el aire la virgen colgadita sonríe y mira
8haiku
No tardaron de poner junto a la fuente una silla, tan hermosa maravilla que hasta es grave de creer: que su gran resplandecer toda vista contrastaba; así que me denegaba el mero reconocer.
40copla_arte_menor
Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar.
12sextilla
Con enojo muy grande le empecé a denostar; le dije: “-Si Amor eres, no puedes aquí estar, eres falso, embustero y ducho en engañar; salvar no puedes uno, puedes cien mil matar.
9cuaderna_vía
Ante todos los suyos opina el sabio griego: —“Merecen los romanos la ley, no se la niego.” Levantáronse todos con paz y con sosiego, ¡gran honra tuvo Roma por un vil andariego!
9cuaderna_vía
Al cabo de algún tiempo el amo al jardín vuelve; halla secas las flores, y amostazado dice de esta suerte:
17endecha_real
Sabed que los triunfantes en grado tan superiores honorables dominantes Cupido, Venus, señores de los nobles amadores, delibraron su pasaje por este espeso salvaje con todos sus servidores.
40copla_arte_menor
Pero no es de mis hombros este peso: fueron los que llegaron los famosos, los dos maestros CALVO y VALDIVIESO.
33terceto
¡Ay! ¿qué podrá ofrecerte quien todo lo perdió? aquestas manos osadas de ofenderte, aquesto ojos vanos te ofrezco, y estos labios tan profanos.
14lira
A cazar va el caballero, a cazar como solía, los perros lleva cansados, el halcón perdido había; arrimárase a un roble, alto es a maravilla, en una rama más alta, vido estar una infantina, cabellos de su cabeza todo el roble cubrían. No te espantes, caballero, ni tengas tamaña grima. Fija soy yo del buen rey y de la reina de Castilla, siete fadas me fadaron en brazos de una ama mía, que andase los siete años sola en esta montiña. Hoy se cumplían los siete años, o mañana en aquel día; por Dios te ruego, caballero, llévesme en tu compañía, si quisieres, por mujer, si no, sea por amiga. Esperáisme vos, señora, hasta mañana, aquel día, iré yo tomar consejo de una madre que tenía. La niña le respondiera y estas palabras decía: ¡Oh, mal haya el caballero que sola deja la niña! Él se va a tomar consejo, y ella queda en la montiña. Aconsejóle su madre que la tomase por amiga. Cuando volvió el caballero no la hallara en la montiña: vídola que la llevaban con muy gran caballería. El caballero, desque la vido, en el suelo se caía; desque en sí hubo tornado, estas palabras decía: Caballero que tal pierde, muy grande pena merecía: yo mismo seré el alcalde, yo me seré la justicia: que me corten pies y manos y me arrastren por la villa
1romance
Hay persona que a un pobre no da un ochavo y en la comedia y toros gasta un ducado; porque es grandeza que se hagan los regalos en donde suena.
27seguidilla_compuesta
¿Dónde cogió el Amor, o de qué vena, el oro fino de su trenza hermosa? ¿En qué espinas halló la tierna rosa del rostro, o en qué prados la azucena?
24cuarteto
Mas a pesar del tiempo terco, mi sed de amor no tiene fin; con el cabello gris, me acerco a los rosales del jardín...
7serventesio
Escribir una quintilla no resulta complicado; fíjate que ya he llegado casi al fin, ¡qué maravilla!, y con esto, está acabado.
29quintilla
¿quién es el que esto mira y precia la bajeza de la tierra, y no gime y suspira y rompe lo que encierra el alma y destos bienes la destierra?
14lira
El padre, que buscar desea partido, al dios que está en Milesio sacrifica. "En el yermo más solo y ascondido dejalda sola —en su respuesta explica—: llevalda como a muerta, que marido mortal no debe haber —le certifica—, mas un dios volador, desnudo y ciego, que el mundo abrasa con ponzoña y fuego."
4octava
Sorda hija del mar, cuyas orejas a mis gemidos son rocas al viento: o dormida te hurten a mis quejas purpúreos troncos de corales ciento, o al disonante número de almejas -marino, si agradable no, instrumento- coros tejiendo estés, escucha un día mi voz, por dulce, cuando no por mía.
2octava_real
A la vera tuya no puedo volver... ¡Cómo por unas palabritas locas se pierde un querer!
26seguidilla_gitana
Los ojos entreabre, aquellos ojos tan claros como el día, y la tierra y el cielo, cuanto abarcan, arden con nueva luz en sus pupilas.
21silva_arromanzada
Salió del mar, y con furor terrible halló tu fin, donde comienza España, el de tu fama no, que le acompaña el alma de tu pluma inaccesible.
24cuarteto
Y ambos maldicen su estrella, callando el padre severo y suspirando la bella, porque nació mujer ella, y el viejo nació altanero.
29quintilla
Pues es Jesús testigo de sus combates fieros, haz tú que en sus desgracias siempre se muestren con glorioso esfuerzo
17endecha_real
Viviste cual apóstol y cual mártir has muerto. ¡Ah, cuando así se muere, qué dicha es el morir, ah, qué consuelo!
17endecha_real
Para hacerte gozar con mi alegría, para que sufras tú con mi dolor, Para que sientas palpitar mi vida, hice mis versos yo.
21silva_arromanzada
Hatos ciento en tu campo, y cien novillas Oyes mugir, y relinchar tus yeguas Y lanas viste que tiñó dos veces La púrpura de Tiro.
37estrofa_francisco_de_la_torre
Y las sus claras hazañas que hicieron en las guerras y en las paces, cuando tú, cruda, te ensañas, con tu fuerza las aterras y deshaces.
12sextilla
Por saber más de su fecho delibré de lo fablar, e fuyme luego derecho para él syn más tardar; e maguer que avisar yo me quisiera primero, antes se quitó el sonbrero que le pudiese saluar.
15octavilla
El casca-nueces-vacías, Colón de cien vanidades, vive de supercherías que vende como verdades.
5cuarteta
¡Ay, déjenme los cielos, que la gloria, que por fortuna y por su mano viene, no será deseada eternamente de mi afligido espíritu!
37estrofa_francisco_de_la_torre
Hace sueño, me regaño las pestañas, no me escuchan, mis ojos húmedos luchan con Ella y se me hacen daño, camino un poco, me baño de noche pero está yerta. Me vuelvo a sentar, es cierta la pesadilla del sueño y sobre el cuerpo sin dueño la voz no duerme despierta.
13espinela
Sus pábilos en hilera simulan negro rosario; por la torcida escalera baja el cuervo al santuario.
5cuarteta
¡Ay, un galán de esta villa; ay, un galán de esta casa; ay, él por aquí venía; ay, él por aquí llegaba. Ay, diga lo que quería; ay, diga lo que buscaba. Ay, busco la blanca niña; ay, busco la niña blanca, que tiene voz delgadina, que tiene la voz delgada. Ay, que no la hay esta villa ay, que no la hay esta casa, si non era una mi prima, si non era una mi hermana. Ay, diga a la blanca niña, ay, diga a la niña blanca, ay, que su amante la espera, ay, que su amante la aguarda al pie de la fuente fría, al pie de la fuente clara, que por el río corría, que por el río manaba, donde canta la culebra, donde la culebra canta. Por arriba de una peña, por arriba de una mata apareció una doncella, es hija del rey de Arabia. Ya su buen amor venía, ya su buen amor llegaba, por sobre la verde oliva, por sobre la verde rama, por donde ora el sol salía, por donde ora el sol rayaba. Ay, mañana la tan fría; ay, mañana la tan clara, ay, llegáronse a la ermita; ay, llegáronse a la sala, ay, donde el abad diz misa, ay, donde el abad misaba, ay, misaba en la montiña; ay, misaba en la montaña, ay, el molacín la audiba, ay, el molacín la audaba, ay, cantaba la culebra, ay, la culebra cantaba; ay, tiene voz de doncella, ay, tiene voz de galana; ay, vueltas las que darían, ay, vueltas las que le daban; ay, mandara el rey prenderla, ay, mandara el rey prendarla.
1romance