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46 classes
Allí se fablaba del monte Parnaso y de la famosa fuente de Gorgón, y del alto vuelo que fizo Pegaso, contando por orden toda su razón; y todo el engaño que fizo Simón allí se decía, como por ejemplo, y de las serpientes vinientes al templo, y cómo se vino el grande Ilión.
41copla_arte_mayor
Después que el rey don Rodrigo a España perdido había, íbase desesperado por donde más le placía. Métese por las montañas, las más espesas que había, porque no le hallen los moros que en su seguimiento iban. Topado ha con un pastor que su ganado traía; di jóle: ¿Dime, buen hombre, lo que preguntar quería, si hay por aquí poblado o alguna casería donde pueda descansar, que gran fatiga traía? El pastor respondió luego que en balde la buscaría, porque en todo aquel desierto sola una ermita había, donde estaba un ermitaño que hacía muy santa vida. El rey fué alegre de esto por allí acabar su vida. Pidió al hombre que le diese de comer, si algo tenía. El pastor sacó un zurrón, ,que siempre en él pan traía; dióle de él y de un tasajo que acaso allí echado había. El pan era muy moreno, al rey muy mal le sabía; las lágrimas se le salen, detener no las podía, acordándose en su tiempo los manjares que comía. Después que hubo descansado por la ermita le pedía El pastor le enseñó luego por donde no erraría. El rey le dio una cadena y un anillo que traía: joyas son de gran valer, que el rey en mucho tenía. Comenzando a caminar, ya cerca el sol se ponía, llegado es a la ermita que el pastor dicho le había. Él, dando gracias a Dios, luego a rezar se metía; después que hubo rezado, para el ermitaño se iba; hombre es de autoridad, que bien se le parecía Preguntóle el ermitaño cómo allí fué su venida. El rey, los ojos llorosos, aquesto le respondía: El desdichado Rodrigo yo soy, que rey ser solía; vengo a hacer penitencia contigo en tu compañía; no recibas pesadumbre, por Dios y Santa María. El ermitaño se espanta. Por consolallo decía: Vos, cierto, habéis elegido camino cual convenía para vuestra salvación, que Dios os perdonaría.
1romance
Amor loco, ¡ay amor loco!, yo por vos, y vos por otro.
3couplet
Sobre una rama seca, dos piernas giran aura del sauce.
8haiku
Y si algún vapor separa de vos la cuestión que toco avisad vos más un poco, en esta arte fonda cara que mi seso aquí compara invenciones intricadas metáforas tan delgadas a otras gruesas tan infladas por figuras trasformadas que Dios le muestra y depara.
25décima_antigua
HAY una casa hidalga A un lado del camino, Y en el balcón de piedra Que decora la hiedra, Ladra un perro cansino. ¡Ladra a la caravana Que va por el camino!
20septilla
allí, donde el sepulcro que se cierra abre una eternidad.... ¡todo cuanto los dos hemos callado lo tenemos que hablar!
21silva_arromanzada
Abra el limbo orejas, abra, Dios eterno, que no dudo que rompa el silencio mudo desta noche, tu palabra. No carabela, no zabra traerá el aviso, que es mucho; laúd sí, donde ya escucho zalemas de serafines.
4octava
Aquella voluntad honesta y pura, ilustre y hermosísima María, que en mí de celebrar tu hermosura, tu ingenio y tu valor estar solía. a despecho y pesar de la ventura que por otro camino me desvía, está y estará en mi tanto clavada, cuando del cuerpo el alma acompañada.
2octava_real
Eran los días del apuro y alboroto pa el hembraje, pa preparar los potajes y obsequiar bien a la gente, y ansí, pues, muy grandemente, pasaba siempre el gauchage.
12sextilla
Tienes tanto atractivo tanta hermosura que para no quererle no hallo disculpa
22seguidilla
Tañía una campana en el azul cristal de la santa mañana.
10tercetillo
Sentado, a la alta palma no perdona su dulce fruto mi robusta mano; en pie, sombra capaz es mi persona de innumerables cabras el verano. ¿Qué mucho, si de nubes se corona por igualarme la montaña en vano, y en los cielos, desde esta roca, puedo escribir mis desdichas con el dedo?
2octava_real
Verás cómo le prestan las florestas sus sombras, y sus cantos los pastores, el mal sus lutos y el placer sus fiestas,
33terceto
Si alguna vez no hubieses existido, si el calor de tus muslos no me hubiese buscado como un látigo preciso y mis ambigüedades electivas —los días más oscuros de mí mismo— no te hubiesen tenido como saldo de afirmación o excusa, es posible que este volver a casa en soledad y demasiado pronto, me recordase ahora un poco menos al joven que apostaba por el mundo, con el mundo a su espalda.
35unknown
Pero si tú, Zela mía, a tu Alí no eres infiel, las ancas de mi corcel y mi alfanje y mi gumía; mis joyas y pedrería y el corazón que te he dado; mi valor nunca domado y otras prendas que no digo, listos están: ven conmigo del desierto al otro lado.
13espinela
Non pude haber conclusión aunque los vi ser placientes de me tornar responsión con graciosos continentes, por gran multitud de gentes que entraron en la montaña: ya tan hermosa compaña no vieron hombres vivientes.
15octavilla
En mi embeleso tengo el alma florida como un cerezo
8haiku
Con firmeza judicial usías pues la regia vara y sin pasión castigando siempre igual aunque sea de Guevara al ladrón.
31estrofa_manriqueña
Por doquiera donde vaya, el recuerdo irá conmigo, Del corazón de Masaya, Tan hidalgo y tan amigo.
5cuarteta
Traía en su mano diestra un venablo de montero, un alano á la siniestra muy fermoso e más ligero; e bien como cavallero animoso o de coraje, venía por el buscaje siguiendo el vestiglo fiero.
15octavilla
Y luego a las subidas cavernas de la piedra nos iremos, que están bien escondidas, y allí nos entraremos, y el mosto de granadas gustaremos.
14lira
vosotras, que, enojadas, a la sed de los surcos y sembrados la bebida negáis, o ya abrasadas dais en ceniza el pasto a los ganados, y si miráis benignas y clementes, el cielo es labrador para las gentes;
45sexteto_lira
ésta llegó desde la popa a proa cubierta de poetas, mercancía de quien hay saca en Calicut y en Goa.
33terceto
Cual de oro era el cabello ensortijado y en mil varias lazadas dividido, y cuanto en más figuras esparcido tanto de más centellas ilustrado;
24cuarteto
Los ojos que me mataban, decí, dorados cabellos, ¿qué culpa tuve en creellos pues ellos me aseguraban? ¿No visteis vos que algún día mil lágrimas derramaba, hasta que yo le juraba que sus palabras creía?
28copla_castellana
Hoy de los diputados canta el afecto, que me dicen que es grande el caballero, y digo que también el de Pinto. ¡Pues vaya, vaya de mojiganga! ¡Por vida de quien algo nos diga!
16chamberga
A su paso estremecidas Oscilan allá en las sombras Las lámparas suspendidas, Dibujando en las alfombras Sombras y luz confundidas.
29quintilla
Vosotros que allende el mar Vivís en dulce reposo, Con riquezas Y que podéis disipar, Y señorío glorioso Y grandezas;
31estrofa_manriqueña
Florecerá rosa aquella que quiso ser margarita, crecerá en agua bendita y despertará al amor que tú dejaste olvidado; entre menta y manzanilla ya vertidas en la orilla del manantial del dulzor.
15octavilla
Del Júpiter soy hijo, de las ondas, aunque pastor; si tu desdén no espera a que el monarca de esas grutas hondas, en trono de cristal te abrace nuera, Polifemo te llama, no te escondas; que tanto esposo admira la ribera cual otro no vio Febo, más robusto, del perezoso Volga al Indo adusto.
2octava_real
Como sois lucero del alma mía, al traer el día nacéis primero; pastor y cordero sin choza y lana, ¿dónde vais que hace frío tan de mañana?
4octava
Mi alma se ha empleado, y todo mi caudal, en su servicio; ya no guardo ganado, ni yo tengo otro oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio.
14lira
Allí arderán en tal lumbre, En fuego tan infernal, Cuanto a Dios fue pesadumbre Bajar a la podredumbre De su pecho criminal.
29quintilla
Tan penada por vos vengo. Tan vencida de deseo, tan llena de lo que veo, que ante mis ojos os tengo, y de gozo no lo creo; gran ventura fue la vuestra, gran dicha será la nuestra, oh señora prima, en quien Dios para fin de gran bien tan gran maravilla muestra.
6copla_real
¿Quén procrea más renombre? El hombre. ¿Y quien imita su icono? El mono. ¿Qué adoctrina su animismo? Lo mismo. Es tan mutuo el eretismo que uno y otro se proclaman y gritan lo que reclaman: hombre y mono… ¿No es lo mismo?
0ovillejo
En hombros por tu orilla. Torre del Oro. En tu azulejo brilla sangre de toro.
22seguidilla
Con la guitarra en la mano ni las moscas se me arriman, naides me pone el pie encima, y cuando el pecho se entona, hago gemir a la prima y llorar a la bordona.
12sextilla
K e r i m a en su magnífico aposento Entre confusos pensamientos vaga : Y a amor su c o r a z ó n ensefiorca, Y ella aun lo ignora, aunque en amor se abrasa. L a fiesta popular, l a augusta boda, Los banquetes, las músicas, las danzas. E l concurso, y los lances del torneo, Todo en su mente revolando pasa ; Mas siempre en ella, entre el tropel confuso De recuerdos sin fin, mira á M u d a r r a , Que es el blanco de todas sus ideas, Que es el anhelo solo de su alma. Y a l a anciana nodriza de sus brazos. De su frente y b l a n q u í s i m a garganta. Besando c a r i ñ o s a sus mejillas, Las espléndidas joyas le desata ; Y al v e r l a tan suspensaj se sonríe, Y con malicia, de su edad no e s t r a ñ a, " A y , K e r i m a ! " le dice, ^ ¿ de las fiestas " V u e l v e s tan pensativa y tan t u r b a d a ? " . .. " Hija de m i c a r i ñ o ! — q u é te aflige?..., Tu tierno c o r a z ó n conmigo ensancha. ¿ H a s por ventura visto á otra doncella Mas ricas joyas ó mejores galas? a s beldad no es posible, pues t ú eres L a rosa de oro y el c i p r é s de plata Del imperio andaluz. . . . Y en l a riqueza, E n perlas y almaizares ¿ q u i é n te iguala ? " . . . " N o respondes?.... De fiestas y torneos, Y de banquetes p ú b l i c o s se saca.... Cansancio.... nada m a s — E n otros tiempos Mayor recogimiento se estilaba." " C u a n d o Alhaken, cuando A l h a k e n vivía. Una i l u s t r e doncella no pisaba Jamas l a c a l l e . . . . siempre en sus j a r d i n e s— Siempre.... mas todo en este mundo cambia17 — " Matar infieles era e l solo empleo De nuestros buenos padres... s í . . . ¡Mal haya Quien i n v e n t ó las justas y festines, Las m ú s i c a s , los versos y las zambras!" L a inocente K e r i m a con zozobra Oye de su nodriza las palabras, Y tiembla silenciosa, rezelando Que encubre mal lo que en su pecho guarda. E n un b a ñ o de pórfido recuesta E l cuerpo hermoso, y olorosas aguas, De regalado temple, refrigerio Dan á sus blancas formas delicadas. Y a sus oscuras prolongadas trenzas Deshacen con p r i m o r diestras esclavas, Y las recogen en lijera toca, Y en aceite de rosa las empapan. E n femenil curiosidad ardiendo Todas, la ostigan con preguntas varias, ¥ quieren que les cuente de la boda Hasta las mas p e q u e ñ a s circunstancias Y los varios colores y divisas; Quién lucio en l a corrida de las cañas, Y con q u i é n ha danzado, y cuáles fueron Las mas vistosas y elegantes galas. E l l a responde á todo, y nombra á todos Los que en aquellas fiestas se encontraran Pero por que su rostro no l a venda, E v i t a siempre el nombre de Mudarra. Queda sola en su lecho, y l a dulzura Del sueño bienhechor inquieta aguarda : A y ! sus enamorados pensamientos De sus ojos lo ahuyentan y separan. " Quién este j o v e n es?—Deudo, no hay duda, D e l insigne Almanzor.—Mas ¿ q u é palabras De tósigo mortal entre los labios De mi padre e s c u c h é ? , . . . Por q u é su saña? Expósito infeliz!!!... huérfano infame!!!..,. No lo dijo por é l . . . . Su ilustre alma B r i l l a en su faz, su estirpe generosa E n su disposición noble y g a l l a r d a ." " Y ¿á q u i é n , á q u i é n el venturoso joven " L a prenda que g a n ó , cielos! consagra? Así dice entre sí, y acerbo llanto De sus ojos b e l l í s i m o s derrama. Infeliz! infeliz!..,, su tierno pecho Apenas siente del amor la llama, Y la h o r r i b l e ponzoña de los zelos Ejercita ya en él su ardiente rabia. ¡ Cómo se ofusca, c u á n t o desvaría Una i m a g i n a c i ó n acalorada! ¡ Y c u á n t o el noble pecho de K e r i ma Aplaudiera el intento de Mudarra! Pues luego que t e n d i ó tranquila noche Su manto oscuro por l a t i e r r a opaca, A l rayo hermoso de naciente luna, Que entre celajes plácidos se alzaba, Dirigió el j ó v e n con plausible anhelo A l sacro bosque la piadosa planta, Donde la sepultura de Zahira Entre cipreses l ú g u b r e s estaba; Y de un lauro lozano que sobre ella, Cual r ú s t i c o dosel, frondosas ramas Estendía, con l á g r i m a s los ojos, Colgó el a n i l lo y enlazó la banda.
18romance_arte_mayor
¡Ay!, para siempre, dijo, la ufanía. ¡Pasó ya de la hermosa juventud, la música del alma y melodía, los sueños de entusiasmo y de virtud...! Pasaron, ¡ay!, las horas de alegría. Y abre su seno hambriento el ataúd, y único porvenir, sola esperanza. La muerte, a pasos de gigante avanza.
2octava_real
Por la leche que mamé, me da vergüenza er mirarte, y a ti te dará también.
30soleá
Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas.
30soleá
Como yo que siempre quedo Tan contento de que quiera tan ufano, Que si me diera su dedo, Nunca yo el villano hiciera Con la mano.
31estrofa_manriqueña
Rayo de metal crispado fulgentemente caído, picotea mi costado y hace en él un triste nido.
5cuarteta
Entró la noche, y del olvido en brazos caí, cual piedra, en su profundo seno. Dormí, y al despertar exclamé: «¡Alguno que yo quería ha muerto!»
21silva_arromanzada
Quién dijo miedo? ¡Lo tengo!, mantengo. Aunque osadía me sobra cual cobra para aunar rimas y versos conversos. Mas no puedo hacer diversos juegos con tantas estrofas, que me salen alcachofas. Mantengo: cobra con versos.
0ovillejo
Á la Virgen del Cármen Quiero y adoro; 'Porque saca las almas Del purgatorio.
22seguidilla
Suena de presto su ronca bocina, incitadora de bélica saña: con ella retruena la brava montaña, su gélido suelo con ella rechina. Grida la gente feroz y malina: ¡Oh Lucifer, Lucifer, no receles! Presto verás la venganza que sueles ver de los tales si no determina Dios otra cosa con estos fieles...
38novena
¿Qué se hizo el Rey Don Juan? Los Infantes de Aragón ¿qué se hicieron? ¿Qué fue de tanto galán, qué fue de tanta invención que trajeron? ¿Fueron sino devaneos, qué fueron sino verduras de las eras, las justas y los torneos, paramentos, bordaduras y cimeras?
31estrofa_manriqueña
Y el papá dice enojado: «Un castigo has de tener: vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver».
5cuarteta
¿Quién zanjará mi dolor? ¡Amor! Aquel instante sagrado: ¡Ansiado! Cuando tu abrazo yo evoco: ¡Sofoco! Si en mis sueños te convoco todo mi ser se estremece y por mi piel enardece amor, ansiado sofoco.
0ovillejo
Con manjares en defensa, Despensa El niño corre que vuela, Escuela Es el más dichoso bar, Hogar El pueblo debe pensar y la ciencia que no engaña que no le falte a España· Despensa, Escuela y Hogar.
0ovillejo
A luz abierta, toda, alejado de mí para mirarnos, para mirarte hundida y encerrada con tus propios sentidos, hasta que abres los ojos llenos de solitaria claridad, y está la habitación, conmigo, atenta, y en tus ojos comprendes que nos gusta mirarte como a un río, un desmayado atardecer, un paisaje infinito.
35unknown
Ciñe los olmos la amororsa yedra; Zéfiro mueve con su aliento el mirto; Pálida ninfa sobre el césped blando Sola palpita.
36estrofa_sáfica
Vino un día, y otro día, y vino un mes, y otro mes, y año tras año venía; el segundo concluía, y pasaron hasta tres.
29quintilla
Y desque vido el venado e los canes que feria, soltó muy apresurado al alano que traía: y con muy gran osadía bravamente lo firió; así que luego cayó con la muerte que sentía.
15octavilla
Mia que güenas partías: ando pidiendo limosna pa tenerte mantenía.
30soleá
Los astrólogos, creo, predicen realmente pero Dios, que creó natura y accidente puede mudar el rumbo y obrar distintamente; según la fe católica, yo de esto soy creyente.
9cuaderna_vía
Muestra en su rostro alterado que lo agita la impaciencia; y espera, con la vehemencia de su pecho apasionado; en los pliegues embozado de su rico traje moro, bajo un alto sicomoro aguarda a su bien querido, que llega, lanza un gemido, y da treguas a su lloro.
13espinela
a otros roba el claro día, y el corazón, el aguacero; ofrecen al avaro Neptuno su dinero; otro nadando huye el morir fiero.
14lira
La cual, visto este madero, y alcanzada su excelencia, por divina inteligencia, adorándolo primero, le hizo gran reverencia; y después que visitó al muy gran rey Salomón, de su tierra le escribió de este misterio que vio muy cumplida relación.
6copla_real
De este gozo gozará Quien nació bajo la estrella, Que ella es él, Ya veis, pues, si vivirá, Quien será para ser de ella, Y el de él.
31estrofa_manriqueña
Ni estoy bien ni mal conmigo; mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo.
11cantar
En tu vida, de nadie dádivas tomes, y con eso te excusas de obligaciones.
22seguidilla
Yo siento ahora que en mi ser se agita grandiosa inspiración, cual fuego hirviente que se resuelve en el profundo seno de combusto volcán, y rudamente a las rocas conmueve. Se levanta y se eleva mi ardiente fantasía en alas de lo ideal y mi voz canta.
44septeto
No fuiste tú engendrada ni producida de la dura tierra; no debe ser notada que ingratamente yerra quien todo el otro error de sí destierra.
14lira
El mundo cabe en diecisiete sílabas: tú en esta choza.
8haiku
Si tuvieres dinero tendrás consolación, placeres y alegría y del Papa ración, comprarás el Paraíso, ganarás la salvación: donde hay mucho dinero hay mucha bendición.
9cuaderna_vía
Sentado al borde de la cama recordando cada segundo vivido contigo me lleno de recuerdos y a Dios le pido que me alcance la vida para decirte todo lo que siento, nada me llena más que el tiempo que tú me das. Tantos momentos que nadie podrá borrar, recuerdo tus besos que saben a dulce miel de azahar. Sin tu amor nada soy y si vuelvo a nacer, a Dios le pido que me alcance la vida para volverte a amar. Abraza mi cuerpo y así amarraditos cúbreme de besos dime que me quieres y destroza mi cuerpo con las alas de tu amor, si es junto a ti no me importa morir. Que no se apague el fuego que me amarren junto a ti, no hay nadie que sepa amarme como lo haces tú. Castígame con el azahar de tus besos, agarra mi pelo, destroza mi cuerpo con las alas de tu amor y así al borde de mi cama sigo recordando cada segundo pasado junto a ¡ti!
35unknown
Alábanse los buenos, y se ofenden los malos con su voz, y destos tales unos la adoran, otros no la entienden.
33terceto
Rapa con tino y singular donaire y así se gana la comuña negra, y mientras rapa su trabajo alegra cantando sus trabajos al desgaire.
24cuarteto
De mí, loco infortunado, por amores tan tardío, que soy vuestro más que mío, ¿Cuál diré que soy quedado? No fue tan desconsolado Troilo, cuando se partió de aquella que tanto amó, como yo ni tan penado.
40copla_arte_menor
Sumergida en profunda melancolía como estrella en las brumas de la alborada, gemirá para siempre, su voz decía por todos los senderos tu alma cansada, sumergida en profunda melancolía.
32quinteto
D'aqueyos quereles no quió yo acordarme porque me yora mi corasonsiyo gotitas e sangre.
26seguidilla_gitana
Más vale prometerte poco ahora, y algo después cumplirte, lector mío, no empiece yo con voz atronadora, y luego acabe desmayado y frío; no una altiva columna vencedora que jamás rinda con su planta, impío el tiempo destructor, alzar intento; yo con pasar mi tiempo me contento.
2octava_real
Es su severo canto el negro abismo; Ojos que lloran; luces que se apagan; El rojizo fulgor de los relámpagos; El beso ardiente; la mujer soñada; Gritos; lamentos; ángeles caídos; Fieras que rugen; sierpes que se arrastran; Las legiones de espíritus celestes De nívea faz y diamantinas alas; El mundo del dolor y las tinieblas: Un inmenso raudal de sangre y lágrimas, Y la soberbia vox atronadora Del implacable Dios de la venganza
18romance_arte_mayor
Lavaba larga en lloro al que su torpe mal lavando estaba; limpiaba con el oro, que la cabeza ornaba, a su limpieza, y paz a su paz daba.
14lira
Das descanso, das reposo, no por dar contentamiento, mas porque esté el sufrimiento, algunos tiempos ocioso. Ved qué invenciones de amor, darme contento en presencia, porque no tenga en ausencia reparo contra el dolor.
28copla_castellana
Ciego nieto de la espuma, par, par, par, monstro con escama y pluma, par, par, par, nadad pez, o volad pato, par, par, par, que en estas redes que trato el pato habéis de pagar.
4octava
Viento y quejas burlando, huye; sean ahora término de su fuga tus riberas, que si un acento blando de cítara sonora enfrenó ríos y desarmó fieras, tú, ya cítara hecho, firmeza al pie le da, piedad al pecho
4octava
Vi la Circe tan cruel que me persigue, de las hojas y flor de mi esperanza, antes de tiempo y sin razón cortadas, hacer encantos duros.
37estrofa_francisco_de_la_torre
A Hero Leandro adoraba, y, por verla, enamorado el Helesponto cruzaba todas las noches a nado.
5cuarteta
fray JUAN BAPTISTA CAPATAZ se llama: descalzo y pobre, pero bien vestido con el adorno que le da la fama.
33terceto
¿Para qué quieres bienes si no lo gastas? Mira que hay muchos pobres que los aguardan: abre tus cofres, y no guardes serpientes que te devoren.
27seguidilla_compuesta
Aquel que tiene amores, por muy feo que sea y lo mismo su dama, adorada aunque fea, el uno como el otro no hay cosa que vea que tan bien le parezca ni que tanto desea.
9cuaderna_vía
sobre el polo y el trópico la Paz; y el orbe gira en un ritmo uniforme por una propia lira:
3couplet
Entre estiércol puro y vivo de vacas, trae a la vida un alma color de olivo vieja ya y encallecida.
5cuarteta
¡Oh ya seguro puerto de mi tan luego error! ¡oh deseado para reparo cierto del grave mal pasado! ¡reposo dulce, alegre, reposado!;
14lira
Entre las ramas del que más se lava en el arroyo, mirto levantado, carcaj de cristal hizo, si no aljaba, su blanco pecho, de un arpón dorado. El monstro de rigor, la fiera brava, mira la ofrenda ya con más cuidado, y aun siente que a su dueño sea, devoto, confuso alcaide más, el verde soto.
2octava_real
A la que vive a su antojo y de más dama muy cruda se condena le dais con un suave enojo tal fraterna que sin duda es ya buena.
31estrofa_manriqueña
¡Una mujer!, en el templado rayo de la mágica luna se colora, del sol poniente al lánguido desmayo, lejos entre las nubes se evapora. Sobre las cumbres que florece el mayo, brilla fugaz al despuntar la aurora, cruza tal vez por entre el bosque umbrío, juega en las aguas del sereno río.
2octava_real
Allí se tocaba del gentil Narciso, allí de Medusa, allí de Perseo, allí maltrataban la fija de Niso, allí memoraban la lucha de Anteo, allí de la muerte del niño Androgeo, allí de Pasife el testo y la glosa, allí recitaban la saña rabiosa y la conmovida ira de Penteo.
41copla_arte_mayor
Estos, poseyendo las grandes Españas con muchas regiones que son al poniente, del fin de la tierra hasta las montañas que parten los galos de la nuestra gente; el curso celeste, que de continente hace y deshace, abaja y prospera, bien como adversario, con vuelta ligera, hirió sus poderes con plaga nuciente.
41copla_arte_mayor
Tiempo es, el caballero, tiempo es de andar de aquí, que ni puedo andar en pie, ni al emperador servir, que me crece la barriga y se me acorta el vestir; vergüenza he de mis doncellas, las que me dan el vestir, míranse unas a otras, no hacen sino reír; vergüenza he de mis caballeros, los que sirven ante mí. Lloradlo, dijo, señora, que así hizo mi madre a mí, hijo soy de un labrador, mi madre y yo pan vendí. La infanta desque esto oyera, comenzóse a maldecir: ¡Maldita sea la doncella que se deja seducir! No os maldigáis vos, señora, no os queráis maldecir, que hijo soy del rey de Francia, mi madre es doña Beatriz; cien castillos tengo en Francia, señora, para os guarir, cien doncellas me los guardan, señora, para os servir.
1romance
En el doloroso entierro de aquel justo ajusticiado que por culpas, y no suyas quiso morir en un palo. Las campanas clamorean en los sensibles peñascos que es bien que las peñas hablen en tan lastimoso caso. Viste el sol bayeta negra y la luna mongil basto capuces la tierra y cielo que son del muerto criados. La noche colgó de luto las paredes del Calvario y el templo pesar mostró sus vestiduras rasgando Las hachas son amarillas que los celestiales astros como vieron su luz muerta amarillas se trocaron. De la Caridad vinieron a enterrarle dos hermanos y los de la Vera-Cruz con algunos del Traspaso. Angustias y soledades al entierro acompañaron. Mas no vino la clemencia que de doce convidados uno sólo se halla en él que era del difunto amado. Para amortajar el cuerpo dio un piadoso cortesano de limosna una mortaja de su licencia un retrato. Hizo la madre el aceite de sus ojos lastimados derramando agua bendita el Pater Noster rezando. Con olorosos ungüentos ungen el cuerpo llagado de los vasos de sus ojos miel amarga destilando. Llevan al difunto Dios en los dolorosos brazos con lamentables suspiros tristes lágrimas llorando. Llévanlo al sepulcro ajeno y fue pensamiento sabio pues para sólo tres días bastó un sepulcro prestado. Abrió el sepulcro la boca y recibió a Dios temblando que aún las piedras si comulgan han de temblar comulgando. Alma ven a las acequias de Jesús, tu enamorado, que yace por tus amores muerto, libre y desangrado. Mira sin luz a la luz sin vida, al que te la ha dado, condenan al salvador por salvar al condenado. Mira por ti a Jesús muerto y que muerto y enclavado te dice: Oye esposa mía que aunque me han muerto, te amo. Ved aquestos rojos pies y aquellas sangrientas manos mira este rostro escupido y este cabello arrancado, mira aquesta boca herida y aqueste cuerpo azotado y esta cabeza sangrienta y este pecho alanceado. Entraré en esas heridas más hoy que sangre han brotado esta señal, alma mía, que eres tú quien se la ha dado. Yo te perdono mi muerte, como llores tus pecados que estoy para perdonar aunque muerto, no cansado. Cesen ya las sinrazones como baste lo pasado que se facen de tus hierros otra lanza y otro clavo. Acaban ya con mi muerte tus culpas y mis agravios porque es ofender a un muerto los corazones villanos. De tus culpas y mis llagas los dos quedaremos sanos si derramares sobre ellas mirra de dolor amargo. Alma mía, mis heridas cura con bálsamo santo y las tuyas que tú hiciste las podrás curar llorando. En el plato de tus ojos he de mojar de tu llanto y podrás decir que, aún muerto puedo dar vida a este plato. Tú amanece como debes y viviremos entrambos tú enterrándote conmigo y yo en ti resucitando.
1romance
El dirá que yo lo soy, pero con falso argumento, que humildad y necedad no caben en un sujeto.
11cantar
Ay comienzan sus desgracias, ay principia el pericón; porque ya no hay salvación, y que usté quiera o no quiera, lo mandan a la frontera o lo echan a un batallón.
12sextilla
Los ojos entreabre, aquellos ojos tan claros como el día; y la tierra y el cielo, cuanto abarcan, arde con nueva luz en sus pupilas.
23cuarteto_lira
¿Cuántas veces te dio seguro el cielo? ¿Cuántas se te ha reído la fortuna y a la necesidad del punto crudo te volvieron la cara?
37estrofa_francisco_de_la_torre
Qué puedo hacer si mi pecho cansado perdió su ritmo
8haiku