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46 classes
Silencio, que haya guitarras junto al río en corazón sonoro de la noche y el jazmín tiende sus besos de fiebre si canta Ronda.
36estrofa_sáfica
¡La paz!... ¡La dulce paz! Mi cara Honduras: He allí el poderoso talismán Para todas tus crueles desventuras; Y como huyen del sol nieblas oscuras, A la vista de aquél, éstas huirán.
32quinteto
Aquél que en elevadas fantasías y en éstasis sabrosos se regala, y tanto imita las acciones mías,
33terceto
dejarán estos dos en las ajenas tierras, como en las proprias, dilatados sus nombres, que tú, Apolo, así lo ordenas.
33terceto
Un fuerte castillo, y su fenestraje y puertas obrado de mazonería, de zafir de oriente, que a todo visaje, mirándolo fijo retrocedería; y cuatro leones en torno diría de neta amatista, fieros y rompientes. Pues, lector discreto, si de esto algo sientes, recordarte debe su genealogía.
41copla_arte_mayor
Mia qué castigo has tenío; yo he jecho burla e ti y tú no lo has conosío.
30soleá
Serenidad de piedra ante el abismo, mármol en vilo de sollozo y luna, columna de equilibrio en la ruina, ala entreabierta.
36estrofa_sáfica
DUÉRMETE, NIÑO Mío, flor de mi sangre, lucero custodiado, luz caminante.
22seguidilla
Maresita mía, yo no sé por dónde al espejito donde me miraba se le fue el asogue.
26seguidilla_gitana
Y si llega a ministro el tierno infante, llanto de gozo, ¡oh padres!, derramad al contemplarle demandar triunfante a las Cortes un bill de indemnidad. Perdón, lector, mi pensamiento errante, flota en medio a la turbia tempestad de locas reprensibles digresiones. ¡Siempre juguete fui de mis pasiones!
2octava_real
¿Quién tu rostro divino, Fili hermosa, que en esplendor venciera el claro día, intentó marchitar con mano impía sembrando gualda en su azucena y rosa?
24cuarteto
Visitado en su posada de una dama, cierto amante al escudero portante de porte le dio una espada. Yo quiero que la Colada sea del Cid Campeador; armado vuelve mejor de un escudo, un escudero,
4octava
Poniendo en un amor de exceso la mira de su voluntad, mientras eran abrazo y beso síntesis de la eternidad;
7serventesio
A los toros corriendo van con gran priesa muchos que merecían que los corrieran. Tal vez va al lado quien les hace la gracias de convidados.
27seguidilla_compuesta
Quien buscare unaboda Con mayorazgo, Eche el ojo a una vieja ; y échela el gancho ; Mas vaya alerta, . Que hay dotes que se dicen y no se cuentan.. .
27seguidilla_compuesta
—¡Por fin nuestro amor concluye! —dijo Zela— . Ya lo sabe mi padre; y antes que acabe contigo, Alí, presto le huye. —¿Yo huir? —el negro arguye —¿Yo estar, mi Zela, sin verte? Ya que lo quiere la suerte y mi estrella me amilana, veré a tu padre mañana y ante él me daré la muerte.
13espinela
Dentro del mármol una voz confusa dijo: ¡Dalmiro! ¡cumple lo jurado! Quedé asombrado, sin mover los ojos, pálido, yerto.
36estrofa_sáfica
Tú, al que otros tiempos acertaba apenas a escribir con fatigas una carta, animas a dictar páginas llenas de verso y prosa en abundante sarta. Político profundo en sus faenas, folletos traza, artículos ensarta, suda y trabaja, y en manchar se emplea resmas para envolver alcaravea.
2octava_real
Si esto que me pasa le pasase a otro, era cosita e prebelicarse y gorberse loco.
26seguidilla_gitana
Creyolo el infeliz, loco desconsejado: sacó su cuchillejo que tenia amolado, cortó sus genitales el malaventurado, así se degolló, murió descomulgado.
9cuaderna_vía
allí, donde el murmullo de la vida temblando a morir va, como la ola que a la playa viene silenciosa a expirar;
21silva_arromanzada
La luna nueva. Ella también la mira desde otra puerta.
8haiku
Y aunque tanta pepitoria os cuesta cuidado eterno, considerad que hay infierno, muerte y vida, pena y gloria.
19redondilla
en las llamas de las rosas, alocado y sensitivo, y dice a las ninfas cosas entre un querubín y un chivo.
5cuarteta
Sobre tus bellos, transparentes ojos Buscan los cielos su cristal divino; Lanzas miradas, que cual rojo rayo, Fieras deslumbran.
36estrofa_sáfica
Y apenas el horizonte empezaba a coloriar, los pájaros a cantar, y las gallinas a apiarse, era cosa de largarse cada cual a trabajar.
12sextilla
¿Quién en esta casa entró y la apartó del desierto? Para que me acuerde yo, alguien que soy yo y ha muerto.
5cuarteta
Los labios que un tiempo dieron Blando y sacrílego son Con los besos que vertieron, Que torpe hoguera encendieron En el brutal corazón;
29quintilla
Era el legislador del pueblo hebreo que, dejando su choza solitaria, donde llegó su fuerza al apogeo, iba en alas de férvida plegaria a enviar a Dios el postrimer deseo.
32quinteto
En un sitial la dahalia como priora se esponja, mientras la tórtola monja entra de sayo y sandalia.
19redondilla
En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofes y hambrienta.
33terceto
Cansado del combate en que luchando vivo, alguna vez recuerdo con envidia aquel rincón obscuro y escondido.
21silva_arromanzada
Mas ya, ya consiguieron vencer con prepotencia a un cuerpo que no marcha al son guerrero de marcial trompeta
17endecha_real
Consuma, ciñe, hiele, mate, estrecha tenga otra la voluntad cuanto quisiere; que por nardo, o por nieve, o red no espere tener la mía en su calor deshecha.
24cuarteto
En fin, en fin, tras tanto andar muriendo, tras tanto varïar vida y destino, tras tanto, de uno en otro desatino, pensar todo apretar, nada cogiendo,
24cuarteto
Cuando miro de noche en el fondo obscuro del cielo las estrellas temblar, como ardientes pupilas de fuego, me parece posible a do brillan subir en un vuelo, y anegarme en su luz, y con ella en lumbre encendido fundirme en un beso.
21silva_arromanzada
Para que en fe de su amor a Carlos más frutos rinda, será de hoy en adelante más florida la Florida.
11cantar
Con ser tanta la verdad De vuestra rara hermosura, Mayor es mi desventura, Y mayor mi soledad. De roca os hizo en verdad Vuestra buena madre el pecho: ¿Qué ley os dará derecho para prendar hombre así? Con amaros, ¡ay de mí! ¿Qué mal, señora, os he hecho?
13espinela
En una cueba me entré, salí sacudiendo er porbo, y eso fue lo que saqué.
30soleá
La fortuna que no cesa, siguiendo el curso fadado, por una montaña espesa separada de poblado me llevó, como robado, fuera de mi poderío; así que el franco albedrío del todo me fue privado
15octavilla
Mire tu imagen, y mi lira humilde, Como las flores sus aromas leves, Brote, en obsequio a tu beldad divina, Fáciles ecos.
36estrofa_sáfica
Mucho me encoleriza vuestra mala partida, y mirar por vosotros mi forma escarnecida. Matasteis mi romero con mentira sabida, y ahora veo además su alma mal traída
9cuaderna_vía
Luego, una ráfaga fría súbita baja del coro y apaga la luz que ardía en el gran trébol de oro.
5cuarteta
Mas ésta fue la causa, éste el origen, ésta la ocasión envidiosa que preparó la tumba a su eminencia.
17endecha_real
a l l í los río s, p o r lo s va lles hondos con su ave y dulce murmurar corriendo, aqu í y allí fe cun d id ad llevaban con su apacible y delicioso riego. El Cauca, sobre todos majestuoso,
18romance_arte_mayor
Estos viven después desesperados, del ministro además desatendidos, en el mundo político ignorados, y del pueblo también desconocidos; andan en la cuestión extraviados, siempre sin tino, torpes los sentidos, donde a saber con pruebas tan acerbas, que pierden fuerzas en mudando yerbas.
2octava_real
Azerilla que sufrió siete lobos denodados y ninguno la mordió, todos fueron mordiscados: rape el diablo del saber que en ella se ha defender; las rodillas tiene floxas, contra las ovejas cojas muestra todo su poder.
38novena
Desparecieron en la sombra muda, y sus nombres ilustres se borraron cual nombres de cobardes: ¡sus hazañas no eternizó la lira!
37estrofa_francisco_de_la_torre
Siempre es algún consuelo que un marido, por serlo, gane el cielo.
3couplet
Con tan gigante armonía Todo su cuerpo estremece, Y al oírla se creería Que crece así su alegría Cuanto su estrépito crece
29quintilla
Como una ofrenda olvidada En templo que se arruinó, Y en la piedra cincelada Que en su caída encontró, La mece el viento colgada.
29quintilla
Sufro el castigo de mi culpa y callo, pero mira, Señor, ve cómo lloro; ¿de conocer la culpa del castigo dame el consuelo!
36estrofa_sáfica
Tened memoria, mortales, del juicio que vendrá, adonde se os tomará la cuenta de vuestros males. Una sibila pagana, que a Cristo no conoció, antes lo profetizó qu'él tomase carne humana.
28copla_castellana
No puede durar el mundo, porque dicen, y lo creo, que suena a vidrio quebrado y que ha de romperse presto.
11cantar
Huye los soberbios mares, ven, verás, como cantamos tan deleitosos cantares que los más duros pesares suspendemos y engañamos; y aunque quien pasa dolores amor le fuerza a cantarlos, yo haré que los pastores no digan cantos de amores, porque huelgues de escucharlos.
6copla_real
Restituidme mi vida, mis placeres tan robados, conoced, desconocida, cuánto desagradecida, no neguéis vuestros pecados; porque seamos librados vos de culpa, yo de pena, no descuidéis mis cuidados en estos días contados de esta santa cuarentena.
25décima_antigua
Aunque físicamente quise yo amarte metafísicamente no he de olvidarte
22seguidilla
Ve, mariposa; ve a volar por los cielos del ancho mundo.
8haiku
el otro en la encubierta peña rompe la nave, que al momento el hondo pide abierta; al otro calma el viento; otro en las bajas Sirtes hace asiento;
14lira
Airoso se halló Cupido con sus flechas y carcajes, ministro de ejecuciones de sus arcos de azabache;
11cantar
De Antequera sale un moro, de Antequera aquesa villa; cartas llevaba en su mano, cartas de mensajería; escritas iban con sangre y no por falta de tinta: el moro que las llevaba ciento y veinte años había; toca llevaba tocada, muy grande precio valía; alhareme en su cabeza, con borlas de seda fina. Siete celadas le echaron, de todas se escabullía; por los campos de Archidona a grandes voces decía: Si supieses el rey moro mi triste mensajería, mesarías tus cabellos y la tu barba bellida.
1romance
Vivo la naturaleza anegada en tu belleza,
3couplet
Mare de mi alma, la vía yo diera por pasar esta noche de luna con mi compañera.
26seguidilla_gitana
Un pajarito alegre picó tu boca creyendo que tus labios eran dos rosas.
22seguidilla
En prueba de ella os dejo lo que dejaros puedo, Mis versos, siempre tristes, pero los dejo así; Porque pienso, a veces que entre sus letras quedo, Porque al leerlos creo que os acordáis de mí.
7serventesio
¡Mira! Las auras arrullando pasan De la corriente los flotantes rizos: Llanto de gozo la apacible noche Vierte y silencio.
36estrofa_sáfica
Blanca paloma con humilde arrullo Tierna se queja del esposo ausente; Cisne flotante sobre el fresco lago Llora cautivo.
36estrofa_sáfica
Mi atávico ritual en el silencio, con la intensa fragancia de la tierra, es gozo en el hallazgo de tu gesto, el triunfo de la Vida ante la muerte. La llama de tu amor en mí palpita y olvido la agonía de la senda
39sexteto
Para hacerse invisible cualquiera hombre no hay cosa más segura que hacerse pobre; pues el dinero es lo que luce y hace los caballeros.
27seguidilla_compuesta
Ca non es flama quemante, como quier que le paresca, esta que vedes delante, nin ardor que vos enpesca. Ardimiento non p[e]resca, e, seyendo diligente, pasemos luego la puente antes que más da[ñ]o cresca.
15octavilla
El pobre pensamiento mil lágrimas vertía, Desoladoras lágrimas, de acíbar y de hiel, Mientras la joven rosa, sin ver a otras crecía, Y mientras más crecía, más se alejaba de él.
7serventesio
El primer gozo se cante: causar la primera vista, que la señora bien quista comienza a ser del amante, cuando a la ley verdadera se muestra de bien amar, le place bien a tornar ciego del hombre que era ha de creer y afirmar o morir o defensar.
25décima_antigua
Nueva primavera admiran los campos en su semblante que, como lo vieron flor, como a su Flora la aplauden.
11cantar
Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en tus ojos la luz del mundo. Ríete tanto que mi alma al oírte bata el espacio.
27seguidilla_compuesta
Como el rostro disfraza con mil colores mis ojos al mirarte te desconocen
22seguidilla
¿Quieres que conservemos una dulce memoria de este amor? Pues amémonos hoy mucho, y mañana digámonos ¡adiós!
23cuarteto_lira
otro favor no menos importante para el caso temido se nos muestra, de ingenio y fuerzas y valor bastante:
33terceto
Recibirá el regalo del país de la nieve. Que a los reinos boreales el patrio viento lleve
3couplet
Dado el seguro, por diversas partes Vinieron al alcázar de don Sancho Rui-Velázquez y Gústios. Yo y los mios, Con otros extranjeros, convidados" " Fuimos á presenciar la ceremonia. Celebrada del modo mas extraño En el salón del trono, do asistieron Todos los ricos-hombres castellanos." " En su dosel sentóse el jóven conde, El Ulema de Roma al diestro lado ; Y por distintas puertas en la sala Los dos caudillos á la par entraron. " "Por la que estaba al frente, al mismo tiempo Con cuatro dueñas y catorce hidalgos Presentóse doña Ava, blancas tocas Y ricas negras ropas arrastrando. Entró también con ella el arzobispo, Con todas las insignias de su cargo, Y dos pajes en pos. Uno traía. De oro en salvilla y entre lienzos blaneos," Un pan pequeño el otro una gran taza De oro y piedras preciosas, rebosando Ardiente vino y á los pies del trono Todos en gran silencio se acercaron." " Allí tomó la copa la condesa, Y el conde tomó el pan, y en tres pedazos En el vino lo echó ; y el arzobispo. Haciendo ciertos signos con la mano," " Murmuró varios salmos y oraciones, A todos los presentes demostrando, Que en la copa no había ni conjuro, Ni veneno entíubierto, ni otro engaño." " Un pedazo del pan mojado en vino Comió con gravedad el conde Sancho Y mandó á Rui-Velázquez y al de Lara, Que cada cual comiera otro pedazo. " " Hiciéronlo al momento, una rodilla Hincada en tierra; luego se abrazaron, Al templo fueron á jurar las paces, Y en seguida un festín hubo en palacio. Tornó Castilla á verse en quieta calma, Mas fué calma de mar, que pronto airado Turba el austro otra vez, y en que el piloto De otra mayor borrasca ve el presagio." Quedó en silencio Zaide, y en silencio Quedó también Mudarra, que pasmado, La relación á descubrir no acierta, Que con él tienen lances tan extraños.
18romance_arte_mayor
Al hombre los trabajos Lo hacen humilde; Más las prosperidades Siempre le engríen: Pues la riqueza Rara vez se separa De la soberbia.
27seguidilla_compuesta
Misteriosa y cabalística, puede dar celos a Diana, con su faz de porcelana de una blancura eucarística.
19redondilla
Primero es un albor trémulo y vago, raya de inquieta luz que corta el mar; luego chispea y crece y se dilata en ardiente explosión de claridad.
21silva_arromanzada
Minando así las cortes por mil ocultas venas, aspira ventajosa a la ruina total de su grandeza.
17endecha_real
Fácil cosa fue dejalla; vivir sin ella no fue tan fácil, porque pensé morir volviendo a buscalla.
19redondilla
Cuando yo vos vi doncella, De vos mucho me pagué: Ya dueña, vos loaré.
10tercetillo
Tu pupila es azul, y si en su fondo como un punto de luz radia una idea, me parece en el cielo de la tarde ¡una perdida estrella!
23cuarteto_lira
Incendio vivo y fugaz Pinta aquí vuestro amor ciego: Si os lo extingue todo el fuego Abrasador y voraz, Restos para amarme en paz Del fuego no habrán quedado, Y ¿qué he de hacer, malhadado, Si el fuego arrecia y atiza, Con un galán Don Ceniza Consumido y chamuscado?
13espinela
Miré anillas cortesanas, Vestidas de la librea De aquellas flechas mundanas, Que enastaron a Medea: Vi a la Pentesilea, Clitemnestra y Adriana, Vi la discreta troyana, Brocada, Dafne Penea,
40copla_arte_menor
-Molinera que estás hilando A la vera de tu heredad, Quieres decirme, si lo sabes, Adónde este camino va, Que me basta a desconocerlo De una noche la brevedad.
39sexteto
K e r i m a en vano el nombre de Mudarra Negó á su labio con prudente esfuerzo., A l contar los festejos de la boda, A l referir los lances del torneo ; Pues las locuaces siervas que la asisten, Y la vieja nodriza, repitiendo Las voces que por Córdoba volaban. Despedazaron su oprimido pecho. Esta le ponderaba el entusiasmo De que era el j ó v e n triunfador objeto ; Aquella lamentaba que su origen Tal beldad malograse y tal denuedo Otra, informada de envidioso labio, O de Giafar atenta á los preceptos, Le retrataba con las negras sombras De lástima, de afrenta y de desprecio. La nodriza, con p l á t i c a s difusas, Viejas historias y mohosos cuentos, Todo lo que es antiguo ponderaba, Y mezclando malicias y consejos, Dijo : ' ' A u n no estaba m i semblante arado, " N i convertido en nieve mi cabello, " Pues fué poco después que de los Laras " Las cabezas á Córdoba trajeron 5" "Cuando recien nacido le encontraron En los jardines de Almanzor expuesto : De algún cautivo v i l é infame esclava Fruto infeliz, y maldición del c i e l o ." " L a princesa Zahira en su palacio, Por caridad ó por capricho necio, Le a c o g i ó . . . . Q u é mujer!.... era muy linda, Y compasiva, y generosa, es cierto " P e r o tan r a r a . . . . E n fin en protegerle Cifró todo su afán, todo su e m p e ñ o ; Y en vez de acostumbrarle desde niño A ser humilde, y á servir cual siervo, C r i ó l e con tal pompa y tal regalo, Como si fuera un claro caballero ; Y hasta el momento de morir estuvo De caricias c o l m á n d o l e y de obsequios." " L o c u r a s de mujer!... Y Zaide, Zaide, Ese i n c r é d u l o altivo, satisfecho De sus vanos saberes, del Mudarra Ha sido el consultor, ayo y maestro." " Con un p r i n c i p i o t a l , con tal doctrina, ¿ Q u é se puede esperar de ese mancebo?— Yo e x t r a ñ o que A l m a n z o r . . . . p e r o q u é digo? ¿ Qué se debe e x t r a ñ a r en estos tiempos?..,. " ¡ U n e x p ó s i t o v i l de los donceles, De la flor y esperanza del imperio, Ser c a p i t á n en tan famoso dia ! E n la mesa del rey tener asiento!" " C o n K e r i m a danzar el miserable I ¡ E n competencia entrar en el torneo Con el noble Zeir, con el que aclama Por su señor el tunecino pueblo Así decía, y una esclava j ó v en La i n t e r r u m p i ó con p r o n t i t u d diciendo : " P e r o ganó la banda y la sortija, " Y con aplauso universal el premio. Repúsole la vieja : Cí S í , fortuna, " Mera casualidad Y ¡ á digno objeto " H a b r á la r i c a prenda dedicado ! . . .. " ¡A alguna esclava de Almanzor su d u e ñ o !!!" No pudo mas K e r i m a ; á todas ellas Mando callar con desabrido aspecto, Y mostrando cansancio de escucharlas, Que al punto despejasen su aposento. Apenas sola, hondísimos gemidos Lanzó el volcan de su abismado seno 5 Cruzó su estancia con inciertos pasos 5 Alzó los brazos y l a faz al cielo. D e r r i b ó s e por fin, de fuerzas falta, Sobre un rico a l m o h a d ó n , en gran silencio Sus labios frios, é i n c l i n ó la frente, Hinchado el c o r a z ó n , los ojos secos. De la anciana nodriza las palabras Un mar de confusiones extendieron Ante su vista, de esperanzas dulces E l cuadro engañador oscureciendo. Un expósito v i l , dijo su padre, Y un e x p ó s i t o v i l es en efecto E l que su c o r a z ó n ha sorprendido, Para abrasarle en vergonzoso fuego. Se afrenta de sí misma, y orgullosa, Animada de su alto nacimiento, Abomina el instante desdichado E n que pudo pararse en tal objeto. L l o r a luego, y llorando, en su alma herida L a ternura recobra el dulce imperio ; Pero al pensar que la preciosa banda De una esclava tal vez adorna el cuello, Arde en furor, y jura en altas voces Odio al H u é r f a n o v i l , no ya desprecio, Indignada de haber á tal persona Humillado sus altos pensamientos. Sí, t o m ó su partido, está resuelta-, Y a aborrece á M u d a r r a ; por lo menos Lo imagina : triunfante se figura. M i r a su amor como un delirio necio Mas fatigada de vencer, oprime Su corazón tan angustiado peso. Que anhela respirar el aire puro So l a b ó v e d a inmensa de los cielos. Baja al verjel de su soberbio alcázar^ A buscar en las flores el consuelo, Pensando, s i m p l e c i l l a ! que en las flores Ya á encontrar como siempre su recreo. A h ! no lo encuentra en su j a r d í n cercado, Del que con dos esclavas y en silencio Sale al campo, y se pierde en las florestas, Que de Guadalquivir gozan el riego. Entonces se le acuerda de repente, Que oyó elogiar en el banquete regio Las flores que en l a tumba de Zahira Daban su aroma delicioso al viento. Ve idas desea, y con lijera planta Corre inocente en pos de su deseo. Ignorando q u i é n es de aquellas flores E l piadoso cultor y jardinero. E l sol al occidente descendía, Y á su b r i l l a n t e luz formaba velo ü n celaje sutil de oro y violado, Que templaba su ardor y sus reflejos : Nubes de ardiente grana e n r i q u e c í an E l ancho espacio, vaporoso á trechos, Jazmín y azahares respiraba el aura, Y entre las flores reposaba el viento. E r a una dulce y sosegada tarde De las que en aquel clima y grato suelo Naturaleza ostenta, y con que encanta Las tiernas almas, los sensibles pechos.
18romance_arte_mayor
Mas si estas partes de naturaleza Al humano indagar no se consiente, Del Escorial, y el Pardo la aspereza Me agrade, y Aranjuez el floreciente, El Parque, el Valsain, y Eresma frío, Caudaloso tal vez con llanto mío.
34sexta_rima
Otoño con dos ríos ha dorado el cerco del gigante centinela de piedra y luz, prodigio torreado que en el azul sin mancha se modela.
7serventesio
Cera y cáñamo unió (que no debiera) cien cañas, cuyo bárbaro rüído, de más ecos que unió cáñamo y cera albogues, duramente es repetido. La selva se confunde, el mar se altera, rompe Tritón su caracol torcido, sordo huye el bajel a vela y remo; ¡tal la música es de Polifemo!
2octava_real
ya don Pedro me la daba, y cierto competidor no trató bien de mi honor. Mucho la prudencia alaba
19redondilla
Quedó Zaide en silencio, y en silencio Trémulo, confundido, helado queda También, cubierto de sudor, Mudarra, Y con el alma de terror deshecha. Mas al cabo repúsose, exclamando : " Gracias, cielos, os doy de que la empresa " Guardasteis para estreno al brazo mió " De libertar de monstruo tal la tierra!!! " Zaide !...Zaide !. .¿es posible que los hombres " De tanta atrocidad capaces sean?... " Mas decidme, decidme : ¿el noble Lara Tornó á la vida?"—"Sí; y aun mejor fuera" " Que no tornara, " respondióle Zaide; Y prosiguió diciendo: Las tinieblas "Reinaban de la noche, cuando el triste " E n sí volvió, y atado con cadenas Se halia en medio del campo, y en los hombros De dos esclavos negros, que á gran priesa, Cercado de una escolta silenciosa, De los muros de Córdoba le alejan." " Mas no estaban del todo sus sentidos Despiertos, ni expeditas sus potencias; Y en desorden su mísero cerebro, Ya de impresión ninguna capaz era." u Nada pregunta , nadie le bace caso; Llévanle cual vil fardo j y triste presa Del mental desarreglo, ni aun memoria De lo que acaba de pasar, conserva." " Unas veces tomaba el alimento, Otras lo rechazaba con violencia Ya prorumpe en horrendos alaridos, Ya insensible cadáver ni aun alienta." " Al confín castellano á pocos dias Así llegó, y al punto de él se entregan Armígeros dispuestos de antemano, Que también mudos y con gran presteza," " A un lejano castillo le conducen. Dominio de Velázquez, y le encierran En solitaria torre, al mismo tiempo Que por traidor en Burgos le condenan Veinte crudos inviernos han cercado De nieves, lluvias, tempestades, nieblas La prisión, donde gime el noble Lara, Y aguarda al vengador de su inocencia."— Y qué ! gritó Mudarra : en los cristianos No hay honra, no hay valor, no hay quien emprenda De tan esclarecido caballero, Ya que no la venganza, la defensa? " " Yo volaré á Castilla, y lanza a lanza, A Velázquez, al conde, á cuantos sean De tanto crimen y crueldad culpables, Combatiré cual bueno Tal empresa," " A que el honor y la virtud me llaman, " El cielo mismo acometer me ordena. " Sí, volaré á vengar al noble anciano".... No pudo proseguir, porqué le estrecha Entre los brazos Zaide, que mil besos Le imprime en la mejilla, se la riega Con llanto copiosísimo, y le dice : " Tal es tu obligación, cumple con ella." " Hijo eres tú del desdichado Lara. "Que de ti solo su remedio espera." " Yo su hijo?...granDios!...Zaide!"el mancebo Exclama absorto, helado, y manifiesta Tan grande agitación, que mas no puede Su labio articular; y calla, y tiembla. Respóndele el aciano :"Sí, hijo suyo, <'Y de Zahira."—-A nombre tal se llena La medida del pecho de Mudarra, Casi pierde el sentido, y dice apenas : "Mi leal corazón ya lo sabía— " Madre!.. .ay de mí infelice!.. .madre tierna!".. ''Que destino cruel tan dulce nombre, "Entre tus brazos le negó á mi lengua?'' Su voz ahogóse en lágrimas; y Zaide, Repuesto, prosiguió de esta manera.
18romance_arte_mayor
Vuela, pues, con confianza, vuela al seno paterno de aquel Dios suave y justo, toda munificencia allá en el cielo.
17endecha_real
¡Oh, tú, que duermes en casto lecho, de sinsabores ajeno el pecho, y a los encantos de la hermosura, unes la gracia del corazón: deja el descanso, doncella pura, y oye los ecos de mi canción!
34sexta_rima
HÚMEDA de rocío despierta la campana En los azules cristalinos de la mañana, Y por las viejas sendas van a las sementeras Los tardos labradores, camino de las eras, En tanto que su vuelo alza la cotovía A la luna, espectral en el alba del día.
39sexteto
Es la mujer,ser que adoro rindiendome ante su encanto, y es un lema sacrosanto que el el convivir valoro: tanto monta, monta tanto.
29quintilla
Ahora que los dones no cuestan nada, le he puesto yo a mi burra doña Mariana
22seguidilla