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Despedida de un amigo
Este día enterré a otro de mis amigos .... uno mas a la lista de los fallecidos por hechos de violencia. Todavía no puedo creer lo sucedido, si el viernes estuvimos hablando ... llegó a la Cantata a pedir su americano con splenda y cremora, y yo lo volví a molestar (como siempre lo hice) porque sus amigos de la UCA decía que los machos se toman el café negro, y a él nunca le importo que lo molestaran. El tenía que estar pendiente de su peso para estar dentro de las exigencias físicas de la Fuerza Armada para los pilotos. Casí preparamos nuestra reunión de 15 años de graduados del colegio ese día, pensamos en el menú de cena, cuanto costaría la tarjeta. Hablamos de las cachiporristas q al fin sí van a desfilar (decía él con esa sonrisa q lo caracterizaba). Me contó otra de sus experiencias de soltero ... otra de esas historias que contaba con las que me mataba de la risa.Se fue casi a las 7 de la noche ... "la otra semana te traigo las cotizaciones" ... fue lo último que me dijo.Quince horas despúes ... una llamada ... "Arce dice que les avise q se murió Ricardo Alfaro, el Teniente -como le decías sus amigos de la UCA-. Que???????????????????? no puede ser si ayer en la noche estuve con él. Quise localizar a Arce y no, nunca lo encontré. Pensé que era una broma. Pasé desde las 12 del mediodía en negación ... esto es una broma ... hasta que como a las 6 p.m. llamé a la funeraria de la Fuerza Armada (porq por ser militar si eso era cierto ahí iba a ser la vela). Y la persona que me contestó me dijo: "Ahhh usted me está preguntando por el Capitán Alfaro. Todavía no lo han traído de medicina legal, y por lo que se tardan en prepararlo de seguro hasta mañana va a ser la vela. Llame mas tarde para preguntar si ya lo trajeron". Noooooooooooooo, no puede ser, si yo estuve ayer con él. Si hablamos de nuestra reunión, de las cachiporristas, me conto una de sus historias de soltero, y la otra semana quedó de llevarme las cotizaciones del Círculo Militar .... no, no puede ser.Luego las noticias ..."vecino mata a militar por un conflicto de parqueo." Y no entiendo, un civil armado mata a un militar que no portaba armas. pues Ricardo estaba en la Fuerza Armada por ser piloto no porlas armas. Ricardo era un joven con metas cumplidas y muchas otras ya progamadas, aplicado, con sueños, proyecciones de vida, con capacidad de darse a querer, y me lo demostró viendo a militares llorando en su entierro.Era una persona con un gran potencial, que tenia mucho que aportar, ademas de poseer un gran talento como pintor. Legado q dejo en muchas paredes de casas de personas que apreciaban su arte y en el mismo Auditorium de la Fuerza Aérea.Y entonces, que sentimos? a quien culpamos? Al vecino loco que lo mató? no creo ...Hoy no fueron las maras, no fue la delincuencia juvenil, no fue delincuencia común. HOY FUE EL VECINO. El vecino armado. Una amiga escribió en un medio social "¿Y todavía piensan que es necesario que los ciudadanos honestos estén armados para protegerse de los delincuentes? Las armas solo sirven para matar."Y creo que tiene toda la razón, pero también creo que esto va mucho mas profundo, al interior de cada uno de nosotros, a nuestra tolerancia -o intolerancia- hacia nuestro vecino (amigo, hermano, compañero de trabajo) Hoy no podemos hacer marchas para exigirle al gobierno políticas contra la violencia ... hoy fue el vecino ....... y entonces? que podemos aprender de este suceso, porque siempre debemos aprender algo de los sucesos, aunq sean tristes. Eso lo debemos analizar cada uno de nosotros, yo lo estoy analizando. Porq para mi vida espero que mi amigo Ricardo no haya muerto en vano. Espero q esta experiencia me sirva para cambiar mi trato al prójimo, y ya que fue un hecho que se divulgó hasta en los medios de comunicación, espero que el análisis sea para todos los que vivimos en este país. No puedo decir si para cambiar esa realidad necesitamos clases de moral y cívica en los colegios, o asistir mas a la iglesia (sea cual fuere porque al final Dios es el mismo), o los padres ser menos permisivos y tener mas comunicación y diciplina con sus hijos. Talvez todas ayuden. Pero no importa el camino que cada uno tome, el punto es que hay que hacer algo .... pero YA!!! No el gobierno, no los diputados, no la policía, no los jueces ... nosotros en nuestro interior, en nuestra casa. La mayoria de mis amigos y amigas si tienen hijos, están pequeños y en edad de educarlos y los demás somos potenciales padres y madres.Pues es en nosotros y en ellos donde debemos actuar pero YA!!!!!!!!!!!!Yo no le quiero tener miedo a mi vecino o vecina. Yo me siento segura cuando entro a mi colonia porque creo que estoy en mi zona segura. Espero que la muerte Ricardo Alfaro (un amigo, militar, hijo, piltoto, estudiante de economía, hermano, artista, ex externadista, crítico, soñador), nos ayude a hacernos mejores personas.Me despido de ti con el ruido de esos aviones que no puedo quitar de mi cabeza.
El momento de Caracas
Entre todos los triunfos obtenidos por la alternativa democrática en las elecciones del pasado 23 de noviembre hay uno, el de Antonio Ledezma en la Alcaldía Metropolitana, que además de representar la más fuerte sorpresa recibida por la arrogancia cívico-militar que nos gobierna opera como el premio mayor que redondea lo que podría convertirse, si se actúa correctamente, en el proceso de "recuperación de Caracas para las fuerzas de la esperanza".Ya es una proeza histórica que Carlos Ocariz haya derrotado al chavismo en el municipio Sucre, y Henrique Capriles Radonski en el estado Miranda, y que los sectores democráticos hayan ratificado su presencia en Chacao, El Hatillo y Baruta, pero que Antonio Ledezma lo haya hecho en la Alcaldía Metropolitana abre, sin duda, las puertas para iniciar el proceso de renovación de una de las capitales más degradadas, enfermas y abandonadas a su suerte de toda la América Latina. Se trata de una oportunidad de oro que no podemos perder.¿Por qué tanto entusiasmo? En primer lugar porque la creación de la Alcaldía Metropolitana fue una gran oportunidad para dotar a Caracas del cerebro, el corazón y la visión integral y de futuro de las que -para su infortunio- ha carecido desde hace ya varias décadas.Lamentablemente las únicas dos personas que hasta ahora la han dirigido, los periodistas Alfredo Peña y Juan Barreto, ambos electos con el aval de Hugo Chávez, no entendieron la dignidad del cargo que ocupaban ni la extraordinaria oportunidad que tenían en sus manos de dirigir -como Mockus en Bogotá o Fajardo en Medellín- un generoso proceso de renacimiento de la ciudad que les correspondió gobernar.Hipnotizados por el conflicto político Chávez sí-Chávez no, ambos dilapidaron sus cuatro años de gobierno haciendo obras menores, instalando retratos de sus peculiares rostros en cuanta ambulancia o carro de bomberos echaban a la calle o haciendo jornadas populistas de salud en los barrios pobres. Profundamente confundidos, actuaron como si fueran unos alcaldes más y se desentendieron de las responsabilidades más importantes del alcalde metropolitano: coordinar las energías de la ciudad para que ésta pueda resolver de manera integral sus problemas y dirigir el diseño colectivo de un plan de vuelo -de un itinerario claro- para orientar su futuro. Se dedicaron a remar, cuando en realidad su deber era conducir el esfuerzo colectivo para fijar el rumbo de manera que todos los actores de la ciudad remaran juntos en la misma dirección.Ahora la mesa está servida otra vez. Los nuevos gobernantes, y especialmente el alcalde metropolitano, tienen en el fracaso de los alcaldes chavistas un espejo dónde mirarse, y en los aciertos de Bogotá, Barcelona, Glasgow, Bilbao, Curitiba, Berlín y Quito una muy buena guía.Por lo menos cinco características comunes tienen sus gobiernos exitosos. Una, haber tenido un líder, generalmente un alcalde, que se compromete de manera decisiva con la idea de que la ciudad se puede cambiar y coloca toda su voluntad política al servicio de esa idea. Dos, haber entendido que para hacerlo es indispensable tener una visión integral y de largo plazo sobre el destino de la ciudad, sus vocaciones y la resolución de sus más grandes dificultades. Tres, haber convencido y entusiasmado a la población de que el cambio, empezando por el de cada persona, era posible y que su participación era decisiva. Cuatro, haber hecho una alianza con el mundo académico, intelectual y empresarial para aprovechar al máximo sus conocimientos, técnicas y estrategias, y ponerlas al servicio de la renovación urbana. Y cinco, haber gobernado para toda la ciudad y todos los ciudadanos de manera de hacer cumplir sus derechos, incluyendo el derecho a la ciudad, sin exclusiones de ningún tipo.No va a ser fácil. El centralismo, el presidencialismo y la concentración de poder del proyecto de Hugo Chávez tratarán de impedir el renacimiento de Caracas. Pero no intentarlo o hacerlo mal traería consigo el peor castigo que podamos recibir: el retorno del ruralismo al gobierno de la ciudad. Es el momento de Caracas. Los ciudadanos debemos vigilarlo.(El Nacional, Caracas)
Análisis de las últimas encuestas.
A tres semanas de la elección de diputados a la Asamblea Legislativa, Parlamento Centroamericano y Consejos Municipales, y a menos de ochenta días para le elección de Presidente y Vicepresidente de la República, considero pertinente hacer un análisis de las encuestas presentadas en los últimos seis meses por las diferentes casas encuestadores, centros de educación superior y medios de comunicación. Comenzando con el mes de julio en este mes tres casas encuestadoras presentaron sus respectivas mediciones de opinión pública con respecto a la elección presidencial y vicepresidencial, ellas fueron la mexicana Consultora Mitofsky contratada por la conservadora cadena de televisión Telecorporación Salvadoreña TCS, los periódicos matutinos El Diario de Hoy (ultraconservador) y su casa encuestadora Borge y Asociados, y La Prensa Gráfica con su encuestadora LPG Datos, al efectuar la media a los datos arrojados por las tres encuestas, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN y su candidato el socialdemócrata, Mauricio Funes obtienen un 34.1%, mientras el conservador Alianza Republicana Nacionalista ARENA y su candidato Rodrigo Ávila, logra el 25.8%, una diferencia de 8.3 puntos porcentuales. Es de hacer notar que los tres medios de comunicación, son de línea editorial y pensamiento conservador y en algunos casos ultraconservador. En la medición de agosto, dos casas encuestadoras presentan sus datos, el periódico El Diario de Hoy y la encuestadora estadounidense CID-Gallup a petición del FMLN, al efectuar la media a los datos de ambas encuestas, el partido de izquierda obtiene 38.7% (4.7 puntos más que el mes de julio), mientras el partido de derecha obtiene 30.1% (4.3 puntos mas que en el mes de julio), una diferencia de 8.6 puntos porcentuales entre los dos partidos en el mes de agosto. En el mes de setiembre se presentan tres encuestas, la del periódico conservador matutino El Mundo, la del Centro de Opinión Pública de la Universidad Francisco Gavidia (privada) y la del periódico La Prensa Gráfica, al efectuar la media a las tres encuestas, el partido opositor alcanza los 36.9% (1.8 puntos menos que la medición de agosto), el partido oficialista alcanza una media de 24.0% su punto mas bajo en el semestre (decayendo 6.1 con respecto a la medición de agosto), la diferencia en este mes entre los dos partidos fue de 12.9% a favor del FMLN, la mas alta en los últimos seis meses. En el mes de octubre se efectuaron cinco encuestas, el Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas UCA (católica), los periódicos El diario de Hoy y La Prensa Gráfica, el Centro de Investigación de Opinión Pública Salvadoreña de la Universidad Tecnológica (privada) y la televisora TCS, al efectuar la media sobre los datos arrojados por las cinco encuestas, el FMLN alcanza los 39.5% (2.6 puntos más que el mes de setiembre), mientras que ARENA logra los 31.4% (7.4 puntos mas que el mes de setiembre, es de notar que este mes fue lanzada la candidatura a la vicepresidencia del empresario Arturo Zablah Kuri), la diferencia entre ambos partidos en el mes de octubre fue de 8.1 puntos porcentuales a favor de la izquierda. En el mes de noviembre se publicaron cuatro encuestas, la de la encuestadora mexicana Mendoza Blanco y Asociados a petición de Canal 12 de Televisión, CID Gallup, el periódico El Mundo y la televisora TCS, al efectuar la media de las cuatro encuesta, resulta que el partido socialista logra los 39.8% (0.3 puntos mas que el mes de octubre), mientras que el partido conservador alcanza 30.9% (decayendo 0.5 puntos con respecto a octubre), la diferencia de ambos partidos en noviembre fue de 8.9 puntos porcentuales. En el actual mes de diciembre, se efectuaron siete encuestas, dos de ellas hechas por el periódico La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, la casa encuestadora estadounidense Greenberg Quintan Rosner Research, las Universidades Centroamericana UCA y Francisco Gavidia, y la televisora TCS, al efectuar la media a las siete encuestas, el partido FMLN alcanza el 40.3% el punto mas alto en lo que va de campaña (0.5 más que el mes de noviembre), mientras que el partido ARENA logra los 29.8% ( decayendo 1.1 punto porcentual con respecto al mes de noviembre), la diferencia en el actual diciembre fue de 10.5 puntos a favor del partido progresista. Es de hacer notar que de julio a diciembre, el FMLN y su candidato a la presidencia han subido 6.5 puntos, mientras que el partido ARENA y su candidato han subido 4.1 puntos en el presente semestre. ¿Qué si habrá balotaje o segunda vuelta en abril por no alcanzar ningún partido político el 50% mas un voto que establece la Constitución? Es difícil predecirlo, si se eliminan de las encuestas las personas que respondieron que no irán a votar, porque en una elección solamente cuenta los votos emitidos, y se distribuyen proporcionalmente las personas que se declararon indecisos, es posible que no haya necesidad de segunda vuelta. ¿Qué si influye la campaña sucia o de miedo en la decisión del electorado al emitir el sufragio? En la encuesta de diciembre de la Universidad Francisco Gavidia, al formular esta interrogante, el 80.8% dijo que no modifica su decisión de voto.
La renuncia de Zapatero a la candidatura
(El texto íntegro de la intervención de Zapatero ante el Comité Federal del PSOE) 02/04/2011 "Compañeras y compañeros, celebramos este Comité Federal transcurrido un mes después desde nuestro último encuentro, una vez que se han convocado oficialmente las elecciones autonómicas y municipales y tras una semana nuevamente intensa en la consolidación de nuestra presencia internacional y en la lucha por el fortalecimiento de nuestra economía. En efecto, y como sabéis, el mes de marzo ha estado en buena medida definido por la celebración de dos sesiones del Consejo Europeo destinadas a mejorar la gobernanza de las economías europeas, a establecer un mecanismo permanente de estabilidad financiera en la zona euro, y a adoptar un pacto, el llamado Pacto por el Euro Plus, para reforzar la competitividad de la economía europea, la competitividad de todas y cada una de nuestras economías europeas.Sobre su significado informé al Congreso de los Diputados pormenorizadamente el pasado miércoles, especialmente en lo referido a los ocho compromisos concretos que asumí en el mismo Consejo Europeo del pasado 25 para hacer realidad en España la mejora de nuestra competitividad, la recuperación del empleo, como la gran tarea, la sostenibilidad de nuestras cuentas publicas y la estabilidad de nuestro sector financiero.Son todos ellos la última manifestación de nuestra voluntad tenaz de hacer todo lo necesario para intensificar nuestra capacidad de crecimiento y con ella y ante todo, nuestra capacidad para volver a crear empleo. Es una voluntad que se suma al convencimiento de que sólo lo lograremos si aprendemos todas las lecciones de la crisis, y por tanto, si cambiamos nuestro sistema productivo, si asumimos una vocación reformista, si apostamos por modernizar nuestro país. Esa es nuestra voluntad.Estamos comprometidos con un intenso proceso de modernización de la economía española, el que se requiere para superar la crisis a la que nos hemos tenido que enfrentar. Una crisis que ha producido mucha inseguridad en no pocos conciudadanos de nuestro país, sobretodo los que han perdido su empleo y ahora tarda en encontrarlo y se siente débiles en sus relaciones familiares y sociales, con la tentación de perder la esperanza. También los que han perdido su negocio, levantado y mantenido en muchas ocasiones con gran esfuerzo.Una crisis que ha producido también incertidumbre en ciudadanos que se identifican con nosotros, que nos apoyan, sobre el sentido de nuestra acción de gobierno, y sin embargo, no lo olvidemos ni por un momento, con cada medida económica que aplicamos, con cada iniciativa que impulsamos, con todo lo que hacemos, no pretendemos sino crear las condiciones que favorezcan la recuperación del empleo en nuestro país al tiempo que preservamos nuestra cohesión social.Cuando concluya esta crisis, y sólo concluirá cuando se cree empleo de forma estable, se podrá decir que logramos sentar los fundamentos de un modelo productivo renovado, más competitivo e innovador, más sostenible, para garantizar nuestro bienestar. Y que mientras lo hacíamos, no dejamos de velar por la máxima cohesión social ante la amenaza de una crisis tan dura como la que hemos sufrido.Compañeras y compañeros, los últimos meses han sido todavía muy duros para la acción de gobierno, porque después de pedir esfuerzos extraordinarios a los ciudadanos en un clima de incertidumbre por la inestabilidad financiera en Europa que afectaba a nuestro país, ha continuado la destrucción de empleo aunque fuera a un ritmo claramente menor.Pero lejos de amilanarnos, hemos seguido con las reformas, buscando trabajosamente los apoyos parlamentarios para sacarlos adelante, y hemos logrado recuperar el dialogo social, es verdad que no sólo a nuestro esfuerzo, sino también gracias a la actitud responsable y constructiva de los sindicatos y de la nueva representación de los empresarios.Mucho trabajo, os lo puedo asegurar, y en la dirección adecuada, acabando sus frutos incluso en contextos tan complicados como el de esta crisis. Ya durante 2010 comenzamos a crecer, todavía de una manera lenta, pero más de lo que vaticinaban todas las previsiones, Y ahora ante la crisis en Portugal y el encarecimiento de su deuda soberana, la financiación exterior de España lejos de encarecerse sigue bajando y ello sólo se explica por la confianza creciente que fuera y dentro de España inspira este arduo y esforzado proceso de reformas que estamos llevando a cabo.Recuperada la estabilidad y asegurada la continuidad de la recuperación, el siguiente paso de este proceso es en buena lógica la intensificación del crecimiento y con él, al fin, la creación de empleo. No va ser fácil y tampoco rápido, pero para llegar ahí y para hacerlo cuanto antes, no vamos a bajar la guardia, vamos a completar la tarea en estos próximos doce meses de legislatura.Vamos a aplicar las reformas aprobadas, a culminar las que están en marcha, -y algunas de ellas necesitan de la definitiva aprobación parlamentaria-, y a impulsar todas las nuevas que hemos comprometido, como las incluidas en el Pacto por el Euro, a las que me he referido y que se irán aprobando en los sucesivos Consejos de Ministros.Durante estos últimos quince meses, desde que presenté la Estrategia de economía sostenible en el Parlamento, hemos realizado ajustes (algunos extraordinarios, pidiendo un esfuerzo especial a algunos colectivos de ciudadanos, a los que quiero dar las gracias de nuevo por su solidaridad), ajustes y reformas.Hemos hecho los ajustes imprescindibles, con el máximo sentido de la equidad y dejando a salvo las grandes políticas sociales y casi todos los avances de nuestra primera Legislatura. Lo hemos logrado a pesar del extraordinario esfuerzo de austeridad que estamos llevando a cabo. Ajustes, por tanto, los imprescindibles, para asegurar el cumplimiento del objetivo de déficit; y que en su gran mayoría están ya encauzados. Las previsiones, afortunadamente, se van cumpliendo.Ajustes, los imprescindibles, y reformas todas las necesarias para que nuestra economía sea más competitiva. Porque sólo así estaremos en condiciones de seguir reforzando nuestro Estado del bienestar, que es la gran aspiración de nuestro proyecto político.Las reformas están en el adn de los socialistas españoles, y por eso hemos sido partido de gobierno, con diferencia, más tiempo que ninguna otra formación política en el período democrático. Un período, no lo olvidemos, en el que hemos sabido vencer los momentos difíciles como el actual, hasta ser capaces, como sociedad, como país, de dar un salto verdaderamente histórico en nuestras aspiraciones.Ahora, necesitamos las reformas para acelerar el cambio de modelo productivo; las necesitamos para incrementar la competitividad, la eficiencia de la economía española, del sector público y del privado, y el objetivo político que perseguimos con ellas es, insisto, mantener intacta nuestra ambición por enriquecer el Estado social, la educación, la sanidad, la igualdad de oportunidades, la protección de los más desfavorecidos, el equilibrio y la cohesión en nuestro país.Compañeras y compañeros. Hemos podido cometer errores. Pero hemos dado la cara en todo momento -no recuerdo ya cuantas veces he comparecido en el Parlamento, como dice nuestro portavoz, José Antonio Alonso, nos estamos dejando la piel en la batalla diaria contra la crisis, estamos en el camino adecuado. En el diagnóstico de lo que hay que hacer para sentar las bases de una nueva etapa de crecimiento duradero y sin habernos dejado por el camino, no sólo los servicios básicos del Estado del bienestar, sino incluso la mayoría de las conquistas más recientes, como el Sistema de Atención a la Dependencia tan querido por todos nosotros.Lo hemos hecho hasta ahora y lo seguiremos haciendo así hasta el final de la legislatura. Tenemos claro el programa de acción para lo que queda de legislatura. Son decisiones que afectan a la Economía, como la reforma de los servicios profesionales, la reforma aeroportuaria, la sostenibilidad urbana, la ordenación de las telecomunicaciones, la culminación del proceso de reestructuración de las cajas de ahorros, la flexibilización de horarios comerciales en determinadas zonas turísticas, o el afloramiento del empleo sumergido.Decisiones que mejorarán el funcionamiento de la Justicia, como la regulación de la mediación y el arbitraje o la agilización de su funcionamiento, o la implantación definitiva de la nueva oficina judicial. Decisiones que modernizarán las administraciones, como un nuevo programa de reducción de cargas administrativas, o la implantación del silencio positivo como nueva y radical pauta de comportamiento ante los ciudadanos, o la supresión de una parte de las licencias a que hoy se ven sometidas las iniciativas emprendedoras de muchos de ellos, o el nuevo elemento para asegurar la estabilidad de nuestras cuentas públicas que será la nueva regla de gasto para el conjunto de las administraciones.Decisiones que supondrán una revisión a fondo de nuestro sistema de Formación Profesional para desarrollar todo el potencial de las nuevas políticas activas de empleo y también de nuestro sistema de Ciencia e Innovación para aplicar la nueva ley.Decisiones que afectarán al Bienestar Social, como la universalización de la asistencia sanitaria, o la integración de los trabajadores agrarios en el sistema general de la seguridad social. Decisiones que culminarán el Diálogo Social, de máxima trascendencia, como la reforma de la negociación colectiva, confiando en el acuerdo al que han de llegar empresarios y sindicatos.Decisiones que mejorarán la actividad de las empresas al afectar a la eficiencia y el ahorro energético y a su internacionalización. Decisiones que incrementarán los derechos de los ciudadanos, como la Ley de igualdad de Trato o la Ley de muerte digna.Decisiones, en fin, destinadas a incrementar la estabilidad de la economía y la confianza en ella como, serán la preparación y aprobación de los Presupuestos Generales para 2012 para lo que ya hemos iniciado los contactos al objeto de contar con los apoyos necesarios.Es una tarea ambiciosa. Un programa realista, porque sé que seremos capaces de llevarlo a cabo. Y es también un programa de decisiones que no puede esperar y que hay que culminar ya. Sé que el Gobierno podrá hacerlo y sé que contaré con vuestro apoyo. Lo haré, eso sí, actuando con la autonomía con que debo actuar como presidente del gobierno, como presidente que soy de todos los ciudadanos.Queridos compañeros y queridas compañeras. Porque sé que seguiré contando con esta autonomía y con vuestra confianza para ejercerla, creo que hoy puedo abordar con tranquilidad y con normalidad la expectativa abierta sobre mi posición en relación con la candidatura a las elecciones generales.Y lo voy a hacer donde siempre pensé que debía. Aquí. Ante vosotros. Ante el órgano de nuestro partido soberano entre congresos.Cuando fui elegido presidente del gobierno en 2004 pensaba que dos legislaturas era el periodo razonable al que podía aspirar para estar al frente de los destinos del país. Dos legislaturas. Ocho años. No más. Pensaba que era los más conveniente, no ya para nuestra formación política, a la que me unen unos vínculos emocionales que no hace falta que os recuerde hoy aquí, sino también para el país, para el país que, desde mi propia visión de liderazgo democrático, le convienen dos periodos al frente de los destinos de España. Permitidme que añada que también pensaba que sería lo más conveniente para mi familia.Esa era mi convicción hace siete años y los años han pasado y en los más recientes nos ha tocado luchar desde el gobierno y a mí, como es mi obligación, en primera línea frente a una crisis económica tan intensa y tan compleja como la que aún estamos combatiendo. De modo que, después de este tiempo, mi forma de pensar no ha hecho sino afianzarse en mi ánimo.Lo que es una convicción se convirtió en una determinación personal, en una decisión firme y esta es la decisión que hoy os traslado y hago pública: no voy a ser candidato en las próximas elecciones generales.Gracias por vuestro respeto y por vuestro afecto. Ahora quiero explicaros por qué he decidido hacer público en este momento mi voluntad. Para determinar el momento del anuncio no hay, como bien sabemos en nuestra historia democrática, precedentes indiscutibles o simplemente consolidados. Solo cuento para esta tarea con la guía de la responsabilidad personal con el país. Con mi país y con el partido, con mi partido.Una responsabilidad rigurosamente intransferible de cuyo ejercicio me considero obligado a dar cuenta, a motivar ante vosotros y ante todos los ciudadanos. El razonamiento que me ha llevado a hacer el anuncio hoy es el siguiente:Queda un año para las elecciones generales. Un plazo que me ha parecido razonable para hacer pública mi decisión, para clarificarla formalmente ante el partido y la propia sociedad española. Es un plazo que nos permite, que nos debería permitir asumir con naturalidad y con responsabilidad, ahora ya colectiva como organización, la puesta en marcha más conveniente en cuanto al tiempo de los procedimientos que fijan los estatutos de nuestro partido para elegir a la persona que encabece nuestras listas en marzo de 2012. Y para que ella pueda, a su vez, después de ser elegida, disponer de tiempo suficiente para forjar un proyecto político para el nuevo periodo y también para explicárselo a los ciudadanos.El mecanismo del dedazo simplifica mucho las cosas, pero no es el nuestro ni el de la mayoría de la sociedad española, que no entiende, con razón, que los liderazgos democráticos puedan gestarse a través de otros procedimientos, Y nadie podía esperar de mí una actitud distinta. Por otra parte, nunca estuvo en mi ánimo apurar hasta el final, ni prolongar innecesariamente la especulación sobre mi candidatura. Lo he vuelto a meditar durante las últimas semanas. He escuchado unos u otros argumentos sobre la oportunidad de hacerlo antes o después. Seguro que no es fácil acertar, que es una cuestión opinable y habrá opiniones para todos los gustos.Finalmente he creído que lo mejor era hacerlo ahora, también para poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre que nos podía acabar distrayendo de nuestra tarea principal que es desarrollar las reformas, consolidar la recuperación económica y abrir el tiempo de la creación de empleo y, por supuesto, el reto electoral que tenemos ante el 22 de mayo.Ahora vamos a seguir respetando los tiempos y los procedimientos y os pido a todos que lo hagamos. Nuestra fortaleza como partido reside precisamente en esos procedimientos, los establecidos en nuestros estatutos y en que los activemos cuando corresponda. Estoy seguro de que si lo hacemos así estaremos en condiciones de ofrecer la mejor candidatura posible a la sociedad para el nuevo período político en representación del Partido Socialista.Queda un año de legislatura. Por delante unas elecciones autonómicas y locales y una intensa actividad de gobierno en un periodo trascendente para nuestro país.Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.Podemos sentirnos, pues, satisfechos y hasta orgullosos de que nuestros procedimientos sean los que son, democráticos. Orgullosos, pero, a la vez, plenamente consecuentes con lo que implican. Y lo que implican es: pleno respeto y actitud leal con los tiempos; pleno respeto y actitud leal con el hecho mismo de la concurrencia de una diversidad de candidaturas, si se produce, y pleno respeto y actitud leal, por supuesto, con los resultados. Y pleno respeto y actitud leal por parte del ganador, lo cual tiene una traducción muy clara, a mi juicio, y en su momento traté de ser consecuente con ella: voluntad integradora. Voluntad integradora para sumar, para valerse de todos como mejor forma de servir a nuestros partido y a los ideales que defendemos.Si actuamos así, y yo me siento responsable como vuestro Secretario General que así sea, sacaremos fuerzas de la democracia para ser más fuertes que nadie en democracia.También estoy seguro de que nuestras posibilidades de revalidar la confianza mayoritaria de los ciudadanos para este nuevo periodo dependerán, en buena medida, de que ahora sigamos centrándonos en el trabajo que estamos haciendo por nuestro país. Desde el Gobierno de España, en primer lugar, pero también desde las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que gobernamos y desde los que podamos hacer después de las próximas elecciones.Quiero expresarme sobre este punto con la misma claridad que he tratado de hacerlo hasta ahora. Voy a ejercer mi responsabilidad como Presidente del Gobierno hasta el final de la legislatura, hasta el último día y lo voy a hacer como hasta ahora: cumpliendo con los compromisos que asumí en el Parlamento ante los representantes de todos los ciudadanos. Desde el discurso de investidura hasta las sucesivas comparecencias que hemos tenido en el Congreso en la lucha contra la crisis.Compañeros y compañeras. Ahora el partido se va a volcar, se debe volcar en las elecciones autonómicas y municipales. En ambas está en juego el día a día de nuestro estado social, el rigor en la gestión de las cuentas públicas, la sensibilidad de los servicios públicos y sus destinatarios y, además, la búsqueda de la cooperación entre administraciones para alcanzar la prestación más eficiente posible de esos servicios. Si os fijáis, esto es tanto como describir las cualidades políticas de los socialistas.Son elecciones, pues, en las que debemos ir de cara al encuentro de los ciudadanos y a debatir con nuestros adversarios. Me alegro de que hayáis hecho esta oferta de debates de todos nuestros candidatos.Estas son elecciones autonómicas y municipales y sería absurdo tratar de pervertir su significado, porque los ciudadanos saber perfectamente lo que votan el 22 de mayo. Pero sí quiero pediros que recordéis siempre a los ciudadanos que, ante la crisis, ha habido dos actitudes bien diferenciadas en nuestro país. El PP tomó una opción: apostar todo a que la crisis acabaría derrotando al Gobierno.He sido líder de la oposición durante cuatro años y siempre traté de evitar que las opciones políticas de mi partido dependieran que a mi país le fueran mal las cosas para que así le fuera mal al Gobierno y por este solo hecho se incrementaran nuestras posibilidades electorales.Quiero, por todo ello, pediros que en los debates que mantengáis, si se suscitan cuestiones de política general, aprovechéis la oportunidad para explicar lo que hacemos desde el Gobierno de España, el sentido de nuestras medidas, el significado de las reformas, nuestra preocupación por la cohesión social, la distinta actitud ante la crisis de unos y de otros. Que lo hagáis mostrando con humildad nuestra preocupación porque lleguen cuanto antes el empleo, los resultados del esfuerzo que estamos haciendo, pero también con la defensa de cómo estamos librando la batalla los socialistas ante una crisis tan dura y compleja como la que aún sufrimos.Compañeras y compañeros, a trabajar; el Gobierno a gobernar; los candidatos a defender su programa, el partido a apoyar a los candidatos y las reformas. Vamos a demostrar, una vez más, quiénes somos y cómo somos. Somos un proyecto profundamente enraizado en la sociedad española, en los trabajadores, en los que no tienen de todo, en las mujeres y los hombres que aspiran a la igualdad. Somos una formación política histórica y cargada de futuro. Una formación democrática que ama la libertad interna y el coraje. Una formación en la que nos reconocemos porque nos llamamos compañeros.Eso, compañeros, muchas gracias"(El País/Madrid)
Procurador a la medida. De Erika Saldaña
Publicado en EL DIARIO DE HOY, 23 septiembre 2019Los diputados de la Asamblea Legislativa se niegan a cumplir con sus obligaciones. La última afectada es la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), entidad encargada de velar por el respeto de los derechos humanos, investigar denuncias en caso de violaciones a estos y asistir a las presuntas víctimas. El 21 de septiembre finalizó el periodo de Raquel de Guevara como titular de la entidad. Otra vez, una institución estatal tan importante queda acéfala y la Asamblea Legislativa incumple con su deber de elegir funcionarios en tiempo.Y algo que resulta preocupante es que los diputados quieran elegir un procurador a la medida de sus intereses, creencias o prejuicios. El pasado jueves, el presidente de la Asamblea Legislativa manifestó —según lo reportó LPG— que “buscan a alguien que respete la vida, que esté en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo y que no quiera encarcelar a los involucrados en hechos de la guerra”. Luego aclaró su postura y manifestó que buscan un funcionario que cumpla con la Constitución y las leyes. Sin embargo, las dudas que dejó con su pronunciamiento inicial aún siguen vivas.Después de tantas ocasiones que se ha mandado a los diputados a repetir la plana en este tipo de procesos, cuando se han declarado inconstitucionales las elecciones de funcionarios, y después de los ríos de tinta que se han escrito por parte de medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil nacionales y organismos internacionales, la Asamblea Legislativa sigue sin entender.La Sala de lo Constitucional ha emitido más de una docena de sentencias en las que se establece la importancia de las instituciones que crea la Constitución, como la Corte Suprema de Justicia, la Corte de Cuentas, Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General y la PDDH, entre otras; además, los requisitos que deben reunir las personas que optan a dirigir estas instituciones y el procedimiento que debe cumplirse para la elección. Resulta increíble que la Asamblea Legislativa se niegue a cumplir sus funciones conforme a lo establecido por la jurisprudencia constitucional, pues se resisten a realizar procesos de elección de funcionarios transparentes y objetivos.Por otro lado, está el tipo de procurador que quieren elegir. La Sala de lo Constitucional, en la sentencia referencia 8-97, expuso que ningún funcionario tiene potestades para impedir el ejercicio de derechos fundamentales a partir de su particular visión de la “moralidad”. Cada quien tiene derecho a tener su propia visión del mundo. Pero los valores, creencias y prejuicios pertenecen al fuero interno de cada persona y no pueden ser extrapolados a la función pública cuyo fin primordial es la defensa de la Constitución y de los derechos de todos los ciudadanos. La Asamblea debe tener claro que su obligación es elegir a funcionarios competentes y probos, no activistas en ningún tema. Debe elegir un procurador que defienda los derechos humanos de todos, no a la medida de sus intereses.En una república hay una base de valores constitucionales que todos debemos cumplir y respetar: justicia, libertad, igualdad, dignidad humana, bien común y seguridad jurídica. Las apreciaciones o preferencias subjetivas no pueden ser impuestas a toda la población, pues se cae en el riesgo de cometer arbitrariedades y violentar la pluralidad de pensamiento, uno de los principios fundamentales en una democracia.Los diputados en la Asamblea Legislativa ya deberían tomarse en serio la elección de funcionarios que se encuentra a su cargo. El detalle de requisitos que deben cumplir y los procedimientos que deben desarrollarse ya está escrito. Solo falta voluntad política de cumplir con la Constitución, eligiendo funcionarios competentes y probos para desempeñar los cargos. No ocupen el tema de elección de funcionarios solo para promesas en la campaña electoral.
Los cinco partidos: 3 anti-chavistas y 2 chavistas- El mejor análisis disponible sobre la realidad venezolana
Cuando hablamos de partidos políticos hay dos posibilidades. O nos referimos a las organizaciones nominales, por muy insignificantes que sean, o a las “partes” en las cuales se encuentra dividido el espectro político. No siempre, ni siquiera en las democracias avanzadas, lo uno coincide con lo otro.En los EE.UU., por ejemplo, hay demócratas más conservadores que los republicanos; y viceversa. En Alemania hay socialcristianos más sociales que los socialistas; y así sucesivamente. Hay países en que las partes son más que los partidos y otros en los cuales los partidos son más que las partes. En el caso de Venezuela las partes son evidentemente menos que los partidos inscritos. ¿Cuántos partidos-partes hay en Venezuela? Ese es el tema que tratará de dilucidar este texto.En Venezuela hay aparentemente solo dos partidos-partes: El chavismo y el antichavismo. Partiendo de esa premisa casi todos los comentaristas nos hablan de una sociedad altamente polarizada. Pero, como suele suceder, las apariencias engañan. La verdad es otra: en Venezuela no hay ninguna organización o persona que durante un periodo no electoral esté en condiciones de representar a esas dos supuestas partes. La razón es obvia pero no visible: en ese país hay dos frentes, pero hay más de dos partes políticas.Alguna vez habrá que llegar a la conclusión de que la política de Venezuela no sólo está dividida, lo que es normal, sino, además, fragmentada, lo que es aún más normalLos dos partidos “chavistas”. Las partes chavistas aparecen bajo la luz pública más unidas que las no chavistas, lo que no debe extrañar: Están ligadas por un destino común, a saber, el gobierno que comparten. No obstante, las diferencias entre esas partes son cada vez más visibles pues tienen que ver con la propia composición orgánica del chavismo.El chavismo, hay que comenzar diciendo, nunca fue un todo unitario. Por el contrario, siempre ha sido una hidra de por lo menos dos cabezas representadas en dos partidos-partes a las que llamaremos de modo provisorio la parte militarista tradicional y la parte ideológica-castrista. Sobra decir que cada una de esas partes supone ser depositaria de “el verdadero chavismo”.Ambos partidos-partes son, por cierto, militaristas. Pero se trata de dos militarismos diferentes: el primero corresponde con ese militarismo latinoamericano formado en el siglo XX (cuartelero, golpista). El segundo es el militarismo de tipo castrista de acuerdo al cual el Ejército se encuentra controlado por una clase (nomenklatura) burocrática e ideológica representada por un partido-Estado, tal como sucede en Cuba y Corea del Norte. O dicho así: una parte supone que el Estado debe estar sometido al Ejército y la otra, que el Ejército debe estar sometido al Estado, siempre y cuando, por supuesto, ese sea el Estado chavista. Y bien, por decisión de Chávez tomada “casualmente” en La Habana poco antes de irse de este mundo, la parte-castrista se hizo del poder representativo a través de Maduro.Desde el punto de vista constitucional a quien correspondía ejercer transitoriamente las funciones de mandatario era al presidente de la Asamblea Nacional, el militarista-tradicional (y ex-golpista) Diosdado Cabello. Pero, como suele suceder, los chavistas se pasaron la Constitución por el “paltó” (Chávez dixit). La decisión de Chávez era para ellos sagrada y por lo mismo situada por sobre la Constitución y las Leyes.Ahora bien, Chávez, en tanto militar tradicional y en tanto militar castrista, fungía como eje de integración entre esos dos partidos de su movimiento. Y esa integración, como ocurre en política, solo podía realizarse de modo simbólico, es decir, Chávez, si quería mantener unido a esos dos partidos, debería hacerlo a través de una representación de tipo populista. Y bien, ese tipo de integración se fue con Chávez y no regresó con Maduro. Con Maduro no se acabó el chavismo pero sí el populismo chavista.Maduro es un genuino representante de la fracción castrista del movimiento chavista pero no lo es de todo el movimiento. Por supuesto, intenta serlo. Por ejemplo, imita el lenguaje de Chávez hasta el absurdo, o usa camisas con botones y jinetas que simulan las charreteras del militar que nunca fue. Pero lo que a ningún buen observador escapa, es que la parte nacional-militarista no se contenta bajo Maduro con el rol subalterno que ocupó durante Chávez e intenta obtener cada vez una mayor cuota de representación. En gran medida ya la ha obtenido a través de la llamada Junta Cívica Militar.La Junta Cívica Militar es una instancia colegiada –anti-constitucional, por supuesto– destinada a coordinar a los dos partidos chavistas en el poder. O dicho de modo taxativo: En Venezuela existe una “dualidad de poderes”, pero al interior del Estado.A un lado el poder castrista, cuya cabeza visible es Maduro. Al otro, el poder militar tradicional, cuya cabeza visible es por el momento Diosdado Cabello. Este último, además, ha terminado por militarizar a la propia Asamblea Nacional, donde abusando de una mayoría nominal pero no real, hace y deshace como si él fuera un general y sus diputados un batallón de guerra. Pero ese es solo un signo. El hecho objetivo es que el poder militar-tradicional ha copado a una parte no pequeña del aparato estatal.Bajo la luz de estos enunciados es posible entender entonces por qué Maduro se refiere siempre al peligro de un golpe de Estado. Si hay un golpe, éste nunca podrá provenir de la oposición porque la oposición es civil. Si hay un golpe, éste solo puede provenir del partido militar tradicional del chavismo. Esa es la razón por la cual Henrique Capriles ha reiterado: “Lo peor que puede suceder en Venezuela es un golpe de Estado”.¿Cómo ha intentado Maduro conjurar la amenaza de un golpe interno? Hasta el momento del diálogo del 10 de Abril su estrategia fue la de ponerse el mismo a la cabeza de lo que algunos venezolanos llaman “golpe con cuentagotas”, eso es, respondiendo a las protestas estudiantiles con una feroz represión (ya van 41 muertos), enviando a prisión a líderes adversos, insultando sin descanso, destituyendo alcaldes elegidos por mayoría popular y –subordinándose al capitán Cabello– acatando la destitución ilegal de la diputada más votada del país, María Corina Machado.En el marco de esa errática y –de acuerdo a sus propios intereses– errónea estrategia de Maduro, los grandes ganadores han sido los seguidores del partido militar. Por de pronto militares y para-militares se han adueñado de las calles. Hay estados como el de Táchira que parecen zonas ocupadas por un ejército invasor. De una u otra manera, el capitán Cabello se ha apoderado de espacios considerables del gobierno. Todo ello ha contribuido a la descapitalización política del partido (castrista) de Maduro. El apoyo internacional, a su vez, ya no luce tan sólido como antes. Incluso los aliados de UNASUR han impulsado a Maduro a buscar salidas políticas y no militares.La disposición de Maduro para aceptar un debate público con una parte de la oposición obedece –en parte y sin duda– a la presión incansable de las demostraciones estudiantiles. Pero también –hay que decirlo– obedece a la presión internacional y probablemente a la de personeros del propio PSUV. Solamente así nos podemos explicar por qué cada vez que Maduro y los suyos han enviado señales a la oposición, ha aparecido de inmediato Cabello con acciones y palabras destinadas a destruir cualquiera posibilidad de diálogo.Desde el punto de vista de su partido interno, Cabello actúa con suma eficacia. La re-politización del conflicto amenazaría la posibilidad de que la dualidad de poder al interior del Estado se resuelva a favor del partido militar-tradicional. O dicho de otra manera: Cabello solamente puede fortalecer sus posiciones internas en el marco de la más extrema polarización. Como adujo Ismael García: “Diosdado Cabello es nocivo para la paz en Venezuela porque representa lo peor y más violento del gobierno de Maduro”.Y bien; este es el contexto en el cual deberemos entender la aparentemente insólita ¡y pública! recomendación del ex-presidente brasileño Lula, a Maduro: la de que trabaje para formar una coalición de gobierno con el sector más “moderado” de la oposición. Y como Lula no es un recién llegado a la política, sino uno de los más experimentados políticos de la región y además, buen conocedor de la política venezolana, debemos leer lo que él dijo con atención.Primero, Lula dijo “trabajar”. Con ello ha señalado que un gobierno de coalición entre Maduro y la oposición no lo ve como alternativa inmediata, sino como salida “centrista” a mediano o largo plazo, esto es, como el resultado objetivo de dos fuerzas que han terminado por agotar sus medios de lucha sin que ninguna pueda declararse vencedora sobre la otra.Segundo, “trabajar” significa para Lula –al fin, un buen maquiavélico– dividir a la oposición en dos fracciones irreconciliables.Tercero, y este es el punto más decisivo, “trabajar” significa para el zorro paulista distanciar al gobierno de sus fracciones más extremas, violentas y militaristas, las que en ningún caso aceptarían una coalición con ningún representante de la oposición. En otras palabras, significaría separar a la figura del capitán Cabello de cualquier lugar decisivo de gobierno, algo que por lo demás ya intentó, pero sin éxito, Hugo Chávez. A estas alturas, Lula debe ser para Cabello un enemigo muy peligroso.Así nos explicamos por qué durante el debate público del 10-4, cuando Capriles hablaba, Cabello se dedicó, como si fuera estudiante travieso, a enviar tweets a los suyos bajo el epíteto “el asesino Capriles”. Evidentemente, Cabello intenta dinamitar, no a Capriles, sino a la posibilidad de la apertura de Maduro hacia un sector de la oposición. Fácil es entender entonces por qué la oposición en su conjunto, comprendiendo el juego que se trae consigo el capitán, ha decidido señalar a Cabello como el principal enemigo de la democracia venezolana. Razones sobran. Un verdadero entendimiento político deberá pasar por la marginación política de Cabello.Eso probablemente lo sabe Cabello. Y se las va a jugar para que la propuesta de Lula no ocurra jamás. Sus cartas no son tan malas: tiene aliados directos dentro del chavismo castrista e indirectos -minoritarios por cierto, pero los tiene- en la propia oposición. Afirmación que lleva inevitablemente a analizar el campo de la oposición donde, al igual que en el chavista nos encontramos con dos partidos-partes.Los dos “partidos” de la oposición. Como en el caso del campo chavista, los dos partidos-partes de la oposición serán designados con denominaciones provisorias. A uno lo llamaré, en alusión a la consigna central que dio origen a las movilizaciones de 2014, como “el partido de la salida”. Al otro, de acuerdo al tronco que lo une (MUD) como “el partido de la unidad”.El “partido de la salida” existía en estado latente al interior de la oposición. Pero desde Febrero de 2014, a partir del llamado convocado por el trío López/Machado/Ledezma, comenzó a existir de modo manifiesto, como rama desprendida del conjunto de la oposición.Al no ser explicada en su real sentido (la verdad es que todavía nadie la ha explicado) dicha “salida” fue entendida por el gobierno como un llamado directo a la insurrección y, para los sectores “cabellistas”, como oportunidad para sustituir la demarcatoria política por una militar. Además, ese llamado fue realizado sin consultar a la que había sido la conducción de la oposición. Por si fuera poco fue hecho en un momento en que el conjunto de la oposición estaba reponiéndose de una contienda electoral alcaldicia en la cual habiendo alcanzado una alta votación, no había logrado su objetivo estratégico, a saber, una mayoría absoluta de tipo plebiscitaria.El mismo Capriles se vio sorprendido por el repentino llamado a la “salida” al que al comienzo calificó como una maniobra hecha a sus espaldas. Si así fue, resulta evidente que los “salidistas” no solo intentaban un cambio de orientación, sino también un relevo en el liderazgo de la oposición pasando, por supuesto, por una ruptura con la MUD a la que muchos de ellos consideran un organismo burocrático puramente electoral.Afortunadamente los estudiantes, más cerca de la realidad que el trío convocatorio originario, entendieron a “la salida” como un “salir” a las calles a protestar por diferentes motivos, los que en Venezuela sobran.Con el tiempo el sentido de la consigna originaria se fue diluyendo hasta el punto de que hoy casi nadie, ni siquiera “el salidismo”, habla de “la salida”. Las tareas que plantean las protestas en la calle han pasado a ser más reales y concretas: entre otras, disolución de los grupos de choque para-militares, liberación de los presos políticos, independencia de los poderes públicos.La movilización callejera, a pesar de la virulencia con que ha sido combatida desde el gobierno, ha ido tomando un sentido que –para emplear una terminología clásica– es más reformista que revolucionario. O para decirlo en los términos de Luis Vicente León, para la gran mayoría de los opositores no se trata de un cambio de gobierno sino de un cambio en el gobierno. Eso quiere decir, limar las uñas más agresivas de los dos militarismos que conforman el régimen.Como es posible observar, el movimiento de protesta venezolano se encuentra bifurcado en las dos líneas que han marcado a todos los grandes movimientos políticos desde que en Francia los jacobinos se impusieron a los girondinos, en Rusia los bolcheviques a los mencheviques y en Europa occidental los socialdemócratas a los comunistas. El antagonismo entre moderados y radicales, si no es una ley, pareciera ser una constante de la historia. A veces se imponen unos; a veces se imponen otros.Como suele suceder, el radicalismo de “la salida” sigue una línea más épica que política. Sus dos líderes, Leopoldo López y Corina Machado, han asumido la lucha con una pasión que linda con el heroísmo. En honor a ambos hay que consignar que ninguno ha hecho jamás una apología de la violencia. Por el contrario, los dos han acentuado el carácter pacífico y constitucional del levantamiento al que han convocado.De la misma manera, ni López ni Machado se han pronunciado en contra de las elecciones. No podrían hacerlo puesto que, aún si hablamos de la “salida” –sea un referendo revocatorio, una asamblea constituyente, o un adelantamiento de comicios- esta tendría que ser electoral. Esa es la razón por la cual, si hemos de creer en las últimas encuestas, aunque la mayoría de las personas consultadas ven en el “reformista” Henrique Capriles el líder indiscutido, también la mayoría considera la prisión de Leopoldo López y la destitución de Corina Machado como injusticias de enormes dimensiones.A la represión desatada por Cabello/Maduro le han salido casi todos los tiros por la culata. De ahí que Maduro, en contra de Cabello, ha optado por pensar la recomendación de Lula y de sus amigos continentales. En ese sentido el debate-diálogo no es una táctica de Maduro, en ningún caso una concesión ni mucho menos un obsequio. Maduro –hay que decirlo de una vez– ha sido obligado a dialogar. Obligado incluso –sutil paradoja de la historia– por aquellos sectores de la oposición que más se oponen al dialogo.En peligrosa consonancia con el partido del capitán Cabello, algunos “salidistas” han levantado una política anti-diálogo. Su argumento principal es que se trata de un circo destinado a lavar la cara del gobierno. Pero, aunque fuera así, un lavado de cara significaría un cambio civilizatorio en la política de gobierno, un cambio que solo puede favorecer al conjunto de la oposición.Henrique Capriles y Henri Falcón, siempre cautelosos, han señalado no ver contradicción entre protesta y diálogo. Tal vez les faltó decir que un verdadero diálogo solo puede resultar de las protestas. Un diálogo sin protestas sería caer en el colaboracionismo. Protestas sin diálogo llevan en cambio a un callejón sin salida. La dialéctica protesta-diálogo es la que mejor se adecua a las circunstancias políticas por las cuales atraviesa Venezuela. Renunciar al diálogo (o debate) significaría renunciar a buscar salidas (sí; escribo salidas) políticas a las protestas.Capriles y la gente de la MUD, es decir, los miembros del partido unitario, saben con toda seguridad que no dialogan con interlocutores muy democráticos. A pesar de que no obedece a la línea militarista “clásica” de Cabello, el partido de Maduro es castrista, es decir, antidemocrático por definición. Tanto Maduro como la gente que lo rodea imaginan que no están ahí para realizar un buen gobierno, sino para cumplir una misión sagrada asignada por la historia. Están convencidos, además, de que toda la oposición está formada por agentes del imperio. Pero aún así, ha habido ocasiones en la historia en las cuales el instinto de supervivencia ha predominado por sobre cualquiera ideología. Acerca de ese punto vale la pena intentar una breve digresión.Ha habido dictaduras mucho más sólidas que la del gobierno de Maduro quien se ha visto en la necesidad, no por él buscada, de abrirse y contemporizar con sus enemigos. Vale la pena recordar que aún la dictadura franquista de sus últimos tiempos experimentó grietas que llevarían a la transición.Adolfo Suárez no nació al día siguiente de la muerte de Franco. Mientras Franco agonizaba, Suárez llevaba a cabo conversaciones (diálogos) con sectores de la oposición. Incluso, fracciones del Opus Dei, partidarias del ingreso de España a la Europa moderna, habían logrado ya neutralizar a la eminencia gris de Franco, el terrible Carrero Blanco, antes de que éste fuera ejecutado por la ETA.Del mismo modo, una de las dictaduras más terribles que ha asolado Latinoamérica, me refiero a la de Pinochet en Chile, se vio obligada a bajar sus niveles de represión cuando aparecieron síntomas de desgaste. A la hora del plebiscito la gran mayoría de la clase política exiliada había regresado al país. Una parte de la prensa abría sus páginas a la oposición. Todavía se recuerda al “dedo” televisivo, acusatorio y valiente de Ricardo Lagos. Tenían lugar demostraciones públicas y reuniones cerradas de partidos. El laureado filme NO, lo evidenció muy bien.En ninguno de ambos casos, ni en el franquista ni en el pinochetista, la apertura fue un regalo de las dictaduras. Todo lo contrario, las dictaduras fueron obligadas a abrirse, de modo que ya no son pocos quienes opinan que en ambos casos, la transición –aunque parezca paradoja– comenzó antes de la transición.Un caso contrario es el de Cuba, donde las aperturas económicas no han sido acompañadas con aperturas políticas significantes. Pero también hay que decir que mientras la política del “mazo dando” llevó en Cuba al aniquilamiento de la oposición, la oposición de Venezuela, con más tradición, capacidad de lucha y sentido unitario, ha sabido resistir, hasta el punto de obligar al régimen a que la reconozca, no solo en elecciones, sino al nivel del debate público. ¿Imagina alguien un debate público en el cual Yoani Sánchez pudiera decir “cuatro verdades” a Raúl Castro? ¿No sería esa una gran conquista de la oposición cubana?La MUD, con todas sus deficiencias –entre otras no haber sabido reconocer a tiempo el momento de las protestas callejeras– es una obra de arte en materia de política unitaria. Además, está mejor posicionada socialmente que el partido “salidista”, el cual entusiasma mucho a los suyos pero suma poco entre los no suyos. No por casualidad el propio Leopoldo López, poco antes de ser encarcelado, intentó asumir una postura socialdemócrata; y esa es la de la MUD.Capriles, a diferencia de los líderes del “salidismo”, tiene mejores posibilidades que Machado o López para acceder a sectores no privilegiados y clientes del “chavismo social”. Además, por su carácter esencialmente dialógico, es tal vez el único político que tiene posibilidades de penetrar el campo hasta ahora inexpugnable de los “ni-ni”. Puede incluso que alguna vez aparezca una salida. Pero esta aparecerá como producto de la suma y no de la resta de fuerzas; de la unidad y nunca de la división.El partido número 5. Si estamos utilizando el concepto de partido para nombrar a las partes políticas que dividen a la realidad venezolana, hemos de referirnos al movimiento estudiantil. Porque son los estudiantes quienes están cargando el peso de las protestas sobre sus espaldas. Sin los estudiantes no habría habido protestas. Sin los estudiantes no habría habido debate ni diálogo. Sin los estudiantes no habrá democracia.A diferencia de los partidos tradicionales, el partido-estudiantil no aspira a hacerse del gobierno ni lucha por obtener posiciones de poder en el Estado. Por cierto, algunos de los jóvenes que hoy actúan serán mañana políticos de profesión, pero lo serán como representantes de otros partidos y no de los estudiantes.La lucha de los estudiantes está desprovista de estrategias pre-concebidas y por lo mismo no está sometida a cálculos precisos. Por eso mismo no puede ser una lucha muy ordenada. Los estudiantes no son militantes ni militares que obedecen a un comando único. Eso no significa que la estudiantil es una lucha no racional. Significa solamente que esa racionalidad no es la misma que la de las organizaciones políticas, tradicionales o no.Los partidos y sus ideologías están presentes entre los estudiantes y atraviesan a todo el movimiento, pues ningún estudiante vive en una isla. Pero a la vez, el conjunto del movimiento sigue líneas autónomas que no coinciden con las de los otros “partidos”. La razón es la siguiente: las luchas estudiantiles representan el principio de la rebelión, y toda rebelión es antes que nada negación de un determinado orden establecido.No obstante, la lucha estudiantil no es absolutamente desinteresada. Los estudiantes luchan antes que nada por su universidad. Y como la universidad es un centro del saber y no un centro del poder, los estudiantes luchan por el derecho a saber, es decir, por el derecho a conocer, a pensar, a discutir, en breve: por el derecho a ser.No quieren los estudiantes ser pensados por ninguna ideología, ni sometidos a ningún otro poder que no sea el que ellos mismos se dan. En ese sentido la lucha de los estudiantes es predominantemente ética y por lo mismo coincidente con todas las que surgen en defensa de la autonomía ciudadana. En breve, las estudiantiles son luchas a favor de la sociedad civil. A través de los estudiantes, la sociedad civil se defiende a sí misma.Las rebeliones venezolanas son un eslabón más en la ya larga cadena conformada por la defensa estudiantil de la democracia. Ya sea contra Gómez, contra Pérez Jiménez, contra Chávez o contra Cabello/Maduro, han sido los estudiantes, si no los actores principales, los actores iniciales. Son ellos los que aún en los momentos de mayor derrota volverán a comenzar. Las luchas de los estudiantes no tienen final, siempre regresan.La de los estudiantes venezolanos no es una lucha aislada ni dentro ni fuera del país. Mucho menos en este siglo XXl en el cual los estudiantes elevan sus protestas en diversos lugares del mundo, siempre allí donde la Universidad, y con ello, la sociedad civil, se encuentra amenazada.En el Irán de 2009 fueron los estudiantes quienes se levantaron en contra de una teocracia que quería convertir a las universidades en templos de la ignorancia. En Túnez, en Egipto y en Siria de 2011, fueron los estudiantes quienes se levantaron en contra de las dictaduras de la región. También en el Chile de 2011 los estudiantes se levantaron en contra de proyectos destinados a convertir a las universidades en apéndices de las empresas.En la Venezuela de 2014, continuando las jornadas del 2007, los estudiantes se levantan en contra del proyecto castro-chavista destinado a someter a la sociedad civil al dictado de los cuarteles. En todos estos países han sido los estudiantes quienes han representado el principio de la libertad. La misma libertad por la cual no pocos ya han perdido el don mas valioso que nos ha sido dado: la vida.Prodavinci/Venezuela
La generación 'peter pan' está hipotecada
En Estados Unidos se les bautizó como kidults -del inglés kid (niño) y adult (adulto)-. En Latinoamérica optaron por un juego de palabras en español, adultescentes, por la unión de adulto y adolescente. Y en España los sociólogos prefieren definirles como treintañeros bajo el síndrome de Peter Pan, mientras que los expertos en mercadotecnia les llaman Generación X. Constituyen, según los últimos datos demográficos del Instituto Nacional de Estadística, el segmento de población mayoritario en España, con casi ocho millones de personas y, en consecuencia, representan una bolsa ingente de consumidores.Son los últimos hijos del baby boom de los setenta y, en general, todos responden a los mismos patrones. Constituían la generación mejor preparada pero que se ha dado de bruces con un mundo que ha cambiado repentinamente ante sus narices. Ahora deben construirse una nueva realidad y piensan, quizá con razón, que ya están llegando tarde. Son unos jóvenes que rompieron esquemas, abrieron nuevos caminos a base de luchas sociales y, de golpe, se ven amarrados a una hipoteca o, por el contrario, tienen que regresar al nido familiar, a esa casa de la que ansiaban emanciparse. En definitiva, un final de trayecto infernal. Y se dicen: "Yo no entiendo nada".El único refugio que les queda ahora es su retorno a la etapa juvenil. Pero como retroceder en el tiempo se antoja imposible, mantienen las mismas actitudes y formas de ocio que entonces. Por eso se les llama kidults, adultescentesPeter Pan. El problema de los treintañeros arranca -y nunca mejor dicho- de su pecado original: su propio tamaño generacional.Sigue en: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/generacion/peter/pan/hipotecada/elpepisoc/20091025elpepisoc_1/Tes
Aleteo y narcotráfico
¿Qué tienen en común los aleteros de tiburón y los traficantes de cocaína? Pues que los dos aprovechan los vacíos legales facilitados por las autoridades del Poder Ejecutivo para realizar sus fechorías en los muelles privados de Puntarenas. No es casualidad que el dirigente pesquero ahora encarcelado por presunto narcotráfico, ha sido uno de los mayores opositores a nuestra campaña contra el uso ilegal de los muelles privados por parte de la flota extranjera que aletea tiburones. Sistemáticas violaciones. Desde el año 2003, Pretoma ha denunciado hasta la saciedad que las autoridades no solo han faltado en su deber de hacer cumplir la ley, sino que facilitan su violación. Según el artículo 211 del Reglamento a la Ley General de Aduanas, las importaciones de productos deben ocurrir en muelles públicos, permitiendo el uso de muelles privados tan solo en casos excepcionales, como casos fortuitos. El artículo 212 del mismo Reglamento faculta a la Dirección General de Aduanas a habilitar muelles privados, pero únicamente con fines turísticos no comerciales. Estos artículos no son antojadizos, pues existen actividades de interés público que el Estado está en la obligación de tutelar, lo cual tan solo puede realizarse eficientemente donde existe infraestructura pública y rige la Ley General de la Administración Pública. No obstante lo anterior, desde 1998 las autoridades del Incopesca, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Obras Públicas, se confabularon y consolidaron un plan para violar sistemáticamente la ley para no solo permitir, sino fomentar, el uso ilegal de los muelles privados por parte de la poderosa flota extranjera. De hecho, desde hace más de tres años la Sala Constitucional ordenó a las autoridades recurridas, incluido el Ministerio de Ambiente, impedir el uso de muelles privados que no estén dotados de infraestructura pública. La orden fue secundada por la Contraloría, y la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa recomienda su acatamiento inmediato. Una y otra vez, las recurridas han decidido hacer caso omiso de las órdenes, y actualmente, estas embarcaciones continúan descargando sus productos en muelles privados, al amparo de resoluciones y reglamentos sin asidero legal, lo cual deja evidentemente desprotegido el interés público. Advertimos en su momento que la situación no solo facilita aleteo, sino potencialmente la evasión de impuestos, el tráfico de drogas, la inmigración ilegal, y hasta compromete la seguridad nacional. Básicamente, la mesa está servida para evadir los controles estatales y realizar cualquier tipo de “chorizo” en los muelles privados de Puntarenas. Oídos sordos. Hemos recurrido al ministro de Agricultura, Javier Flores; al ministro de Ambiente, Jorge Rodríguez; a la viceministra Ingresos (Hacienda), Jenny Phillips; a la vicepresidenta Laura Chinchilla cuando fungía como tal, y hasta al mismísimo presidente Arias, pero nadie quiere hacer cumplir la ley en los muelles privados, bajo el alegato de que no están obligados a lo imposible. ¿Cuál imposible? A punta de denuncias legales, hemos logrado acabar con los mecanismos que han diseñado las recurridas para legitimar su accionar, y cerrar los muelles privados en cumplimiento de la ley en dos ocasiones, en el 2004 y en el 2006. Lamentablemente, ambos cierres duraron tan solo dos semanas; el tiempo requerido por las recurridas para redactar más resoluciones sin asidero legal y otras artimañas legales para perpetuar la situación. Esto nos ha obligado a interponer más denuncias que se ventilan actualmente en los tribunales. Mientras tanto, la actividad ilegal continúa, como si nada. Esperamos que lo ocurrido con el embarque de cocaína en tiburones le abra los ojos al Poder Ejecutivo, y como dijo el Fiscal General al referirse específicamente a este caso, “...que Costa Rica deje de hacer el ridículo”. Bastante ridículo hizo ya el país cuando el expresidente Pacheco se ganó el “Premio Internacional Enemigo de los Tiburones 2005”, por no hacer cumplir la ley en los muelles privados y permitir el aleteo. La diferencia es que ahora el premio sería en combo: “Enemigo de los Tiburones y Amigo de los Narcotraficantes”.Publicado en La Nación, 18 de julio de 2009.
Habrá más represión y reformas radicales de Chávez tras victoria comicial
La aprobación de la enmienda constitucional mediante referéndum, que le permitirá al presidente Hugo Chávez y a cualquiera que esté ocupando un cargo público una reelección continua, es reflejo de la profunda división en la que se encuentra el país, según afirmó a El-Nacional.com el sociólogo y analista político, Tulio Hernández. "A Venezuela lo único que le queda en los próximos años es una gran violencia y una gran guerra", dijo. "Los resultados de hoy lo demuestran, somos casi mitad y mitad. Y ellos [el Gobierno] no van a negociar, porque no creen en la economía de mercado, sólo creen en el ChÉ Guevara. Yo no puedo verme con la mitad de mi familia o con la mitad de mi familia. Nosotros somos un país que nos odiamos los unos a los otros", consideró tras analizar los resultados electorales. Según Hernández, hay dos factores que contribuyeron al triunfo del Gobierno en este referéndum. "Hugo Chávez no es un líder normal, es un líder mesiánico, carismático, y él sigue manteniendo esa conexión con el pueblo venezolano, independientemente de que sus resultados reales no coincidan con las expectativas esperadas", explicó. "Después de Perón y Torrijos, Chávez es un fenómeno que pocas veces se ve". "En segundo lugar", sostuvo "estas han sido una elecciones absolutamente tramposas. El Estado ha usado todos sus trampas, ha perseguido a todo el mundo. En Europa se recrimina cómo aquí obligan a todos los empleados a marchar. Si eso lo unes al hecho mesiánico, tienes la explicación de por qué esta sociedad ha terminado por votar por un hombre que quiere gobernar hasta el año 2021 y ahora más allá". Con la aprobación de su enmienda, Chávez ahora caería en los predios de otros "hombres fuertes" de Latinoamérica, algo que es reflejado en la literatura de García Márquez o Isabel Allende, explica Hernández. "América Latina es un gran productor de seres humanos que se enamoran de sí mismos y enamoran a los pueblos", dijo. "Chávez ya no tiene regreso, él está convencido de que él es el único que puede gobernar a su país, como lo hace Fidel Castro. Entonces, Chávez ha logrado anclarse en el inconsciente colectivo, al mejor estilo de Jung". En estas condiciones, el sociólogo cree que la oposición es un fiel reflejo de la sociedad venezolana: desconectada sin remedio. "La única posibilidad que existiera una oposición es que realmente existiera un proyecto de centro izquierda seria", opinó. "Y eso es muy difícil en un país rentista acostumbrado a depender del Estado. Sí se está creando un proyecto político que está preparado para enfrentarse al autoritarismo del siglo XXI, pero no sé cuándo se podrá enfrentar a ese autoritarismo. "Mientras un país esté discutiendo sobre un hombre, y no sobre un proyecto político, mientras la definición de un país sea la cercanía o no de un hombre, así no se puede construir un proyecto de país", continúa. "Ahora el Presidente meterá más reformas, habrá más represión y nadie lo frena. Él va a ser un líder construido por cinco países: él, Ahmadinejad de Irán, Putin de Rusia, quien es su gran protector, la Bolivia de Evo, que es lamentable por la esperanza que tenía Evo, y el sandinismo renaciente de Nicaragua. A Chávez no le interesa ser presidente de Venezuela, a él le interesa ser presidente del mundo", opinó. A la oposición, Hernández le aconseja dedicarse a la paz. "No caigan en la provocación de este monstruo que nos pega, aceptar que nos pega y construir un proyecto democrático hermoso que incluya excluidos. Ante todo, la serenidad".(El Nacional, Caracas; publicado a las 22:59 horas del domingo del referéndum)
BP and the ‘Little Eichmanns
Cultures that do not recognize that human life and the natural world have a sacred dimension, an intrinsic value beyond monetary value, cannibalize themselves until they die. They ruthlessly exploit the natural world and the members of their society in the name of progress until exhaustion or collapse, blind to the fury of their own self-destruction. The oil pouring into the Gulf of Mexico, estimated to be perhaps as much as 100,000 barrels a day, is part of our foolish death march. It is one more blow delivered by the corporate state, the trade of life for gold. But this time collapse, when it comes, will not be confined to the geography of a decayed civilization. It will be global.Those who carry out this global genocide—men like BP’s Chief Executive Tony Hayward, who assures us that “The Gulf of Mexico is a very big ocean. The amount of oil and dispersant we are putting into it is tiny in relation to the total water volume’’—are, to steal a line from Ward Churchill, “little Eichmanns.” They serve Thanatos, the forces of death, the dark instinct Sigmund Freud identified within human beings that propels us to annihilate all living things, including ourselves. These deformed individuals lack the capacity for empathy. They are at once banal and dangerous. They possess the peculiar ability to organize vast, destructive bureaucracies and yet remain blind to the ramifications. The death they dispense, whether in the pollutants and carcinogens that have made cancer an epidemic, the dead zone rapidly being created in the Gulf of Mexico, the melting polar ice caps or the deaths last year of 45,000 Americans who could not afford proper medical care, is part of the cold and rational exchange of life for money.The corporations, and those who run them, consume, pollute, oppress and kill. The little Eichmanns who manage them reside in a parallel universe of staggering wealth, luxury and splendid isolation that rivals that of the closed court of Versailles. The elite, sheltered and enriched, continue to prosper even as the rest of us and the natural world start to die. They are numb. They will drain the last drop of profit from us until there is nothing left. And our business schools and elite universities churn out tens of thousands of these deaf, dumb and blind systems managers who are endowed with sophisticated skills of management and the incapacity for common sense, compassion or remorse. These technocrats mistake the art of manipulation with knowledge. “The longer one listened to him, the more obvious it became that his inability to speak was closely connected with an inability to think, namely, to think from the standpoint of somebody else,” Hannah Arendt wrote of “Eichmann in Jerusalem.” “No communication was possible with him, not because he lied but because he was surrounded by the most reliable of all safeguards against words and the presence of others, and hence against reality as such.”Our ruling class of technocrats, as John Ralston Saul points out, is effectively illiterate. “One of the reasons that he is unable to recognize the necessary relationship between power and morality is that moral traditions are the product of civilization and he has little knowledge of his own civilization,” Saul writes of the technocrat. Saul calls these technocrats “hedonists of power,” and warns that their “obsession with structures and their inability or unwillingness to link these to the public good make this power an abstract force—a force that works, more often than not, at cross-purposes to the real needs of a painfully real world.”BP, which made $6.1 billion in profits in the first quarter of this year, never obtained permits from the National Oceanic and Atmospheric Administration. The protection of the ecosystem did not matter. But BP is hardly alone. Drilling with utter disregard to the ecosystem is common practice among oil companies, according to a report in The New York Times. Our corporate state has gutted environmental regulation as tenaciously as it has gutted financial regulation and habeas corpus. Corporations make no distinction between our personal impoverishment and the impoverishment of the ecosystem that sustains the human species. And the abuse, of us and the natural world, is as rampant under Barack Obama as it was under George W. Bush. The branded figure who sits in the White House is a puppet, a face used to mask an insidious system under which we as citizens have been disempowered and under which we become, along with the natural world, collateral damage. As Karl Marx understood, unfettered capitalism is a revolutionary force. And this force is consuming us.Karl Polanyi in his book “The Great Transformation,” written in 1944, laid out the devastating consequences—the depressions, wars and totalitarianism—that grow out of a so-called self-regulated free market. He grasped that “fascism, like socialism, was rooted in a market society that refused to function.” He warned that a financial system always devolved, without heavy government control, into a Mafia capitalism—and a Mafia political system—which is a good description of our corporate government. Polanyi warned that when nature and human beings are objects whose worth is determined by the market, then human beings and nature are destroyed. Speculative excesses and growing inequality, he wrote, always dynamite the foundation for a continued prosperity and ensure “the demolition of society.”“In disposing of a man’s labor power the system would, incidentally, dispose of the physical, psychological, and moral entity ‘man’ attached to that tag,” Polanyi wrote. “Robbed of the protective covering of cultural institutions, human beings would perish from the effects of social exposure; they would die as victims of acute social dislocation through vice, perversion, crime, and starvation. Nature would be reduced to its elements, neighborhoods and landscapes defiled, rivers polluted, military safety jeopardized, the power to produce food and raw materials destroyed. Finally, the market administration of purchasing power would periodically liquidate business enterprise, for shortages and surfeits of money would prove as disastrous to business as floods and droughts in primitive society. Undoubtedly, labor, land, and money markets are essential to a market economy. But no society could stand the effects of such a system of crude fictions even for the shortest stretch of time unless its human and natural substance as well as its business organizations was protected against the ravages of this satanic mill.”The corporate state is a runaway freight train. It shreds the Kyoto Accords in Copenhagen. It plunders the U.S. Treasury so speculators can continue to gamble with billions in taxpayer subsidies in our perverted system of casino capitalism. It disenfranchises our working class, decimates our manufacturing sector and denies us funds to sustain our infrastructure, our public schools and our social services. It poisons the planet. We are losing, every year across the globe, an area of farmland greater than Scotland to erosion and urban sprawl. There are an estimated 25,000 people who die every day somewhere in the world because of contaminated water. And some 20 million children are mentally impaired each year by malnourishment.America is dying in the manner in which all imperial projects die. Joseph Tainter, in his book “The Collapse of Complex Societies,” argues that the costs of running and defending an empire eventually become so burdensome, and the elite becomes so calcified, that it becomes more efficient to dismantle the imperial superstructures and return to local forms of organization. At that point the great monuments to empire, from the Sumer and Mayan temples to the Roman bath complexes, are abandoned, fall into disuse and are overgrown. But this time around, Tainter warns, because we have nowhere left to migrate and expand, “world civilization will disintegrate as a whole.” This time around we will take the planet down with us.“We in the lucky countries of the West now regard our two-century bubble of freedom and affluence as normal and inevitable; it has even been called the ‘end’ of history, in both a temporal and teleological sense,” writes Ronald Wright in “A Short History of Progress.” “Yet this new order is an anomaly: the opposite of what usually happens as civilizations grow. Our age was bankrolled by the seizing of half the planet, extended by taking over most of the remaining half, and has been sustained by spending down new forms of natural capital, especially fossil fuels. In the New World, the West hit the biggest bonanza of all time. And there won’t be another like it—not unless we find the civilized Martians of H.G. Wells, complete with the vulnerability to our germs that undid them in his War of the Worlds.” The moral and physical contamination is matched by a cultural contamination. Our political and civil discourse has become gibberish. It is dominated by elaborate spectacles, celebrity gossip, the lies of advertising and scandal. The tawdry and the salacious occupy our time and energy. We do not see the walls falling around us. We invest our intellectual and emotional energy in the inane and the absurd, the empty amusements that preoccupy a degenerate culture, so that when the final collapse arrives we can be herded, uncomprehending and fearful, into the inferno.TRUTHDIG 17 may 2010http://www.truthdig.com/report/item/bp_and_the_little_eichmanns_20100517/
Tiananmen’s Enduring Challenge
CAMBRIDGE, MASSACHUSETTS — Two decades ago, in May 1989, I was a 20-year-old history student at Beijing University. By June 13, my name was at the top of the list of the 21 “most wanted” student leaders of the Tiananmen democracy movement. I was arrested and spent nearly four years in jail, re-arrested in 1995, and then exiled to the United States in 1998. Secret memoirs have just been released by Zhao Ziyang, the general secretary of the Communist Party who lost a power struggle with hard-liners in 1989 and died under house arrest. Zhao’s writings reveal his conviction that our demands for economic and human rights reform were not only reasonable but could have accelerated China’s modernization. I believed then and I believe now that the reforms my fellow students and I were advocating are the central challenges shaping China’s destiny today. Twenty years have passed since our demonstrations for democracy and free speech and against corruption. During this time, China has changed in important ways. Economic reforms have allowed millions of people to lift their families out of poverty and many in China find their lives changed for the better. But the central causes the Tiananmen generation took up remain unresolved: corruption, workers’ rights, free speech and the need for government reform to address the needs of China’s 1.3 billion people. Today, corruption is endemic because the Chinese Communist Party and its vast network of officials remain above the law. Workers still face rights abuses, a problem likely to grow as the global economic downturn affects factories, sending home many millions of migrant laborers. The government’s censorship of free speech is a central concern as the advent of the Internet gives voice to both youth and critics. China’s economic growth has not led to a free press or democracy. On the contrary, like Deng Xiaoping and Jiang Zemin before him, President Hu Jintao has invoked economic development to justify suppressing the Tiananmen protests and for maintaining one-party rule. Riddled with corruption, the system has benefited a privileged few, with local party secretaries using their power to accumulate huge sums of money derived from the profits of state-owned enterprises. Our demonstrations in the spring of 1989 hit a nerve. Within weeks, peaceful protests took place across major cities, involving not just students, but workers, academics and even employees of government-controlled newspapers and television stations. For me, it was the proudest moment in China’s long history. For the first time in our lives, people dared to exercise the most basic human right: freedom of speech. On the night of June 3, the army moved in to clear Tiananmen Square, and the ensuing military crackdown became another bloodstained page of China’s turbulent history. We still do not know how many people were killed in the square. The government said only soldiers and some citizens were killed, but we have photos of hundreds of demonstrators crushed along Changan Avenue and of bodies lying in the morgues at Beijing’s hospitals. In the past decade, I have watched from afar as China has reasserted its role on the world stage. The economic growth is impressive. Last year’s Beijing Olympic Games gave China the global profile the leadership so clearly wants for legitimacy. But what about media censorship, which contributed to the number of victims of the tainted-milk scandal? And government corruption, which led to shoddy construction practices in Sichuan and devastating consequences during last year’s earthquake? Or the widening gap between the rich and the poor? These issues, all raised by the students in Tiananmen Square 20 years ago, remain unaddressed. China’s power is limited to the “yang,” or hard power of military and economic might, whereas in the 21st century the “yin,” or soft power based on moral principles and human rights, is equally important. The Chinese people yearn not just for economic benefits but also for basic human rights. A pro-democracy manifesto called Charter 08, released online last December, has garnered thousands of signatures despite every effort by the government to block its distribution and punish its authors. Liu Xiaobo, a leading intellectual and one of the charter’s signatories, was detained last December and is still being held with no legal justification. Liu, who spent nearly two years in jail after the Tiananmen protests, was an inspiration to us in 1989 and remains so today. On the occasion of the 20th anniversary of the Tiananmen massacre, the Chinese government should take four steps if it wishes to convince the world it is a responsible power. First, it should pay reparations to the Tiananmen mothers who lost their children. Second, the government should allow me and other forcibly exiled Chinese citizens to return to our homeland. Third, the government should release the remaining prisoners who were jailed for peacefully protesting in Tiananmen Square and more recent prisoners persecuted for their efforts to encourage human rights reform. Finally, China’s leaders should address the objectives shared by the Tiananmen students and the authors of Charter 08 — establishing the rule of law, guaranteeing basic human rights and ending corruption. Only then can China begin to turn the tragic page of Tiananmen. (The New York Times. Wang Dan was a student leader of the Tiananmen protests)
Mensaje desde la cárcel militar Ramo Verde
El dirigente de Voluntad de Popular respondió a ano un cuestionario de El Nacional. No ha podido palpar directamente cómo se han incrementado las protestas después de su encarcelamiento. Tras las rejas y solo a través de periódicos y el testimonio de sus familiares se ha enterado de la represión y las muertes de los últimos días. Consciente de contribuir con la chispa que encendió la llama, “las expresiones desesperadas de un pueblo asfixiado y humillado”, gira instrucciones para que se mantenga la protesta no violenta. El líder de Voluntad Popular explica lo que hay que hacer para que el país respire. Definir objetivos claros a corto plazo: exigir justicia ante la represión y las muertes; que se recompongan los poderes públicos, con la designación de nuevos magistrados del TSJ, rectores del CNE, contralor, fiscal y defensor; que la lucha no se limite a la calle y que a esta se incorporen otros sectores de la sociedad. En respuesta a un cuestionario de El Nacional, López dice: “Es necesaria la organización de lo que es la lucha no violenta”.—¿Cómo se encuentra?—Estoy aislado de la población penitenciaria. Estoy fuerte y claro de lo que está pasando. Desde hace algún tiempo sabía que esto podía venir. Desde hace un año Nicolás Maduro viene amenazándome con cárcel; estaba esperando la excusa para ejecutar su deseo inseguro y autoritario y el 12 de febrero la consiguió. Lo que estoy viviendo en Ramo Verde no es consecuencia del 12-F ni de lo que pasó en la Fiscalía. Cada día queda más claro que fue un plan ejecutado por el gobierno, los asesinos fueron del Sebin y, según el propio hermano de Juan Montoya, a su hermano lo mataron los propios colectivos. Pruebas, fotos, videos y testimonios sobran. Soy inocente y así quedará registrado para la historia. Ahora, sí asumo toda la responsabilidad de haber convocado a la calle, yo asumo mi llamado, lo ratifico y lo volvería a hacer. La respuesta masiva a nuestro llamado ratifica que estábamos y estamos en lo correcto al llamar a que se abra un camino para el cambio social y político, que solo podrá llegar de la mano de millones de venezolanos en la calle, en paz y sin violencia. Así como yo asumo mi responsabilidad y di la cara ante una justicia injusta, que Nicolás Maduro, rodeado de los símbolos del poder y de la debilidad de su gobierno, también asuma la suya. Soy un preso político, un preso de conciencia de Maduro y su institucionalidad manipulada.—¿Se arrepiente de haberse entregado?—No me arrepiento de haber llamado a la calle en un momento de pasividad aparente, pero con un mar de fondo que se puso en evidencia. Tampoco me arrepiento de haberme presentado voluntariamente ante un Estado verdugo, que no solo se convirtió en mi carcelero, sino que también es el verdugo del futuro de todos los venezolanos.—¿No teme que sin usted las protestas se acaben?—Lo ocurrido es una expresión de un pueblo guiado por unos jóvenes, al que le han expropiado su futuro y pisado su presente. Las protestas han sido masivas en todo el país y, a pesar de la violencia y la represión del gobierno, han seguido y seguirán. Como leí el 12 de febrero en una pancarta: “Nos han quitado tanto que nos quitaron hasta el miedo”. Las barricadas y cierres de calles han sido una expresión extrema. No estoy de acuerdo con la violencia ni con afectar los derechos de otros para exigir los nuestros, pero no basta con condenarla, hay que entender que son expresiones desesperadas de un pueblo asfixiado y humillado. Lo que toca ahora es comprender e interpretar ese sentimiento y darle un curso para mantener la llama de la esperanza encendida.—¿Qué le pide a quienes esperan sus instrucciones?—En mi celda, encerrado y aislado de toda la población carcelaria, mi convicción es que tenemos que seguir en la lucha, no hay razón para claudicar y quien no se rinde jamás podrá ser vencido. Darle dirección a la protesta social significa para mí tres cosas concretas. Lo primero es definir unos objetivos en el corto plazo que sean alcanzables. Asumo lo que ya han dicho mis compañeros de la unidad. Uno: justicia para los culpables de la represión, muertes y encarcelamientos. Dos: la recomposición de los poderes, que se sustituya a quienes tienen sus períodos vencidos, que se designe un nuevo contralor, nuevos magistrados y nuevos rectores del CNE. No es concesión, es justicia y acatar la Constitución. A eso le sumaría la sustitución de la fiscal y de la contralora, que han mostrado ser cómplices y culpables por acción y por omisión de lo que está ocurriendo. Tres: que se haga justicia con la estafa de los 30 millardos de dólares que se robaron de Cadivi y que todo el gobierno admitió. No hay presos, no hay investigación, pero sí hay colas, escasez, inflación, hambre y desempleo por el robo de más dinero del que hay en las reservas internacionales. No basta con la conducción, es necesaria la organización de la lucha no violenta, que no se limite a marchar, a protestar en la calle. La calle es el principal escenario de lucha, pero no el único. El aula de clase, el lugar de trabajo, el carrito, las colas para comprar alimentos y la familia tienen también que ser escenarios de protesta no violenta. Y por último, se debe asumir disciplinadamente la incorporación permanente de nuevos sectores y movimientos en la lucha no violenta.—¿Qué opina de las reuniones de paz? ¿Bastan para dejar de protestar?—No se puede hablar de paz si no hay justicia. En las condiciones actuales la justicia tiene que dar señales claras en la determinación de responsabilidades por los muertos y por los heridos, reprimidos y presos. Pero también ante la estafa histórica que ha representado el robo a la nación de los dólares de Cadivi. El diálogo tiene que aterrizar en acciones concretas, apegadas a la Constitución. Hasta ahora es un libreto repetido de lo ocurrido en episodios anteriores de diálogo frustrado. El diálogo tiene que hablar con hechos.—¿Ha tenido respuesta la carta que le envió al papa Francisco?—Espero que haya llegado a sus manos. Gracias a Dios el papa ya habló sobre el caso venezolano y sobre la necesidad de reconocimiento mutuo.—¿Qué le dice a todo el que ha perdido a alguien en estas protestas?—Lo primero es mis más profundas condolencias. A todos, sin discriminación. Me han conmovido mucho los testimonios de varios familiares sobre el compromiso de seguir adelante y que la vida de sus hijos no se haya perdido en vano. A ellos, desde la cárcel, mi más profundo compromiso con no rendirnos y que más temprano que tarde todos podamos ver el nacimiento de una mejor Venezuela, donde todos los derechos sean para todas las personas.(El Nacional/Caracas)Vea el video de Carlos Vecchio, segundo al mando en Voluntad Popular, partido que dirige Leopoldo López, con otro mensaje del preso político
Columna transversal: Cambiar el gobierno
Todos los candidatos hablan de “elcambio”, pero de manera general. Hablemos de algunas cosas que el próximogobierno debería cambiar de manera inmediata y radical. Cambiar, pero no almundo, no la historia, no al país, sino que al gobierno.Desmontar el gobierno paralelo o sobre-gobierno en Casa Presidencial. CAPRES se ha llenado desecretarías y aparatos que duplican el trabajo de los ministerios. Hay unaacumulación de poder en la presidencia que le permite a Funes gobernar encimade los ministerios y sin el gabinete ejerciendo sus funciones. Áreas comoCultura, Protección Civil y Inclusión Social no tienen nada que hacer en lapresidencia. Cultura debería ser una entidad autónoma; Protección Civil deberíaser una entidad especializada adscrita a un ministerio; el feudo de la primeradama debería convertirse en un Ministerio de Inversión Social. La SecretaríaTécnica y la Secretaría de Asuntos Estratégicos solo tienen sentido comocentros de asesoría de la Presidencia, pero apoyándose en los aparatos técnicosde los ministerios, no creando una nueva burocracia en Casa Presidencial. LaSecretaría de Comunicación de la Presidencia debe reducirse a lascomunicaciones de Casa Presidencial, pero no funcionar como ente rector de losmedios de comunicación estatales. Estos deberían transferirse a un enteautónomo independiente del ejecutivo. La subsecretaría de Transparencia deberíareducirse a la oficina rectora y supervisora de la aplicación de la Ley deTransparencia por parte del Ejecutivo, suspendiendo sus actividades depropaganda gubernamental.Restablecer el Ministerio de Justicia. No fue buena idea fusionar los ministerios de Seguridad y deJusticia. Justicia y Seguridad tienen dos lógicas diferentes. El Ministerio deJusticia tiene que estar al cargo de la política de justicia, de lasiniciativas de leyes del ejecutivo, de los Centros Penales, con todo y losprogramas de rehabilitación de los reos. El Ministerio de Seguridad se encargade formular las políticas de Seguridad Pública del gobierno, y de aplicar losplanes de Seguridad con la Policía Nacional Civil. Muchos de los problemasactuales se deben a que el área de Justicia está totalmente subordinado a loscriterios de Seguridad.Crear un Ministerio de InversiónSocial que coordine todas las líneas de acciónsocial bajo un plan maestro y un régimen de prioridades y focalización. Estoincluye las dependencias que hoy están al cargo de la primera dama en laSecretaría de Inclusión Social; otros que está conduciendo la SecretaríaTécnica; el FISDL; y también todoslos proyectos de prevención, rehabilitación y reinserción adscritos alMinisterio de Justicia y Seguridad. La única manera que la prevención de laviolencia, la reinserción de las pandilleros y sus familias, y larehabilitación de las comunidades tendrán sentido e impacto es cuando nacen deuna concepto integral de inversión social, de definición de prioridades y defocalización en las áreas que hay que llevar a una pacificación integral. Esteministerio tiene que trabajar de la mano con los municipios convirtiéndolos enejecutores de los programas sociales y de la inversión social.Crear entes autónomas para Cultura yMedios Estatales. Es absurdo que cada gobierno, al asumir el poder, nombre nuevos directoresdel zoológico, del museo, del teatro, etc. Igual absurdo es que cadapresidencia se invente otro concepto para los medios de comunicación estatales.Estas áreas hay que transformarlas en entidades autónomas, con un estatusparecido a la Universidad de El Salvador. Tiene que ser apolíticas ypluralistas y libre de influencia del gobierno de turno. Habrâ que discutir sies mejor crear dos entes autónomas para Cultura y para Medios Estatales, o sipueden funcionar bajo un techo bien hecho.Uso responsable de la publicidadgubernamental. La publicidad de la presidencia, de los ministerios y de lasautónomas debe reducirse estrictamente a la difusión de información quenecesita el ciudadano. Esto obviamente no incluye el intento del ejecutivo deconvencer al ciudadano de su buena gestión. El mismo criterio habría queaplicar a las cadenas de radio y televisión: solamente para información debida,no para difusión de las opiniones del gobernante.Hacer autónomas las autónomas. Entidades como CEL, Cepa y el Seguro Social solo de nombre sonautónomas. Para que sean autónomas y puedan elaborar políticas y planes delargo plazo, tendrían que ser gobernados por directores que no dependen de CasaPresidencial sino de Juntas que dependen de la Sociedad Civil. Si es absurdoque el presidente nombre al director del Teatro Nacional, igual es absurdo quenombre al director del Seguro Social que financiamos trabajadores yempleadores. Con justa razón a nadie se le ocurre que el presidente nombre alrector de a UES, ¿por qué va a nombrar al presidente de CEL?Estos son algunos cambios concretos quepropongo al debate electoral. Son cambios en casa, dependen solamente de lavoluntad del gobernante. Espero que otros complementen la lista de demandas ypropuestas. Que comience el debate ciudadano sobre el tipo de gobierno quenecesitamos.(El Diario de Hoy)@paololuers
El Comandante no tiene quien lo pensione
“Apártate, jodido, quítense no estorben, qué viene el hombre para acá”, dijo Edén Pastora, a los Guardias Nacionales que custodiaban la entrada principal del Palacio Nacional de Nicaragua, después de bajarse de un Jeep color verde olivo, de manera precipitada. Su traje militar nuevo de “fatiga”, de oficial de La Escuela de Entrenamientos Básicos de Infantería, botas con lustre impecable y dando órdenes al pelotón que lo seguía, confundió a los Guardias que como era costumbre cuando el General Somoza visitaba una institución de Gobierno, entregaban sus armas a la seguridad del Dictador.Ese 22 de Agosto de 1978 a plena luz del día, unos 25 guerrilleros del Comando Sandinista “Rigoberto López Pérez”, en un golpe audaz y temerario, asaltan el Palacio Nacional de Nicaragua, dónde además del Congreso, estaban las dependencias de el Ministerio de Hacienda, Gobernación, Tribunal de Cuentas de La República y otras instituciones, tomando como rehenes a más de 2000 personas entre Ministros, Funcionarios, empleados, periodistas, visitantes y diputados (liberales y Conservadores), qué llevaban a cabo la ultima sesión, antes de entrar en receso por vacaciones.Edén Pastora, en una reunión en los primeros meses de 1978, en San José, Costa Rica, con Daniel y Humberto Ortega, Víctor Tiznado, Herty Lewites y Carlos Coronel Kautz, miembros de las tendencias guerrilleras, qué constituirían al Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N), tuvo la idea de “La toma” del Palacio Nacional de Nicaragua, cuándo se llevase acabo una sesión del congreso, esa acción fuerte y espectacular, golpearía hasta los cimientos a la dictadura, tendría un efecto propagandista a nivel mundial y potenciaría la insurrección, dijo Pastora; esta idea fue calificada de suicida e imposible de realizar por Daniel Ortega y Lewites, si la apoyo Humberto Ortega y pidió se sometiera a consideración la operación, que denominaron “Muerte al Somocismo, Carlos Fonseca Amador”.La “Operación Chanchera”, como se le conoció entre el pueblo nicaragüense, en alusión a los diputados nicas, a quienes les decían “Chanchos”, no por aprecio ó respeto; fue conducida por Edén Pastora, quien se hizo mundialmente famoso como: “El Comandante Cero”, en ese entonces de 42 años, junto a otros guerrilleros como Hugo Torres, (Comandante Uno) y Dora María Téllez, (Comandante Dos), fue el principio del fin de la Dinastía Somocista. Con la negociación y mediación de Monseñor Miguel Ovando y Bravo, el asalto al Palacio Nacional culmina el 24 de Agosto, después de 45 horas de ocupación, al ceder el Gral. Anastasio Somoza Debayle a las demandas de los guerrilleros de tendencia tercerista, liberando a 59 prisioneros, publicaciones de demandas en los periódicos propiedad de Somoza y un botín de $500,000.00 U.S.D.Después de un mensaje al país, ante los periodistas, diputados y funcionarios cautivos, en el asalto al Palacio Nacional, en el que fustigaba a la dictadura, “el Comandante Cero”, parte en unos buses hacia el Aeropuerto Internacional “Las Mercedes”, con sus comandos, prisioneros liberados (entre ellos Tomas Borge, Daniel Ortega y Joaquín Cuadra), diputados y funcionarios, siendo ovacionados por muchos nicaragüenses, a su paso por las calles de Managua. Monseñor Ovando y Bravo, rehenes y otros mediadores, los acompañaron como garantes, de donde partirían hacia Panamá, Venezuela y México.El Comando sandinista “Rigoberto López Pérez”, sin ninguna baja, y con su famoso “Comandante Cero”, ya héroe de la revolución, marca la historia reciente de Nicaragua. Edén Pastora después del triunfo sandinista, fue Viceministro de el Ministerio de el Interior, Jefe Nacional de Las Milicias del F.S.L.N., pero no fue integrado a la “Junta Militar de los Nueve Comandantes”, en 1981, renuncio a sus cargos y rompe con el F.S.L.N. por la forma de conducir la revolución, se exilia a Panamá y luego a Costa Rica en donde funda A.R.D.E., (Alianza Revolucionaria Democrática) y empieza su lucha a tiros contra el régimen sandinista.“Si es cierto que el Diablo existe, díganle que también le vendo el alma”, dijo Edén Pastora, el 7 de Enero de 2001 a “El Nuevo Diario” de Managua, a donde llego a poner un clasificado “con el agua hasta el cuello”, en el que le cobra a unas personas que le deben dinero y pone en venta unas alhajas con mas valor sentimental que monetario y un cachorro de León Africano al cual no puede mantenerle su dieta carnívora y lo ha vuelto vegetariano; tal vez no muy felizmente para los que amamos a los animales y a la naturaleza, el cachorro fue comprado por un Circo, en donde quizás le den un poco de “carne” y otros cuidados.Entre las alhajas en venta esta un “Rolex”, dicen que este reloj, perteneció al Gral. Somoza y Edén lo confisco, en la toma de el Palacio Nacional, a uno de los diputados y lo entrego al F.S.L.N, para recaudar fondos para la revolución. La dirección del F.S.L.N., se lo dio como trofeo; un anillo de diamantes que le dio el Gral. Omar Torrijos, ex mandatario de Panamá, otros anillos obsequiados por Alan García de Perú, en su primer mandato. Amigo en aquellos tiempos de Fidel Castro, Carlos Andrés Pérez, Felipe González y Gabriel García Márquez, quién según dicen, se inspiro en el asalto al Palacio Nacional, para su famosa novela “Noticia de un secuestro” y refiriéndose a Pastora, escribió: “Que un hombre así, no podía acostumbrarse al tiempo parsimonioso del poder”, en alusión al espíritu aventurero de “Cero”.Edén, ya viejo con el pelo encanecido por el paso inexorable de los años, con varias libras de más, quizás con achaques de salud , con lentes de aumento y urgido de dinero, ante la abundancia de escasez de casi todo, dice reflexivo: “Cuando eres famoso los amigos te buscan, pero cuando estas viejo, pobre y jodido, los jueputas amigos se te esconden”, hoy se encuentra a sus 72 años con temor a una vejez empobrecida junto a su familia y ve un futuro sin ninguna esperanza....El comandante no tiene quien lo pensione.Edén Pastora dijo a El Nuevo Diario: “Pude haber metido las patas, pero nunca las manos”, como queriendo decir que él nunca participo “en la piñata sandinista”, por la cual se repartió el “botín de Somoza” y de otros que se hicieron de fortuna en ese régimen, por “los revolucionarios libertadores” del pueblo de Nicaragua de la dictadura Somocista.El 23 de Agosto de 2008, Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, en un Acto de Masas, frente al Palacio Nacional, condecoro a Edén Pastora con “La Orden Carlos Fonseca”, en ocasión del 30 aniversario del asalto al Palacio Nacional, junto a 12 comandos guerrilleros sobrevivientes, (Diez ya están fallecidos). Hugo Torres y Dora María Téllez, no fueron condecorados por ser disidentes sandinistas. Espero que el abrazo de Daniel Ortega y la condecoración, pueda darle al “Comandante Cero”, algo más que fama; una pensión justa y decorosa para el héroe de la revolución nicaragüense.Jubilo, se deriva del latín “jubilaeus o jubilare”, es sinónimo de alegría y dio origen a “Jubileo”, qué es la celebración de cumplir cincuenta años en algún acontecimiento de la vida cotidiana de las personas y en el marco laboral, la palabra “Jubilación” es la alegría que debe sentir una persona por dejar de trabajar, después de un largo periodo de su desempeño laboral.En la empresa privada o en instituciones de gobierno, en nuestro país, ese periodo, por hoy, es de 55 años para las mujeres y de 60 años de edad para los hombres y una cotización mínima de 25 años. Hay recomendaciones de parte de “expertos”, de aumentar los años de trabajo, pues consideran que todavía se puede hacer “un esfuerzo más” y que es perjudicial para “la economía del país”, la jubilación de “una fuerza laboral muy joven”. Estos “Expertos”, han de ser jóvenes y tal vez, por eso, no saben que “el vigor vital” con la edad se va terminando, que se deteriora la salud y cual es el promedio de vida en nuestro querido El Salvador. Las ofertas de empleo de muchas empresas Privadas, discriminan a las personas mayores de 35 años y en las instituciones de gobierno en la mayoría de veces, solo se accede a ellas con sendas recomendaciones del “Partido” o de un Compadre bien conectado. Pensionarse por lo general es todo lo contrario, para muchos salvadoreños; llegar a jubilarse es motivo de preocupación, por lo exiguo de las pensiones y el alto costo de la vida, causado por la galopante inflación, que reduce el poder de compra de los salarios y pensiones, de la canasta básica y de los bienes y servicios.Con el paso de los años los hombres y las mujeres vamos perdiendo nuestra fuerza, la salud es más vulnerable ante las enfermedades y lo más triste también perdemos la consideración, cortesía y solidarismo de los más jóvenes, lamentablemente esto se ve en instituciones que deberían cuidarnos y protegernos como el “Seguro Social”, gracias a Dios hay honrosas excepciones, entre Médicos, personal de Laboratorio Clínico, enfermeras, atención al derechohabiente y otros.Hay “Jubilados” que tienen pensiones paupérrimas que no están acordes con el alto costo de la vida, y se ven obligados a buscar otras alternativas de trabajo, como recolectar latas y plásticos en las calles ó un trabajo de cualquier cosa, para poder sobrevivir y paliar sus espantosas angustias por el pan nuestro de cada día; como quisiéramos muchos ser “honorables diputados” en edad de jubilarse para poder “mamar a dos tetas”, como algunos, con “pingues” salarios y pensiones a la vez, pero ese privilegio en nuestro amado El Salvador solo es para los “honorables Padres de la patria”, quienes “sacrifican” su vida para servir a los salvadoreños y les gusta tanto ese “sacrificio” que se rebuscan por otro periodo más y luego otro más, pues su aporte al país es necesario e imprescindible. Que seria de nuestra patria, si ellos nos faltaran algún día, seria un “país ingobernable”; qué malos hijos somos los salvadoreños al no comprenderlos y habernos opuesto junto a los “Medios de comunicación” al aumento salarial que “se recetaron”, a finales del año pasado y que tanto merecían... para según nos dijeron algunos, era para ayudar a muchos compatriotas con “pelotas” de Futbol y de paso, para engrosar también su “pensioncita”, para un justo y merecido “retiro dorado”, por sus esforzados servicios a la Patria. Como en toda regla, hay siempre excepciones: también tenemos diputados ilustres, dedicados a su trabajo, probos y de conducta intachable en el primer órgano del estado.La campaña electoral adelantada que ya tenemos los salvadoreños, para la contienda del 2009 (error de percepción de muchos Salvadoreños), ya el “Tribunal Supremo Electoral”, dijo hasta la saciedad que no lo es mientras no nos pidan el voto; nos traerá nuevas propuestas, promesas y hasta compromisos de los candidatos a Presidente, diputados y Alcaldes de los dos principales partidos políticos y también de los “Peques” y “Chipilines “como dijo una vez, un “pintoresco “diputado.Para ganar nuestros votos y ellos ganar “La Guayaba” y el poder, (Todos quieren mayoría en la asamblea, para poder cumplir sus promesas), a varios Candidatos los veremos “chineando niños de barriada”, tomando “Sopa de Puya” en los mercados, abrazando a unas cuantas “viejecitas” en La Línea ex férrea, ( donde ya se “clavaron” muchos rieles y los vendieron como chatarra) y además, se oye decir que proponen al noble pueblo salvadoreño, muchas promesas de bienestar para todos los sectores y estratos, (hacer de El Salvador un Shangri-La, como el de la fecunda imaginación de James Hilton).Para los pensionados y de la tercera edad, se habla de introducir reformas en su beneficio a La Ley SAP, rescatar lo mejor de el INPEP e ISSS, para ayudar a los ya jubilados, “la pensión universal” para todos los adultos mayores de El Salvador sin pensionar, revalorizar pensiones, recreación y esparcimiento, buscar mecanismos de compensación, quizás estén pensando en una empresa estatal, como “el fenecido” Instituto Regulador de Abastecimientos ( perdón, ya escribí esa mala palabra) robustecer el “Seguro Social “y La Red Hospitalaria Nacional, pues alimentos y salud es lo que mas necesitamos, aparte de servicios básicos mas baratos, como electricidad, telefonía, agua y transporte. Tendrán quizás la feliz idea de construir “un Gran Asilo” para los que sus buenos hijos han abandonado a su suerte, los Candidatos sabrán de donde sacaran “La Plata”, nosotros solo preocupémonos en darles nuestros votos y aplaudirles tan felices ideas.Los por hoy jóvenes trabajadores, deben de apoyar a los “Pensionados” y Adultos mayores, al emitir su voto, el que debe ser para el candidato que dentro de su “Plataforma de Gobierno”, contemple planes y compromisos serios, sin demagogia y un “lunático populismo”; que serian promesas sin cumplir al llegar a “La Guayaba” y que solo podríamos pasarles la factura, en la siguiente elección.Este apoyo de los jóvenes, a los que en “algún día pasado” contribuimos en diferentes puestos de trabajo a forjar nuestro país; también será, algún día no lejano su futuro; les recuerdo el viejo adagio: “Como los miro me vi y como me ven, Dios mediante, se verán”. Tristemente en mi país, muchos hermanos Salvadoreños igual a “El Comandante Cero”, no tienen quien los pensione...
"El cambio ha llegado" - El discurso de la victoria de Obama en Chicago
¡Hola, Chicago! Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia, esta noche es su respuesta.Es la respuesta dada por las colas que se extendieron alrededor de escuelas e iglesias en un número cómo esta nación jamás ha visto, por las personas que esperaron tres horas y cuatro horas, muchas de ellas por primera vez en sus vidas, porque creían que esta vez tenía que ser distinta, y que sus voces podrían suponer esa diferencia.Es la respuesta pronunciada por los jóvenes y los ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros, blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados o no discapacitados. Estadounidenses que transmitieron al mundo el mensaje de que nunca hemos sido simplemente una colección de individuos ni una colección de estados rojos y estados azules.Somos, y siempre seremos, los Estados Unidos de América.Es la respuesta que condujo a aquellos que durante tanto tiempo han sido aconsejados a ser escépticos y temerosos y dudosos sobre lo que podemos lograr, a poner manos al arco de la Historia y torcerlo una vez más hacia la esperanza en un día mejor.Ha tardado tiempo en llegar, pero esta noche, debido a lo que hicimos en esta fecha, en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha venido a Estados Unidos.Esta noche, recibí una llamada extraordinariamente cortés del senador McCain.El senador McCain luchó larga y duramente en esta campaña. Y ha luchado aún más larga y duramente por el país que ama. Ha aguantado sacrificios por Estados Unidos que no podemos ni imaginar. Todos nos hemos beneficiado del servicio prestado por este líder valiente y abnegado.Le felicito; felicito a la gobernadora Palin por todo lo que han logrado. Y estoy deseando colaborar con ellos para renovar la promesa de esa nación durante los próximos meses.Quiero agradecer a mi socio en este viaje, un hombre que hizo campaña desde el corazón, e hizo de portavoz de los hombres y las mujeres con quienes se crío en las calles de Scranton y con quienes viajaba en tren de vuelta a su casa en Delaware, el vicepresidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden.Y no estaría aquí esta noche sin el respaldo infatigable de mi mejor amiga durante los últimos 16 años, la piedra de nuestra familia, el amor de mi vida, la próxima primera dama de la nación, Michelle Obama.Sasha y Malia, os quiero a las dos más de lo que podéis imagina. Y os habéis ganado el nuevo cachorro que nos acompañará hasta la nueva Casa Blanca. Y aunque ya no está con nosotros, sé que mi abuela nos está viendo, junto con la familia que hizo de mí lo que soy. Los echo en falta esta noche. Sé que mi deuda para con ellos es incalculableA mi hermana Maya, mi hermana Alma, al resto de mis hermanos y hermanas, muchísimas gracias por todo el respaldo que me habéis aportado. Estoy agradecido a todos vosotros. Y a mi director de campaña, David Plouffe, el héroe no reconocido de esta campaña, quien construyó la mejor, la mejor campaña política, creo, en la Historia de los Estados Unidos de América.A mi estratega en jefe, David Axelrod, quien ha sido un socio mío a cada paso del camino. Al mejor equipo de campaña que se ha compuesto en la historia de la política. Vosotros hicisteis realidad esto, y estoy agradecido para siempre por lo que habéis sacrificado para lograrlo.Pero sobre todo, no olvidaré a quién pertenece de verdad esta victoria. Os pertenece a vosotros. Os pertenece a vosotros.Nunca parecí el aspirante a este cargo con más posibilidades. No comenzamos con mucho dinero ni con muchos avales. Nuestra campaña no fue ideada en los pasillos de Washington. Se inició en los jardines traseros de Des Moines y en los cuartos de estar de Concord y en los porches de Charleston. Fue construida por los trabajadores y las trabajadoras que recurrieron a los pocos ahorros que tenían para donar a la causa cinco dólares y diez dólares y veinte dólaresAdquirió fuerza de los jóvenes que rechazaron el mito de la apatía de su generación, que dejaron atrás sus casas y sus familiares para hacer trabajos que les procuraron poco dinero y menos sueño.Adquirió fuerza de las personas no tan jóvenes que hicieron frente al gélido frío y el ardiente calor para llamar a las puertas de desconocidos y de los millones de estadounidenses que se ofrecieron voluntarios y organizaron y demostraron que, más de dos siglos después, un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no se ha desvanecido de la Tierra.Esta es vuestra victoria.Y sé que no lo hicisteis sólo para ganar unas elecciones. Y sé que no lo hicisteis por mí. Lo hicisteis porque entendéis la magnitud de la tarea que queda por delante. Mientras celebramos esta noche, sabemos que los retos que nos traerá el día de mañana son los mayores de nuestras vidas -dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde hace un siglo-.Mientras estamos aquí esta noche, sabemos que hay estadounidenses valientes que se despiertan en los desiertos de Irak y las montañas de Afganistán para jugarse la vida por nosotros.Hay madres y padres que se quedarán desvelados en la cama después de que los niños se hayan dormido y se preguntarán cómo pagarán la hipoteca o las facturas médicas o ahorrar lo suficiente para la educación universitaria de sus hijos.Hay nueva energía por aprovechar, nuevos puestos de trabajo por crear, nuevas escuelas por construir, y amenazas por contestar, alianzas por reparar.El camino por delante será largo. La subida será empinada. Puede que no lleguemos en un año ni en un mandato. Sin embargo, Estados Unidos, nunca he estado tan esperanzado como estoy esta noche de que llegaremos.Os prometo que, nosotros, como pueblo, llegaremos.Habrá percances y comienzos en falso. Hay muchos que no estarán de acuerdo con cada decisión o política mía cuando sea presidente. Y sabemos que el gobierno no puede solucionar todos los problemas.Pero siempre seré sincero con vosotros sobre los retos que nos afrontan. Os escucharé, sobre todo cuando discrepamos. Y sobre todo, os pediré que participéis en la labor de reconstruir esta nación, de la única forma en que se ha hecho en Estados Unidos durante 221 años bloque por bloque, ladrillo por ladrillo, mano encallecida sobre mano encallecida.Lo que comenzó hace 21 meses en pleno invierno no puede terminar en esta noche otoñal. Esta victoria en sí misma no es el cambio que buscamos. Es sólo la oportunidad para que hagamos ese cambio. Y eso no puede suceder si volvemos a como era antes. No puede suceder sin vosotros, sin un nuevo espíritu de sacrificio.Así que hagamos un llamamiento a un nuevo espíritu del patriotismo, de responsabilidad, en que cada uno echa una mano y trabaja más y se preocupa no sólo de nosotros mismos sino el uno del otro.Recordemos que, si esta crisis financiera nos ha enseñado algo, es que no puede haber un Wall Street (sector financiero) próspero mientras que Main Street (los comercios de a pie) sufren.En este país, avanzamos o fracasamos como una sola nación, como un solo pueblo. Resistamos la tentación de recaer en el partidismo y mezquindad e inmadurez que han intoxicado nuestra vida política desde hace tanto tiempo.Recordemos que fue un hombre de este estado quien llevó por primera vez a la Casa Blanca la bandera del Partido Republicano, un partido fundado sobre los valores de la autosuficiencia y la libertad del individuo y la unidad nacional.Esos son valores que todos compartimos. Y mientras que el Partido Demócrata ha logrado una gran victoria esta noche, lo hacemos con cierta humildad y la decisión de curar las divisiones que han impedido nuestro progreso.Como dijo Lincoln a una nación mucho más dividida que la nuestra, no somos enemigos sino amigos. Aunque las pasiones los hayan puesto bajo tensión, no deben romper nuestros lazos de afecto.Y a aquellos estadounidenses cuyo respaldo me queda por ganar, puede que no haya obtenido vuestro voto esta noche, pero escucho vuestras voces. Necesito vuestra ayuda. Y seré vuestro presidente, también.Y a todos aquellos que nos ven esta noche desde más allá de nuestras costas, desde parlamentos y palacios, a aquellos que se juntan alrededor de las radios en los rincones olvidados del mundo, nuestras historias son diversas, pero nuestro destino es compartido, y llega un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense.A aquellos, a aquellos que derrumbarían al mundo: os vamos a vencer. A aquellos que buscan la paz y la seguridad: os apoyamos. Y a aquellos que se preguntan si el faro de Estados Unidos todavía ilumina tan fuertemente: esta noche hemos demostrado una vez más que la fuerza auténtica de nuestra nación procede no del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza sino del poder duradero de nuestros ideales; la democracia, la libertad, la oportunidad y la esperanza firme.Allí está la verdadera genialidad de Estados Unidos: que Estados Unidos puede cambiar. Nuestra unión se puede perfeccionar. Lo que ya hemos logrado nos da esperanza con respecto a lo que podemos y tenemos que lograr mañana.Estas elecciones contaron con muchas primicias y muchas historias que se contarán durante siglos. Pero una que tengo en mente esta noche trata de una mujer que emitió su papeleta en Atlanta. Ella se parece mucho a otros que guardaron cola para hacer oír su voz en estas elecciones, salvo por una cosa: Ann Nixon Cooper tiene 106 años.Nació sólo una generación después de la esclavitud; en una era en que no había automóviles por las carreteras ni aviones por los cielos; cuando alguien como ella no podía votar por dos razones -porque era mujer y por el color de su piel. Y esta noche, pienso en todo lo que ella ha visto durante su siglo en Estados Unidos- la desolación y la esperanza, la lucha y el progreso; las veces que nos dijeron que no podíamos y la gente que se esforzó por continuar adelante con ese credo estadounidense: Sí podemos.En tiempos en que las voces de las mujeres fueron acalladas y sus esperanzas descartadas, ella sobrevivió para verlas levantarse, expresarse y alargar la mano hacia la papeleta. Sí podemos. Cuando había desesperación y una depresión a lo largo del país, ella vio cómo una nación conquistó el propio miedo con un Nuevo Arreglo, nuevos empleos y un nuevo sentido de propósitos comunes.Sí podemosCuando las bombas cayeron sobre nuestro puerto y la tiranía amenazó al mundo, ella estaba allí para ser testigo de cómo una generación respondió con grandeza y la democracia fue salvada.Sí podemos.Ella estaba allí para los autobuses de Montgomery, las mangas de riego en Birmingham, un puente en Selma y un predicador de Atlanta que dijo a un pueblo: "Lo superaremos".Sí podemos.Un hombre llegó a la luna, un muro cayó en Berlín y un mundo se interconectó a través de nuestra ciencia e imaginación.Y este año, en estas elecciones, ella tocó una pantalla con el dedo y votó, porque después de 106 años en Estados Unidos, durante los tiempos mejores y las horas más negras, ella sabe cómo Estados Unidos puede cambiar.Sí podemos.Estados Unidos, hemos avanzado mucho. Hemos visto mucho. Pero queda mucho más por hacer. Así que, esta noche, preguntémonos -si nuestros hijos viven hasta ver el próximo siglo, si mis hijas tienen tanta suerte como para vivir tanto tiempo como Ann Nixon Cooper, ¿qué cambio verán? ¿Qué progreso habremos hecho?Esta es nuestra oportunidad de responder a ese llamamiento. Este es nuestro momento. Estos son nuestros tiempos, para dar empleo a nuestro pueblo y abrir las puertas de la oportunidad para nuestros pequeños; para restaurar la prosperidad y fomentar la causa de la paz; para recuperar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental, que, de muchos, somos uno; que mientras respiremos tenemos esperanza.Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos.Gracias. Que Dios os bendiga. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.(Transcripción y raducción de EFE)
Cuando los jueces se expresan
En los últimos meses, este diario ha publicado artículos de miembros del poder judicial opinando acerca del procesamiento por delito de prevaricación contra el hasta hace poco magistrado instructor del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional. En uno de ellos una magistrada sostenía que su voto particular oponiéndose a la posición mayoritaria de la Sala de negar la competencia del juez instructor para investigar los delitos de lesa humanidad del franquismo no era prevaricar, sino simplemente discrepar. En otro, cinco magistrados se pronunciaban sobre el significado del procedimiento en democracia, en el que decían defender la independencia judicial frente a críticas externas dirigidas a algunos miembros del Tribunal Supremo favorables al procesamiento. Es evidente que en ambos casos estaban ejerciendo su derecho a la libertad de expresión. Ahora bien, de ningún modo quedan protegidas por la libertad de expresión aquellas resoluciones judiciales que deslizan expresiones injuriosas o reflexiones políticas o morales sobre el contenido de la ley que aplican, como ha sido el caso del pintoresco juez Calamita y sus consideraciones sobre la homosexualidad. La cuestión más relevante que plantea el ejercicio de la libre expresión es su alcance y límites. Porque no es lo mismo que el juez emita opinión en el ejercicio de la función jurisdiccional que fuera de ella. Y de cómo se ejerza este derecho depende la garantía de la responsabilidad judicial, que es una consecuencia del principio constitucional de la independencia judicial, que ha de asegurar la libertad del juez, en ausencia de presiones externas e internas, para interpretar el Derecho conforme a la Constitución y la ley. Se trata de un presupuesto previo para el ejercicio responsable de sus derechos y deberes. Y es por ello que los jueces han de ser responsables precisamente porque son independientes, razón por la cual su libertad de expresión ha de quedar modulada cuando no impedida en tanto que miembros que son de un poder del Estado. Porque los jueces son servidores públicos sometidos a un estatus especial que les exige responsabilidad jurídica -que no política- por sus actos. El control disciplinario de éstos no les sustrae independencia sino todo lo contrario, la refuerza.En el ejercicio de la función jurisdiccional, la independencia y la responsabilidad del juez se manifiestan en las resoluciones que adopta. Así, todo lo que de su contenido no permita o no coadyuve a una fundamentación de su decisión acorde con las reglas de la interpretación jurídica, resulta accesorio. Los juicios de valor o la emisión de opiniones sobre la ley aplicada pueden ser merecedores de censura jurídica y, en su caso, de responsabilidad disciplinaria o incluso más grave. Ha de ser así, porque en el ámbito jurisdiccional el juez representa al Estado, y éste solo espera del mismo la exteriorización de los argumentos en los que se apoya su resolución de acuerdo con las reglas de la razón jurídica.Es por ello que en ejercicio estricto de la potestad jurisdiccional a través de sus decisiones, el juez carece de libertad de expresión; lo que el juez ejerce es la garantía de la tutela judicial que el ciudadano demanda del Estado de acuerdo con la libertad intelectual de la que ha de disponer para interpretar las normas aplicables al caso concreto. Una libertad que es la base de su independencia, un principio constitucional tributario de la suma que aportan su cultura jurídica, formación personal y vinculación a los valores de una sociedad democrática, como sujeto social que es. Porque el juez es un actor social con ideología. La función que ejerce en nombre del Estado le exige permeabilidad al contexto social en el que actúa; el poder que ejerce sobre la libertad y el patrimonio de sus conciudadanos no es un sacerdocio. Pero sus legítimas convicciones, sus filias y fobias, nunca deberán alterar la lógica de sus razonamientos.Ya al margen de la función jurisdiccional, el juez recupera el ejercicio de su libertad de expresión en su condición de ciudadano activo. Pero la ha de ejercer acorde con los límites que le afectan como servidor público sujeto a un régimen jurídico especial. Ello le exige un deber de lealtad institucional, alejamiento de la controversia política del momento (por ejemplo, no participar en tertulias) y deferencia hacia la ley que es expresión del principio democrático. Sentado este requisito, el juez puede desarrollar a plenitud, y es deseable que lo haga, su actividad científica como profesional del Derecho, a extramuros de la potestad jurisdiccional y emitir opiniones con la debida autocontención, siempre que no lo haga prevaliéndose de su cargo. El juez no puede ignorar que su condición trasciende a la función que ejerce y ha de ser consciente que con sus actuaciones externas no puede quebrantar la confianza que, como recuerda el Tribunal Supremo (sentencia 14/7/1999), la sociedad le reclama como representante del Estado.(El País, Madrid. El autor es catedrático de de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra.)
Europa, en marcha atrás
El legendario inversor estadounidense Warren Buffet dijo alguna vez: "Cuando baja la marea es cuando uno ve quién estaba nadando desnudo". Ese comentario aludía a la situación de las empresas en una crisis económica. Pero también se puede aplicar a los países y sus economías. En Europa, la actual situación causa una preocupación creciente, porque la crisis económica global está dejando al descubierto de manera implacable los defectos y limitaciones de la Unión Europea. Ahora resulta evidente qué fue lo primero y más importante que perdió Europa con el rechazo del Tratado Constitucional: su fe en sí misma y en su futuro común.En medio de la peor crisis desde 1929, Estados Unidos ha optado por un nuevo comienzo con la elección de Barack Obama y está ahora en el proceso de reinventarse. En contraste, cada día que pasa parece que los miembros de la UE se alejan más. En lugar de reinventarse, Europa, bajo la presión de la crisis y sus propias contradicciones internas, amenaza con volver al egoísmo nacional y al proteccionismo del pasado.Actualmente, Europa tiene una moneda común y el Banco Central Europeo (BCE), que han resultado ser baluartes de la estabilidad monetaria durante la crisis financiera. Cualquier debilitamiento de estas dos instituciones causaría daños graves a los intereses comunes europeos. Pero la conducta de los Gobiernos europeos estos últimos meses plantea serias dudas de que vean así las cosas.A medida que la crisis se prolonga, resulta más claro que la moneda común y el BCE no bastan por sí solos para defender el mercado común y la integración europea. Sin políticas económicas y financieras comunes, coordinadas al menos entre los miembros de la zona del euro, la cohesión de la moneda común y de la UE -de hecho, su misma existencia- corren un riesgo sin precedentes. Es cierto que la crisis está asfixiando a muchos países en el mundo. Pero dentro de la UE, e incluso de la misma zona del euro, se evidencian diferencias significativas y serios desequilibrios económicos.En Italia, España, Irlanda, Portugal y Grecia la confianza se está evaporando rápidamente, mientras que a las economías más fuertes del norte de Europa, aunque también tienen problemas, les ha ido mejor. Si esto continúa y se terminan de facto los criterios de Maastricht y aumenta el proteccionismo nacional en forma de subsidios industriales, el euro estaría en serio peligro. Es fácil imaginar lo que el fracaso del euro significaría para la UE: un desastre de proporciones históricas.Además, los nuevos Estados miembros de la Unión procedentes de la Europa del Este, que no tienen ni la fortaleza económica ni la estabilidad política de los más antiguos, están empezando a caer en picado. Esperar a ver qué sucede es la estrategia equivocada.No hay razón para creer que la actual crisis económica global ya ha tocado fondo. Así pues, suponiendo que se intensifique más aún, Europa se enfrentará pronto a alternativas difíciles: o bien las economías más ricas y estables del Norte -principalmente la economía más grande, Alemania- utilizan sus recursos financieros, más cuantiosos, para ayudar a las economías más débiles de la zona del euro, o bien el euro estará en peligro y, con él, todo el proyecto de integración europea.Entonces, ¿por qué no introducir rápidamente instrumentos nuevos como los eurobonos o crear un mecanismo de la UE comparable al FMI? Ambos serían costosos -sobre todo para Alemania- y por tanto no serían populares, pero las alternativas son mucho más costosas; de hecho, no son opciones políticas serias.Institucionalmente, no hay manera de evitar un "gobierno económico europeo", una "coordinación económica mejorada" o como se le quiera llamar, que incluso sería posible de modo informal, sin necesidad de cambiar los tratados.Desafortunadamente, resulta claro que el motor franco-alemán, esencial para que la UE actúe al unísono, está bloqueado en este momento. La retórica que utilizan Francia y Alemania indica que tienen mucho en común, pero los hechos dicen otra cosa totalmente distinta. En casi todos los aspectos estratégicos del manejo de la crisis, Alemania y Francia se están bloqueando mutuamente, aunque ambos están haciendo casi lo mismo, lo que no deja de ser irónico. Están pensando en primer lugar en ellos mismos, no en Europa, que como consecuencia carece de un liderazgo efectivo.La UE fue y es la mutua concesión institucionalizada y debe seguir siéndolo ahora en medio de una crisis económica global. Si Alemania y Francia no resuelven sus diferencias y encuentran una respuesta estratégica común, se dañarán a sí mismos y a Europa en su conjunto.Nunca debe olvidarse que la UE es un proyecto diseñado para el progreso económico mutuo. Si este vínculo económico desaparece, los intereses nacionales volverán a imponerse y harán trizas el proyecto. Europa no carece hoy de fortaleza económica, sino de voluntad política para actuar al unísono. Aquí es donde Alemania y Francia deben tomar la iniciativa.(Retomado de El País, Madrid. Traducción de Kena Nequiz. Joschka Fischer fue ministro de Relaciones Exteriores de Alemania y jefe del partido Los Verdes que gobernaba en coalición con el Partido Socialdemócrata de Gerhard Schroder.)
La tentación de Álvaro Uribe
Hace medio siglo, cuando las guerras sin fin terminaron de desgarrarle las entrañas, se instaló en Colombia una paz que parecía por fin inquebrantable. Después de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, un pacto de paz permitió que el partido Liberal y el Conservador se alternaran en el poder durante 16 años. A partir de esa tregua, que empezó en 1957, la democracia colombiana se volvió estable y previsible.En 1991, cuando era ya evidente que el narcotráfico tejía los hilos de la política y tendía a imponer a sus hombres en el poder, la Constitución fue reformada para impedir la reelección del presidente por un segundo periodo de cuatro años. Fue un triunfo importante para el buen resguardo de las instituciones y para evitar que la corrupción siguiera entrometiéndose en los asuntos públicos.El liberal César Gaviria dio una lección de dignidad cívica al negarse a ser reelegido en 1995 pese a su decisiva popularidad. Había impulsado la Constitución de 1991 y le pareció que era su obligación dar el ejemplo.Dos periodos más tarde, el ex liberal Álvaro Uribe Vélez aplastó a la guerrilla, acorraló a los carteles de Cali y Medellín y consiguió extraditar a decenas de jefes narcos. Sabía que a nada temen tanto los narcotraficantes como a ser juzgados en Estados Unidos, donde los esperan carceleros indiferentes a los sobornos y a las amenazas.La sensación de paz se adueñó de Colombia y el éxito de las políticas conservadoras de Uribe hizo crecer su nombre en las encuestas. Continuar en el poder se convirtió para él en una tentación irresistible. Quienes lo cortejaban insistían en lo de siempre: que el presidente necesitaba más tiempo para completar su obra. Una reforma legislativa le permitió ser elegido por segunda vez.Ahora, un "referendo popular reeleccionista" aprobado en el Congreso por abrumadora mayoría lo autoriza a presentarse como candidato para un tercer periodo. Hay plazo formal hasta el 30 de noviembre para que Uribe anuncie si eso es lo que lo quiere. Vaya si lo quiere.Vea el artículo completo en EL PAÍS
Pedirle silencio a Vargas Llosa
En el primer momento, Vargas Llosa dijo que la disyuntiva planteada en la segunda vuelta en las elecciones de Perú equivalía a elegir por el sida o por el cáncer. Se refería a que los dos candidatos enfilados a la recta final tenían antecedentes que permitían temer lo peor. Keiko Fujimori había sido funcionaria activa del gobierno de su padre, a quien acompañó como primera dama mientras su propia madre era encarcelada y torturada por denunciar los crímenes de Alberto Fujimori, hoy bajo condena de 25 años de prisión por haber encabezado un régimen de terror en cuyo imperio se registraron matanzas de civiles indefensos, esterilizaciones de mujeres indígenas, coacción y chantaje a empresarios, dirigentes y artistas. En suma, violaciones sistemáticas de la ley y las instituciones (incluido un golpe para disolver el Congreso), que la joven Keiko jamás cuestionó. El otro mal lo representaba Ollanta Humala, también hijo de alguien... específicamente, del ideólogo radical Isaac Humala, abanderado de una tendencia étnico-nacionalista y de extrema izquierda. Ollanta, por su parte, tenía entre sus antecedentes haber encabezado un golpe de Estado sangriento, populista; además, desde luego, de constituir una franquicia del chavismo por estar rezagado en un izquierdismo estridente, mezclado con catecismo cuartelario y toda esa cursilería del autoritarismo carente de formación intelectual. Frente a semejante oferta, lo más fácil y cómodo para Vargas Llosa, objeto de todos los honores que el mundo puede dispensar, era quedarse impertérrito en su torre de cristal, adonde llegan con embriagadora frecuencia los cheques por derechos de autor, traducciones y reediciones. Con mucha razón, por cierto, ha podido pensar: ¿Quieren atraso? Bueno, ahí tienen fujimorismo y chavismo para hartarse. Ya sabemos cuál fue su opción. La misma de siempre, por lo demás. El compromiso irrestricto con su país y sus convicciones en el que tiene cinco décadas de militancia. En plena conciencia del zarzal donde iba a meterse, comprometió su prestigio y credibilidad, así como el confort de su vida europea, en una operación llena de riesgos, que no le traería sino incordios y calamidades. Eso tenía que saberlo Vargas Llosa antes de hacer la primera declaración a favor de Humala. Y, sin embargo, se pronunció. Con toda seguridad, las consecuencias estaban calculadas. No sólo fue blanco de insultos proferidos por una canalla convencida de que por arrojar una piedra a un gigante ya se igualan de talla con él; también tuvo que apechar con desfiles de esa misma morralla frente a su casa, amenazas a su hija y un alud de insultos en las redes sociales que no se limitaron a agredir al premio Nobel 2010, sino también a su familia. Con todo, lo más aberrante ha sido la solicitud, proferida en todos los tonos, desde el grito hasta el susurro, de que se quedara callado. Esa era la corriente que tenía más adeptos, la que le pedía al autor de La ciudad y los perros que viera a su país en una encrucijada de tal dramatismo y escogiera el silencio. O, peor, que se pusiera cínico y dedicara columnas al fútbol (este es el expediente más socorrido de los oportunistas: mirar para otro lado mientras se cometen los crímenes y abusos, y despertar como un resorte cuando suena el pito inaugural de los partidos; entonces se ponen ingeniosos, cáusticos y parlanchines). Ciertamente, la prudencia es una gran virtud, pero cuando es sinónimo de sensatez y modestia. No cuando es coartada para poderosos que se reparten los bienes y derechos de los desvalidos. Drama terrible es cuando una sociedad se divide entre víctimas de atropellos y testigos con mordazas. Quien contempla el sufrimiento de otro sin propender a su alivio o dar voces para que el agravio se detenga es tan culpable como el causante de ese dolor. En Venezuela vimos 20.000 trabajadores de Petróleos de Venezuela despedidos de su trabajo y despojados de las compensaciones laborales que la Constitución les garantiza. Y cuántos de nosotros empeñamos nuestra palabra en repudiar aquel horror... Vimos a Franklin Brito adelgazando en su camino a la muerte, empujado por Hugo Chávez, Cilia Flores, Juan Carlos Loyo. Dormimos en nuestras casas mientras los policías que trataron de atajarle la mano al homicida de Puente Llaguno viven una larga noche de presidio e injusticia. Los cobardes y los cómplices son mudos. El maestro Vargas Llosa es académico de la lengua. Para eso, para empuñarla.(El Nacional/Venezuela)
Obama, ¿presidente negro o presidente progresista?
Nadie se lo ha dicho en público, pero Barack Obama seguramente lo sabe. Afronta un dilema desgarrador, paradójico y, en el fondo, diabólico, que explica las adversidades que lo agobian hoy, dentro y fuera de su país, y que seguramente definirán el destino y el desenlace de su Gobierno. El debate suscitado en Estados Unidos por su premio Nobel de la Paz -emblemático y basado en esperanzas futuras, más que en realizaciones pasadas- lo comprueba sin ambages, al mostrar cómo lo que debiera ser motivo de orgullo para un país entero se vuelve objeto de controversia. Obama puede ser un gran presidente progresista, o un gran presidente negro; pero no puede ser ambos...Lea el artículo completo en El País
La entrevista a Chávez en BBC
Para ver la entrevista de Stephen Sackur (BBC) con Hugo Chavez, haga klick aquí
Forgive and Forget?
Last Sunday President-elect Barack Obama was asked whether he would seek an investigation of possible crimes by the Bush administration. “I don’t believe that anybody is above the law,” he responded, but “we need to look forward as opposed to looking backwards.” I’m sorry, but if we don’t have an inquest into what happened during the Bush years — and nearly everyone has taken Mr. Obama’s remarks to mean that we won’t — this means that those who hold power are indeed above the law because they don’t face any consequences if they abuse their power. Let’s be clear what we’re talking about here. It’s not just torture and illegal wiretapping, whose perpetrators claim, however implausibly, that they were patriots acting to defend the nation’s security. The fact is that the Bush administration’s abuses extended from environmental policy to voting rights. And most of the abuses involved using the power of government to reward political friends and punish political enemies. At the Justice Department, for example, political appointees illegally reserved nonpolitical positions for “right-thinking Americans” — their term, not mine — and there’s strong evidence that officials used their positions both to undermine the protection of minority voting rights and to persecute Democratic politicians. The hiring process at Justice echoed the hiring process during the occupation of Iraq — an occupation whose success was supposedly essential to national security — in which applicants were judged by their politics, their personal loyalty to President Bush and, according to some reports, by their views on Roe v. Wade, rather than by their ability to do the job. Speaking of Iraq, let’s also not forget that country’s failed reconstruction: the Bush administration handed billions of dollars in no-bid contracts to politically connected companies, companies that then failed to deliver. And why should they have bothered to do their jobs? Any government official who tried to enforce accountability on, say, Halliburton quickly found his or her career derailed. There’s much, much more. By my count, at least six important government agencies experienced major scandals over the past eight years — in most cases, scandals that were never properly investigated. And then there was the biggest scandal of all: Does anyone seriously doubt that the Bush administration deliberately misled the nation into invading Iraq? Why, then, shouldn’t we have an official inquiry into abuses during the Bush years? One answer you hear is that pursuing the truth would be divisive, that it would exacerbate partisanship. But if partisanship is so terrible, shouldn’t there be some penalty for the Bush administration’s politicization of every aspect of government? Alternatively, we’re told that we don’t have to dwell on past abuses, because we won’t repeat them. But no important figure in the Bush administration, or among that administration’s political allies, has expressed remorse for breaking the law. What makes anyone think that they or their political heirs won’t do it all over again, given the chance? In fact, we’ve already seen this movie. During the Reagan years, the Iran-contra conspirators violated the Constitution in the name of national security. But the first President Bush pardoned the major malefactors, and when the White House finally changed hands the political and media establishment gave Bill Clinton the same advice it’s giving Mr. Obama: let sleeping scandals lie. Sure enough, the second Bush administration picked up right where the Iran-contra conspirators left off — which isn’t too surprising when you bear in mind that Mr. Bush actually hired some of those conspirators. Now, it’s true that a serious investigation of Bush-era abuses would make Washington an uncomfortable place, both for those who abused power and those who acted as their enablers or apologists. And these people have a lot of friends. But the price of protecting their comfort would be high: If we whitewash the abuses of the past eight years, we’ll guarantee that they will happen again. Meanwhile, about Mr. Obama: while it’s probably in his short-term political interests to forgive and forget, next week he’s going to swear to “preserve, protect, and defend the Constitution of the United States.” That’s not a conditional oath to be honored only when it’s convenient. And to protect and defend the Constitution, a president must do more than obey the Constitution himself; he must hold those who violate the Constitution accountable. So Mr. Obama should reconsider his apparent decision to let the previous administration get away with crime. Consequences aside, that’s not a decision he has the right to make.(NYT)
Vuelve la política
Todas las convenciones dominantes se han roto y, en efecto, vuelve la política reclamada por la misma "mano invisible del mercado" que la marginó como un estorbo. Aunque la visión del mercado que lo ocupaba todo y excluía cualquier intervención tiene un fundamento ideológico, no creo que éste sea el espacio del debate actual. Ahora, para superar la grave crisis en la que estamos, lo importante es que se actúe políticamente bien. Estamos ante una oportunidad para los que creen en la función de la política como gobierno del espacio público compartido, que, entre otras, debe asumir la responsabilidad de regular la contradicción de intereses propia de una sociedad libre y ocuparse de que el ciudadano no esté solo, a merced del señor mercado. Si se resuelve la crisis y se encauzan las soluciones que eviten su repetición en el futuro, triunfarán durante mucho tiempo las ideas capaces de sacarnos de este marasmo.Ante la gravedad de lo que ocurre, los más fundamentalistas de la ideología neoconservadora están actuando con la misma o más decisión que los que la combaten. Llegan más lejos en la intervención, seguramente a la espera de otros tiempos. Pero hay tiempo para este debate, porque en la respuesta que necesitamos está la política con mayúsculas, la que mira a los ciudadanos y pone al mercado a su servicio y no al revés. Ahora, lo que importa es hacerlo bien y rápido.Las intervenciones masivas que se están produciendo deben servir para evitar la recesión o la depresión, limitando el efecto en la economía productiva, y también para reformar el marco local y global en que se mueven los flujos financieros, haciéndolos previsibles y transparentes. Pero si se intenta volver a la senda que se consideró exitosa en los años noventa del pasado siglo y en los primeros años del presente, sin cambios en el modelo, más allá de que se mejore la regulación, se repetirá la situación. El estallido de la inmensa burbuja financiera no sólo se debe a los fallos de regulados y reguladores, que son evidentes, sino a la dimensión desproporcionada que adquirió la economía financiera, al margen de su función primordial de alimentación de la actividad productiva.Regular el funcionamiento de los mercados globales, sin la tentación de confiar en la autorregulación de la "mano invisible", tampoco debe llevarnos a lo contrario, con un exceso de intervencionismo del Estado o de los Estados concertados. Necesitamos Estados modernos, fuertes y ágiles, que sean ellos mismos transparentes, eficaces y previsibles. Regular el mercado no es sustituirlo, sino enmarcarlo en su función correcta. Por eso es la hora de la política como gobierno de los intereses de los ciudadanos en el espacio que compartimos, desde lo local nacional hasta lo global, pasando por integraciones regionales como la Unión Europea, capaces de ordenar el sistema financiero y los flujos comerciales.Ha habido fallos de los agentes, inventando instrumentos y vehículos financieros que escapaban a toda contabilidad y tenían poca o nula relación con la evolución de la economía real de las empresas o de las familias. Las distintas instituciones financieras se han servido de los clientes para colocar estos productos en lugar de servirse de ellos para gestionar prudentemente sus depósitos, ahorros, inversiones o créditos. Y ha habido fallos de los organismos de control. Los locales, inadaptados o sin competencia en lo global, y los internacionales, aún más obsoletos y desajustados.La aceptación de la economía de mercado nos ha homologado globalmente. Mercado con sistemas autoritarios -incluso definidos como comunistas-, mercado con democracias liberales, pero mercado sin discusión. Es más verdad que nunca que no hay democracia sin mercado, pero que sí hay mercado sin democracia.La coordinación para fijar reglas comunes entre sistemas políticos tan diversos será complicada. Sin embargo, si aceptamos que el funcionamiento del sistema financiero es global e interdependiente, podríamos actuar con eficacia. La crisis nace de la carencia de gobernanza global adecuada, y es interés de todos reformar el funcionamiento del sistema.La epidemia empezó en esta ocasión por los mercados centrales, a diferencia de la de hace 10 años, que arrancó en los emergentes, pero contamina a todo el sistema, como entonces, y se convierte en pandemia que pone en crisis al sistema financiero y golpea a la economía productiva hasta llevarnos a la amenaza recesiva o depresiva que pesa sobre todo el mundo. Habrá regiones que noten los efectos de manera menos dura y puedan responder a los mismos con acciones anticíclicas eficaces, pero todas estarán afectadas y lo notarán en su empleo y en su crecimiento.Para actuar en lo global, hay que coordinar esfuerzos entre los clásicos, Estados Unidos, Unión Europea y Japón, y un número de emergentes con peso creciente en el producto mundial, excedentes de ahorro y demografías determinantes para el futuro. China, India, Rusia, Brasil, México, los países del Golfo, Suráfrica, etc., tienen que formar parte de la respuesta. Esto dará un grupo de 20 o 25 países para articular una propuesta y a continuación ampliar el campo para contar con todos.Necesitamos una regulación eficaz y homogeneizada en todos los mercados, que abarque a los distintos productos de este sistema financiero global. Esto no significa sobrerregular, sino transparentar el marco de actuación de los agentes financieros y hacer previsibles sus comportamientos, con registros contables claros y controles rigurosos.Se trata de salvar al sistema financiero, aunque haya diferencia en las recetas aplicadas, para que todo lo demás no se hunda. Las intervenciones tienen que orientarse hacia la normalización del funcionamiento de la economía real, ahogada por el fracaso del sistema financiero. En lo que se refiere a España, creo que las medidas de rescate aprobadas son apropiadas, aunque pueden ser insuficientes, pero sobre todo hay que dar operatividad inmediata al paquete aprobado. A eso se puede añadir lo que se decida institucionalmente en la UE.Lo primero es restablecer la confianza del ahorrador en el sistema financiero y bancario, solvente en general pero con algunos problemas en casos concretos. Por eso, recuperar la liquidez debe acompañarse del análisis de responsabilidades que permita fortalecer el sistema.Hay que restablecer la normalidad operativa cuanto antes, para evitar los cortes de crédito que están llevando a muchas empresas e individuos a una situación crítica muchas veces injustificada.Hay que acelerar la bajada de las tasas de interés nominales para evitar una mayor destrucción de empresas, más devaluación de activos y más pérdidas y quiebras de deudores, que pueden desencadenar como una bola de nieve una creciente recesión. Más allá de las políticas monetarias, parece claro ya que la inflación va a descender.El ICO debería ocuparse masivamente del apoyo a las pymes, tal vez con un fondo complementario para operar directamente o para avalar. Aunque nos llamen la atención las crisis de los grandes, sin duda importantes, el empleo y la red social está en las pequeñas y medianas empresas.Los bancos y cajas deben estar dispuestos a revisar las hipotecas, cobrando los intereses durante tres o cuatro años, y aplazando el pago del principal mediante la ampliación del plazo de amortización. No puede ser una fórmula general, ni normativa, pero sí generalizable por los operadores. Así contribuiremos a evitar el drama de muchas familias y a frenar un incremento de la morosidad innecesario.Hay que actualizar la información sobre la totalidad de los compromisos de pago de las entidades financieras y vigilar la tasa a la que están captando recursos, porque de eso depende la suficiencia del rescate, la reanudación del crédito y el tipo de interés al que podrán prestar.Bancos, cajas y empresas deben aclarar sus operaciones financieras en los mercados internacionales y transparentar sus registros contables -si los tienen-, para saber hasta dónde nos llega la infección.Hay que estimular la demanda aumentando la inversión pública. Más allá de los presupuestos, empresas del Ministerio de Fomento y otros pueden acudir al BEI para la financiación de proyectos. Habrá líneas de crédito en buenas condiciones y nosotros necesitamos aumentar nuestro capital físico. Estas operaciones de inversión pueden compensar la caída de la actividad y estimular la recuperación.Como estamos contra el reloj, no hay que resaltar la urgencia de estas y otras decisiones.(Publicado en El Pais, Madrid, 5 de nov. 2008)
Exclusiva desde Kiev – Oleksandra Matviichuk: Abstenerse de condenar a Putin es “deshonesto” e “irresponsable”. Entrevista de Ricardo Avelar
En 2016, Oleksandra Matviichuk recibió un reconocimiento internacional por su labor de “Defensora por la Democracia” en Ucrania. Seis años después, ha elegido quedarse en su país y resistir la invasión rusa. Foto EDH/ USOSCE La reconocida activista ucraniana trazó claros paralelismos entre Vladimir Putin y Adolfo Hitler y recuerda que quienes no lo condenaron a tiempo pagaron un alto costo. Mientras tanto, el gobierno de El Salvador se niega a condenar la invasión.Publicado en EL DIARIO DE HOY, martes 15 marzo 2022Deshonesta e irresponsable. Así califica Oleksandra Matviichuk la decisión de abstenerse de condenar la invasión de Vladimir Putin que por casi tres semanas ha llevado muerte, destrucción y caos a toda Ucrania.En una entrevista exclusiva con El Diario de Hoy, la reconocida activista ucraniana reconoció que es “cómodo” para un país expresar que “ambos lados son culpables”, como si este fuera un conflicto tradicional, o simplemente guardar silencio ante las agresiones y las flagrantes violaciones a derechos humanos. Sin embargo, expresó que es fácil darse cuenta que el mundo está presenciando una invasión a total escala de un país a otro, sin provocación, irrespetando numerosas normas del derecho internacional y cometiendo incluso crímenes de guerra.Las palabras de Matviichuk son en respuesta a la pregunta de qué opina sobre esos países que decidieron no condenar a Vladimir Putin en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Uno de ellos fue El Salvador, cuyo gobierno decidió no sumarse a las 141 naciones que abiertamente rechazaron la invasión rusa.Lee también la primera parte de esta entrevista: “Putin le tiene miedo al futuro democrático de Ucrania. Por eso empezó esta guerra”, dice Oleksandra MatviichukY en el caso salvadoreño, además de guardar silencio ante la invasión, el presidente Nayib Bukele ha ridiculizado a los líderes de la coalición de países que apoyan a Ucrania.“No puedes poner a los dos lados como iguales”Para Matviichuk, quien preside el Centro para la Defensa de los Derechos Civiles de Ucrania, y quien lidera la recolección de evidencia sobre crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas, no hay espacio para una supuesta “neutralidad”.“No puedes poner en una mesa a los dos lados como iguales y decir que eres neutral porque hay violencia de ambos lados. Tienes que entender quién invade un país y en este caso, es muy obvio que Rusia ha invadido Ucrania y está bombardeando ciudades ucranianas”, explicó.Contenido relacionado: “Guerra en Ucrania amenaza a toda la humanidad”, afirma el secretario general de la ONU“No hay un solo avión de guerra ucraniano bombardeando Vorónezh, o Moscú, o San Petersburgo (tres ciudades rusas). Lo que tenemos es aviones de guerra rusos y cohetes y misiles que han bombardeado Járkov, Mariúpol y Kiev (ciudades ucranianas)”, ilustró.“Neutralidad” empodera al agresorEl mensaje de la activista ucraniana es claro: mantener “neutralidad” ante una invasión no provocada, como la que ordenó Vladimir Putin el 24 de febrero, equivale a colocarse del lado de quien inicia la agresión.Para ello, se remite a la historia.Antes de la Segunda Guerra Mundial, “la Alemania Nazi y la Unión Soviética ocuparon otros países y pelearon contra sus vecinos”, recuerda y agrega: “Otras naciones tomaron posturas neutrales, pero terminaron siendo ocupadas”.Te puede interesar: Mueren mujer embarazada y su bebé, símbolos del bombardeo ruso al hospital de maternidad en Mariupol, UcraniaAnte esto, Matviichuk asegura que la ambición de Vladimir Putin no termina en Ucrania y el riesgo no es solo de expansión, sino de proliferación de la tiranía.De hecho, cree que el apetito expansionista de Putin es una amenaza a todas las democracias. “Si no detenemos esto, la autocracia tendrá influencia en otros países”, lamentó.Finalmente, advirtió que las democracias deben cerrar filas contra Putin. “Si hemos decidido vivir en un mundo libre, debemos apoyarnos. Esta no es una cuestión de Rusia contra Ucrania, es una batalla entre la autocracia y la democracia y Ucrania solo es un frente de este conflicto”, sentenció desde Kiev.
Las bacterias en el parlamento salvadoreño
El Diario de Hoy ha reportado que se han encontrado bacterias de hospital en el agua embotellada de ANDA que consumen los diputados de la Asamblea Legislativa; ver nota: http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6358&idArt=5916602 Con el fin de enterarme porqué están esas bacterias ahí, salí en su búsqueda, y me tope con el siguiente pronunciamiento que han escrito con esfuerzo las bacterias, el cual me limito a transcribir para que sea difundido y leído por la mayor cantidad de salvadoreños posible:Pueblo salvadoreño, el día de hoy es una fecha histórica para las bacterias salvadoreñas, este día; hemos logrado ser visualizadas por los diputados, lastimosamente por nuestra microscópica manera de ser, los diputados no han logrado ver ni mucho menos entender nuestro mensaje; ya que los diputados siempre la cagan, nosotras estamos aquí para facilitarles la tarea.Ante este hecho insólito en la política salvadoreña, nos hemos visto en la necesidad de redactar un comunicado de prensa, ya que conocedoras del quehacer político nacional, pueda ser que el día de mañana salgan otros adjudicándose nuestra incursión al parlamento.Por tanto, queremos dejar claro;Que nuestra presencia en la Asamblea no es culpa de los 20 años de ARENA, estamos ahí por nuestra propia voluntad.Que no hemos sido contratadas por Mauricio Funes, ni ningún otro personero de CAPRES, con el fin de enfermar y por consiguiente inhabilitar a toda la Asamblea Legislativa para así poder establecer una Segunda República.Que no somos ninguna célula –aunque parezcamos- de Al-Qaeda, no estamos en la Asamblea en represalia por la participación salvadoreña en la guerra de Irak.Que no somos una nueva droga bioquímica enviada por el cartel de Texis.Que no somos la nueva forma de extorsión de las pandillas, no venimos de los penales, nuestra presencia en la Asamblea es de forma pacífica.Aunque vivimos en formas de agrupaciones, no somos de ninguna mara, por favor señores del gabinete de seguridad no vayan a decir que somos el nuevo accionar de las pandillas, no vayan a utilizar esto para pedir más dinero para seguridad, no vayan a inventar que ahora necesitan equipo bacteriológico para frenar la ola de violencia.No vaya a creer Dr. Luis Fernández Cuervo que es producto de los ateos que estemos en la Asamblea, tampoco estamos exigiendo derechos humanos para nosotros, más bien, en un acto sin precedentes; nosotras las bacterias estamos defendiendo sus derechos.Nosotras, las bacterias salvadoreñas hemos visto que en las últimas semanas se han hecho llamados a la racionalidad y a la conciencia de los padres de la patria para que resuelvan el problema institucional en que han metido al país, notando que esto no ha hecho eco en los diputados nos hemos dado a la tarea de apelar a sus zonas viscerales ya que al parecer los padres de la patria se mueven más por sus instintos, eso si, instintos políticos. Y aunque no han logrado ver el mensaje dentro de las botellas, exigimos la derogación del decreto 743.
Las incertidumbres de la prensa escrita
El periódico de papel no está muerto, puede incluso tener aún larga vida, pero el futuro es sin duda digital. Éste podría ser el resumen de una serie de debates a los que he asistido en las dos últimas semanas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, la Universidad de León y el Colegio de Periodistas de Catalunya. En todos ellos se debatía la crisis de la prensa escrita y las inquietantes incógnitas que se ciernen sobre el futuro del periodismo, una cuestión que preocupa en las redacciones. Como la de muchos otros diarios, la de EL PAÍS se encuentra en estos momentos inmersa en un cambio estratégico, de adaptación a las enormes posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, que considero importante que ustedes conozcan. Son cambios organizativos y tecnológicos que abren grandes oportunidades, pero también ciertos riesgos. El más importante de estos cambios es la integración de las dos redacciones, la del diario impreso y la del digital, que durante años no sólo han funcionado por separado, sino que incluso han pertenecido a empresas diferentes dentro del Grupo PRISA. Entre los tecnológicos destaca la búsqueda de nuevas vías de distribución, como el reciente acuerdo alcanzado con la librería electrónica Amazon.com para poder descargar (de momento, sólo en Estados Unidos) el contenido del diario impreso en el lector electrónico Kindle. Lo que confiere gravedad e incertidumbre a la actual situación de la prensa escrita es la coincidencia de al menos tres crisis que operan de forma simultánea: la crisis económica general, que ha llevado a una caída sin precedentes de los ingresos por publicidad; una crisis de modelo industrial y tecnológico, que obliga a replantear no sólo los formatos del periódico, sino la organización del trabajo periodístico, y una crisis de credibilidad que afecta al periodismo en general y que en los últimos años ha dado lugar a intensos debates como el propiciado en torno al Project for Excellence in Journalism, cuya web les invito a visitar....(Vea el artículo completo en El País. La autora es Defensora del Lector del periódico español)
Chávez Seeks Tighter Grip on Military
LOS TEQUES, Venezuela — They say prison life can be lonely, but not for Raúl Isaías Baduel, Venezuela’s former army chief and once one of President Hugo Chávez’s confidants, who was detained last month. Among his cellmates in the Ramo Verde military prison here are a former admiral, Carlos Millán, and Wilfredo Barroso, a onetime general arrested along with Mr. Millán on charges of conspiring to oust Mr. Chávez. Since February, Mr. Chávez has moved against a wide range of domestic critics, and his efforts in recent weeks to strengthen his grip on the armed forces have led to high-profile arrests and a wave of reassignments. These are seen here as part of a larger effort by Mr. Chávez to cement loyalty in the military, where some officers are growing resentful at what they see as his micromanagement and politicizing of a proud and relatively independent institution. “Chávez does not have the support he thinks he has in the armed forces,” Mr. Baduel, 53, said in an interview in the cell that has become his home since agents from the military intelligence service arrested him, shoving him into a vehicle and holding a pistol to his temple. In March, Mr. Chávez replaced the chiefs of the army, the air force and the Bolivarian Militia, a Cuban-inspired reserve force created to repel what Mr. Chávez repeatedly raises as the threat of an invasion by the United States. During the same wave of dismissals, Mr. Chávez also cashiered his defense minister, Gen. Gustavo Rangel Briceño. On Thursday night, intelligence agents detained another former officer, Otto Gebauer, a retired captain who was ordered to hold Mr. Chávez during a brief coup in April 2002. Mr. Gebauer, who had angered Mr. Chávez by saying the president cried during the 48-hour coup, was accused of violating the terms of his house arrest, his wife said. The authority of as many as 800 military officers was stripped away last year after doubts surfaced over their loyalty to Mr. Chávez, according to news reports. The officers were said to have been angered by favoritism shown to pro-Chávez officers, as well as by revelations of the military’s close ties to leftist Colombian guerrillas and by infiltration of the military by Cuban intelligence, civilian experts on Venezuela’s military said. In recent months, the crackdown has been extended to the civilian arena. Manuel Rosales, the president’s opponent in the 2006 elections, sought asylum in Peru after being faced with corruption charges, and Mr. Chávez handpicked a new mayor for Caracas after legislators eliminated most of the budget of the elected mayor, Antonio Ledezma. The government even singled out smaller targets, like an outspoken biologist critical of Mr. Chávez who was fired from his tenured post at the Institute of Advanced Studies, a state-run scientific research group. Mr. Chávez has asked officials to investigate Globovisión, a television news network that is often critical of him, over claims of disrupting public order that the station’s owner calls baseless. The National Assembly is considering giving Mr. Chávez’s government control over financing for nongovernment organizations. The arrest of Mr. Baduel is a reflection of how much has changed in Venezuela, especially since oil prices plunged last summer. A few years ago, a rift between Mr. Chávez and him would have seemed unimaginable. Mr. Baduel was long a member with Mr. Chávez of a secret cell of leftist officers that conspired to seize power. A coup failed in 1992 but thrust Mr. Chávez, then a lieutenant colonel, into the spotlight. In 2002, Mr. Baduel led a paratrooper operation that returned the elected Mr. Chávez to power after the April coup. But after retiring as defense minister, Mr. Baduel broke with Mr. Chávez in 2007. He publicly criticized the president’s proposal to overhaul the Constitution and transform Venezuela into a socialist state with greatly expanded presidential authority. The measure was rejected by voters in December 2007, and Mr. Baduel emerged as a prominent voice of dissent. Then, as often happens with Mr. Chávez’s critics, Mr. Baduel found himself under the scrutiny of the justice system. A military prosecutor said he was responsible for about $14 million that disappeared during his tenure as defense minister, and the military intelligence directorate sent agents to follow his every move. Mr. Baduel says he is innocent. His protestations are echoed by his fellow inmates at the Ramo Verde prison, in this city on the outskirts of Caracas. “The plot is a concoction, an amateurish fable,” said Mr. Millán, the former admiral. He questioned why he and Mr. Barroso were still detained when no proof of the supposed conspiracy had surfaced beyond crackling taped phone conversations played on state television that were attributed to him and others. Mr. Millán, who was detained in September, and Mr. Baduel said they had been denied their due-process rights in a “witch hunt” among former officers. Whether or not the charges are false, reports of quiet discontent within the military seem to be well founded. There is resentment over a policy shift that speeds promotions of pro-Chávez noncommissioned officers, over a decline in bonus pay for soldiers as oil revenues fell and over Mr. Chávez’s order that soldiers use the Cuban-style pledge, “Fatherland, socialism or death,” according to active and retired officers. “On the one hand we have officers who believe in the military’s institutional independence, and on the other the Praetorians who prop up the government,” said Hernán Castillo, a political scientist at Simón Bolívar University in Caracas. Mr. Baduel is believed to wield influence among the non-Praetorians. Asked about the possibility that such discontent could foster an armed conspiracy against the government, as has happened at least three times in the past two decades, Mr. Baduel demurred. “To subdue the enemy without fighting is the supreme excellence,” said Mr. Baduel, quoting from Sun Tzu, the ancient Chinese military strategist. “I was trained for decades in the administration of violence, but I personally think that violence is not the answer to our dilemma.” Instead, Mr. Baduel suggests convening an assembly to rewrite Venezuela’s Constitution as a step toward reintroducing checks on Mr. Chávez’s power. Meanwhile, the armed forces seem increasingly weakened and divided as they come further under Mr. Chávez’s thumb. Notwithstanding the quiet deference to Mr. Baduel by his military jailers, he says he has no option but to wait. He has a routine. He prays each morning. He meditates after reading from “Tao Te Ching,” Lao Tzu’s Chinese text. And bides his time. “I won’t leave this prison,” Mr. Baduel said, “until Chávez leaves the presidency of Venezuela.” (The New York Times. María Eugenia Díaz contributed reporting from Caracas, Venezuela)
Room for debate: Getting the troops out of Iraq
President Obama spoke on Monday of the progress being made in withdrawing American troops from Iraq, a timetable he set two years ago as a campaign pledge. By the end of August, the American force in Iraq will have shrunk to 50,000 troops, from 144,000. The remaining troops, which will focus on supporting and training Iraqi security forces, are expected to leave by the end of 2011.Some critics have said Mr. Obama should slow the drawdown to make sure insurgents cannot take advantage of the current political confusion. Will 50,000 troops in an "advise and assist" role be sufficient? What are the risks? Given the political stalemate and other problems, is a complete pullout by the end of 2011 plausible?Lea el debate completo en el New York Times
DISCURSO DE ACEPTACIÒN DEL DOCTORADO HONORIS CAUSA DE LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
Sr. Rector de la Universidad San Carlos, Guatemala, Lic. Estuardo Gálvez Barrios;Sra. Presidenta del Instituto de la Mujer, de la Universidad de San Carlos, Licda. Miriam Maldonado;Autoridades de Gobierno;Honorables Miembros del Cuerpo Diplomático;Representante de Organismos Internacionales;Sr. Secretario General del CSUCA, Ing. Efraín Medina;Sr. Rector de la Universidad de El Salvador, Ing. Rufino Antonio Quezada;Sra. Presidenta de la Asamblea General Universitaria, Dra. Claudia Cerna;Compañeros y compañeras Universitarias de las Universidades Centroamericanas, Universidad de San Carlos y Universidad de El Salvador;Amigos y Amigas y familia que me acompaña.Sean mis primeras palabras para expresar mi profundo agradecimiento a la Universidad San Carlos y en particular a su distinguido Rector Lic. Estuardo Gálvez Barrios y al Honorable Consejo Superior Universitario por el alto honor que me confieren al otorgarme el más alto grado académico, el Doctorado Honoris Causa de esta Ilustre Casa, la más antigua y emblemática Universidad de nuestra región centroamericana, cuya lucha por lo académico ha ido siempre paralela a su compromiso con las ideas libertarias en la construcción de esta Centroamérica nuestra, tan sufrida, tan golpeada, pero al mismo tiempo siempre rebelde y comprometida con el pasado, presente y futuro de nuestros pueblos. Quiero, al mismo tiempo presentar mis agradecimientos a las queridas compañeras del Instituto Universitario de la Mujer, en particular a su presidenta la Dra. Miriam Maldonado, de quienes partió la iniciativa de solicitar al Consejo Superior Universitario, este grado académico que me honra y enaltece.El papel de la Universidad San Carlos en la construcción de la Educación Superior en Centroamérica La verdadera dimensión de mi respeto y reconocimiento a la Universidad que hoy me acoge en su seno como Doctora Honoris Causa, debiera poder expresarse en esta exposición que limitada por la inexorable cuenta de los minutos apenas me permitirá trazar unas frágiles pinceladas de esta maravillosa historia que, en un sin número de publicaciones, recogen el legado de grandes intelectuales y patriotas de esta gran patria centroamericana.Específicamente voy a referirme al papel desempeñado por la Universidad San Carlos en la construcción de la Educación Superior Centroamericana, con especial énfasis en el desarrollo de nuestras dos universidades hermanas, San Carlos de Guatemala y Universidad de El Salvador.Es habitual referirse a la fundación de una universidad a partir de la fecha clave de su decreto de creación, en este caso el 31 de enero de 1676 en que nace la Real Universidad de San Carlos, pero lo que habitualmente se omite, es la tesonera e incansable tarea que precede a su fundación y que en este caso corresponde sobre todo al Obispo de Guatemala Don Francisco Marroquín.Mata Gavidia en su excelente obra sobre la Fundación de la Universidad San Carlos, le da vida en ese extraordinario capítulo sobre los esfuerzos del Obispo Marroquín a partir de su primera carta del 15 de marzo de 1545 en donde pide al Rey que se instalen los estudios universitarios en Guatemala y hace la propuesta concreta para que se “asiente un estudio a manera de Universidad”. La carta de Marroquín fue desoída y nuevamente el Obispo pide a gritos al Emperador el 4 de julio de 1554 que cree la institución universitaria, solicitud que se repite en 1556, 1558 y 1559. Tal vez uno de los más importantes capítulos de esta historia, además del razonamiento sobre la justificación del insistente pedido de Guatemala sobre la creación de la universidad, según lo comenta Mata Gavidia, es el hecho de considerar que “la creación de una universidad supone un ambiente de cierta cultura para realizarse”, y que, “a nadie se le ocurriría ir a fundar una Universidad de estudios humanistas o jurídicos en una selva de analfabetas...” En ese sentido es reconocido por todos los historiadores que cuando sin cesar Guatemala pedía una Universidad a la corona ya constaba, según Mata Gavidia, con “el medio humano cultural capaz de ir a las aulas” y más aun “no iban a las aulas ignorantes sin letras algunas sino estudiantes que hubieran hecho estudios de primeras letras y de disciplinas humanistas”. Después del importante papel desarrollado por Francisco Marroquín y otros en la búsqueda de la legitimización de los estudios universitarios por la corona, precedidos por los esfuerzos para la constitución del Colegio Santo Tomás, Marroquín muere sin haber logrado su propósito. Pero la lucha por la creación de la Universidad San Carlos sigue en el contexto de un ambiente cultural que justificaba su creación. Ese ambiente cultural, está en gran parte soportado durante más de medio siglo en el que “salen a la palestra cinco conatos de universidad el Colegio Santo Tomás, 1620; el Colegio de Santo Domingo 1625; el Colegio de San Lucas de los Jesuitas, 1622, 1626, 1640, 1676 y nuevamente el Colegio de Santo Tomás en 1669. Por eso Mata Gavidia plantea que la vida universitaria guatemalense marca su inicio a partir de 1620; esto es 56 años antes de la fundación de la Universidad San Carlos, lo que por fin se vuelve una realidad el 26 de octubre de 1676. Puede decirse que la universidad quedó definitivamente organizada bajo la rectoría del Dr. José Baños Salazar, a lo que Mata Gavidia llama plenitud académica el 10 de enero de 1687 y que para muchos es “ la magna fecha de la plena realización universitaria y el día que se considera que la historia cultural abre el capítulo universitario con categoría de Salamanca, Alcalá, Valladolid, México y Lima. Es lo que con tanto fervor pedía el Obispo Marroquín y la ciudad de Guatemala desde 1548. En esta solemne fecha las Bulas del 18 de junio de 1687 otorgadas por el Papa Inocencio XI elevaron el rango de San Carlos a Alma Máter Guatemalteca y le otorgaron todos los privilegios de México y Lima y a sus graduados el derecho a incorporarse a cualquier universidad del mundo. La categoría de Pontificia le fue otorgada por Carlos II.Detenerse a reflexionar sobre los pasos fundamentales que hacen posible el funcionamiento de la Universidad de San Carlos, sus estatutos y sus reglamentos implica conceder un reconocimiento especial a un personaje clave en el desarrollo de la Universidad de San Carlos. Me refiero a Don Francisco de Sarassa y Arce. Juez, Superintendente y Rector, calificado como fundador ideológico de la Universidad San Carlos, su verdadero Primer Rector. Sus propuestas sobre la fundación de un colegio universitario para universitarios pobres, sus realizaciones como amigo de los indígenas que lo llevaron a elevar al alto rango de Facultad la docencia de las lenguas indígenas. Las propuestas de Sarassa y Arce pueden ser consideradas de avanzada en nuestro tiempo.A partir de estos antecedentes, es tiempo de analizar el papel de la Universidad San Carlos en la vida académica y política de las provincias centroamericanas. Es indudable que Guatemala es el punto de confluencia de los grandes líderes de Istmo y de cuya formación, pensamiento y accionar, van a enriquecerse tanto las diferentes provincias de la gran patria centroamericana como la propia capital. Jonh Tate Laninng, el gran estudioso de la ilustración de la Universidad de San Carlos, nos dice que “Guatemala fue a mediados de la década de 1790 el punto de convergencia de un grupo de distinguidos intelectuales hispanoamericanos que nada tenían que envidiar a los más sabios hombre de México y Lima”. La reforma educativa ilustrada estudiada por Laninng orienta en el sentido que el movimiento de independencia está fundamentado en dicha reforma. Esta reforma iniciada con la enseñanza de la física newtoniana por el padre José Antonio de Liendo y Goicochea, originario de Cartago, Costa Rica, busca el desarrollo de la libertad, sustentado en el principio de la razón, la búsqueda del progreso y bienestar de los pueblos a través del conocimiento útil.En el desarrollo de esta reforma que culmina con la independencia de 1821 a 1823, destacan en el ámbito intelectual y político diferentes figuras de las distintas provincias del reino de Guatemala, entre ellos Don José Matías Delgado, nacido en San Salvador, formado en Guatemala y quien fuera el eje alrededor del cual se generaron las ideas y movimientos revolucionarios que dieron por resultado la independencia centroamericana. Delgado fue Rector de la Real y Pontificia Universidad de San Carlos. No podemos dejar de mencionar al gran patriota Don José Simeón Cañas, nacido en la ciudad de Zacatecoluca, El Salvador y quien también desempeñó el cargo de Rector de la Pontificia Universidad de San Carlos. Su lucha por la abolición de la esclavitud se da en el contexto de su visión y lucha por la igualdad de los seres humanos.La ilustración y el desarrollo de la patria centroamericana no puede tratarse sin ofrecer un puesto especial a la gran figura del máximo pensador centroamericano, alumno de Liendo y Goicochea, me refiero a José Cecilio del Valle, nacido en Choluteca, Honduras, abogado, filósofo y estudioso de las ciencias y las letras. Creador, innovador y reformador educativo. Valle es el artífice y quien redacta el Acta de Independencia en 1821, precisamente en este histórico salón en que hoy nos encontramos.Concebir al hombre que juega papel trascendental en la independencia de su patria y a su vez el pensador de la ciencia y la educación, no es nada fácil. Pero en la vida de Centroamérica deben resonar siempre las frases de Cecilio del Valle que como aquella en que inicia su memoria sobre la educación dice: “las ciencias son el origen primero de todo bien. No hay en las sociedades políticas uno solo que no emane de ellas. Lo más bello, lo más grande, lo más sublime, es obra suya”.En su introducción a las Memorias de la Sociedad Económica de Amantes de Guatemala, José Cecilio del Valle les dice: “Los sabios descienden de las alturas mas elevadas a los principios más humildes de las artes y ciencias para formar y dar luz a los alfabetos de ellos mismos”.En las mismas memorias plantea que “si queremos que subsista lo político, pensemos, como corresponde en lo económico. Tener derechos y vivir desnudos, sería muy triste vivir. Ya sabemos que nuestra nación es independiente, libre y soberana. Volvamos la vista a los ramos de riqueza que deben ser base sólida de la independencia, libertad y soberanía. Aprendamos a ser verdaderos agricultores, artistas y comerciantes. Cuanto más observo nuestras tierras, minerales, vegetales y animales, tanto más admiro la riqueza de las producciones naturales.Para finalizar en sus escritos sobre Las Matemáticas en sus Relaciones con la Prosperidad de los Estados, Valle plantea: “Un individuo que no sabe pensar, leer, medir, ni contar, es un ser dependiente de los que tienen estas aptitudes. Una nación ignorante, estará también en dependencia proporcional a su ignorancia. La verdadera libertad exige ilustración: la educación de la ilustración que se necesita; y el estudio de las matemáticas es parte inmanente de la educación”. En esa lista de figuras representativas de la intelectualidad centroamericana forjada en la Universidad San Carlos, no puede faltar la recia figura de Juan José de Aycinena, quien fuera rector de la Universidad San Carlos durante 21 años en una época difícil de luchas ideológicas y graves problemas que enfrentaba la Universidad en su refundación. De hecho a pesar de haber adquirido una reputación como centro de avanzada en la Ilustración, durante la administración del Lic. Mariano Gálvez se cerró para dar paso a la Academia de Ciencias en Septiembre de 1832, la cual llegó a funcionar como un Ministerio de Educación. Dicha institución no logró consolidarse y la caída de Gálvez en 1840 lleva de nuevo a la apertura de la Universidad Nacional y Pontificia de San Carlos y a la elección de Aycinena como Rector. La larga y dura tarea de Aycinena mediante la cual no dejó morir la universidad, llevó consigo la lucha por lo académico, pero al mismo tiempo la pelea por su financiamiento. Para muchos estudiosos de la Universidad de la época, pese a las dificultades económicas, la Universidad de San Carlos, entró en un periodo de intensa actividad educativa a grado tal que para Chandler, del Centro de Investigaciones Regionales de Meso América de Antigua Guatemala “Cualesquiera que hayan sido las limitaciones de la educación universitaria entre 1840 y 1865 Aycinena merece ser reconocido por su distinguida carrera como Rector, ya que enfrentándose a los obstáculos que habrían vencido a individuos de menos ingenio, mantuvo activa la universidad durante un largo periodo de crisis a un nivel de rendimiento cuantitativo incomparable en su historia”.Dentro de los muchos estudiosos y luchadores de la educación y la cultura, la independencia y la construcción de la patria centroamericana que se nos quedan en el tintero, hay una figura de grandes proporciones que apenas dejaremos consignada, pero que no podemos olvidar porque sus ideas y su pensamiento, impactan antes en mayor proporción a la provincia de Guatemala, que a su propia ciudad natal en El Salvador, me refiero a Alberto Masferrer. Parte importante de la vida y obra de Masferrer ocurre en Guatemala. Es importante señalar que este gran pensador centroamericano tuvo un impacto importante en las élites guatemaltecas y en grupos estudiantiles, campesinos, ligas obreras, maestras, mujeres, élites intelectuales y grupos políticos de las generaciones de 1898, 1910 y 1920 y según algunos de sus biógrafos perduró hasta la revolución de 1944. Se considera que la presencia de Masferrer en la región fue más allá de la simple influencia intelectual del “maestro”: tuvo importante implicaciones políticas en la creación de sociedades, círculos y partidos políticos, en la modificación de normas y legislación en materia de educación y regeneración moral del individuo y de la sociedad y, sobre todo, fomentó la creación y movilización de la opinión pública, abriendo nuevos debates relacionados con la ampliación de los derechos políticos y sociales, de la ciudadanía de las mujeres y grupos subalternos.Quedamos en deuda con otros grandes pensadores e integrantes de las luchas libertarias que han jugado un papel principal en la construcción de nuestra patria.Vidas paralelas y profundamente interrelacionadas (1841­ - 1944)A partir de la creación de la Universidad de El Salvador en febrero de 1841, las comunidades académicas de nuestras dos universidades siguen caminos paralelos en su desarrollo académico, en la lucha por sus derechos y en la lucha por las libertades nacionales. Comparten los efectos de la problemática criolla de sus respectivos países, constituyéndose en elementos centrales de su quehacer, la lucha por su autonomía y el papel crucial desempeñado por el sector estudiantil tanto en la lucha universitaria como en la nacional, particularmente en las cruentas luchas contra las dictaduras.La lucha por la autonomía, tal como ha sido considerado a nivel latinoamericano implica:- El reconocimiento del derecho de la comunidad universitaria a elegir a sus autoridades universitarias sin interferencias extrañas;- La libertad de cátedra y la designación de los profesores mediante procedimientos meramente académicos que garanticen su idoneidad;- La dirección y gobierno de la universidad por sus propios directivos;- La Participación estudiantil- La aprobación de planes y programas de estudios;- La Elaboración y aprobación del presupuesto universitario;- La búsqueda de mecanismos que permitan a la universidad su autofinanciamiento y - La inviolabilidad de los recintos universitarios.Para Guatemala, el primer reconocimiento de la autonomía se da en 1921, esto es a los 245 años de existencia, mientras que en El Salvador el primer decreto de autonomía surge en 1871, sin que estuviese muy claro para la dirigencia universitaria el ejercicio de dicho derecho; no es sino hasta posteriormente que la Universidad toma conciencia sobre su significado.Los altibajos en el goce de la autonomía son evidentes en el caso de Guatemala cuando dicha autonomía es suprimida en la reforma constitucional de 1927 y rescatada en 1929. De nuevo la dictadura de Ubico suprime la autonomía el 14 de mayo de 1931.Al mismo tiempo El Salvador pierde su autonomía con la instalación de la dictadura de los 13 años del General Maximiliano Hernández Martínez en el mismo año de 1931.Ambos pueblos se enfrascan simultáneamente en la lucha crucial contra sus respectivas dictaduras. Guatemala logra la caída de Ubico el 21 de octubre de 1944 a través de un movimiento social encabezado por el sector estudiantil y es la Junta Revolucionaria quien decreta la Autonomía de la Universidad de San Carlos en 1944. Siguiendo un proceso paralelo de lucha que culmina con una huelga de brazos caídos que genera la caída del General Martínez, la Universidad de El Salvador recupera su autonomía en 1944 e igualmente el estudiantado de la Universidad de El Salvador juega un papel protagónico en la caída de la dictadura y el consiguiente impacto en la Universidad.La caída simultanea de la dictadura en nuestros respectivos países, trajo consigo el desarrollo de un proceso de democratización que, aun existiendo factores que amenazaban su estabilidad, ofrecieron el clima para el desarrollo de un fructífero intercambio y de unidad, particularmente manifiesto entre las asociaciones estudiantiles de las dos universidades.El clima creado por la llegada de la Junta de Gobierno Revolucionaria fue para los jóvenes de aquella época un regalo de la vida. Ese proceso seguido del ascenso a la presidencia de la republica del presidente Juan José Arévalo, fortaleció el ambiente democrático, en el cual nuestras representaciones estudiantiles encontrábamos en el palacio de gobierno guatemalteco, un ambiente de amistad, de entendimiento, de hermandad y de solidaridad propicio para estimular la construcción de nuestras nacientes democracias, con lo cual soñábamos.Nos toco ser parte de esa maravillosa primavera en la cual nuestros encuentros en las visitas reciprocas de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños AGEUS y Guatemaltecos AEU nos hicieron crecer. Distinguidos universitarios guatemaltecos que luego fueron personajes famosos a nivel nacional fueron nuestros anfitriones.Aun vibran en mis oídos, los brillantes discursos de nuestros grandes oradores en el elegante ámbito del Palacio Presidencial. Me parece todavía escuchar al gran orador guatemalteco Manuel Galich, posteriormente un excelente Ministro de Educación a quien respondía con gran elegancia y brillantez nuestro orador estrella Reynaldo Galindo Polh. Alfonso Bauer Paiz, los entonces estudiantes Francisco y Marco Antonio Villamar entre otros, los Villagran nos hicieron vivir la nueva Guatemala. Con todos aquellos queridos compañeros de entonces, muchos de los cuales ya han desaparecido, quiero compartir la distinción que esta querida Universidad me ofrece este día. La autonomía por la cual luchábamos estuvo sometida a muchos altibajos. La Junta de Gobierno Revolucionario concedió la Autonomía a la Universidad de San Carlos en 1944, la Asamblea Nacional Constituyente de 1945 estipulo que el Estado debía contribuir a asegurar y acrecentar el patrimonio universitario.La Constitución de 1956, pese al ambiente hostil creado por la caída de Arbenz mantiene y amplía la atribución de la Universidad para organizar, dirigir y desarrollar la enseñanza superior y la educación profesional, dándole fondos a través de una asignación del dos por ciento del presupuesto nacional. La Constitución del 15 de septiembre de 1965 determino el carácter nacional y autónomo de la Universidad de San Carlos, configurándola como institución descentralizada del estado con capacidad para darse sus propios estatutos y reglamentos. La Constitución Política de 1985 ratifico que la Universidad de San Carlos de Guatemala es una Institución Autónoma con personalidad jurídica, reiterando que como única universidad estatal, dirige, organiza y desarrolla la educación superior del Estado y la educación superior universitaria estatal. Asimismo, le dio la potestad de promover la investigación en todas las esferas del conocimiento y cooperar en el estudio y solución de los problemas nacionales. Le corresponde una asignación no menor del cinco por ciento del presupuesto general de ingresos ordinarios del Estado. En el caso de El Salvador, aun cuando la autonomía universitaria había sido reconocida y arrebatada por decretos ejecutivos, no había alcanzado la calidad de disposición constitucional. Con la participación de los estudiantes universitarios en las discusiones de la Asamblea Constituyente y como culminación de una lucha de más de 100 años, se logró la inclusión del artículo 205 en la Constitución Política del 7 de septiembre de 1950. Ese artículo reza así: “La Universidad es Autónoma en los aspectos administrativos y económicos, y deberá prestar un servicio social. Se regirá por Estatutos enmarcados en una Ley que sentara los principios generales para su organización y funcionamiento. El Estado contribuirá a asegurar y acrecentar el patrimonio universitario y consignara anualmente en el presupuesto las partidas asignadas al sostenimiento de la universidad”. Pese a ello durante el gobierno del Coronel José Maria Lemus el 19 de septiembre de 1960, las fuerzas de seguridad irrumpieron en el recinto universitario, golpeando brutalmente a sus autoridades lo cual contribuyó en parte a la caída del presidente Lemus. Este hecho trajo de nuevo la necesidad de una nueva Constitución Política decretada el 8 de enero de 1962 en la que se conservo intacto el principio de autonomía universitaria consagrado en la constitución de 1950.El embate contra la Educación Superior en el contexto de los movimientos nacionales contra las grandes inequidades y desigualdades socialesLa década de los setenta con los antecedentes inmediatos de los últimos años del sesenta, como el Tlatelolco mexicano de octubre del 68, el Mayo Francés también de 1968 y en nuestras universidades el impacto de la ola represiva que violento los principios básicos de nuestras autonomías, inicia un periodo particularmente difícil para las universidades públicas en el mundo. Guatemala registra este periodo, recordando el embate brutal de las fuerzas de seguridad, no solo de las fuerzas regulares sino de grupos clandestinos, pero también nos dice que a partir de estos procesos se “abrieron corrientes progresistas y revolucionarias que buscaban un cambio en el país a través de distintas formas de lucha incluyendo la armada. Para Guatemala es en 1978 cuando se inicia la peor ola represiva en su historia. El Gobierno de Lucas García califica a la Universidad de San Carlos como “centro de subversión” e igual que en el caso salvadoreño tales epítetos sirven de excusa para las intervenciones. Para 1980 el gobierno desato una oleada de violencia en contra de la Universidad de San Carlos en la que cientos de universitarios fueron asesinados o desaparecidos. El movimiento estudiantil fue duramente reprimido, al extremo de haber perdido en forma completa generaciones de líderes. El conflicto se da por terminado con la firma de los Acuerdos de Paz en 1996.Por su parte en el caso de El Salvador, es el 19 de julio de 1972 cuando la Universidad sufre una embestida brutal más en contra de su autonomía con la intervención del Campus universitario; la destrucción de la estructura docente y de investigación; el saqueo y destrucción de bibliotecas y laboratorios; el asesinato, persecución y consiguiente fuga de personal. Además de ello mediante un decreto de la Asamblea Legislativa se dejo sin efecto el nombramiento de las autoridades universitarias, personal docente y administrativo. Fue ocupada por el ejército y se nombro una Comisión Normalizadora de la universidad.En marzo de 1977 la Asamblea Legislativa aprobó el Consejo de Administración de la Universidad de El Salvador (CAPUES), fatídico organismo que asumió las funciones del Consejo Superior Universitario y la Asamblea General Universitaria.Una nueva constitución se promulgo en el año 1983 que en su Artículo 61 mantiene la autonomía de la Universidad en los aspectos docentes, administrativos y económicos, respeta la libertad de cátedra, pero ya incorpora la Ley especial para la creación y funcionamiento de las universidades privadas.La Ley Orgánica de la Universidad publicada en el Diario Oficial del 25 de mayo de 1999 reconoce y ratifica la autonomía en los aspectos docentes, administrativos y económicos. Una nueva interrogante surge a partir de este periodo ¿Realmente se están respetando los principios que garantizan la autonomía universitaria?En el contexto de este aparente ejercicio de autonomía universitaria, surgen situaciones que ponen en duda el ejercicio pleno de dicha conquista. De hecho una fragante violación a la autonomía con invasión de los recintos universitarios tuvo lugar el 5 de julio de 2005 lo cual fue un nuevo signo de la fragilidad de dicha autonomía.Siguiendo caminos paralelos, con las crisis de nuestras guerras civiles desarrolladas en el periodo 1970- 1990 se cierra oficialmente el conflicto en El Salvador con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992. Ante tal situación cabe preguntarnos cual debe ser el camino para que nuestras universidades, cumpliendo con su cometido al servicio de la sociedad, identifiquen las nuevas formas de intervención y violación de su autonomía. Podrían ya no ser las balas y la violencia destructora de nuestras instalaciones físicas, podría no haber saqueo ni atropello a nuestros docentes, autoridades o estudiantes, pero existen formas más sutiles como son el estrangulamiento económico, el aislamiento de los problemas trascendentes de la vida nacional, la prioridad concedida a las universidades e instituciones educativas con fines de lucro y otras formas de intervención.El contexto de la Integración CentroamericanaEste año Centroamérica conmemora 60 años de existencia de la Confederación Universitaria Centroamericana y su máximo organismo directivo, el Consejo Superior Universitario (CSUCA).Es bueno recordar que nuestro máximo organismo de coordinación, integración y conducción de la Educación Superior Publica de Centroamérica, es el primer organismo de integración de la Educación Superior que se crea a nivel internacional. Producto de largos periodos de reflexión y anhelos de los pueblos del Istmo, el CSUCA se crea en El Salvador por resolución del Primer Congreso Universitario Centroamericano convocado por un ilustre salvadoreño, el Dr. Carlos Llerena, Rector para entonces de la Universidad de El Salvador. El Dr. Llerena convoco a las Universidades Centroamericanas para estudiar los Convenios Internacionales sobre el ejercicio de las profesiones liberales y los planes de estudio de las diversas universidades del área con miras a su unificación. Es en otra importantísima reunión por iniciativa del gran rector de la Universidad de San Carlos, Carlos Martínez Duran, quien convoca a las Universidades Latinoamericanas en Guatemala en 1949 en donde se crea la Unión de Universidades de América Latina UDUAL. Justo es ofrecer nuestro reconocimiento estos dos ilustres personajes que jugaron un papel trascendental en la vida de nuestras universidades no solo en cuanto sus reformas académicas, sino en el fundamental proceso de integración de nuestras casas de estudio y de nuestra comunidad universitaria en el contexto de los esfuerzos por la unidad Centroamericana. A los 60 años de vida del CSUCA, es justo que reiteremos nuestro reconocimiento al papel que ha jugado en el desarrollo armónico de nuestra Educación Superior pero resulta mas importante aun pensar, y por ello les invito a reflexionar, sobre el reto a que se enfrenta nuestra Confederación en esta coyuntura grave no solo en el campo regional sino mundial, frente a un mundo desigual, un mundo de desigualdades en lo económico, en lo social, pero fundamentalmente para nuestra comunidad educativa enfrentada a una llamada sociedad del conocimiento y de la información en la que muy poco contamos.Es imperativo trabajar por la identidad Centroamericana. Es tiempo de ayudarnos a crecer juntos y luchar porque la región ofrezca un solo frente en lo económico, político, científico y cultural.Es tiempo de retomar la bandera de la Unión Centroamericana destrozada históricamente por guerras de independencia e intereses separatistas que la llevaron como señala Jorge Sol, trayendo a cuenta palabras de Sarmiento “a hacer un Estado soberano de cada Aldea”. Debemos invitar a las nuevas generaciones a repensar y retomar el desarrollo regional integral como la gran meta de la Confederación Centroamericana, en el contexto de lo cual, las Universidades Publicas de Centroamérica están llamadas a jugar un relevante papel a través del desarrollo de su potencial humano, de la producción de nuevo conocimiento y de la articulación con su sociedad, la sociedad de la patria grande.UNA CONFEDERACIÓN CENTROAMERICANA DE UNIVERSIDADES, FUERTE, COMPROMETIDA Y ÚTIL A LA SOCIEDAD VOLVERÁ IMPOSIBLE QUE SE LE ATROPELLE, QUE SE LE IGNORE O SE LE IRRESPETE.La lucha por la equidad de Género en la construcción de una nueva sociedadLas consideraciones sobre Universidad Pública y Autónoma, sobre su vida política y académica se quedarían truncas si no hacemos presente nuestro reconocimiento al esfuerzo que en nuestras dos Universidades han venido realizando grupos importantes de compañeras, pioneras en la apertura de un espacio que parecía cerrado a nuevas corrientes de pensamiento y acción sobre la equidad de género, trabajo que fue más allá del realizado por líderes o por grupos aislados u organismos no gubernamentales que han trabajado intensamente en la defensa de los derechos de las mujeres.La visión solidaria de las compañeras del Instituto Universitario de la Mujer de la Universidad de San Carlos, merecen todo mi respeto y mi especial agradecimiento por haber pensado que esta modesta compañera salvadoreña podía ser acreedora a esta distinción. Su selección me honra y me compromete, al igual que me siento profundamente honrada con venir a engrosar la lista de mujeres galardonadas con el Doctorado Honoris Causa de esta Universidad: Gabriela Mistral, Rigoberta Menchú, Michelle Bachelet, Annette Hsiu Lien Lu.Si bien es cierto que algunos grupos de avanzada en nuestras universidades no han sido ajenos al movimiento mundial por la equidad de género, podemos decir que el panorama no es todo lo estimulante que quisiéramos. Nuestras Universidades se han incorporado tardíamente en la lucha por los derechos de las mujeres, cuando muchos movimientos ya habían avanzado fuera de ella. Pese al reconocimiento mundial que urge a construir la plataforma en que descanse la defensa de los Derechos de la Mujer, que no se quede en la declaración sino que se realice en acciones precisas, aún encontramos en nuestras universidades resistencias considerables, a veces cómplices de la apatía y el no reconocimiento a la equidad de género, pese a la observación permanente de las condiciones de desigualdad e inequidad en que la mujer se mueve. La Conferencia Mundial sobre Educación Superior concluyó que era necesario “definir y aplicar políticas destinadas a eliminar de la enseñanza superior todos los prejuicios fundados en el género y consolidar la participación de la mujer en todos los niveles y en todas las disciplinas en que está poco representada en la actualidad y especialmente su intervención activa en la adopción en las decisiones”.Ambas organizaciones, el Instituto Universitario de la Mujer en Guatemala, y el Centro de Estudios de Género en El Salvador han logrado formular, y están en vías de lograr, el cumplimiento de sus políticas de equidad de género a nivel universitario.La historia nos muestra el fuerte retraso que nuestras universidades exhiben en la participación real de la mujer. Las compañeras salvadoreñas han mencionado como un ejemplo de la dificultad de acceso de la mujer a los estudios universitarios el hecho que se tuvo que esperar 43 años después de la fundación de la Universidad para que se graduara la primera mujer la Ingeniera Topógrafa Antonia Navarro, la primera mujer Centroamericana en obtener un título universitario.Es hasta 1919 cuando Olimpia Altuve se constituye en la primera mujer graduada en Guatemala en la Universidad de San Carlos, 243 años después de fundada la Universidad.Si consideramos aisladamente el número de graduadas mujeres como un indicador del progreso en el acceso de la mujer a la vida universitaria, podríamos estar cerrando los ojos al hecho de que frente al crecimiento de matriculadas y graduadas universitarios a nivel de licenciatura, su ubicación en la estructura docente es opuesta; las estadísticas se invierten no solo en el cuadro de profesores sino también en los postgrados así como en las listas de investigadores. Si el estudio se extiende al mercado laboral tendremos la oportunidad de palpar con mayor claridad las injusticias hasta en las remuneraciones con base al género y muchas otras diferencias más.Si bien es cierto que no ha sido fácil la apertura de un espacio universitario ahora ocupado por institutos, facultades, unidades o centros que tendrían la responsabilidad de impulsar las políticas ahora aprobadas por nuestros máximos organismos de dirección. Para ello requeriríamos impulsar la formación de masas críticas y un nuevo tipo de personal que incorpore el enfoque de la equidad de género como eje curricular. Al meditar sobre los excelentes documentos producidos por nuestras queridas dirigentes de Guatemala y El Salvador, no nos queda la menor duda que nuestras unidades de género están en el camino de lograr que la Universidad San Carlos y la Universidad de El Salvador puedan desempeñar un papel protagónico en la construcción de una nueva sociedad, lo que no podrá lograrse sin ubicar a la mujer en el papel que le corresponde.“Todo es posible hasta que se pruebe que es imposible. Y aún entonces lo imposible puede serlo solo por ahora.” Pearl S Buck. Quisiera terminar esta reflexión adhiriéndome al esfuerzo que en las Cumbres de Rectores de Universidades Publicas Iberoamericanas hemos venido realizando en defensa de nuestras universidades, planteamiento que esta sintetizado en dos fragmentos de la Carta de San Salvador aprobada en la IV Cumbre, realizada en San Salvador en diciembre del año 2003 que literalmente dice.“ ...Las Instituciones de Educación Superior Publicas son hoy mas que nunca las vías únicas y esenciales con que cuentan las sociedades de la región para generar, transmitir y acumular el conocimiento, promover las capacidades humanas y desarrollar la creatividad social, tareas imprescindibles para impulsar el desarrollo humano sostenible y contrarrestar los efectos de la globalización neoliberal .... ... La misión de la universidad pública y el ejercicio de su responsabilidad social se encuentran doblemente amenazados. De una parte por la tendencia sostenida de los gobiernos a reducir el financiamiento dedicado a la Educación Publica, de otra parte por la agresiva desregulación y liberalización de los mercados que aprovechan las empresas llamadas educativas cuyo fin ultimo es el lucro”. Les invito a luchar por la defensa de nuestra Educación Superior Publica Centroamericana y su accionar en el contexto Iberoamericano e Internacional.Gracias de nuevo a la Universidad de San Carlos, al Instituto Universitario de la Mujer de esta Universidad y a esta distinguida audiencia que comparte conmigo este generoso gesto de la Universidad de San Carlos al incorporarme a su seno con su más alto grado académico. Muchas Gracias.
An empty revolution - The unfulfilled promises of Hugo Chávez
On December 2, when Venezuelans delivered President Hugo Chávez his first electoral defeat in nine years, most analysts were taken by surprise. According to official results, 50.7 percent of voters rejected Chávez's proposed constitutional reform, which would have expanded executive power, gotten rid of presidential term limits, and paved the way for the construction of a "socialist" economy. It was a major reversal for a president who just a year earlier had won a second six-year term with 62.8 percent of the vote, and commentators scrambled to piece together an explanation. They pointed to idiosyncratic factors, such as the birth of a new student movement and the defection of powerful groups from Chávez's coalition. But few went so far as to challenge the conventional wisdom about how Chávez has managed to stay in power for so long.Although opinions differ on whether Chávez's rule should be characterized as authoritarian or democratic, just about everyone appears to agree that, in contrast to his predecessors, Chávez has made the welfare of the Venezuelan poor his top priority. His government, the thinking goes, has provided subsidized food to low-income families, redistributed land and wealth, and poured money from Venezuela's booming oil industry into health and education programs. It should not be surprising, then, that in a country where politics was long dominated by rich elites, he has earned the lasting support of the Venezuelan poor.That story line may be compelling to many who are rightly outraged by Latin America's deep social and economic inequalities. Unfortunately, it is wrong. Neither official statistics nor independent estimates show any evidence that Chávez has reoriented state priorities to benefit the poor. Most health and human development indicators have shown no significant improvement beyond that which is normal in the midst of an oil boom. Indeed, some have deteriorated worryingly, and official estimates indicate that income inequality has increased. The "Chávez is good for the poor" hypothesis is inconsistent with the facts.My skepticism of this notion began during my tenure as chief economist of the Venezuelan National Assembly. In September 2000, I left American academia to take over a research team with functions broadly similar to those of the U.S. Congressional Budget Office. I had high expectations for Chávez's government and was excited at the possibility of working in an administration that promised to focus on fighting poverty and inequality. But I quickly discovered how large the gap was between the government's rhetoric and the reality of its political priorities.Soon after joining the National Assembly, I clashed with the administration over underfunding of the Consolidated Social Fund (known by its Spanish acronym FUS), which had been created by Chávez to coordinate the distribution of resources to antipoverty programs. The law establishing the fund included a special provision to ensure that it would benefit from rising oil revenues. But when oil revenues started to go up, the Finance Ministry ignored the provision, allocating to the fund in the 2001 budget only $295 million -- 15 percent less than the previous year and less than a third of the legally mandated $1.1 billion. When my office pointed out this inconsistency, the Finance Ministry came up with the creative accounting gimmick of rearranging the law so that programs not coordinated by the FUS would nevertheless appear to be receiving resources from it. The effect was to direct resources away from the poor even as oil profits were surging. (Hard-liners in the government, incensed by my office's criticisms, immediately called for my ouster. When the last moderates, who understood the need for an independent research team to evaluate policies, left the Chávez camp in 2004, the government finally disbanded our office.)Chávez's political success does not stem from the achievements of his social programs or from his effectiveness at redistributing wealth. Rather, through a combination of luck and manipulation of the political system, Chávez has faced elections at times of strong economic growth, currently driven by an oil boom bigger than any since the 1970s. Like voters everywhere, Venezuelans tend to vote their pocketbooks, and until recently, this has meant voting for Chávez. But now, his mismanagement of the economy and failure to live up to his pro-poor rhetoric have finally started to catch up with him. With inflation accelerating, basic foodstuffs increasingly scarce, and pervasive chronic failures in the provision of basic public services, Venezuelans are starting to glimpse the consequences of Chávez's economic policies -- and they do not like what they see.FAKE LEFTFrom the moment he reached office in 1999, Chávez presented his economic and social policies as a left-wing alternative to the so-called Washington consensus and a major departure from the free-market reforms of previous administrations. Although the differences were in fact fairly moderate at first, the pace of change accelerated significantly after the political and economic crisis of 2002-3, which saw a failed coup attempt and a two-month-long national strike. Since then, the Venezuelan economy has undergone a transformation.The change can be broadly characterized as having four basic dimensions. First, the size of the state has increased dramatically. Government expenditures, which represented only 18.8 percent of GDP in 1999, now account for 29.4 percent of GDP, and the government has nationalized key sectors, such as electricity and telecommunications. Second, the setting of prices and wages has become highly regulated through a web of restrictions in place since 2002 ranging from rigid price and exchange controls to a ban on laying off workers. Third, there has been a significant deterioration in the security of property rights, as the government has moved to expropriate landholdings and private firms on an ad hoc basis, appealing to both political and economic motives. Fourth, the government has carried out a complete overhaul of social policy, replacing existing programs with a set of high-profile initiatives -- known as the misiones, or missions -- aimed at specific problems, such as illiteracy or poor health provision, in poor neighborhoods.Views differ on how desirable the consequences of many of these reforms are, but a broad consensus appears to have emerged around the idea that they have at least brought about a significant redistribution of the country's wealth to its poor majority. The claim that Chávez has brought tangible benefits to the Venezuelan poor has indeed by now become commonplace, even among his critics. In a letter addressed to President George W. Bush on the eve of the 2006 Venezuelan presidential elections, Jesse Jackson, Cornel West, Dolores Huerta, and Tom Hayden wrote, "Since 1999, the citizens of Venezuela have repeatedly voted for a government that -- unlike others in the past -- would share their country's oil wealth with millions of poor Venezuelans." The Nobel laureate economist Joseph Stiglitz has noted, "Venezuelan President Hugo Chávez seems to have succeeded in bringing education and health services to the barrios of Caracas, which previously had seen little of the benefits of that country's rich endowment of oil." Even The Economist has written that "Chávez's brand of revolution has delivered some social gains."One would expect such a consensus to be backed up by an impressive array of evidence. But in fact, there is remarkably little data supporting the claim that the Chávez administration has acted any differently from previous Venezuelan governments -- or, for that matter, from those of other developing and Latin American nations -- in redistributing the gains from economic growth to the poor. One oft-cited statistic is the decline in poverty from a peak of 54 percent at the height of the national strike in 2003 to 27.5 percent in the first half of 2007. Although this decline may appear impressive, it is also known that poverty reduction is strongly associated with economic growth and that Venezuela's per capita GDP grew by nearly 50 percent during the same time period -- thanks in great part to a tripling of oil prices. The real question is thus not whether poverty has fallen but whether the Chávez government has been particularly effective at converting this period of economic growth into poverty reduction. One way to evaluate this is by calculating the reduction in poverty for every percentage point increase in per capita income -- in economists' lingo, the income elasticity of poverty reduction. This calculation shows an average reduction of one percentage point in poverty for every percentage point in per capita GDP growth during this recovery, a ratio that compares unfavorably with those of many other developing countries, for which studies tend to put the figure at around two percentage points. Similarly, one would expect pro-poor growth to be accompanied by a marked decrease in income inequality. But according to the Venezuelan Central Bank, inequality has actually increased during the Chávez administration, with the Gini coefficient (a measure of economic inequality, with zero indicating perfect equality and one indicating perfect inequality) increasing from 0.44 to 0.48 between 2000 and 2005.Poverty and inequality statistics, of course, tell only part of the story. There are many aspects of the well-being of the poor not captured by measures of money income, and this is where Chávez's supporters claim that the government has made the most progress -- through its misiones, which have concentrated on the direct provision of health, education, and other basic public services to poor communities. But again, official statistics show no signs of a substantial improvement in the well-being of ordinary Venezuelans, and in many cases there have been worrying deteriorations. The percentage of underweight babies, for example, increased from 8.4 percent to 9.1 percent between 1999 and 2006. During the same period, the percentage of households without access to running water rose from 7.2 percent to 9.4 percent, and the percentage of families living in dwellings with earthen floors multiplied almost threefold, from 2.5 percent to 6.8 percent. In Venezuela, one can see the misiones everywhere: in government posters lining the streets of Caracas, in the ubiquitous red shirts issued to program participants and worn by government supporters at Chávez rallies, in the bloated government budget allocations. The only place where one will be hard-pressed to find them is in the human development statistics.Remarkably, given Chávez's rhetoric and reputation, official figures show no significant change in the priority given to social spending during his administration. The average share of the budget devoted to health, education, and housing under Chávez in his first eight years in office was 25.12 percent, essentially identical to the average share (25.08 percent) in the previous eight years. And it is lower today than it was in 1992, the last year in office of the "neoliberal" administration of Carlos Andrés Pérez -- the leader whom Chávez, then a lieutenant colonel in the Venezuelan army, tried to overthrow in a coup, purportedly on behalf of Venezuela's neglected poor majority.In a number of recent studies, I have worked with colleagues to look more systematically at the results of Chávez's health and education misiones. Our findings confirm that Chávez has in fact done little for the poor. For example, his government often claims that the influx of Cuban doctors under the Barrio Adentro health program is responsible for a decline in infant mortality in Venezuela. In fact, a careful analysis of trends in infant and neonatal mortality shows that the rate of decline is not significantly different from that of the pre-Chávez period, nor from the rate of decline in other Latin American countries. Since 1999, the infant mortality rate in Venezuela has declined at an annual rate of 3.4 percent, essentially identical to the 3.3 percent rate at which it had declined during the previous nine-year period and lower than the rates of decline for the same period in Argentina (5.5 percent), Chile (5.3 percent), and Mexico (5.2 percent).Even more disappointing are the results of the government's Robinson literacy program. On October 28, 2005, Chávez declared Venezuela "illiteracy-free territory." His national literacy campaign, he announced, had taught 1.5 million people how to read and write, and the education minister stated that residual illiteracy stood at less than 0.1 percent of the population. The achievement received considerable international recognition and was taken at face value by many specialists as well as by casual observers. A recent article in the San Francisco Chronicle, for example, reported that "illiteracy, formerly at 10 percent of the population, has been completely eliminated." Spanish President José Luis Rodríguez Zapatero and UNESCO's general director, Koïchiro Matsuura, sent the Venezuelan government public letters of congratulation for the achievement. (After Matsuura's statement, the Chávez's administration claimed that its eradication of illiteracy had been "UNESCO-verified.")But along with Daniel Ortega of Venezuela's IESA business school, I looked at trends in illiteracy rates based on responses to the Venezuelan National Institute of Statistics' household surveys. (A full presentation of our study will appear in the October 2008 issue of the journal Economic Development and Cultural Change.) In contrast to the government's claim, we found that there were more than one million illiterate Venezuelans by the end of 2005, barely down from the 1.1 million illiterate persons recorded in the first half of 2003, before the start of the Robinson program. Even this small reduction, moreover, is accounted for by demographic trends rather than the program itself. In a battery of statistical tests, we found little evidence that the program had had any statistically distinguishable effect on Venezuelan illiteracy. We also found numerous inconsistencies in the government's story. For example, it claims to have employed 210,410 trainers in the anti-illiteracy effort (approximately two percent of the Venezuelan labor force), but there is no evidence in the public employment data that these people were ever hired or evidence in the government budget statistics that they were ever paid.THE ECONOMIC CONSEQUENCES OF MR. ChávezIn fact, even as the conventional wisdom has taken hold outside of Venezuela, most Venezuelans, according to opinion surveys, have long been aware that Chávez's social policies are inadequate and ineffective. To be sure, Venezuelans would like the government's programs -- particularly the sale of subsidized food -- to remain in place, but that is a far cry from believing that they have reasonably addressed the nation's poverty problem. A survey taken by the Venezuelan polling firm Alfredo Keller y Asociados in September 2007 showed that only 22 percent of Venezuelans think poverty has improved under Chávez, while 50 percent think it has worsened and 27 percent think it has stayed the same.At the same time, however, Venezuelan voters have given Chávez credit for the nation's strong economic growth. In polls, an overwhelming majority have expressed support for Chávez's stewardship of the economy and reported that their personal situation was improving. This is, of course, not surprising: with its economy buoyed by surging oil profits, Venezuela had enjoyed three consecutive years of double-digit growth by 2006.But by late 2007, Chávez's economic model had begun to unravel. For the first time since early 2004, a majority of voters claimed that both their personal situation and the country's situation had worsened during the preceding year. Scarcities in basic foodstuffs, such as milk, black beans, and sardines, were chronic, and the difference between the official and the black-market exchange rate reached 215 percent. When the Central Bank board received its November price report indicating that monthly inflation had risen to 4.4 percent (equivalent to an annual rate of 67.7 percent), it decided to delay publication of the report until after the vote on the constitutional reform was held.This growing economic crisis is the predictable result of the gross mismanagement of the economy by Chávez's economic team. During the past five years, the Venezuelan government has pursued strongly expansionary fiscal and economic policies, increasing real spending by 137 percent and real liquidity by 218 percent. This splurge has outstripped even the expansion in oil revenues: the Chávez administration has managed the admirable feat of running a budget deficit in the midst of an oil boom.Such expansionary policies were appropriate during the deep recession that Venezuela faced in the aftermath of the political and economic crisis of 2002-3. But by continuing the expansion after the recession ended, the government generated an inflationary crisis. The problem has been compounded by efforts to address the resulting imbalances with an increasingly complex web of price and exchange controls coupled with routine threats of expropriation directed at producers and shopkeepers as a warning not to raise prices. Not surprisingly, the response has been a steep drop in food production and widening food scarcity.A sensible solution to Venezuela's overexpansion would require reining in spending and the growth of the money supply. But such a solution is anathema to Chávez, who has repeatedly equated any call for spending reductions with neoliberal dogma. Instead, the government has tried to deal with inflation by expanding the supply of foreign currency to domestic firms and consumers and increasing government subsidies. The result is a highly distorted economy in which the government effectively subsidizes two-thirds of the cost of imports and foreign travel for the wealthy while the poor cannot find basic food items on store shelves. The astounding growth of imports, which have nearly tripled since 2002 (imports of such luxury items as Hummers and 15-year-old Scotch have grown even more dramatically), is now threatening to erase the nation's current account surplus.What is most distressing is how predictable all of this was. Indeed, Cháveznomics is far from unprecedented: the gross contours of this story follow the disastrous experiences of many Latin American countries during the 1970s and 1980s. The economists Rudiger Dornbusch and Sebastian Edwards have characterized such policies as "the macroeconomics of populism." Drawing on the economic experiences of administrations as politically diverse as Juan Perón's in Argentina, Salvador Allende's in Chile, and Alan García's in Peru, they found stark similarities in economic policies and in the resulting economic evolution. Populist macroeconomics is invariably characterized by the use of expansionary fiscal and economic policies and an overvalued currency with the intention of accelerating growth and redistribution. These policies are commonly implemented in the context of a disregard for fiscal and foreign exchange constraints and are accompanied by attempts to control inflationary pressures through price and exchange controls. The result is by now well known to Latin American economists: the emergence of production bottlenecks, the accumulation of severe fiscal and balance-of-payments problems, galloping inflation, and plummeting real wages.Chávez's behavior is typical of such populist economic experiments. The initial successes tend to embolden policymakers, who increasingly believe that they were right in dismissing the recommendations of most economists. Rational policy formulation becomes increasingly difficult, as leaders become convinced that conventional economic constraints do not apply to them. Corrective measures only start to be taken when the economy has veered out of control. But by then it is far too late.My experience dealing with the Chávez government confirmed this pattern. In February 2002, for example, I had the opportunity of speaking with Chávez at length about the state of the Venezuelan economy. At that point, the economy had entered into a recession as a result of an unsustainable fiscal expansion carried out during Chávez's first three years in office. Moderates within the government had arranged the meeting with the hope that it would spur changes in the management of the public finances. As a colleague and I explained to Chávez, there was no way to avoid a deepening of the country's macroeconomic crisis without a credible effort to raise revenue and rationalize expenditures. The president listened with interest, taking notes and asking questions over three hours of conversation, and ended our meeting with a request that we speak with his cabinet ministers and schedule future meetings. But as we proceeded to meet with officials, the economic crisis was spilling over into the political arena, with the opposition calling for street demonstrations in response to Chávez's declining poll numbers. Soon, workers at the state oil company, PDVSA, joined the protests.In the ensuing debate within the government over how to handle the political crisis, the old-guard leftists persuaded Chávez to take a hard line. He dismissed 17,000 workers at PDVSA and sidelined moderates within his government. When I received a call informing me that our future meetings with Chávez had been canceled, I knew that the hard-liners had gained the upper hand. Chávez's handling of the economy and the political crisis had significant costs. Chávez deftly used the mistakes of the opposition (calling for a national strike and attempting a coup) to deflect blame for the recession. But in fact, real GDP contracted by 4.4 percent and the currency had lost more than 40 percent of its value in the first quarter of 2002, before the start of the first PDVSA strike on April 9. As early as January of that year, the Central Bank had already lost more than $7 billion in a futile attempt to defend the currency. In other words, the economic crisis had started well before the political crisis -- a fact that would be forgotten in the aftermath of the political tumult that followed.The government's response to the crisis has had further consequences for the Venezuelan economy. The takeover of PDVSA by Chávez loyalists and the subordination of the firm's decisions to the government's political imperatives have resulted in a dramatic decline in Venezuela's oil-production capacity. Production has been steadily declining since the government consolidated its control of the industry in late 2004. According to OPEC statistics, Venezuela currently produces only three-quarters of its quota of 3.3 million barrels a day. Chávez's government has thus not only squandered Venezuela's largest oil boom since the 1970s; it has also killed the goose that lays the golden egg. Despite rising oil prices, PDVSA is increasingly strained by the combination of rising production costs, caused by the loss of technical capacity and the demands of a growing web of political patronage, and the need to finance numerous projects for the rest of the region, ranging from the rebuilding of Cuban refineries to the provision of cheap fuel to Sandinista-controlled mayoralties in Nicaragua. As a result, the capacity of oil revenues to ease the government's fiscal constraints is becoming more and more limited.PLOWING THE SEASimón Bolívar, Venezuela's independence leader and Chávez's hero, once said that in order to evaluate revolutions and revolutionaries, one needs to observe them close up but judge them at a distance. Having had the opportunity to do both with Chávez, I have seen to what extent he has failed to live up to his own promises and Venezuelans' expectations. Now, voters are making the same realization -- a realization that will ultimately lead to Chávez's demise. The problems of ensuring a peaceful political transition will be compounded by the fact that over the past nine years Venezuela has become an increasingly violent society. This violence is not only reflected in skyrocketing crime rates; it also affects the way Venezuelans resolve their political conflicts. Whether Chávez is responsible for this or not is beside the point. What is vital is for Venezuelans to find a way to prevent the coming economic crisis from igniting violent political conflict. As Chávez's popularity begins to wane, the opposition will feel increasingly emboldened to take up initiatives to weaken Chávez's movement. The government may become increasingly authoritarian as it starts to understand the very high costs it will pay if it loses power. Unless a framework is forged through which the government and the opposition can reach a settlement, there is a significant risk that one or both sides will resort to force.Looking back, one persistent question (in itself worthy of a potentially fascinating study in international political economy) will be how the Venezuelan government has been able to convince so many people of the success of its antipoverty efforts despite the complete absence of real evidence of their effectiveness. When such a study is written, it is likely that the Chávez administration's strategy of actively lobbying foreign governments and launching a high-profile public relations campaign -- spearheaded by the Washington-based Venezuela Information Office -- will be found to have played a vital role. The generous disbursement of loans to cash-strapped Latin American and Caribbean nations, the sale of cheap oil and heating gas to support political allies in the developed and developing worlds, and the covert use of political contributions to buy the loyalty of politicians in neighboring countries must surely form part of the explanation as well.But perhaps an even more important reason for this success is the willingness of intellectuals and politicians in developed countries to buy into a story according to which the dilemmas of Latin American development are explained by the exploitation of the poor masses by wealthy privileged elites. The story of Chávez as a social revolutionary finally redressing the injustices created by centuries of oppression fits nicely into traditional stereotypes of the region, reinforcing the view that Latin American underdevelopment is due to the vices of its predatory governing classes. Once one adopts this view, it is easy to forget about fashioning policy initiatives that could actually help Latin America grow, such as ending the agricultural subsidies that depress the prices of the region's exports or significantly increasing the economic aid given to countries undertaking serious efforts to combat poverty.The American journalist Sydney Harris once wrote that "we believe what we want to believe, what we like to believe, what suits our prejudices and fuels our passions." The idea that Latin American governments are controlled by economic elites may have been true in the nineteenth century, but is wildly at odds with reality in a world in which every Latin American country except Cuba has regular elections with large levels of popular participation. Much like governments everywhere, Latin American governments try to balance the desire for wealth redistribution with the need to generate incentives for economic growth, the realities of limited effective state power, and the uncertainties regarding the effectiveness of specific policy initiatives. Ignoring these truths is not only anachronistic and misguided; it also thwarts the design of sensible foreign policies aimed at helping the region's leaders formulate and implement strategies for achieving sustainable and equitable development.It would be foolhardy to claim that what Latin America must do to lift its population out of poverty is obvious. If there is a lesson to be learned from other countries' experiences, it is that successful development strategies are diverse and that what works in one place may not work elsewhere. Nonetheless, recent experiences in countries such as Brazil and Mexico, where programs skillfully designed to target the weakest groups in society have had a significant effect on their well-being, show that effective solutions are within the reach of pragmatic policymakers willing to implement them. It is the tenacity of these realists -- rather than the audacity of the idealists -- that holds the greatest promise for alleviating the plight of Latin America's poor.(Publicado en la revista Foreign Affairs. FRANCISCO RODRÍGUEZ, Assistant Professor of Economics and Latin American Studies at Wesleyan University, was Chief Economist of the Venezuelan National Assembly from 2000 to 2004)
Chávez y la tormenta
Chávez sabe que tiene por delante una tormenta y que, para poder llevar esa nave, requiere neutralizar a lo que nosotros representamos como factores de gobierno, por eso la andanada contra la Alcaldía Metropolitana, y además, Chávez insiste en su modelo neodictatorial.Con palabras reflexivas el Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, se presentó ante el equipo de Analítica Premium, para exponer su visión sobre la realidad del país. "Pienso que Hugo Chávez sabe a dónde quiere ir, él tiene su manera alocada de actuar, es un tipo irresponsable, demagogo, corrompido éticamente, sin ningún tipo de escrúpulos, pero sabe hacia dónde tiene que ir", aseguró la autoridad de la capital. A su juicio, el Gobierno se va encaminando hacia un esquema neodictatorial. "Es un sistema neodictatorial, pero con la fachada de democracia y elecciones, para poder seguir argumentando en el mundo, que este es un país en donde se hacen elecciones y se desarrollan todos los valores y principios de la Constitución Nacional", explicó Ledezma. Ante este panorama, planteó la importancia de que la oposición defina un lenguaje, una integración y una organización, para desarrollar estrategias. Exposición de Antonio Ledezma, Alcalde Mayor de Caracas Es un gobierno que utiliza los mecanismos del populismo y la demagogia y que se ha aprovechado -sin ningún tipo de escrúpulos- de los cuantiosos recursos de la bonanza petrolera para desarrollar todo este esquema personalista-militarista....(texto completo en el periódico venezolano "talcual"
Carta a los defensores de la democracia: ¿Cuál unión? De Paolo Luers
Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, 2 JUNIO 2020Estimados amigos:Hay verdades que nos cuesta asumir, porque al asumirlas nos requiere mucho coraje cívico. Me alegra mucho ver en el editorial que El Faro dedica al primer aniversario del gobierno de Bukele la siguiente frase clave: “Este gobierno no cambiará su estilo confrontativo y antidemocrático. Es su naturaleza”. Yo formulé esa conclusión varias veces en los últimos meses, y muchos de ustedes me han criticado por radical e intransigente. Me alegra que el comportamiento del presidente Bukele y su gabinete en el contexto de la epidemia del COVID-19 ha quitado a muchos la ilusión de que con este presidente se pueda a llegar a entendimientos entre demócratas.La conclusión de todo esto es que es cierto que hay que buscar la unión para sacar al país de esa múltiple crisis de salud, de desempleo, de hambre y fiscal. Pero la unión que hay que construir no es con un gobierno que sistemáticamente viola las reglas de la democracia y sabotea los canales de diálogo y concertación. La unión que hay que construir es entre los que independientemente de su origen ideológico y sus intereses particulares están dispuestos a ponerle límite y contrapeso a este gobierno autoritario.Los intentos de apelar a la racionalidad y la vocación democrática del presidente y sus funcionarios solo les hacen burlarse de nuestra ingenuidad. Otra cosa es fortalecer las instituciones democráticas (Asamblea, Corte Suprema, Procuraduría de Derechos Humanos, Corte de Cuentas y Fiscalía) para que, junto a una ciudadanía activa, pongan límite a los abusos de poder que sistemáticamente comete el gobierno. Sigue siendo válida la sabiduría popular que dice: “Los gobiernos autoritarios no conocen límites, menos el que le pongamos los ciudadanos”.Si asumimos todas esas conclusiones, nuestra vida va ser menos cómoda, porque una ciudadanía activa requiere que salgamos de nuestra zona de confort. Sin embargo, mucho más incómodo sería vivir en un país donde el poder del gobierno no tenga límites.Todas estas consideraciones no son abstractas, sino que tienen implicaciones bien concretas para el poco tiempo que queda de aquí a las elecciones legislativas. En febrero del 2021 se definirá si El Salvador sigue siendo un país democrático y pluralista o se desliza a una dictadura.Todo el mundo está haciendo balance del primer año de gobierno. Hay una gran coincidencia sobre el carácter de este gobierno: tendencias autoritarias, resistencia a la rendición de cuentas, improvisación en vez de planificación, concentración de poder de decisión en Casa Presidencial.Un embajador amigo tenía que mandar a su gobierno un informe sobre la situación del país al cumplir un año el gobierno de Bukele. Me pidió que le aportara algunos elementos para describir los logros del gobierno. Tenía ya completo el capítulo sobre los desaciertos y peligros, pero le costó redactar los logros. Hice un esfuerzo serio para describirle los principales éxitos de este gobierno: la reducción drástica de homicidios y la reacción ágil y decisiva del presidente al inicio de la epidemia.Pero precisamente en estos dos campos también surgen las más serias dudas y cuestionamientos, debido a la falta de transparencia en estos dos asuntos de importancia esencial para el país. La reducción de homicidios evidentemente no es resultado del plan de control territorial, sino de algún tipo de entendimiento con las pandillas, que nadie sabe en qué consiste. Y la correcta decisión de cerrar el país en marzo ha llevado al gobierno a una obsesión irracional con el concepto de confinamiento, lo que ha llevado al país al borde del colapso económico social y a una crisis institucional.Reitero el concepto con el cual inicié esta carta: Hay que ponerle límite a la sed de poder de este gobierno, construyendo la unidad de los demócratas para defender el sistema republicano y pluralista.Saludos, Lea también:Primer año de gobierno de Bukele: 365 días de derechos humanos en cuarentena
Ley es ley. De Erika Saldaña
Publicado en EL DIARIO DE HOY, 14 octubre 2019Ley es ley, se cumple o se cumple. Sin embargo, hace unos días el diputado Juan José Martell, de Cambio Democrático, afirmó, sobre su obligación de presentar la declaración de patrimonio, que “estos son métodos viejos de una ley de 1959, que ya no tiene sentido, una institución que maneja esas declaraciones a criterio propio y elige casi por sorteo o por órdenes a quienes va a afectar o a quienes no (...)”. Sobre si iba a presentarla en el futuro o no, contestó: “Voy a pensar si tiene sentido continuar con métodos obsoletos que no combaten a la corrupción, que, al contrario, contribuyen a encubrirla”. En corto, quien juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República manifestó que no las iba cumplir. Quizá por presión ciudadana, de su partido o de su propia conciencia, se retractó de lo dicho.Martell no estaba solo en su posición sobre la presentación de la declaración patrimonial. La organización Acción Ciudadana presentó una investigación sobre las declaraciones de patrimonio de funcionarios y empleados públicos, obligación prevista en el artículo 240 de la Constitución y en la Ley sobre Enriquecimiento Ilícito. En dicho informe se detalla que 283 exfuncionarios del gobierno anterior, 50 nuevos funcionarios y varios diputados no han presentado su declaración a la Corte Suprema de Justicia. Todos estamos llamados a cumplir la ley; pero parece que quienes deben dar el ejemplo, en muchas ocasiones, son los primeros en incumplirla.En el caso de Martell, sus declaraciones fueron realizadas —irónicamente— el mismo día que dicho diputado participó como impulsor de una iniciativa para crear una comisión permanente de transparencia y combate a la corrupción al interior de la Asamblea Legislativa. Como mencioné, el legislador ya se disculpó; pero a pesar de esto, la primera impresión sobre el tema ya quedó sobre la mesa. Es contradictorio que un diputado de la Asamblea Legislativa, a quien le compete crear leyes, sea quien manifiestamente se resista a cumplir una. Que una ley sea vieja, desfasada y no atienda a los problemas de estos tiempos no es justificación para invocar su incumplimiento si no ha sido derogada. Abrir la puerta para que un funcionario o cualquier ciudadano decida cuál ley cumple y cuál no es sumamente peligroso en cualquier Estado de Derecho y es el primer paso para caer en la anarquía.Si alguien no está de acuerdo con una ley o la considera obsoleta, el camino que debe seguir es presentar una propuesta de reforma ante la Asamblea Legislativa para actualizar, modernizar o corregir el contenido de la misma. La corrupción que sufre nuestro Estado no es producto de la manera en que están organizadas nuestras instituciones o de las leyes; tenemos legislación que aunque es vieja, resulta funcional. El problema son las personas que han llegado a aprovecharse de su posición para beneficio propio, que no ven a la función pública como un trabajo sino como un privilegio.Una disculpa pública no basta. La manera correcta de enmendar el error cometido por el diputado Martell es presentando su declaración de patrimonio a la Sección de Notariado de la Corte Suprema de Justicia. Luego, apoyar y dar impulso a la iniciativa de ley que ejerza la Corte en pleno para modernizar los mecanismos de combate a la corrupción y el enriquecimiento ilícito a través de una nueva Ley de Probidad. Ojalá que con esta experiencia les quede claro a los funcionarios que no depende de su decisión cuál obligación cumplir o cuál no; los ciudadanos no están dispuestos a permitir que haya alguien por encima de la ley.
Reflexiones sobre política exterior
"Comenzamos desde este momento a evaluar las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Estados Unidos.""¡Váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno. Váyanse al carajo cien veces!""Nosotros, yanquis de mierda, sépanlo, estamos dispuestos a ser libres, pase lo que pase y cuéstenos lo que nos cueste. Ya basta de tanta mierda de ustedes, yanquis de mierda.""Ya llegaron dos avioncitos rusos, pero otros vienen por ahí; estos son un adelanto nada más, y cuando llegue la flota rusa, que viene para acá, se van a volver locos."“Ojala, como dicen nuestros hermanos los árabes: ojala, Inshalah, salam aleikum, ojala que algún día el pueblo de los Estados Unidos tenga un gobierno con el que se pueda conversar.”"Cuando haya un nuevo Gobierno en Estados Unidos mandaremos un embajador.”
"We are at war". Discurso de Obama en Oslo
I receive this honor with deep gratitude and great humility. It is an award that speaks to our highest aspirations – that for all the cruelty and hardship of our world, we are not mere prisoners of fate. Our actions matter, and can bend history in the direction of justice.And yet I would be remiss if I did not acknowledge the considerable controversy that your generous decision has generated. In part, this is because I am at the beginning, and not the end, of my labors on the world stage. Compared to some of the giants of history who have received this prize – Schweitzer and King; Marshall and Mandela – my accomplishments are slight. And then there are the men and women around the world who have been jailed and beaten in the pursuit of justice; those who toil in humanitarian organizations to relieve suffering; the unrecognized millions whose quiet acts of courage and compassion inspire even the most hardened of cynics. I cannot argue with those who find these men and women – some known, some obscure to all but those they help – to be far more deserving of this honor than I.But perhaps the most profound issue surrounding my receipt of this prize is the fact that I am the Commander-in-Chief of a nation in the midst of two wars. One of these wars is winding down. The other is a conflict that America did not seek; one in which we are joined by forty three other countries – including Norway – in an effort to defend ourselves and all nations from further attacks.Still, we are at war, and I am responsible for the deployment of thousands of young Americans to battle in a distant land. Some will kill. Some will be killed.DISCURSO completo en The New York Times
Comunicado de la Corte Suprema de Justicia de Honduras
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE HONDURASCOMUNICADO ESPECIALA LA COMUNIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL,se presenta una relación documentada de los hechos acaecidos sobre la situación prevaleciente en nuestro país con motivo de la sustitución constitucional del titular del Poder Ejecutivo, ciudadano José Manuel Zelaya Rosales, en los cuales ha tenido partlcipación, a requerimiento de parte, este Poder del Estado:1. Con fecha 27 de mayo de 2009, el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo, en relación a la cuestión incidental del acto impugnado (Decreto Ejecutivo PCM-QS-2009 del 23 de marzo de 2009), dictó sentencia interlocutoria ordenando la suspensión del procedimiento de consulta a los ciudadanos por parte del Poder Ejecutivo a través del Presidente Constitucional de la Republica o cualquiera de las instituciones que componen la estructura administrativa.2. Con fecha 29 de mayo de 2009, a solicitud del Ministerio Publico, el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo aclaró la sentencia en el sentido de que los efectos de la suspensión ordenada del acto tácito de carácter general que contiene el Decreto Ejecutivo No. PCM·OS·2009 de fecha 23 de marzo de 2009, incluye cualquier otro acto administrativo de carácter general a particular, que se haya emitido o se emita, ya sea expreso o tácita, por su publicación o falta de publicación en el Diario Oficial La Gaceta, que conlleve al mismo fin del acto administrativo tácito de carácter general que ha sido suspendido, así como cualquier cambio de denominación en el procedimiento de consulta o interrogatorio que implique evadir el cumplimiento de la sentencia interlocutoria que se aclara.3. Con fecha 3 de junio de 2009, al Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo libra comunicación judicial al Presidente de la Republica, por medio del Secretario de Estado en el Despacho de la Presidencia, para que adopte las medidas que procedan y practique lo exigido en la sentencia interlocutoria de fecha 27 de mayo de 2009, con su respectiva aclaración de techa 29 de mayo de 2009.4. Con fecha 16 de junio de 2009, la Corte de Apelaciones de lo Contencioso Administrativo, con jurisdicción a nivel nacional, por unanimidad de votos, en nombre del Estado de Honduras resolvió declarar inadmisible la acción de amparo interpuesta por el Abogado Rene Velásquez Díaz, a favor del Presidente Constitucional de la Republica, José Manuel Zelaya Rosales, contra actuaciones del Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo de fechas 27 y 29 de mayo de 2009, actuando en su carácter de representante privado del ciudadano Presidente, en sustitución de la Procuradora General de la Republica, Representante General del Estado, Abogada Rosa América de Galo.5. Con fecha 18 de junio de 2009, el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo libró segunda comunicación judicial al Presidente de la Republica, por medio de la Secretaria General del Despacho Presidencial, para que se abstuviera de realizar actos de carácter particular o general tendientes a la elaboración de un procedimiento de consulta o interrogatorio que implicara evadir el cumplimiento de la sentencia interlocutoria referida con su respectiva aclaración del 29 de mayo de 2009.6. Con fecha 18 de junio de 2009, el Juzgado de Letras de 10 Contencioso Administrativo libró tercera comunicación judicial al Presidente de la Republica, por medio de la Secretaria General en el Despacho de la Presidencia, a fin de que dentro del plazo de cinco (5) días informara al Órgano Jurisdiccional que medidas había adoptado para dar cumplimiento a la sentencia interlocutoria y su respectiva aclaración.7. Con fecha 25 de junio de 2009, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por unanimidad de votos, emitió resolución dictada con motivo de Amparos presentados por el ciudadano Manuel Rodrigo Mazariegos Zúñiga a favor de Romeo Orlando Vásquez Velásquez y el Fiscal Especial para la Defensa de la Constitución del Ministerio Publico, Abogado Rene Mauricio Aceituno Ulloa, a favor de los intereses generales de la sociedad y del orden jurídico constitucional, ambos contra la resolución dictada por el Presidente de la Republica, señor José Manuel Zelaya Rosales de fecha 24 de junio de 2009, que resuelve separar al señor Romeo Orlando Vásquez Velásquez de su cargo de Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, admitiendo los recursos de amparo de merito y decretando, bajo la responsabilidad de los recurrentes, la suspensión provisional del acto reclamado.8. Con fecha 26 de junio de 2009, a raíz de requerimiento fiscal de fecha 25 de junio de 2009, presentado par el Ministerio Publico, contra el ciudadano José Manuel Zelaya Rosales a quien se le acusa como responsable, a titulo de autor de los delitos contra la FORMA DE GOBIERNO, TRAICIÓN A LA PATRIA, ABUSO DE AUTORIDAD Y USURPACIÓN DE FUNCIONES, en perjuicio de LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y EL ESTADO DE HONDURAS, cuya SECRETIVIDAD fue suspendida el día de hoy, 30 de junio de 2009, por unanimidad de votos, la Corte Suprema de Justicia, designó a uno de sus Magistrados para que conozca el proceso en las etapas preparatoria e intermedia, quien admitió el requerimiento, dictó orden de captura y de allanamiento.9. Con fecha 26 de junio de 2009, ante solicitud del Ministerio Publico, el Juzgado deLetras de lo Contencioso Administrativo Iibró orden a las Fuerzas Armadas para que ante la desobediencia del Poder Ejecutivo, suspendiera toda actividad relacionada con una consulta o encuesta que se levaría a cabo el día domingo 28 de junio, procediera al decomiso de todo el material de la encuesta que se utilizaría en esa actividad previamente declarada ilegal.10. Con fecha 26 de junio de 2009, mediante oficio PCSJ-451-2009, el Presidente del Consejo Judicial Centroamericano y de la Corte Suprema de Justicia de Honduras comunicó a los Honorables Presidentes de las Cortes Supremas de Justicia miembros de ese Consejo, de la Republica de Guatemala, Doctor Rubén Eliu Higueros Girón, de la Republica de EI Salvador, Doctor Agustín García Calderón, la Republica de Nicaragua, Doctor Francisco Rosales Arguello, la Republica de Costa Rica, Doctor Luís Paulino Mora, la Republica de Panamá, Doctor Harley Mitchell, de Belice, Doctor Dean Oliver Barrow, de la Republica Dominica, Doctor Jorge Subero Isa, las actuaciones del Poder Judicial de la Republica de Honduras, por medio de la Sala de 10 Constitucional, con motivo de los últimos acontecimientos derivados del no acatamiento por parte del PoderEjecutivo de decisiones emitidas por el Poder Judicial, declarando ilegal la pretensión de llevar a cabo una encuesta de opinión a realizarse fuera del marco de la legalidad establecida en la Constitución de la Republica, cuya responsabilidad es facultad exclusiva del Tribunal Supremo Electoral.11. Con fecha 28 de junio de 2009, el Poder Judicial emitió Comunicado al pueblohondureño y a la comunidad internacional dejando constancia que si el origen de lasacciones de ese día estaba basado en una orden judicial emitida por Juez competente, su ejecución está enmarcada dentro de los preceptos legales y debe desarrollarse contra todo lo que ilegalmente se anteponga a devolver al Estado de Honduras, el imperio de la Ley.12. Con fecha 29 de junio de 2009, a raíz de segundo requerimiento fiscal de fecha 26 de junio de 2009, presentado por el Ministerio Publico, contra el ciudadano José Manuel Zelaya Rosales, a quien se Ie acusa como responsable, a titulo de autor, de los delitos contra la forma de gobierno, traición a la patria, abuso de autoridad y usurpación de funciones en perjuicio de la Administración Pública y el Estado de Honduras, la Corte Suprema de Justicia, por unanimidad de votos, ordenó se remitieron las actuaciones al Juzgado de Letras Penal Unificado, para que se continúe con el procedimiento ordinario establecido en el Código Procesal Penal, en vista de que el ciudadano Zelaya Rosales a esta fecha ya no ostentaba el carácter de alto funcionario del Estado.(Firman el Magistrado Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Alberto Rivera Avilés, y los 14 magistrados)
The Rise of the Rest
(NEWSWEEK, May 3, 2008)Americans are glum at the moment. No, I mean really glum. In April, a new poll revealed that 81 percent of the American people believe that the country is on the "wrong track." In the 25 years that pollsters have asked this question, last month's response was by far the most negative. Other polls, asking similar questions, found levels of gloom that were even more alarming, often at 30- and 40-year highs. There are reasons to be pessimistic—a financial panic and looming recession, a seemingly endless war in Iraq, and the ongoing threat of terrorism. But the facts on the ground—unemployment numbers, foreclosure rates, deaths from terror attacks—are simply not dire enough to explain the present atmosphere of malaise.American anxiety springs from something much deeper, a sense that large and disruptive forces are coursing through the world. In almost every industry, in every aspect of life, it feels like the patterns of the past are being scrambled. "Whirl is king, having driven out Zeus," wrote Aristophanes 2,400 years ago. And—for the first time in living memory—the United States does not seem to be leading the charge. Americans see that a new world is coming into being, but fear it is one being shaped in distant lands and by foreign people.Look around. The world's tallest building is in Taipei, and will soon be in Dubai. Its largest publicly traded company is in Beijing. Its biggest refinery is being constructed in India. Its largest passenger airplane is built in Europe. The largest investment fund on the planet is in Abu Dhabi; the biggest movie industry is Bollywood, not Hollywood. Once quintessentially American icons have been usurped by the natives. The largest Ferris wheel is in Singapore. The largest casino is in Macao, which overtook Las Vegas in gambling revenues last year. America no longer dominates even its favorite sport, shopping. The Mall of America in Minnesota once boasted that it was the largest shopping mall in the world. Today it wouldn't make the top ten. In the most recent rankings, only two of the world's ten richest people are American. These lists are arbitrary and a bit silly, but consider that only ten years ago, the United States would have serenely topped almost every one of these categories.These factoids reflect a seismic shift in power and attitudes. It is one that I sense when I travel around the world. In America, we are still debating the nature and extent of anti-Americanism. One side says that the problem is real and worrying and that we must woo the world back. The other says this is the inevitable price of power and that many of these countries are envious—and vaguely French—so we can safely ignore their griping. But while we argue over why they hate us, "they" have moved on, and are now far more interested in other, more dynamic parts of the globe. The world has shifted from anti-Americanism to post-Americanism.I. The End of Pax AmericanaDuring the 1980s, when I would visit India—where I grew up—most Indians were fascinated by the United States. Their interest, I have to confess, was not in the important power players in Washington or the great intellectuals in Cambridge.People would often ask me about ... Donald Trump. He was the very symbol of the United States—brassy, rich, and modern. He symbolized the feeling that if you wanted to find the biggest and largest anything, you had to look to America. Today, outside of entertainment figures, there is no comparable interest in American personalities. If you wonder why, read India's newspapers or watch its television. There are dozens of Indian businessmen who are now wealthier than the Donald. Indians are obsessed by their own vulgar real estate billionaires. And that newfound interest in their own story is being replicated across much of the world.How much? Well, consider this fact. In 2006 and 2007, 124 countries grew their economies at over 4 percent a year. That includes more than 30 countries in Africa. Over the last two decades, lands outside the industrialized West have been growing at rates that were once unthinkable. While there have been booms and busts, the overall trend has been unambiguously upward. Antoine van Agtmael, the fund manager who coined the term "emerging markets," has identified the 25 companies most likely to be the world's next great multinationals. His list includes four companies each from Brazil, Mexico, South Korea, and Taiwan; three from India, two from China, and one each from Argentina, Chile, Malaysia, and South Africa. This is something much broader than the much-ballyhooed rise of China or even Asia. It is the rise of the rest—the rest of the world.We are living through the third great power shift in modern history. The first was the rise of the Western world, around the 15th century. It produced the world as we know it now—science and technology, commerce and capitalism, the industrial and agricultural revolutions. It also led to the prolonged political dominance of the nations of the Western world. The second shift, which took place in the closing years of the 19th century, was the rise of the United States. Once it industrialized, it soon became the most powerful nation in the world, stronger than any likely combination of other nations. For the last 20 years, America's superpower status in every realm has been largely unchallenged—something that's never happened before in history, at least since the Roman Empire dominated the known world 2,000 years ago. During this Pax Americana, the global economy has accelerated dramatically. And that expansion is the driver behind the third great power shift of the modern age—the rise of the rest.At the military and political level, we still live in a unipolar world. But along every other dimension—industrial, financial, social, cultural—the distribution of power is shifting, moving away from American dominance. In terms of war and peace, economics and business, ideas and art, this will produce a landscape that is quite different from the one we have lived in until now—one defined and directed from many places and by many peoples.The post-American world is naturally an unsettling prospect for Americans, but it should not be. This will not be a world defined by the decline of America but rather the rise of everyone else. It is the result of a series of positive trends that have been progressing over the last 20 years, trends that have created an international climate of unprecedented peace and prosperity.I know. That's not the world that people perceive. We are told that we live in dark, dangerous times. Terrorism, rogue states, nuclear proliferation, financial panics, recession, outsourcing, and illegal immigrants all loom large in the national discourse. Al Qaeda, Iran, North Korea, China, Russia are all threats in some way or another. But just how violent is today's world, really?A team of scholars at the University of Maryland has been tracking deaths caused by organized violence. Their data show that wars of all kinds have been declining since the mid-1980s and that we are now at the lowest levels of global violence since the 1950s. Deaths from terrorism are reported to have risen in recent years. But on closer examination, 80 percent of those casualties come from Afghanistan and Iraq, which are really war zones with ongoing insurgencies—and the overall numbers remain small. Looking at the evidence, Harvard's polymath professor Steven Pinker has ventured to speculate that we are probably living "in the most peaceful time of our species' existence."Why does it not feel that way? Why do we think we live in scary times? Part of the problem is that as violence has been ebbing, information has been exploding. The last 20 years have produced an information revolution that brings us news and, most crucially, images from around the world all the time. The immediacy of the images and the intensity of the 24-hour news cycle combine to produce constant hype. Every weather disturbance is the "storm of the decade." Every bomb that explodes is BREAKING NEWS. Because the information revolution is so new, we—reporters, writers, readers, viewers—are all just now figuring out how to put everything in context.We didn't watch daily footage of the two million people who died in Indochina in the 1970s, or the million who perished in the sands of the Iran-Iraq war ten years later. We saw little of the civil war in the Congo in the 1990s, where millions died. But today any bomb that goes off, any rocket that is fired, any death that results, is documented by someone, somewhere and ricochets instantly across the world. Add to this terrorist attacks, which are random and brutal. "That could have been me," you think. Actually, your chances of being killed in a terrorist attack are tiny—for an American, smaller than drowning in your bathtub. But it doesn't feel like that.The threats we face are real. Islamic jihadists are a nasty bunch—they do want to attack civilians everywhere. But it is increasingly clear that militants and suicide bombers make up a tiny portion of the world's 1.3 billion Muslims. They can do real damage, especially if they get their hands on nuclear weapons. But the combined efforts of the world's governments have effectively put them on the run and continue to track them and their money. Jihad persists, but the jihadists have had to scatter, work in small local cells, and use simple and undetectable weapons. They have not been able to hit big, symbolic targets, especially ones involving Americans. So they blow up bombs in cafés, marketplaces, and subway stations. The problem is that in doing so, they kill locals and alienate ordinary Muslims. Look at the polls. Support for violence of any kind has dropped dramatically over the last five years in all Muslim countries.Militant groups have reconstituted in certain areas where they exploit a particular local issue or have support from a local ethnic group or sect, most worryingly in Pakistan and Afghanistan where Islamic radicalism has become associated with Pashtun identity politics. But as a result, these groups are becoming more local and less global. Al Qaeda in Iraq, for example, has turned into a group that is more anti-Shiite than anti-American. The bottom line is this: since 9/11, Al Qaeda Central, the gang run by Osama bin Laden, has not been able to launch a single major terror attack in the West or any Arab country—its original targets. They used to do terrorism, now they make videotapes. Of course one day they will get lucky again, but that they have been stymied for almost seven years points out that in this battle between governments and terror groups, the former need not despair.Some point to the dangers posed by countries like Iran. These rogue states present real problems, but look at them in context. The American economy is 68 times the size of Iran's. Its military budget is 110 times that of the mullahs. Were Iran to attain a nuclear capacity, it would complicate the geopolitics of the Middle East. But none of the problems we face compare with the dangers posed by a rising Germany in the first half of the 20th century or an expansionist Soviet Union in the second half. Those were great global powers bent on world domination. If this is 1938, as some neoconservatives tell us, then Iran is Romania, not Germany.Others paint a dark picture of a world in which dictators are on the march. China and Russia and assorted other oil potentates are surging. We must draw the battle lines now, they warn, and engage in a great Manichean struggle that will define the next century. Some of John McCain's rhetoric has suggested that he adheres to this dire, dyspeptic view. But before we all sign on for a new Cold War, let's take a deep breath and gain some perspective. Today's rising great powers are relatively benign by historical measure. In the past, when countries grew rich they've wanted to become great military powers, overturn the existing order, and create their own empires or spheres of influence. But since the rise of Japan and Germany in the 1960s and 1970s, none have done this, choosing instead to get rich within the existing international order. China and India are clearly moving in this direction. Even Russia, the most aggressive and revanchist great power today, has done little that compares with past aggressors. The fact that for the first time in history, the United States can contest Russian influence in Ukraine—a country 4,800 miles away from Washington that Russia has dominated or ruled for 350 years—tells us something about the balance of power between the West and Russia.Compare Russia and China with where they were 35 years ago. At the time both (particularly Russia) were great power threats, actively conspiring against the United States, arming guerrilla movement across the globe, funding insurgencies and civil wars, blocking every American plan in the United Nations. Now they are more integrated into the global economy and society than at any point in at least 100 years. They occupy an uncomfortable gray zone, neither friends nor foes, cooperating with the United States and the West on some issues, obstructing others. But how large is their potential for trouble? Russia's military spending is $35 billion, or 1/20th of the Pentagon's. China has about 20 nuclear missiles that can reach the United States. We have 830 missiles, most with multiple warheads, that can reach China. Who should be worried about whom? Other rising autocracies like Saudi Arabia and the Gulf states are close U.S. allies that shelter under America's military protection, buy its weapons, invest in its companies, and follow many of its diktats. With Iran's ambitions growing in the region, these countries are likely to become even closer allies, unless America gratuitously alienates them.II. The Good NewsIn July 2006, I spoke with a senior member of the Israeli government, a few days after Israel's war with Hezbollah had ended. He was genuinely worried about his country's physical security. Hezbollah's rockets had reached farther into Israel than people had believed possible. The military response had clearly been ineffectual: Hezbollah launched as many rockets on the last day of the war as on the first. Then I asked him about the economy—the area in which he worked. His response was striking. "That's puzzled all of us," he said. "The stock market was higher on the last day of the war than on the first! The same with the shekel." The government was spooked, but the market wasn't.Or consider the Iraq War, which has produced deep, lasting chaos and dysfunction in that country. Over two million refugees have crowded into neighboring lands. That would seem to be the kind of political crisis guaranteed to spill over. But as I've traveled in the Middle East over the last few years, I've been struck by how little Iraq's troubles have destabilized the region. Everywhere you go, people angrily denounce American foreign policy. But most Middle Eastern countries are booming. Iraq's neighbors—Turkey, Jordan, and Saudi Arabia—are enjoying unprecedented prosperity. The Gulf states are busy modernizing their economies and societies, asking the Louvre, New York University, and Cornell Medical School to set up remote branches in the desert. There's little evidence of chaos, instability, and rampant Islamic fundamentalism.The underlying reality across the globe is of enormous vitality. For the first time ever, most countries around the world are practicing sensible economics. Consider inflation. Over the past 20 years hyperinflation, a problem that used to bedevil large swaths of the world from Turkey to Brazil to Indonesia, has largely vanished, tamed by successful fiscal and monetary policies. The results are clear and stunning. The share of people living on $1 a day has plummeted from 40 percent in 1981 to 18 percent in 2004 and is estimated to drop to 12 percent by 2015. Poverty is falling in countries that house 80 percent of the world's population. There remains real poverty in the world—most worryingly in 50 basket-case countries that contain 1 billion people—but the overall trend has never been more encouraging. The global economy has more than doubled in size over the last 15 years and is now approaching $54 trillion! Global trade has grown by 133 percent in the same period. The expansion of the global economic pie has been so large, with so many countries participating, that it has become the dominating force of the current era. Wars, terrorism, and civil strife cause disruptions temporarily but eventually they are overwhelmed by the waves of globalization. These circumstances may not last, but it is worth understanding what the world has looked like for the past few decades.III. A New NationalismOf course, global growth is also responsible for some of the biggest problems in the world right now. It has produced tons of money—what businesspeople call liquidity—that moves around the world. The combination of low inflation and lots of cash has meant low interest rates, which in turn have made people act greedily and/or stupidly. So we have witnessed over the last two decades a series of bubbles—in East Asian countries, technology stocks, housing, subprime mortgages, and emerging market equities. Growth also explains one of the signature events of our times—soaring commodity prices. $100 oil is just the tip of the barrel. Almost all commodities are at 200-year highs. Food, only a few decades ago in danger of price collapse, is now in the midst of a scary rise. None of this is due to dramatic fall-offs in supply. It is demand, growing global demand, that is fueling these prices. The effect of more and more people eating, drinking, washing, driving, and consuming will have seismic effects on the global system. These may be high-quality problems, but they are deep problems nonetheless.The most immediate effect of global growth is the appearance of new economic powerhouses on the scene. It is an accident of history that for the last several centuries, the richest countries in the world have all been very small in terms of population. Denmark has 5.5 million people, the Netherlands has 16.6 million. The United States is the biggest of the bunch and has dominated the advanced industrial world. But the real giants—China, India, Brazil—have been sleeping, unable or unwilling to join the world of functioning economies. Now they are on the move and naturally, given their size, they will have a large footprint on the map of the future. Even if people in these countries remain relatively poor, as nations their total wealth will be massive. Or to put it another way, any number, no matter how small, when multiplied by 2.5 billion becomes a very big number. (2.5 billion is the population of China plus India.)The rise of China and India is really just the most obvious manifestation of a rising world. In dozens of big countries, one can see the same set of forces at work—a growing economy, a resurgent society, a vibrant culture, and a rising sense of national pride. That pride can morph into something uglier. For me, this was vividly illustrated a few years ago when I was chatting with a young Chinese executive in an Internet café in Shanghai. He wore Western clothes, spoke fluent English, and was immersed in global pop culture. He was a product of globalization and spoke its language of bridge building and cosmopolitan values. At least, he did so until we began talking about Taiwan, Japan, and even the United States. (We did not discuss Tibet, but I'm sure had we done so, I could have added it to this list.) His responses were filled with passion, bellicosity, and intolerance. I felt as if I were in Germany in 1910, speaking to a young German professional, who would have been equally modern and yet also a staunch nationalist.As economic fortunes rise, so inevitably does nationalism. Imagine that your country has been poor and marginal for centuries. Finally, things turn around and it becomes a symbol of economic progress and success. You would be proud, and anxious that your people win recognition and respect throughout the world.In many countries such nationalism arises from a pent-up frustration over having to accept an entirely Western, or American, narrative of world history—one in which they are miscast or remain bit players. Russians have long chafed over the manner in which Western countries remember World War II. The American narrative is one in which the United States and Britain heroically defeat the forces of fascism. The Normandy landings are the climactic highpoint of the war—the beginning of the end. The Russians point out, however, that in fact the entire Western front was a sideshow. Three quarters of all German forces were engaged on the Eastern front fighting Russian troops, and Germany suffered 70 percent of its casualties there. The Eastern front involved more land combat than all other theaters of World War II put together.Such divergent national perspectives always existed. But today, thanks to the information revolution, they are amplified, echoed, and disseminated. Where once there were only the narratives laid out by The New York Times, Time, Newsweek, the BBC, and CNN, there are now dozens of indigenous networks and channels—from Al Jazeera to New Delhi's NDTV to Latin America's Telesur. The result is that the "rest" are now dissecting the assumptions and narratives of the West and providing alternative views. A young Chinese diplomat told me in 2006, "When you tell us that we support a dictatorship in Sudan to have access to its oil, what I want to say is, 'And how is that different from your support of a medieval monarchy in Saudi Arabia?' We see the hypocrisy, we just don't say anything—yet."The fact that newly rising nations are more strongly asserting their ideas and interests is inevitable in a post-American world. This raises a conundrum—how to get a world of many actors to work together. The traditional mechanisms of international cooperation are fraying. The U.N. Security Council has as its permanent members the victors of a war that ended more than 60 years ago. The G8 does not include China, India or Brazil—the three fastest-growing large economies in the world—and yet claims to represent the movers and shakers of the world economy. By tradition, the IMF is always headed by a European and the World Bank by an American. This "tradition," like the segregated customs of an old country club, might be charming to an insider. But to the majority who live outside the West, it seems bigoted. Our challenge is this: Whether the problem is a trade dispute or a human rights tragedy like Darfur or climate change, the only solutions that will work are those involving many nations. But arriving at solutions when more countries and more non-governmental players are feeling empowered will be harder than ever.IV. The Next American CenturyMany look at the vitality of this emerging world and conclude that the United States has had its day. "Globalization is striking back," Gabor Steingart, an editor at Germany's leading news magazine, Der Spiegel, writes in a best-selling book. As others prosper, he argues, the United States has lost key industries, its people have stopped saving money, and its government has become increasingly indebted to Asian central banks. The current financial crisis has only given greater force to such fears.But take a step back. Over the last 20 years, globalization has been gaining depth and breadth. America has benefited massively from these trends. It has enjoyed unusually robust growth, low unemployment and inflation, and received hundreds of billions of dollars in investment. These are not signs of economic collapse. Its companies have entered new countries and industries with great success, using global supply chains and technology to stay in the vanguard of efficiency. U.S. exports and manufacturing have actually held their ground and services have boomed.The United States is currently ranked as the globe's most competitive economy by the World Economic Forum. It remains dominant in many industries of the future like nanotechnology, biotechnology, and dozens of smaller high-tech fields. Its universities are the finest in the world, making up 8 of the top ten and 37 of the top fifty, according to a prominent ranking produced by Shanghai Jiao Tong University. A few years ago the National Science Foundation put out a scary and much-discussed statistic. In 2004, the group said, 950,000 engineers graduated from China and India, while only 70,000 graduated from the United States. But those numbers are wildly off the mark. If you exclude the car mechanics and repairmen—who are all counted as engineers in Chinese and Indian statistics—the numbers look quite different. Per capita, it turns out, the United States trains more engineers than either of the Asian giants.But America's hidden secret is that most of these engineers are immigrants. Foreign students and immigrants account for almost 50 percent of all science researchers in the country. In 2006 they received 40 percent of all PhDs. By 2010, 75 percent of all science PhDs in this country will be awarded to foreign students. When these graduates settle in the country, they create economic opportunity. Half of all Silicon Valley start-ups have one founder who is an immigrant or first generation American. The potential for a new burst of American productivity depends not on our education system or R&D spending, but on our immigration policies. If these people are allowed and encouraged to stay, then innovation will happen here. If they leave, they'll take it with them.More broadly, this is America's great—and potentially insurmountable—strength. It remains the most open, flexible society in the world, able to absorb other people, cultures, ideas, goods, and services. The country thrives on the hunger and energy of poor immigrants. Faced with the new technologies of foreign companies, or growing markets overseas, it adapts and adjusts. When you compare this dynamism with the closed and hierarchical nations that were once superpowers, you sense that the United States is different and may not fall into the trap of becoming rich, and fat, and lazy.American society can adapt to this new world. But can the American government? Washington has gotten used to a world in which all roads led to its doorstep. America has rarely had to worry about benchmarking to the rest of the world—it was always so far ahead. But the natives have gotten good at capitalism and the gap is narrowing. Look at the rise of London. It's now the world's leading financial center—less because of things that the United States did badly than those London did well, like improving regulation and becoming friendlier to foreign capital. Or take the U.S. health care system, which has become a huge liability for American companies. U.S. carmakers now employ more people in Ontario, Canada, than Michigan because in Canada their health care costs are lower. Twenty years ago, the United States had the lowest corporate taxes in the world. Today they are the second-highest. It's not that ours went up. Those of others went down.American parochialism is particularly evident in foreign policy. Economically, as other countries grow, for the most part the pie expands and everyone wins. But geopolitics is a struggle for influence: as other nations become more active internationally, they will seek greater freedom of action. This necessarily means that America's unimpeded influence will decline. But if the world that's being created has more power centers, nearly all are invested in order, stability and progress. Rather than narrowly obsessing about our own short-term interests and interest groups, our chief priority should be to bring these rising forces into the global system, to integrate them so that they in turn broaden and deepen global economic, political, and cultural ties. If China, India, Russia, Brazil all feel that they have a stake in the existing global order, there will be less danger of war, depression, panics, and breakdowns. There will be lots of problems, crisis, and tensions, but they will occur against a backdrop of systemic stability. This benefits them but also us. It's the ultimate win-win.To bring others into this world, the United States needs to make its own commitment to the system clear. So far, America has been able to have it both ways. It is the global rule-maker but doesn't always play by the rules. And forget about standards created by others. Only three countries in the world don't use the metric system—Liberia, Myanmar, and the United States. For America to continue to lead the world, we will have to first join it.Americans—particularly the American government—have not really understood the rise of the rest. This is one of the most thrilling stories in history. Billions of people are escaping from abject poverty. The world will be enriched and ennobled as they become consumers, producers, inventors, thinkers, dreamers, and doers. This is all happening because of American ideas and actions. For 60 years, the United States has pushed countries to open their markets, free up their politics, and embrace trade and technology. American diplomats, businessmen, and intellectuals have urged people in distant lands to be unafraid of change, to join the advanced world, to learn the secrets of our success. Yet just as they are beginning to do so, we are losing faith in such ideas. We have become suspicious of trade, openness, immigration, and investment because now it's not Americans going abroad but foreigners coming to America. Just as the world is opening up, we are closing down.Generations from now, when historians write about these times, they might note that by the turn of the 21st century, the United States had succeeded in its great, historical mission—globalizing the world. We don't want them to write that along the way, we forgot to globalize ourselves.
Torturing for America
Barack Obama has released memos detailing torture methods approved by the Bush administration but has stopped short of punishing the perpetrators. His decision puts the US to the kind of test it has not seen since Vietnam or Watergate.What should a president do about the crimes of his predecessor? Barack Obama had been "thinking about this for four weeks, really," says his advisor David Axelrod.The issue seems straightforward enough. What the CIA did to prisoners on behalf of the administration of former US President George W. Bush and its appalling legal advisers during the so-called "war on terror" was torture. And torture is a serious crime, not just in the United States, but almost everywhere else in the world. The next steps seem obvious enough: indict the guilty and send them to prison, end of story. Why, as one European legal expert put it, would anyone need to think about it for four weeks?Amnesty International protesters outside the White House mark President Obama's 100th day in office.AFPAmnesty International protesters outside the White House mark President Obama's 100th day in office.Good old Europe. The answer that the president of the most powerful and oldest democracy on earth must provide could not only devastate him, but could tear apart that very same democracy. His courageous and yet half-hearted decision to release the previous administration's torture files, and to call the practice by its real name and to ban it -- while at the same time forbidding, or at least postponing, the punishment of the perpetrators -- puts the nation to the kind of test it has not seen since Vietnam or Watergate.It will be a more difficult test this time. Past infractions at the highest levels of government were treated as the lapses of individuals. After the Watergate scandal, then-President Richard Nixon was promptly pardoned by his successor, Gerald Ford. Former President Bill Clinton, after perjuring himself in the Monica Lewinsky case, was dealt with in impeachment proceedings. The Vietnam War spawned a large number of half-hearted military trials of those involved in massacres committed in the name of freedom.But Obama is faced with problems on a completely different scale. The entire Bush administration -- the attorney general, the national security adviser who went on to become secretary of state, the secretary of defense and top officials at the White House, even the former president himself, without a doubt -- all were involved. The broadest level of involvement was among second-tier officials: government lawyers who broke the law by issuing opinions on the permissibility of "alternative" interrogation methods. Finally, there was the host of torturers, whose activities on behalf of the government have been described in countless studies by American journalists and civil rights experts, as well as in reports by human rights activists.Tacitly Participated in TortureThe crimes are not limited to the government. Lawsuits that victims of torture are now filing against the government's facilitators in private industry suggest the broad extent to which the nation is burdened with the stench of torture. Even the aircraft manufacturer Boeing has been sued for damages, because a Boeing subsidiary allegedly arranged flights to the CIA's so-called "black sites."The grim practices were no secret. In fact, the perpetrators openly ridiculed the public's indignation. After signing a memorandum authorizing extreme interrogation techniques at Guantanamo, including forcing detainees to stand for hours on end, then-Defense Secretary Donald Rumsfeld scribbled at the bottom of the document: "I stand for 8-10 hours a day. Why is standing limited to 4 hours?"It was not a conspiracy committed by a handful of people. Many Americans tacitly participated in the torture. After all, it was the president himself who gave the go-ahead for treating the victims in such a way, when he said: "The only thing I know for certain is that these are bad people."The torture virus eventually infected the rest of the world, including Europe and even Germany. The double standard employed by German counterterrorism personnel when confronted with the torture practices of their US allies becomes clear in a remark Ernst Uhrlau, the head of the BND, Germany's foreign intelligence agency, made in a 2007 interview with SPIEGEL: "US officials have (...) explained to us that the information they gained from various interrogations worldwide has been instrumental in preventing further attacks and uncovering terrorist structures. So we have benefited from all this in the sense of preventing attacks and understanding the structures of the network."German Interior Minister Wolfgang Schäuble also found it difficult to distance himself from the use of dirty information, saying that it was perfectly legitimate for German officials to use information foreign intelligence agencies had obtained through torture -- after all, that helped prevent terror attacks. At the same time, Schäuble was apparently unwilling to consider the possibility that this might also apply to American intelligence agencies: "The president has made it clear that there is no torture. I have no reason to question that."They are all involved. Respected human rights organizations like Human Rights Watch and Amnesty International had already released reports on the issue at the time when Schäuble feigned ignorance. Hardly anyone felt the need to point out the grave injustices that were apparently being committed in the shadows of the American war against terrorism. When Wolfgang Kaleck, a German attorney, sought criminal prosecution charges against Rumsfeld and other US officials on behalf of several plaintiffs, Germany's federal prosecutor's office rejected the suit on ludicrous grounds. One of the arguments against Kaleck's suit was that the prosecution of torture had to be treated as an internal matter for the US.The entire world looked the other way when the United States committed a crime that the world had previously committed itself to outlaw and punish. Under the 1984 United Nations Convention against Torture, ratified by most countries in the world, each state pledges to impose drastic penalties for the cruel treatment of prisoners -- and to ensure that not only those issuing the orders, but also the torturers themselves, are brought to justice. The cruel and degrading treatment of prisoners is also banned under the Geneva Conventions. Today even US legal experts no longer question that the Geneva Conventions also apply in the war against al-Qaida and other terrorist groups. The Geneva Conventions obligate all nations to try torturers and those who issue their orders, if apprehended, or to extradite them to a country willing to do so.The Bushies knew perfectly well why they withdrew the US signature from the International Criminal Court (ICC) statute. If the United States had subjected itself to the ICC statute, the court's unflinching prosecutor, Luis Moreno-Ocampo, would undoubtedly have petitioned for the issuance of arrest warrants against Bush and his cohorts long ago.Obama Doesn't Know How to Deal with the PastGermany's Code of Crimes against International Law is equally strict in its treatment of torture. Under the statute, as under similar statutes in other European countries, torture is considered an international crime which can be prosecuted even if it is committed in another country. Citing this so-called principle of "universal jurisdiction," Spanish prosecutor Baltasar Garzón has now sought the prosecution on criminal charges of six former US officials who are allegedly behind the torture scandal. And the longer Obama delays taking the -- legally unavoidable -- step of bringing charges against senior officials from the Bush administration and those who carried out the torture, the less credible becomes the reasoning of German Federal Prosecutor Monika Harms, who has argued that German courts have no business intervening as long as the American judicial system is functioning properly.President Barack Obama orders the closure of Guantanamo.DPAPresident Barack Obama orders the closure of Guantanamo."We need to look forward," Obama said. These are the words of someone who doesn't know how to deal with the past. What happens if he does the unavoidable? An indictment against those issuing the commands and those receiving the commands, against those who participated in and those who justified the darkest chapter in the war against terror, would be an indictment of the American system. That system includes the steadfast belief that the country's elected leaders have the best interests of the nation at heart -- and that there is nothing wrong with taking action to champion those interests. In other words, if torture was committed, it was committed for America.The notion that international treaties, and European positions on human rights, could impose limits on national sovereignty, or that a foreign power or non-American values exist that could question what happens in the United States does not fit into this system. "We don't have the same moral and legal framework as the rest of the world, and never have. If you told the framers of the Constitution that what we're after is to, you know, do something that will be just like Europe, they would have been appalled." These are the words of Supreme Court Justice Antonin Scalia, who was involved in the decision on whether to close the torture facility at Guantanamo.A Holder of Unlimited PowerScalia is a conservative -- as conservative as the American way of thinking. That way of thinking is still today based on the Constitution, which, in its original form, did not even include a reference to human rights and tolerated slavery. And although the US Constitution guarantees comprehensive civil rights and liberties today, such as freedom of the press, it contains a relatively weak delineation of the government's obligation to abide by the law. A legal concept like "human dignity," which makes it illegal in Germany to even threaten to use torture, is unknown in the United States. Whether a person who commits torture can in fact be tried in a court of law is left to the discretion of the federal attorneys, who are appointed by the president. They are in the hands of the president. And he has the power to pardon anyone -- including himself.The holder of such unlimited power is incapable of distancing himself from a system of which he himself is a part. This is both a benefit and a drawback of any democratic country: Elected officials change, but the state remains the same. Unlike a change of power in a dictatorship, when the injustices committed by a previous dictator can be dealt with at one go, in a democracy a newly elected leader has to tread carefully when it comes to the legal opinions of his predecessor.This is why Obama, a Democrat, is promising the people at the CIA that they will not be prosecuted, because when they tortured people, they did so strictly within the framework of the then-administration's interpretation of the law. This is a concept that is not entirely foreign to European legal thought. Under German criminal law, for instance, the actions committed by a person who could have assumed his behavior was permissible, are considered excusable, albeit not justified.Nevertheless, the idea that "what was lawful then cannot be unlawful today" -- as the late Baden-Württemberg Governor Hans Filbinger, who had been a judge during the Third Reich, famously told SPIEGEL in a 1978 interview -- does not always apply. A serious injustice can still be deemed an injustice, even if the powers-that-be had declared it legal. Ironically, this famous principle, the fundamental concept of international criminal law, was first proclaimed by an American.Parallels with NurembergRobert Jackson, a man no less charismatic than Barack Obama, said it to the Germans against the backdrop of the smoldering ruins of World War II. Jackson was the chief US prosecutor at the Nuremberg trials of Nazi war criminals, and the speech he gave was so powerful that it reduced his audience to tears. Never before had an American spoken as beautifully as Jackson. "The wrongs which we seek to condemn and punish have been so calculated, so malignant, and so devastating, that civilization cannot tolerate their being ignored, because it cannot survive their being repeated," Jackson said in his opening remarks. The hearts of the disenfranchised, the demoralized, the starved and the persecuted of the Nazi regime were behind the man who brought the surviving Nazi leaders to the gallows, just as the hearts of Europeans are behind Barack Obama today.Of course, Jackson was charged with an undertaking far less complicated than Obama's. Jackson was speaking, not at the time of a new democratically elected administration, but at the zero hour of a new German legal system. Most of all, he was not talking about America, but faraway Germany. Moreover, the wrongs committed by the Nazi regime are clearly incomparable with the human rights violations of the Bush administration.Nevertheless, the comparison with Nuremberg is not irrelevant for many in Obama's America. Christopher Dodd, the Democratic senator from Connecticut, boldly confronted the Bush administration when he said that "for 60 years, a single word has best captured America's moral authority and commitment to justice: Nuremberg." But now, he continued, "what we risk today is that future generations will look back at this time (...) and be able to capture the loss of America's moral authority and commitment to injustice also with a single word: Guantanamo."Dodd is the son of one of Jackson's close associates at Nuremberg. As such, he is also familiar with a speech his father delivered to Congress, in which he quoted Justice Jackson at Nuremberg: "We must never forget that the record on which we judge these defendants today is the record on which history will judge us tomorrow."Unlike Obama today, Jackson really was looking forward.(Spiegel-Online International. Translated from the German by Christopher Sultan)
Ortega repudiado
Como uno de los miembros fundadores de la Alianza Bolivariana, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, considera que no debe dejar el poder al vencerse su periodo constitucional. En una maniobra que ha enardecido a los nicaragüenses, manipuló a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de su país para que le allanara el camino. La decisión fue tomada entre gallos y medianoche, como suelen hacer quienes optan por los caminos verdes, vulnerando los principios con el mayor cinismo. Sólo fueron convocados a la reunión los magistrados sandinistas. Los jueces que se oponían a la maniobra se enteraron a posteriori. Esto ha generado gran debate en Nicaragua. Ortega y sus magistrados son acusados de lo que se considera una emboscada que quebranta el texto constitucional. La pretensión del comandante sandinista de perpetuarse en el poder ha suscitado el rechazo de organizaciones políticas, de independientes y de grandes sectores de la sociedad civil. Como respuesta a la maniobra, se ha iniciado la constitución de un frente nacional contra el proyecto reeleccionista. Quienes conocen la historia de Nicaragua recuerdan que el dictador Anastasio Somoza se hacía reelegir cada vez que se le ocurría. Ortega, en pocas palabras, se ha convertido en émulo del antiguo déspota. Al fin y al cabo llegó al poder en una alianza con viejos adversarios. Bajo la invocación de los más insólitos sofismas, el comandante ha dictaminado que el veredicto es inapelable. Pero se equivoca, porque una cosa es el veredicto de los magistrados y otra el veredicto de la gente. En esta mascarada ha venido a parar la revolución sandinista. Ortega no le ofrece nada a su país, es un personaje que no puede disimular la fatiga y el anacronismo, que no significa para Nicaragua sino un gran retraso. Para los nicaragüenses está claro que el comandante ha dado un golpe de Estado. Como miembro de la Alianza Bolivariana tiene la reelección como consigna máxima, igual que en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Ortega pretende quedarse en el poder, sin más ni más, contando desde luego con que los dólares venezolanos le permitan hacer una campaña de promesas y fraudes. Sin embargo, no debe olvidar el comandante que por pretender una maniobra similar fue derrocado su vecino Manuel Zelaya. Contra toda la prédica internacional, y contra todas las adulteraciones del proceso de destitución, fue el intento de perpetuarse lo que marcó su caída. El espejo está lo suficientemente cerca como para que el vecino se mire en él. La Sala Constitucional del Tribunal Supremo no le hizo ningún favor al comandante. La reacción producida ha sido tan extraordinaria que condena al fracaso sus ambiciones reeleccionistas. De modo que Ortega, derrotado, se sumará a Zelaya, dos bajas del anacronismo de la Alianza Bolivariana. Dos lecciones para quienes se burlan de las constituciones y para quienes traicionan a sus pueblos. Ortega es un buey cansado, y no tiene ni una palabra que ofrecerle a Nicaragua.(El Nacional, Venezuela)
Hugo
(El País/Madrid)
"A Hugo Chávez le aterran las elecciones legislativas"
A sus 87 años Pompeyo Márquez, referencia política de la democracia venezolana, clama por un acuerdo nacional. A lo largo de una vida que se remonta a las postrimerías del gomecismo y pasa por la lucha contra la dictadura, el período guerrillero, la etapa de confrontación democrática y su oposición frontal al régimen chavista, Pompeyo sostiene que sólo la unidad que vaya más allá del proceso electoral y defina una estrategia a largo plazo podrá lograr transformaciones radicales en el plano político. -¿Cree que vivimos una situación preconflictiva con la devaluación de la moneda y sus secuelas, el cierre de RCTV, el colapso eléctrico,la falta de agua, el estado de violencia e inseguridad? ¿Estamos ante una conjunción espontánea de factores negativos o existe un plan del Gobierno para provocar un clima de polarización que le conviene en momentos electorales? -Marchamos hacia un proceso electoral que tiene aterrado al Gobierno ante la posibilidad de perder la mayoría en la Asamblea Nacional. Al mismo tiempo se está desarrollando una crisis global que se manifiesta en los ámbitos político, institucional, militar, ético y económico. Toda esa palabrería de Chávez sobre la pobreza se remite a una masa cautiva mantenida a base de misiones y de la cultura de la dádiva, que no tiene nada que ver con la justicia social, uno de cuyos principios fundamentales es la universalidad. "Yo te ayudo si te pones una camisa roja". Eso es clientelismo político aquí y en cualquier parte del mundo. La crisis de valores se manifiesta en una corrupción que está carcomiendo al régimen luego del fracaso rotundo por parte de un gobierno inepto a la hora de administrar al país.-¿La ineptitud no parece algo premeditado, pero la corrupción sí? -En una situación así planteada, con el odio como motor de un régimen que excluye a más de la mitad del país por su presunta condición de "apátrida" y los medios son cerrados (caso RCTV), es obvio que estamos en un proceso en reversa. Retrocedemos y la población vive en el estrés y la zozobra provocada por la violencia y la inseguridad. En medio de todo eso hay una realidad política innegable. Chávez es minoría. El rechazo al totalitarismo, al estilo cubano que pretende imponer, presenta un desacuerdo de más de 80% de la población. Las estatizaciones son rechazadas en un porcentaje similar y las empresas de Guayana están colapsadas. De manera que el tiempo de Chávez se adelgaza. Tuvo su oportunidad y la perdió por los bandazos que da.-Del bolivarianismo al socialismo y de éste al marxismo. ¿No hay una cierta coherencia en esa "evolución"? -Él comenzó con El oráculo del guerrero, luego se pasó para Ceresole y su tesis de Presidente-pueblo-ejército. Vino después la Tercera Vía de Tony Blair, ahora se declara marxista y manda a estudiar el libro de Lenin El Estado y la revolución, sin darse cuenta de que más de 70 años de pensamiento en la URSS colapsaron. Pero a él le gusta ese término de "período de transición", que, es obvio, reclama una dictadura para vencer la resistencia de las clases desalojadas del poder opuestas a la revolución. Pero aquí no hay ninguna revolución, sino una involución en la calidad de vida de los venezolanos. Crisis eléctrica, falta de agua, colapso de la salud, problemas en la educación y en la seguridad, para no hablar del aparato productivo, totalmente colapsado. Pero no se da cuenta de que con todo esto no está agrediendo a un sector determinado sino a la sociedad toda que ya está reaccionando porque se siente asfixiada. Y por eso acude a la represión y a hechos deleznables como el cierre de RCTV. Pero imponerle un cambio de vida a la mayoría es una aberración que crea conflictividad. El 76% dice que Chávez tiene los años contados: hasta 2012.-¿Qué pasa en el inte- rregno? -2010 será un año de alta conflictividad, cuando se va a decidir el futuro inmediato del país. Y estas no son frases de ocasión, porque cualquiera sabe que las elecciones del 26 de septiembre van a marcar un rumbo.-¿De qué manera? -Si gana la mayoría, como todo parece indicar, ¿qué va a hacer Chávez? Y en ese sentido, ¿se está preparando la disidencia para hacer respetar esos resultados y no ocurra lo que le hicieron a Antonio Ledezma, Pérez Vivas, Salas Feo y a Capriles Radonski? En el chavismo hay un serio debate y ahora Rigoberto Lanz dice que la Constitución de 1999 es de derecha, cuando se trata de una Constitución democrática que es violada todos los días y ante una legislación espuria, elaborada por una Asamblea que es una oficina de Miraflores.-Una vez que se declara marxista , lo cual niega la democracia y estando en desventaja según las encuestas, ¿no estaría Chávez dispuesto a evitar las elecciones? -Esos son los escenarios que debemos tener en cuenta. Los cambios de la circunscripción electoral no los hace porque se siente fuerte, sino todo lo contrario. No estamos ante el Chávez sobrado de 2000. Este es un Chávez aterrado, acorralado, donde el principio de Peter se lo comió porque su ineptitud, ignorancia e incapacidad se ponen de manifiesto cada vez que trata de resolver un problema.-Frente a eso, ¿qué tendría que hacer la oposición? -Todo esto plantea la necesidad de hacerle una propuesta abierta al país. Se requiere una unidad que no sea sólo para ganar las elecciones, sino que se establezca un mecanismo que prevea cómo va a desarrollarse una estrategia luego de la elección de la nueva Asamblea. O que se prepare ante cualquier maniobra que Chávez intente aplicar. En 1952 obtuvimos una victoria clamorosa ante la dictadura, en un proceso donde jugaron papel protagónico Jóvito Villalba, Mario Briceño Iragorry y Rafael Caldera. El 2 de diciembre Pérez Jiménez dio el golpe de Estado que sumió al país en penumbra y eso ocurrió porque no había unidad ni plan para hacer respetar los resultados electorales y neutralizar la reacción de Pérez Jiménez.-¿Crees que se puede repetir esa situación? -Las cosas no se repiten mecánicamente. Hay variantes en este momento. Chávez conserva todavía cierto nivel de popularidad. Pero hago la mención porque luego, en 1957, tomamos la Constitución perezjimenista y pedimos el cumplimiento del mandato sobre elecciones. Pero actuamos unidos y uno de los candidatos que teníamos in péctore era Caldera. Entonces Pérez Jiménez reaccionó y apeló al plebiscito, pero nosotros pasamos a la abstención. Luego los resultados demostraron que había perdido su base de apoyo popular. Fue así como el 1 de enero de 1958 vino la sublevación de Martín Parada y Hugo Trejo.-En todo caso, el 23 de Enero, si bien tuvo un desenlace democrático, careció de un desarrollo democrático. -Tuvo un desenlace democrático. Luego del alzamiento de Trejo y Parada cambió por completo el cuadro político y comenzó una lucha en todos los barrios de Caracas, una batalla casi campal, consecuencia también de lo ocurrido el año 57, cuando jugó un gran papel la pastoral de monseñor Arias, y la huelga estudiantil de 21 de noviembre y la actuación de las juntas patrióticas, que provocaron una ola de protesta con manifiestos de todos los sectores. Era la revolución de los papeles. Fue así como el 10 de enero Pérez Jiménez se vio obligado a cambiar el gabinete. Apenas salen Vallenilla Lanz y Pedro Estrada, le caímos a Pérez Jiménez como verdaderos caribes. A esas alturas las FAN estaban divididas, Pérez Jiménez carecía de apoyo popular y preparamos la huelga de hambre y la huelga general del 21 de enero.-Si fue decisivo el pronunciamiento militar del 1 de enero para la caída de Pérez Jiménez, ¿lo será ahora? -Requerimos una política de amplitud, de unidad. El país reclama un gran acuerdo nacional para derrotar políticamente a Chávez en 2012. Lo que pase de aquí a 2012 ya es otra cosa. Pero hay una meta, una ruta electoral, con un plan, no sólo para derrotar a Chávez sino para gobernar. Aquí hay que comenzar a hablar del poschavismo. Hay que imaginarse cómo sería el gobierno después de Chávez.-¿Cómo te lo imaginas? -Como un gobierno de amplitud, de la unidad más amplia, con un centro de dirección y una hoja de ruta. Ahí está la transición chilena, asumida por la ruta electoral que venció a Pinochet. Pero antes sus integrantes vivieron una verdadera agonía. Tuvieron que comerse un burro muerto sin eructar cuando vieron a Pinochet entrar al Congreso en su calidad de senador vitalicio. Pero lo lograron. Algo similar ocurrió en España, donde el posfranquismo se resolvió con un Rey y un Presidente socialista.(El Universal/Venezuela)
¡LA TAREA DE LA JUVENTUD ES APRENDER DE LENIN!
(No puede ser que que del debate interno del FMLN sólo se enteren los que visitan la jungla de los blogs farabundistas. Siguiente Página) Este 5 de junio se celebró la finalización de las primeras escuelas de formación política dentro del FMLN que tuvieron lugar en todo lo ancho del país. Sin embargo esta era una celebración simbólica en la que participaban las 29 escuelas que abarcaban los 19 municipios de la capital, San Salvador. Este es un gran paso que la militancia había estado esperando con ansias y que pudo darse después de que se aprobaran las reformas a los estatutos, en los que se podrán elegir desde las bases a dirigentes locales y en las que se da un carácter prioritario y obligatorio a la formación político ideológica. Los graduados eran 903 solo en la capital. AMPLIA BASE DE APOYO Este mes se cumple el primer año de gobierno y la derecha ha gastado mucho dinero en una campaña de desinformación, cada 15 o 30 minutos podemos observar en los canales de televisión comerciales en los que preguntan ¿usted ha sido víctima de la incapacidad del FMLN? Lo cierto es que la violencia se ha mantenido en niveles altos precisamente como resultado de todo un sistema de explotación y exclusión. Aun así en las últimas encuestas el FMLN ha sido reflejado como un partido responsable. Esto recalca la gran de base de apoyo que el partido tiene. Precisamente a esto es a lo que le tiene miedo la burguesía, saben que las cartas están a nuestro favor y quieren confundir los efectos de la crisis con una mala gestión. Estas escuelas han dejado claro este apoyo, hay municipios como Santiago Texacuangos que aun sin tener el FMLN la alcaldía, mantienen en actividad constante a varias decenas de comités de base, en los que se discute y se trabaja comunalmente. Obviamente estos comités tienen poco alcance por la falta de recursos pero detrás de ellos está la militancia que ve con seriedad la organización y que, por ejemplo, en las emergencias suscitadas por las tormentas activan su apoyo tangiblemente. En otros municipios como Tonacatepeque la juventud se está tomando en serio la formación política. A LUCHAR CONTRA EL ACTIVISMO En el evento las declaraciones de algunos facilitadores, quienes reproducían las jornadas de formación eran claras: no más activismo, el partido debe dejar esa rutina de activarse exclusivamente en vísperas electorales. Esto mismo opinaron algunos diputados como Benito Lara y Sigfrido Reyes que se hicieron presentes, recalcaron que nos estamos preparando para futuras luchas ideológicas y políticas; que nos estamos formando para derrotar totalmente a la derecha; que nos formamos para transformar la realidad. Estas frases deben tomarse como escritas en piedras, la juventud con toda su energía debe orientarse con los clásicos del marxismo. Transformar la sociedad está peleado con la ignorancia o el escepticismo. LA JUVENTUD El cierre del evento lo hizo Will Rivas, militante de la juventud de Tonacatepeque quien hizo hincapié en que ésta es la lucha que busca derribar el capitalismo, que la formación es la herramienta con la que debemos orientarnos. Will mencionó la frase de Lenin: sin teoría revolucionaria no puede haber práctica revolucionaria. Esta frase es muy importante y todo el ánimo de las juventudes del FMLN no debe ser desperdiciado, sino potenciado. Esto no debe significar dividir al partido en sectores, por generaciones o por género, por el contrario, debemos apostarle a que los jóvenes oxigenen al movimiento con sus propuestas al mismo tiempo que se rozan con los militantes más antiguos quienes deben brindar toda su experiencia para fertilizar la lucha, es un error separar a los cuadros veteranos de los jóvenes.Los militantes del BPJ miembros del FMLN nos sumamos a las escuelas de formación, las cuales deben fortalecerse con la lectura de los clásicos del marxismo, los escritos de Marx, Engels, Lenin y Trotsky que potenciarán enormemente al FMLN. Escritos que deben extenderse al movimiento sindical, campesino y estudiantil. El socialismo debe ser el horizonte de toda lucha. Adelante con la formación política. ¡POR UN FMLN SOCIALISTA, DEMOCRATICO Y REVOLUCIONARIO! 7 de junio de 2010 (Bloque Popular Juvenil)
La candidatura de Alemán
El doctor Arnoldo Alemán prácticamente ya se ha posicionado como candidato presidencial para las próximas elecciones nacionales, las que de acuerdo con la Constitución se deben realizar el primer domingo de noviembre de 2011. Alemán no cede a nadie el liderazgo del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que es la principal fuerza de oposición formal porque cuenta con la mayor cantidad de diputados en la Asamblea Nacional y tiene además numerosos representantes en los diferentes escalones de otros poderes e instituciones del Estado. Además, de manera visible Alemán está haciendo una cuantiosa inversión económica y manejando una habilidosa estrategia propagandística, para proyectarse como el adalid de la unidad liberal y demás fuerzas opositoras. Y al menos aparentemente, ha colocado en una posición subordinada a Eduardo Montealegre, cuyo movimiento político liberal surgió precisamente como una alternativa democrática y ética al liberalismo arnoldista desacreditado por el pactismo y la corrupción. En estricto sentido democrático y de derecho, el doctor Alemán no tiene ningún impedimento para volver a ser candidato a la Presidencia de Nicaragua. La Constitución establece en su artículo 147 que quien ya fue Presidente de la República puede volver a serlo una segunda vez —pero ninguna otra más—, siempre y cuando no sea en períodos sucesivos. Por otro lado, Alemán tampoco tiene impedimento judicial pues la sentencia a veinte años de prisión que le fue impuesta por delitos de corrupción, se la revocó la Corte Suprema de Justicia mediante sentencia dictada en enero del año pasado, a cambio de que el PLC le concediera al FSLN el control del Poder Legislativo ordinario de la Asamblea Nacional. Quien definitivamente, conforme a derecho, no puede volver a presentarse como candidato presidencial es Daniel Ortega, porque está ejerciendo actualmente la Presidencia por segunda ocasión —la primera fue en el período de enero de 1985 a abril de 1990—, además de que, como ya mencionamos anteriormente, por mandato constitucional nadie puede aspirar a la Presidencia de la República en dos períodos consecutivos. Ortega no puede volver a ser candidato presidencial ni siquiera amparado en la falsa resolución judicial que dictaron seis magistrados del FSLN en la Corte Suprema de Justicia, el 19 de octubre del año pasado, la cual es una aberración jurídica que carece absolutamente de validez, pues sólo mediante una reforma constitucional aprobada por la Asamblea Nacional es que se puede modificar la disposición sobre la reelección contenida en el artículo 147 de la Constitución. En realidad, la inhibición de Arnoldo Alemán para volver a ser candidato presidencial y presidente de Nicaragua es de carácter moral. Pero también de sentido político común, puesto que es un hecho comprobado que la mayor parte de los ciudadanos nicaragüenses opositores, inclusive en el sector liberal, lo descalifican y rechazan su pretendida candidatura presidencial. Es más, al único contrincante al que podría vencer Daniel Ortega —o cualquier otro candidato del FSLN— en una elección libre y limpia, sería precisamente a Arnoldo Alemán, según lo demuestra la última encuesta de M&R Consultores. Lo cierto es que si el doctor Arnoldo Alemán le tuviera cariño al pueblo nicaragüense, como suele decirlo y repetirlo en sus discursos y declaraciones; si le preocupara la suerte de Nicaragua y quisiera que se recuperara la democracia que él mismo entregó en bandeja de pacto a Daniel Ortega y el FSLN, lo que debería de hacer es dejarle el campo libre a otros dirigentes del PLC y del liberalismo en general, o de cualquier otra corriente política democrática, para que aspiren a dirigir los destinos de la nación y recuperar la democracia. Pero es obvio que Alemán no dejará a un lado sus ambiciones personales, sólo por amor a la Patria, la democracia y la libertad. Alemán está empeñado en volver a ser candidato presidencial y nadie se lo puede impedir. En este caso, tal vez la elección primaria pudiera ser la única fórmula para que el mismo pueblo opositor decida democráticamente quién debe ser su candidato presidencial. Siempre y cuando, por supuesto, se garantice hasta donde sea posible que los ciudadanos podrán expresarse libremente en las primarias y que su voluntad será respetada. Lograr algo tan difícil como eso en las degradadas condiciones políticas de Nicaragua tan degradadas éticamente, es el reto que las fuerzas democráticas del país, políticas y de la sociedad civil, tienen que resolver para que Nicaragua pueda volver a ser República, como lo quería Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y lo necesita de manera apremiante el pueblo nicaragüense.(La Prensa/Nicaragua)
Prop 8 The Musical
"Prop 8 - The Musical" starring Jack Black, John C. Reilly, and many more... by Jack Black
El Tour electoral salvadoreño 2009
Nos encontramos en las últimas etapas de este Tour electoral salvadoreño y como en toda competición de larga duración lo que define al ganador no es quien haya conquistado el mayor número de etapas sino el que hace el recorrido total en el menor tiempo acumulado, también, este tipo de competencias no se ganan con un solo ciclista aunque este sea el mejor del mundo, se ganan en equipo, se necesita de todo un equipo de ciclistas que trabajen para que uno de ellos –el previamente designado a ganar- efectivamente gane el Tour.Así, tenemos un equipo con el maillot rojo –FMLN- quienes desde el inicio de la competencia impusieron el ritmo a los demás, incluso con un paso tan fuerte y arrasador que rápidamente fueron abriendo hueco, pero no ha sido un equipo constante, han dejado durante mucho tiempo sólo a su mejor hombre –Mauricio Funes- y como todo ciclista sabe, el pedalear sólo durante largas jornadas pasa factura.El equipo rival y vencedor de las 4 últimas ediciones de la grande boucle salvadoreña el del maillot tricolor –ARENA- arrancó esta vez con serios problemas, no todos dentro del equipo estaban seguros de que el hombre destinado a ser su número uno fuera a responder como requiere la alta competición, pero sabiéndose a sí mismo como un equipo fuerte, poco a poco han mostrado lo importante que es el trabajo en equipo para tirar con fuerza del pelotón y poco a poco darle alcance al gran escapado del Tour 2009.Hay que hablar también de los del maillot verde –PDC- y los del azul –PCN- equipos con menos recursos que los anteriores, además desgastados por la historia, pero que aún así juegan un papel importante ya que sus objetivos son claros, no son equipos destinados a pintarse de amarrillo, como en el Tour de Francia, perdón aquí es de azul y blanco –por la banda presidencial- más bien sus objetivos son ganar algunas etapas del Tour electoral.La estrategia era clara para ambos equipos, convertirse en la tercera fuerza en la Asamblea Legislativa, nuevamente el trabajo en equipo da sus frutos, en la contrarreloj por equipos fue increíble el despliegue arrasador de la maquinaria azul y han conseguido su objetivo, ahora han expresado públicamente que no aspiran a ganar el Tour electoral y en lugar de desgastar al pelotón arenero se convertirán en parte del mismo para ir tras el cada vez más cercano escapado, tal cual oportunista que prefiere rodar con el pelotón para evitar los esfuerzos. Los del equipo verde sufriendo la agonía de la derrota, han declinado por ganar el Tour electoral y de igual manera pondrán a sus mejores hombres a trabajar por el pelotón arenero, ahora más que nunca necesitan sentirse apoyados para no pasar desapercibidos.La Grande boucle salvadoreña ha vivido una etapa de montaña sumamente interesante y que ha sido crucial para darle alcance al escapado de la misma, ha sido una escalada muy bien trabajada por los tricolores y pésimamente defendida por los rojos, los tricolores han puesto a su mejor escalador hasta el momento, Norman Quijano y este se ha encargado con trabajo y sudando la gota gorda de jalonar a todo el equipo donde viene el aspirante a ganar el Tour –Rodrigo Ávila- en cambio los del uniforme rojo aunque con una buena escaladora pero sin trabajo en equipo, ha sido el mismo Mauricio Funes quien ha tenido que tirar de su equipo y al final no lo ha conseguido, perdieron la etapa de montaña, pero eso no es todo han dejado que se les acerquen peligrosamente, ahora la distancia es de pocos segundos, fácilmente superables en un sprint final.Ya casi estamos cerca de ese sprint final, ahora es cuando los del uniforme rojo necesitan volver a funcionar como equipo, ahora es cuando se deben de olvidar de sus patrocinadores –ALBA Petróleos-, de la prensa y del que dirán –dentro y fuera del partido-, tienen que centrarse nuevamente en lo que significa ganar el Tour electoral salvadoreño, ¿Cómo se hace eso? Para empezar contestando como equipo ante una de las interrogantes con las que se les ha atacado durante todo el recorrido ¿Ganando las elecciones El Salvador seguirá el mismo camino de Venezuela? Ciertamente, ya lo han contestado en reiteradas ocasiones, han dicho que No, pero es un no muy tímido, sin claridad, un No que no convence.Ya que tanto los No como los Sí en la política latinoamericana no son contundentes, para muestra el botón mas reciente, Chávez dijo reiteradas veces que no a la re-elección incluso lo dijo en su famoso programa Aló Presidente y cómo lo vivimos el pasado domingo 15 de febrero ha ganado el referéndum que le permite reelegirse, entonces ¿Cómo se le da contundencia a la respuesta del Frente? Criticando públicamente lo nefasto y lamentable que tiene el llamado socialismo del siglo XXI, esto es, dejando claro que no se esta de acuerdo en cómo se utiliza la letra pequeña de los instrumentos democráticos para instaurar un estado autoritario como en el caso venezolano. Criticar una de las manos que te da de comer es una muestra contundente de un distanciamiento del modelo bolivariano, demuestra que no te quedaras callado ante la injusticia vengan de donde vengan. Ciertamente se puede perder el apoyo pero se gana a un pueblo y para este sprint final hay que estar concientes que se debe de correr ligero pero con convicción y fuerza, una acción de esta magnitud daría la ligereza suficiente y la fuerza necesaria para cruzar la meta no solo en primer lugar sino también con valentía, dignidad y fotaleza.
Coincidencias. Nace la Esperanza, Viene el Cambio y la Revolución Bolivariana.
Revisando propuestas y realidades encontré una serie de coincidencias que deberían ser evaluadas y explicadas. En http://es.wikipedia.org/wiki/Revolución_Bolivariana encontramos lo siguiente: "Revolución Bolivariana es el término acuñado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para designar el cambio político, económico y social comenzado desde su acceso al gobierno." Por otra parte, revisando el programa de gobierno Nace la Esperanza, Viene el Cambio, presentado por el candidato del FMLN, Licenciado Mauricio Funes encontramos que está dividido en los siguientes capítulos: Parte I: Reforma Social, Parte II: Reforma Económica, Parte III: Gestión Ambiental y Parte IV: Reforma Política. Entendemos por tanto que el FMLN y que Mauricio Funes con sus amigos pretenden lo mismo que ha hecho el Presidente venezolano en lo referente a los político, lo económico y lo social. En resumen, la propuesta del FMLN y su candidato no es otra cosa más que la revolución bolivariana. Por otra parte, ¿será que el candidato y sus amigos también están siendo también engañados?¿Que es en resumen la Revolución Bolivariana?, es una revolución antiimperialista, específicamente contra los Estados Unidos; una revolución democrática-burguesa, esto es una lucha de clases; una contrarrevolución neoliberal, esto es contra la propiedad privada y finalmente, la pretensión de llegar a una sociedad socialista del siglo XXI. En resumen se trata de la vieja lucha entre el socialismo y el capitalismo, entre el marxismo y la democracia, entre la libertad y el totalitarismo.Parece que la intención estratégica del FMLN es la de expresar con libertad sus intenciones a un auditorio que no entiende lo que quieren decir. Es la estrategia conocida como Cruzar el mar confundiendo al cielo, esto es, cuanto más obvia parece una situación, más secretos profundos puede esconder. La gente tiende a ignorar lo que les es familiar y espera que los secretos estén escondidos. Se tiende a descuidar las actividades abiertas que esconden estrategias subyacentes. Como Ejemplo, Hitler utilizó esta estrategia en la invasión de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Dejó entrar la información de una invasión inminente ¡Veintinueve veces!, hasta que los servicios de inteligencia británico y francés dejaron de tomar en serio la información. Francia quedó desprotegida ante la guerra relámpago que sobrevino.También están utilizando Fingir ir hacia el Este mientras se ataca por el Oeste, creando una falsa impresión para hacer pensar al enemigo que el ataque viene de un lado, cuando en realidad está llegando por otro. El adversario no debe descubrir las intenciones de los falsos movimientos: si no se hace con inteligencia, puede volverse contra uno. En 1.983, se dejó filtrar a la prensa que se estaban enviando aviones de carga y barcos de EEUU. a Oriente Medio para ayudar a las tropas de mantenimiento de la paz en el Líbano. En realidad, la flota se dirigió a Granada, dónde la isla se ocupó con gran rapidez por lo inesperado de la acción.En conclusión, si el FMLN ganara las elecciones del 15 de marzo y comenzaran a atacar a los Estados Unidos, aumentando los problemas de nuestra población que ha emigrado; atacaran a las clases medias y altas debido a la lucha de clases, perdiéndose oportunidades de progreso; iniciaran expropiaciones y estatizaciones en las áreas económicas que ellos llamarán estratégicas perdiéndose el derecho a poseer bienes y finalmente, cuando por fin se quitaran la máscara y definieran como su objetivo el alcanzar al socialismo del Siglo XXI, nadie podría aducir que fuimos engañados y que no se nos dijo la verdad. Basta revisar el plan de gobierno del FMLN y compararlo con los procesos socialistas de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina para saber que es lo que pretende el FMLN. El que quiera votar por ellos, muy su derecho, pero que lo haga sabiendo lo que está haciendo, después no podremos decir que nos engañaron.
Manifiesto DON RAMON SOMOS TODOS
Este martes 20 de abril varios monumentos, edificios y puentes de esta capital amanecen intervenidos por mantas gigantes que dicen: ¡YO NO ME DEJO RENTEAR! Es hora de perder el miedo y retomar nuestras vidas. Estamos hartos de sentirnos impotentes ante la violencia y el chantaje que ha convertido a nuestros barrios, cantones, parques y escuelas en zonas fuera de la ley, sin alegría, sin convivencia armónica. Esto no puede seguir así. Nuestro miedo, nuestro silencio, nuestra pasividad son cómplices del régimen de los delincuentes. No podemos esperar que el Estado resuelva lo que nosotros no estamos dispuestos a enfrentar con la frente en alto. Por eso, un grupo de ciudadanos hartos de nuestra impotencia hemos adoptado la figura de Don Ramón para expresar que estamos dispuestos a retomar lo que nos pertenece: los barrios, las comunidades, los cantones, las escuelas y también nuestra voz para ser escuchados. El nuestro es un llamado al coraje civil y a la responsabilidad con nuestras comunidades. No se trata de responder a la violencia con más violencia. Se trata de que los salvadoreños recuperemos lo que es nuestro, que la mara vuelva a significar nuestro círculo de amigos, que el respeto vuelva a ser una cosa que se gana con trabajo y decencia, nunca con amenazas y violencia, que ‘el barrio’ vuelva a ser un lugar de convivencia y alegría y no un territorio en disputa entre pandillas. El nuestro es un llamado a superar el miedo. Ya no podemos permitir que el miedo nos paralice. Hay que levantar la voz y mostrar que nosotros, la gente decente, somos más y más fuertes. La cara de Don Ramón se ha propagado en la ciudad tan rápidamente porque es símbolo de esta mayoría que está harta de quedarse callada. Don Ramón sólo es una cara que adoptamos para expresar que estamos hartos y que como individuos estamos dispuestos a tomar responsabilidad por nuestras familias, por nuestras comunidades, por nuestro El Salvador. Detrás de esta campaña no está un partido o una Iglesia o un ministerio. Don Ramón somos todos. Aún cuando las mantas de Don Ramón ya no estén en los puentes y monumentos, el mensaje no desaparecerá. Ya pegó a los salvadoreños en su corazón y consciencia: ¡Todos estamos hartos, pero podemos decidirnos a tomar acción, y seremos fuertes si actuamos juntos! No alimentaremos nosotros mismos la violencia que nos está consumiendo. Todos debemos comprometernos a tomar acción para recuperar lo nuestro. Por eso Don Ramón exclama: ¡ESTOY HARTO! ¡YA NO ME DEJO RENTEAR! Hacemos el llamado de reproducir, cada uno como pueda, este mensaje donde vive, trabaja o estudia. SOMOS MÁS y somos más creativos. San Salvador, 20 de abril de 2010 Iniciativa Ciudadana Don Ramón Convocatoria: Todos los que somos Don Ramón nos encontraremos el DOMINGO 25 de abril, a las 10 AM, debajo de la Chulona. Se repartirán 1000 camisetas y 10 mil calcomanías. Nos acompañarán varios alcaldes y otras personalidades del país.(página Facebook de Don Ramón)
Palabras peligrosas
Las declaraciones que llevaron a la captura del presidente de Globovisión
Terrorismo judicial
Que un tribunal haya pasado despectivamente por encima de todos los procedimientos legales, que haya pisoteado hasta el cansancio el derecho a la defensa, que haya desconocido los testimonios de los testigos y que, incluso, la Fiscalía se atreviera a tergiversar la declaración de uno de ellos para así poder condenar a penas crueles e infames a los comisarios de la Policía Metropolitana, sólo nos revela el pantano moral en que está hundida la justicia bolivariana. De aquella revolución chavista que se atrevió a tratar de limpiar el poder judicial a este mamotreto que tenemos hoy no sólo hay un abismo inmenso, sino una desmoralización total y absoluta. Ya no es ni Poder ni mucho menos Judicial: es un adefesio integrado por una larga fila de funcionarios arrodillados, como si estuvieran pagando penitencia para que no los alcance algún día la brutalidad militar, con la boina roja en la cabeza para así amordazar las ideas y, de paso, colocarle esposas a la dignidad personal, a la ética y a la práctica jurídica. Cuando se condena a alguien (como es el caso de los comisarios de la Policía Metropolitana) sin cumplir con los requisitos que manda la ley, en un juicio a todas luces amañado desde sus inicios y tomando ventajas de la indefensión de las víctimas ante lo que públicamente ha deseado el Presidente de la República, entonces podemos hablar de una nueva forma de terrorismo judicial. Un terrorismo que tiene su base principal en el hecho de que los ciudadanos pueden acudir a los tribunales a dirimir sus conflictos siempre y cuando no afecten la sensible piel del Presidente de la República. En caso contrario, de nada vale tener un buen abogado, cumplir con los requisitos judiciales exigidos o demostrar la inocencia con un alud de pruebas. Está condenado de antemano, a menos que haga una autocrítica pública y, como en la desaparecida Unión Soviética o en la Cuba actual, se reconsidere su caso. Los venezolanos no somos ni soviéticos ni cubanos: somos, valga la redundancia, demócratas convencidos y militantes persistentes de la vigencia de las libertades. Que se haya condenado "a 17 y 30 años de cárcel a 3 comisarios y 6 policías metropolitanos acusados de asesinato de manifestantes", sólo nos demuestra la capacidad del régimen de engañarse a sí mismo, de manipular los hechos ocurrido el 11 de abril de 2002 y querer darle protección a los verdaderos asesinos. Y eso sí es judicialmente grave. Lo peor es que el Gobierno y el presidente Chávez ni siquiera tomaron en cuenta los testimonios de los periodistas que estaban en el lugar de los hechos. Mientras los chavistas estaban acurrucados de miedo en Miraflores y sus alrededores, los periodistas se jugaban la vida ante los disparos que se hacían desde el edificio La Nacional, sede alterna de la alcaldía de Libertador. Los muertos cayeron de espaldas (en ángulo norte-sur) en la avenida Baralt, y los disparos no eran precisamente de armas cortas. De eso hay cantidad de fotos para identificar a los asesinos.(Editorial de El Nacional, Caracas)
El viaje de la historia: Berlín año 20
Un escritor vive en una ciudad extranjera, escribe lo que le pasa, lo que ve, lo que lee. Un concierto de Maurizio Kagel, un paseo por los jardines del Charlottenburg, una visita a Lübars, que por aquel entonces todavía estaba justo dentro del muro. Todo normal, salvo que Berlín no era una ciudad normal, y para alguien que viviera allí en aquel movido año de 1989 nunca podrá serlo. No consigo borrarlo de mi memoria: la doble línea divisoria, entre los dos sistemas políticos, entre las dos épocas. Desde las ventanas del hotel Esplanade, mucho antes de 1989, había visto el espacio escueto y nevado de la Potsdamer Platz, con la obscena tumefacción del búnker del Führer en la lejanía y, en primer plano, esas filas tan gráficas de los caballos de Frisia, pedazos oscuros de metal apuntando al cielo en diagonal, diseñados para impedir cualquier intento de fuga....Ver el artículo completo de El País Semanal
WikiLeaks, errores y despropósitos
Widney Brown es una luchadora por los derechos humanos con una larga trayectoria a sus espaldas. Trabajó durante nueve años en Human Rights Watch antes de unirse a Amnistía Internacional, donde ahora es una de sus más altas ejecutivas, la directora de Política y Leyes Internacionales. Está profundamente preocupada por la publicación en bruto del Cablegate. La decisión de WikiLeaks de liberar la semana pasada todos los cables del Departamento de Estado sin proteger la identidad de determinadas personas supone que, por ejemplo, regímenes dictatoriales conozcan en estos momentos la identidad de activistas de derechos humanos que ofrecieron información sobre esos regímenes para ayudar a combatirlos. "No poner vidas en peligro es un principio fundamental", dice Brown por teléfono desde su oficina en Nueva York. "Los periodistas lo tienen claro, los investigadores de derechos humanos lo tienen claro y WikiLeaks necesita tenerlo claro".La historia de cómo el gran portal de las filtraciones llegó hasta el punto de publicar los cables en bruto es un culebrón en toda regla repleto de claroscuros y versiones contradictorias. Fuera cual fuera el motivo por el que Assange decidió publicarlos, el hecho es que decidió publicarlos. "Necesitan comprender que la libertad de información es importante", dice Brown, "pero no causar daños también".La noticia saltaba en los últimos días de agosto: WikiLeaks empezaba a liberar los Papeles del Departamento de Estado en bruto. Las agencias informaban el 30 de agosto de la publicación de los primeros 130.000 cables. Señalaban que periodistas, activistas y académicos de todo el planeta podían ser víctimas de represalias a partir de ese momento. Entre las fuentes que quedaban al descubierto, se citaba el caso de un funcionario de Naciones Unidas en África Occidental y el de un activista de los derechos humanos en Camboya. ¿Cómo es posible que una organización que lucha por los derechos humanos hiciera semejante cosa? Es la pregunta que recorrió todos los foros. Y en la prensa han aparecido todo tipo de respuestas a esa pregunta, en un maremagno de informaciones contradictorias. Lo mejor, preguntar al que lo hizo. ¿Por qué?Jueves 8 de septiembre, seis de la tarde. Assange descuelga el teléfono desde la mansión de Ellingham Hall, Norfolk, Reino Unido, donde pasa sus días de arresto domiciliario. Está satisfecho por el impacto que está teniendo la publicación de los cables a escala global. "Cada dos minutos hay una nueva revelación", cuenta. "Está habiendo grandes resultados gracias a liberación del material. En todos los países, la corrupción ha salido a la luz".-Ese es el efecto positivo de la liberación. ¿Pero qué ocurre si se pierde una vida humana por revelar la identidad de un informante?-El balance final es complejo. Durante una revolución hay agitación pero también posibilidades de salvar el destino de muchos.Hay dos versiones radicalmente opuestas sobre lo que ha ocurrido. La de Julian Assange y la de David Leigh, jefe de periodismo de investigación de The Guardian y autor del libro WikiLeaks y Assange. No coinciden en casi nada, salvo en sembrar claroscuros sobre la actuación de Daniel Domschei-Berg, el ex socio de Assange que abandonó la organización hace un año.Julian Assange sostiene que se ha visto obligado a publicar los cables. Confirma que desde hace tiempo, su organización ha colgado en el ciberespacio copias del material sensible en su posesión para que, en caso de ataque a la organización, la liberación de una contraseña sirviera para que cientos de miles de personas pudieran acceder a los datos. Según su versión, el jefe de investigación de The Guardian es el malo de esta película porque desveló una contraseña que daba acceso a los papeles del Cablegate en el libro que publicó el pasado mes de febrero. "Nuestro sistema habría sido seguro si The Guardian no hubiese desvelado la contraseña", explica. "David Leigh, que es el cuñado del director del periódico, lo hizo como resultado de su estupidez y malicia". Según su versión, el otro malo es el alemán Daniel Domscheit-Berg, su antiguo socio, que abandonó WikiLeaks llevándose el sistema de recepción de filtraciones de la plataforma y la información que había en ese momento en el sistema. El disidente alemán, sostiene Assange, sabía cómo llegar a la base de datos y cómo destriparla con la contraseña. Para demostrar que WikiLeaks es una plataforma poco segura, pasó información a un periodista del semanario Der Freitag. A mediados de agosto WikiLeaks detectó que esa información empezaba a circular con fuerza en Internet.-¿Pero por qué decidió publicarlos sin editar?-Nuestra obligación es maximizar el impacto beneficioso de la liberación de la información que se nos facilita. Las reformas estaban en peligro. La información ya estaba en la red. Las agencias de inteligencia y los gobiernos que necesitan ser reformados ya podían acceder al material. Era importante que la prensa pudiera tener la versión original. Nuestra obligación es maximizar las reformas y minimizar daños.-¿No es más importante minimizar daños que maximizar reformas?-Los dos son importantes.La versión del jefe de investigación de The Guardian es bien distinta. En conversación telefónica desde la redacción del rotativo británico en Londres, zanja la cuestión de un plumazo: "Assange nos aseguró que la contraseña estaría muerta una vez nos descargáramos los papeles". Explica que Assange le dijo que los archivos serían eliminados del servidor una vez se descargara el material. "Nosotros no publicamos claves que puedan resultar peligrosas", argumenta Leigh. Relata que el editor australiano no eliminó los archivos del servidor, como se suele hacer en estos casos. Que, en un descuido imperdonable, volvió a usar la misma contraseña para encriptar los mismos archivos. "Cuando escribimos el libro pensamos que esa contraseña había quedado completamente obsoleta", dice Leigh. El periodista británico considera que Assange ha sido negligente en la protección de información delicada que le fue transferida.Técnicos consultados por este periódico confirman que lo normal, en el manejo de unos archivos delicados que uno aloja temporalmente en un servidor para que alguien acceda a ellos mediante una clave, es eliminar rápidamente esos documentos del servidor para evitar problemas.A David Leigh le sorprende sobremanera que Assange no mencionara el tema de la contraseña el pasado 4 de agosto, cuando se reunió con el director de The Guardian, Alan Rusbridger, para recomponer relaciones. Que no dijera nada en los siete meses que han transcurrido desde la publicación del libro y que ahora cargue contra el rotativo británico de manera tan feroz.Según el veterano periodista británico, todo este embrollo tiene su origen este verano, a mediados de agosto, cuando Daniel Domscheit-Berg es expulsado del foro Chaos Computer Club, conocida organización de hackers. Algunos miembros de esta comunidad acusaban al alemán de no devolver el material que se llevó de WikiLeaks cuando abandonó la organización hace un año. "Entonces, Domscheit-Berg decide vengarse", explica Leigh. Como sabe cómo se puede acceder a los cables y quiere demostrar que WikiLeaks es una organización que no maneja bien las filtraciones, da algunas claves a un periodista del semanario alemán Der Freitag para que pueda comprobar que lo que dice es cierto.Según Leigh, al menos otros dos exvoluntarios de WikiLeaks, Smári McCarthy y Herbert Snorrason, sabían desde hace tiempo donde estaban alojados los archivos y la clave para desencriptarlos. "Cuando Julian se entera de lo de Der Freitag, entra en pánico", relata Leigh. A partir de ese momento, disemina pistas por la Red para que la gente pueda relacionar los archivos encriptados y la clave, para así provocar el verse obligado a publicar los cables sin editar.James Ball, ex miembro de WikiLeaks que ahora trabaja en The Guardian, sostiene que Assange tenía el plan de publicar los cables sin editar desde el principio. Assange lo niega. "Nunca he defendido la transparencia total", dice airado por teléfono el australiano. "Eso es mentira", replica Leigh. Y recuerda que en los primeros días de la relación con The Guardian, Assange defendía la publicación de los cables sin editar. "Es un mentiroso psicopatológico", dice Leigh. "Nos ha mentido ya tantas veces sobre tantas cosas..."Desde Berlín, Daniel Domscheit-Berg se defiende vía correo electrónico. Niega que su manera de proceder obedeciera a un deseo de venganza. Coincide con Leigh en que probablemente fue Assange el que diseminó pistas por la Red. "Sí, esa es mi impresión", nos cuenta. "El periodista de Der Freitag no dio suficiente información para que alguien encontrara el archivo. Y yo no he dicho a ningún otro reportero donde estaba el archivo". Domscheit-Berg insiste en que pasó información al periodista alemán para que pudiera comprobar que WikiLeaks no es un sitio seguro. "Durante meses he sido criticado y me han llamado mentiroso por decir que estaba gravemente preocupado con la seguridad de WikiLeaks y su capacidad para controlar los datos". Ese es el motivo, dice, por el cual aún no ha devuelto parte de la información que se llevó.Son varias las voces que acusan a la plataforma de Assange de no haber conseguido manejar bien la situación, de no haber sabido cumplir con una de sus prioridades: la protección de las fuentes. Bradley Manning, el soldado americano que, presuntamente, pasó los documentos a la plataforma de Assange, sigue en la cárcel. Y los nombres de informantes y fuentes a lo largo y ancho del planeta han acabado siendo desvelados."En última instancia, WikiLeaks tiene una responsabilidad por lo que ha ocurrido", dice Widney Brown, de Amnistía Internacional. "Nosotros creemos en la libertad de información pero también creemos que se debe divulgar información de manera responsable". Brown recuerda que ya se produjeron desencuentros entre miembros de Amnistía Internacional y de WikiLeaks cuando se publicaron los Papeles de Afganistán. "No querían tomarse el tiempo de editar los cables. Ahora los temores que teníamos desde un principio se han confirmado. No se han tomado el tiempo de editarlos y han puesto en riesgo la vida de personas con esta publicación".Assange dice que ha aprendido algunas cosas de este último lanzamiento. Que los medios tradicionales son importantes como gran amplificador, pero que luego es vital que la información llegue a la gente. Eso es lo que sostiene.-¿Considera necesaria la edición de los cables?-Al principio, en diciembre, cuando no todo el mundo estaba avisado, la edición era necesaria. Ahora que el Departamento de Estado norteamericano tiene un programa de notificación a los informantes, no tenemos claro que la edición sea ya necesaria, pero preferiríamos hacer lo que podamos.(El País/Madrid)
Discurso de Guillermo Cochez
Discurso del Embajador de Panamá Guillermo Cochez ante la OEA, hablando sobre Honduras.
Una profecía desde Carolina del Norte
Mis hijos no se cansan de recordarme que basta con que yo lance una predicción para que perversamente no se cumpla, y me han rogado que, en este caso particular, de tanta trascendencia para la humanidad, guarde un silencio prudente. Voy a permitirme, sin embargo, el placer de una opinión ecuánime y cauta: diré que es probable, más que probable, sumamente probable, que el joven senador de Illinois sea dentro de poco el candidato unánime de los demócratas, y que en enero del 2009, para nuestro asombro y delectación, veamos a un hombre de raza negra ingresar de forma victoriosa en una mansión presidencial que fue construida hace doscientos años por miles de esclavos norteamericanos y que se llama, paradójicamente, quizás ahora irónicamente, la Casa Blanca.Para arriesgar tal vaticinio discreto, no necesito apoyarme en las inagotables estadísticas ni en las encuestas ni en la certeza de que las aspiraciones de John McCain van a ser demolidas por el vendaval de Irak y la recesión económica, y otros tantos desastres que George W. Bush deja como triste herencia. Basta con asomarme por la ventana de mi hogar en Carolina del Norte, un Estado cuya población se apresta a participar, de forma masiva, hoy, 6 de mayo, en las primarias que han de decidir el futuro de este país. Basta con mirar el entusiasmo, casi indescriptible, que despierta Obama entre tantos ciudadanos, y especialmente entre los jóvenes. Basta con ver el renacimiento de una esperanza y una militancia y una determinación política que yo, por lo menos, no había presenciado en los Estados Unidos desde 1968, ese año fatídico en que tanto Bobby Kennedy como Martin Luther King fueron asesinados. Basta con notar cómo, hasta ahora, Obama ha podido justamente fundir en su propia persona las aspiraciones de estos dos mártires de su patria, encarnar a Kennedy y simultáneamente a King; basta con observar cómo ha logrado el milagro de equilibrar las dos zonas de su ser, la experiencia y la historia de lo negro y lo blanco mezclados en su sangre como en sus ideas; basta esa increíble hazaña para augurar el triunfo de su candidatura.¿Y si fuera imposible sostener tal acto de equilibrista? ¿Si tal unidad de antagonismos fuera una mera ilusión? ¿Si los norteamericanos blancos, todavía mayoritarios, se sintieran de pronto amenazados por el origen negro de un Obama hasta ahora gentil, sereno y cool? ¿Si vieran en su rostro moreno no una esperanza de un mundo mejor y tolerante, sino la rememoración incesante de la culpa y la esclavitud y la explotación que contamina el pasado norteamericano? ¿Si vieran a Barack como un reproche más que un consuelo? ¿Acaso eso no acabaría con la promesa de Obama?Son preguntas que se han vuelto urgentes desde que el ahora célebre reverendo Wright hiciera su repentina y fulgurante reaparición en la vida de Barack Obama. Sociólogos y periodistas, y políticos y columnistas, y ciudadanos comunes y corrientes han gastado toneladas de tiempo y tinta y blogs en dilucidar este tema de forma interminable, pero hasta ahora no he visto ni a uno de tantos comentaristas recurrir a la literatura para orientarse. A mí, en cambio, lo primero que se me vino a la cabeza, apenas me di cuenta de que era inevitable una confrontación entre Obama y su mentor Wright, fue el capítulo inicial de una novela, una de las más magníficas de la narrativa norteamericana.Se trata de Invisible Man (Hombre invisible), de Ralph Ellison, y, aunque fue publicada en 1952, nueve años antes de que Barack Obama naciera, creo que contiene la clave de lo que puede suceder con su candidatura tan promisoria.En ese primer capítulo -que apareció de hecho de forma preliminar como un cuento en la revista Horizon en 1947-, un joven estudiante negro de Alabama, el más eminente de su generación, se empeña en conseguir una beca universitaria, imprescindible para educarse y subir en la escala social y alcanzar el American dream. Antes de que se le otorgue tal posición de poder, empero, se le va a someter a una prueba de fuego que Ellison denomina Battle Royal. En efecto, a ese joven se le exige que luche violentamente contra otros negros en un pugilato feroz, agarrarse a golpes y desangrarse para el goce de un grupo de espectadores blancos.Es el precio de su futuro éxito y, sugiere Ellison, el precio que debe pagar todo hombre negro en la sociedad norteamericana: acatar lo que los blancos quieren imponerle o... volverse invisible. Que es el destino final del protagonista de la novela: termina narrando su historia desde un sótano secreto en Nueva York, un subterráneo dostoievskiano iluminado con 1.369 ampolletas de luz que no dejan de brillar ni de día ni de noche. A pesar de tanto fulgor, nadie ve a ese hombre, nadie lo reconoce, nadie acepta su derecho a existir más allá de los estereotipos.Esa es la interrogante que me asedia, ahora que Barack y Jeremiah, Obama y Wright, el padre adoptivo y el hijo ahora distante, se pelean ante millones de televidentes para ver si a uno de ellos, el joven aspirante, el joven brillante, el que quiere vivir el sueño americano, se le puede confiar el poder.¿Ha cambiado algo desde 1947 cuando se publicó el cuento, desde 1952 cuando se publicó la novela, desde 1968 cuando Martin Luther King, el último líder nacional de origen africano en los Estados Unidos, fue expulsado de la historia activa y pasó a la invisibilidad de la muerte y del mito?Espero que sí, creo que sí.Porque ahora la verdadera prueba no la están pasando los negros que riñen de forma tan espectacular y tan penosa. Son los blancos norteamericanos los que están siendo sometidos a un experimento, una tentación, un examen de fuego y sangre. Son ellos los que tienen que decidir el tipo de país que desean, ellos los que tienen que preguntarse cuál es el precio y el estereotipo que le han de exigir a Obama para que sea presidente.Son ellos los que deben empezar a vaciar los sótanos inagotables de este país de todo lo que es invisible y doloroso y lleno de rencor.Y si no lo hacen ahora, si no lo hacen ahora con Obama, ¿con quién van a llevar a cabo esa proeza ardua y desgarradora?(Ariel Dorfman es un escritor chileno. El artículo fue publicado en El País)
Palabras claras
Diputado Ricardo Vladimir González en la Asamblea Legislativa de El Salvador, el 24 de marzo 2010:
Crisis en Honduras
La moda de repetir mandatos presidenciales saltándose la ley o modificándola al antojo del que manda se extiende en Latinoamérica. Y no es sólo cosa de caudillismos izquierdistas, véase el caso colombiano. Ahora ha llegado de manera especialmente cruda a Honduras, el violento, paupérrimo e inestable país centroamericano devastado hace 10 años por el huracán Mitch. La crisis constitucional que enfrenta al presidente con los otros poderes del Estado se ha degradado en los últimos días, mantiene a los soldados en las calles y motiva una reunión urgente de la OEA. El presidente Manuel Zelaya, un populista elegido en 2005, quiere presentarse a un nuevo mandato, pese a que la Constitución se lo prohíbe y ha sido avisado en ese sentido por el Congreso y el Tribunal Supremo. El mandatario hondureño, discípulo de Hugo Chávez, planea con apoyo de sus fieles una consulta este domingo preguntando a sus conciudadanos si aprueban la celebración de un referéndum, coincidiendo con las elecciones presidenciales de noviembre, para cambiar la Constitución. Zelaya alega que pretende con ello una "democracia participativa" para su país, "no sólo representativa". La negativa militar a cooperar en la consulta ilegal ha motivado la destitución del jefe del Ejército, general Romeo Vázquez, y la dimisión del ministro de Defensa. El presidente ha ignorado la decisión de los jueces de reponer en su cargo a Vázquez y enciende en las calles a sus fieles asegurando que el Supremo "sólo defiende a los poderosos, los ricos y los banqueros y es un obstáculo para la democracia"; o que en el Congreso Nacional se sientan "esos otros bárbaros que ya no representan a nadie".En una Centroamérica agitada durante décadas por algunos de los vendavales más sangrientos del hemisferio (El Salvador, Nicaragua, Guatemala), la marginada Honduras nunca ha tenido la oportunidad de que sus instituciones adquieran peso real entre su gente. Pero los argumentos de Zelaya para justificar su seudoreferéndum de mañana y sus opiniones sobre el Parlamento y el poder judicial son sonrojantes, rozan el chafarrinón valleinclanesco y descalifican antes que a nadie al propio dirigente hondureño. Que rápidamente ha sido jaleado desde Caracas por el vitalicio Chávez con el refinado argumento de que la burguesía intenta un golpe contrarrevolucionario.(Editorial de El País, Madrid)
Argentina's Kirchner Targets the Press
One way a president can boost poll numbers in a bad economy is to wrest control of the central bank and start printing lots of pesos. There's nothing like cheap financing to restore the market's enthusiasm for buying all sorts of stuff—from stocks to houses—already on sale at fire sale prices. The great reflation will make people feel rich again. A weak currency will also be a short-term boon to exporters, whose profits can then be taxed at ever higher rates. Complainers can be denounced for their greed. Of course this perpetual motion machine will eventually conk out and when it does, a government that expects to survive will find it necessary to silence its critics. Just ask Argentines, who are living all of this in real time. After more than five years of heavy state intervention in the economy, Argentina is again sliding into recession. Double-digit inflation is spiraling north and the government is running out of money. In response, President Cristina Kirchner is cracking down on the free press. Argentines are wondering if their democracy will survive. The story of how Argentina got here is important to recall. The economy was flat on its back after the 2001-2002 collapse of "convertibility," the monetary arrangement that pegged the peso to the dollar. A demoralized nation was looking for a savior. It thought it found one in Néstor Kirchner. He became president in 2003 and set about to restore the state-run economic model of Juan Peron; the market, he maintained, had failed. Mr. Kirchner took control of the central bank. He demonized the private-sector and investors. Using price controls, subsidies and regulation he made himself a Robin Hood to the masses. The legislature granted him extraordinary powers. The economy bounced back as one would expect after a harsh contraction, and in 2007 his wife was elected president with 45% of the vote. Now the illusionists are losing their touch. Not only is the economy going sour, but according to polls, the nation is growing intolerant of what many consider to be the first couple's abuse of power. Four examples serve to make the point: First, when Mrs. Kirchner attacked the farm sector last year because it resisted her plan to impose high export taxes on its harvests, the nation rallied to the defense of the farmers, much to her surprise. Second, her decision to confiscate privately held pension accounts was loudly denounced as a violation of the rule of law. Third, there is a widespread belief that her government is using the state intelligence service to collect information against the president's "enemies." Fourth, an overwhelming majority of Argentines resent the privileges and jet-set lifestyle of the first family while national living standards plummet. This popular dissatisfaction showed up at the polls in the June midterm elections, when Mrs. Kirchner's wing of the Peronist party lost badly. Even Mr. Kirchner did not manage to prevail in his bid for a house seat representing the province of Buenos Aires, which should have been a stronghold for the first couple. Mrs. Kirchner and her husband have decided that they lost because of bad press coverage. They are especially upset with the Clarin media company, which though once a supporter, is now an outspoken critic. In public comments Mr. Kirchner often implies that the government is analyzing the company to see if it might not need to be downsized. In September, tax authorities launched a raid on the Buenos Aires offices of its daily newspaper. Tax authorities later issued an apology for the raid, but the paper maintains that it was an act of intimidation. Yet the problem of bad press for the Kirchners is much bigger than Clarin. As the antimarket economic model hits the skids, the nation is turning against its architects and a free press will not remain silent. This is why the president forced a media law through the legislature two weeks ago, creating a new "audio-visual" regulatory board controlled by the executive. The law also grants the executive control over all licensing of the radio spectrum and reserves at least two-thirds of it for state-owned and nongovernmental broadcasters approved by the executive. There is concern that Mrs. Kirchner is now preparing to take over the most important domestic supplier of newsprint and to begin using import licensing to control access to foreign supplies. Hugo Chávez has become a dictator in Venezuela under the guise of democracy, and he has similarly shut down the free press. Argentines are worried. Last week in the Argentine daily La Nación, philosopher and writer Santiago Kovadloff summed up opposition sentiment about the government's use of "the law" to consolidate power: "The law has become a beloved tool of corruption," Mr. Kovadloff wrote. "The executive has put it at its service. It manipulates it with skill." And where does that leave society? "Insecurity is no longer a threat. We are in the jungle."(The Wall Stret Journal)
The Careful U.S. Diplomacy on Honduras
Honduran President Manuel Zelaya was ousted by the army in late June 2009 after a months-long power struggle over his plans to seek a referendum to lift presidential term limits. Brookings Fellow Kevin Casas-Zamora, former vice president under Costa Rican President Oscar Arias, says that by putting its diplomatic weight behind a mediation effort by Arias to settle the Honduran crisis, the Obama administration has demonstrated sensitivity to Latin sensibilities. "They're trying to give the message that the inclusion of regional actors is very important and the United States won't go back to the days when it single-handedly intervened with a heavy hand," he says. The willingness of Zelaya to go along with the mediation effort shows that "he's trying to put some distance" between himself and Venezuelan President Hugo Chavez. After Secretary of State Hillary Clinton met with Honduras' ousted president, Manuel Zelaya, on Tuesday, they announced that President Oscar Arias of Costa Rica will act as a mediator to settle this latest Latin American crisis. Roberto Micheletti, who was appointed president by Honduran lawmakers after Zelaya was forced out of the country ten days ago, will also participate in the mediation talks in Costa Rica. Does this mean that we're on a road to settling this problem? I certainly hope so. At the very least, the fact that the mediator has been named means there's recognition by all the parties involved that the only way out of this mess is by setting in motion some kind of political dialogue. That in itself is very significant. But it's not just any kind of political dialogue. It's also a dialogue that Secretary Clinton and the U.S. administration have put their weight behind. The fact that they chose President Arias to be the mediator is certainly good news. He's a man that's very well respected across the region. By pure luck and coincidence, he happens to be holding the rotating presidency of the Central American Integration System, which is an integration arrangement between a set of institutions that exist to bind Central American countries. Since he holds the presidency of that, it's only appropriate that he steps into this mediating role. There's really no better person for the task at hand.(Lea la entrevista completa en el sitio del Councel of Foreign Relations, crf.org)
Con los ojos abiertos
Este año se cumple el 75 aniversario del asesinato de Sandino, ocurrido el 21 de febrero de 1934. Tenía 39 años de edad, con lo que entró en el panteón de los héroes que mueren jóvenes, siendo un requisito de la leyenda la muerte en plena juventud. Eran los años de su juventud madura, o de su juventud pletórica. Y esto de que el héroe, para serlo de verdad, no puede traspasar el umbral que lleva hacia la vejez, y así hacia el deterioro físico, y no pocas veces mental, lo deja claro Joseph Campbell, quien apunta con lucidez clásica cuáles son las etapas que se deben cumplir para trascender en la memoria, y quedarse para siempre como arquetipo del heroísmo. Primero, la purificación, a la usanza de los caballeros andantes, paso que el mismo don Quijote da al velar toda la noche sus armas en el patio de la primera posada en que para, antes de seguir por los caminos a cumplir sus hazañas; luego, la entrega total, a brazo partido, a la causa que mueve al héroe; y por último, la muerte temprana. Lo demás, queda para el mito que construirán las venideras generaciones, una especie de resurrección permanente. Y a todo este proceso, ¿cómo llamarlo sino la pasión, a la manera en que los evangelios entienden el término pasión? Pasión y muerte. Treinta y tres años tenía Eva Perón cuando murió, y si hubiera terminado sus días en la vejez, seguramente el mito se habría derrumbado, carcomido por la polilla de los años, como a lo mejor se hubiera derrumbado también el del Che Guevara si no cae en combate a los 39, exactamente la edad de Sandino a la hora de su propio sacrificio.¿Quién puede imaginar a Sandino a los 70, o al Che a los 80, desgastados por la edad y por la acción implacable de los años que arrastran cambios de escenarios y circunstancias, y acumulan la cauda de errores, debilidades y fracasos que son la piel de la longevidad? Morir joven es el privilegio de los amados de los dioses, y la pena de los dioses es no morirse nunca, recuerda Rubén en el Coloquio de los Centauros.Quedan en el catálogo de Joseph Campbell quienes mueren a traición tras haber cumplido su hazaña en defensa de la soberanía nacional de un pequeño país, como Sandino, o empuñando el fusil ya sin esperanzas, como el Che en Bolivia, o en una cama de hospital, como Eva Perón, amada por las masas y desfigurada por la agonía; pero también entran en ese catálogo Marilyn Monroe, la empleadita de tienda que llegó a ser estrella de cine, tal como la ensalza Ernesto Cardenal en su poema, o James Dean, el héroe de la rebeldía sin causa de los años cincuenta, o John Lennon, asesinado por un fanático. Por eso es que están juntos en las tiendas que venden souvenirs con sus efigies: Marilyn Monroe, o John Lennon, o el Che Guevara, no importa, ya todos son estrellas pop. Son la leyenda entre los jóvenes, porque eran jóvenes a la hora de su muerte.Pero de manera esencial, está de por medio la rebeldía en el camino marcado hacia el heroísmo. Durante sus vidas cambiaron algo en la sustancia de su tiempo, se rebelaron contra algún tipo de conducta establecida, fijaron para siempre su imagen en base al rigor de una hazaña, o de un puñado de hazañas, que los llevaron a la eternidad esquiva, no importa que luego sean convertidos en símbolos comerciales, afiches, camisetas, amuletos, marcas, o que se hagan películas y se escriban libros sobre ellos. Todo esto del culto comercial podríamos verlo más bien como consecuencia de la heroicidad, ese consenso que se transmite de generación en generación, esa chispa mágica sin la que ningún aparato publicitario que se empeñara en mantener viva una figura podría sobrevivir.Sandino, que peleó a la cabeza de un puñado de hombres humildes, artesanos y campesinos iletrados, para expulsar a las fuerzas de ocupación de la Marina de Guerra de los Estados Unidos entre 1927 y 1933, seis años de una dura guerra desigual, David contra Goliat, está en ese panteón de los héroes que murieron jóvenes, sacrificados por su ideal de rebeldía, pero no brilla su nombre en las marquesinas mundiales como debería, olvidado por unos, tergiversado por otros. Pero no le falta ninguno de los requisitos del heroísmo de los elegidos de los dioses.Dejó su vida común de trabajador petrolero en México para regresar a Nicaragua al llamado de esa voz que desde los cielos reclama a los héroes entrar a cumplir su destino, cuando Nicaragua fue invadida por las tropas extranjeras. Veló sus armas una noche triste en el cerro del Común, en absoluta soledad, preguntándose si debía emprender la lucha contra un ejército mil veces más grande en poderío que su pobre columna de 30 hombres mal comidos y peor armados, y la voz de los cielos le respondió que sí, porque "el hombre que de su patria no exige más que un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo ser oído, sino también ser creído". Palabras simples pero cargadas de verdad. Y cuando las palabras simples están cargadas de verdad, es que surge la poesía.Y tras seis años de combates, deshaciendo entuertos, emboscando malandrines y descabezando marionetas, al salir el último soldado de las tropas de ocupación entregó sus armas como caballero andante que siempre fue, fiel a sus promesas, y entonces, el peor de todos esos malandrines contra los que había luchado, Anastasio Somoza, que empezaba a consolidar el poder de medio siglo que heredaría más tarde a sus hijos, mandó emboscarlo y ordenó asesinarlo. En las historias de los héroes hay siempre un verdugo. El héroe y el rufián.Si pequeña es la patria uno grande la sueña, alza la voz Rubén en un recóndito extremo del paisaje natal. No hay patria pequeña a la hora de defenderla, responde Sandino desde otro confín oscuro del mismo paisaje en el que las fantasmagorías del vicio político se repiten sin fin, miasmas de un pantano que parece inagotable, y donde deambulan las quimeras lanceadas en el costado por los malandrines.Un sueño siempre interrumpido por las peores pesadillas. Pero el héroe joven siempre vigila, es su oficio para siempre, porque la inmortalidad consiste en eso, en dormir con los ojos juveniles abiertos.(El País, Madrid)
El Gobierno debe ser claro con la seguridad pública. De Erika Saldaña
Erika Saldaña, presidenta del Centro de Estudios Jurídicos CEJPublicado en EL DIARIO DE HOY, 22 julio 2019No podemos esperar resultados distintos haciendo lo mismo”. Esta frase necesariamente se debe reflexionar en relación con los temas de seguridad pública en el país. El recién instalado Gobierno de El Salvador debe aprender de la historia y hacer un recuento de la efectividad de varias medidas de seguridad implementadas por gobiernos anteriores y los resultados que obtuvieron. En los últimos días se han revivido disposiciones como el uso de militares en seguridad pública y los estados de emergencia en los centros penitenciarios, situaciones que ya se han dado y que vale la pena analizar si funcionado.El uso de la Fuerza Armada para trabajos de paz interna y seguridad pública está habilitado por la Constitución, pero, como lo establece el artículo 168 ordinal 12, esta medida debe ser de carácter excepcional, siempre que se hayan agotado los medios ordinarios para lograrlo. El mismo artículo señala que la actuación militar debe ser temporal, limitarse a lo estrictamente necesario y cesar cuando se haya reestablecido el orden.Sin embargo, como lo mencioné en una columna allá por el año 2017, en el país hemos normalizado esa excepción volviéndola una medida permanente, pues la presencia de la Fuerza Armada en actividades de seguridad pública data del gobierno del expresidente Calderón Sol. A finales del año 2008 se aprobó un decreto que autorizaba el apoyo de los militares a la PNC en las labores de seguridad por un año. Desde esa época a la fecha, dicho decreto ha sido renovado anualmente durante diez años consecutivos. Es decir, la Fuerza Armada es parte de la seguridad pública de este país.Es innegable que el apoyo militar ha sido necesario en la ardua tarea del combate a la delincuencia; sin embargo, en el fondo descansa una desnaturalización de las funciones de la Fuerza Armada, quien, según el artículo 212 de la Constitución, tiene a su cargo de manera primordial la defensa de la soberanía del Estado y de la integridad del territorio. El Gobierno del presidente Bukele debe explicar de manera clara cómo se diferencia esta nueva “militarización de la seguridad pública” de lo hecho por los gobiernos de ARENA y el FMLN.Sobre la seguridad pública también es necesario analizar cuál es el rumbo actual de la PNC. Esta institución no ha sido lo suficientemente efectiva para detener la delincuencia en las últimas décadas y no ha podido ejecutar completamente la labor de seguridad a la ciudadanía que se le ha encomendado. Es preocupante que el conjunto de labores entre la PNC y la Fuerza Armada no haya logrado controlar de manera definitiva la precaria situación de la seguridad pública. El gabinete de seguridad debe identificar e intentar corregir las fallas existentes.El Gobierno del presidente Bukele también debe ser claro en la manera en que se brindan los resultados de los planes de seguridad a la ciudadanía. En los últimos días se ha dado a conocer por el periodista Roberto Valencia, del periódico digital El Faro, que han existido diferencias entre datos de homicidios brindados por el Gobierno y los ofrecidos por Medicina Legal y la Fiscalía General de la República. Las cifras maquilladas no son más que un placebo temporal y un autoengaño en el combate a la violencia, pues pareciera que tienen como fin una estrategia comunicacional más que una solución real al problema de seguridad.Insisto, nadie desea que los planes de seguridad públicas del presidente Bukele fracasen, pero es importante tener claros los proyectos y las formas en que se busca brindar solución a la violencia en El Salvador. La seguridad pública no puede continuar un quinquenio más recorriendo el camino en círculo y llegando una y otra vez al mismo lugar: a puntos sin resultados reales.
Sánchez Ceren en convocatoria para evento constitutivo de V Internacional Socialista
Presidente Chávez valora convocatoria para evento constitutivo de V Internacional Socialista El vicepresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y el sacerdote nicaragüense Miguel D` Escoto acompañaron al mandatario nacional en el Teatro Teresa Carreño. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, instaló este sábado el Primer Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el que calificó de importancia histórica la convocatoria a un evento constitutivo hacia la V Internacional Socialista.Esta convocatoria está estipulada en el Compromiso de Caracas, documento suscrito por las organizaciones y movimientos participantes en el Primer Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda, reunión que culminó este sábado en Caracas.Esta reunión política internacional tomó en cuenta la propuesta que realizó el presidente Hugo Chávez este viernes, de convocar esa reunión, que agrupe a todas los movimientos socialistas del planeta.El Compromiso de Caracas aprobó esta disposición especial, tomando en cuenta el llamado de una integración solidaria y un nuevo internacionalismo, por eso acordó la “creación de un grupo de trabajo, por parte de los partidos políticos y los movimientos sociales, para preparar una agenda, convocándose un primer evento constitutivo para el mes de abril en la ciudad de Caracas”.El mandatario nacional recordó que la I Internacional Socialista fue convocada por Carlos Marx en la segunda mitad del siglo XIX, “cuando estaba acá terminando la Guerra Federal”.“La II Internacional fue convocada por varios revolucionarios, entre ellos Federico Engels. Ya en el siglo XX Vladimir Lenin, junto a grandes revolucionarios convocaron a la III Internacional. León Trotsky convocó, varios años después, a la IV Internacional, cada una de ellas tuvo su contexto y todas fueron convocadas desde Europa”, comentó Preservar el planetaEl jefe del Estado pidió que en la agenda de esta iniciativa se debata “la crisis mundial, la crisis ecológica”, recordó que “estamos a las puertas de la cumbre ambiental de Copenhague y ése es uno de los temas más importantes de hoy en el mundo”.“El desarrollismo destructivo está acabando con el planeta y con la supervivencia de la especie humana”. Además, “las empresas capitalistas tratan de ocultar muchas de las investigaciones que dicen que la temperatura del planeta sigue subiendo, que los glaciares continúan desintegrándose y los casquetes polares se parten producto del calentamiento”.Señaló que “a pesar de todo esto los grandes países capitalistas, empezando por los Estados Unidos, no quieren asumir responsabilidades, no quieren comprometerse en la reducción de las emisiones de gases contaminantes. No quieren comprometerse con recursos, pero sí utilizaron millones de millones para auxiliar a los grandes bancos del mundo, en el intento de salvar el sistema capitalista, pero no hay dinero para apoyar programas que detengan el calentamiento global”.Dignidad de los pueblosEl presidente Chávez llegó a la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, para encabezar este acto, donde estuvo acompañado por el vicepresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y por el dirigente nicaragüense Miguel D ́ Escoto, ex presidente de la Asamblea General de la ONU.Salvador Sánchez Cerén, en representación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, hizo un llamado a estar “unidos por sacrificios y por lucha”, esto al recordar la guerra que sufrió ese país durante doce años. En sus palabras comentó que “Venezuela está dando ejemplo de cómo resistir y defender la dignidad de nuestros pueblos”.Miguel D` Escoto, en representación del Frente Sandinista de Liberación Nacional, ofreció un caluroso saludo enviado por el presidente Daniel Ortega y habló de preservar la flora y fauna del planeta, por eso hizo un llamado para “decirle no al capitalismo, decirle no al imperialismo, y decirle sí al socialismo, motivado siempre por la solidaridad, tal y como nos ha enseñado nuestro comandante Fidel Castro”.En el lugar también estaban la canciller salvadoreña, Patricia Rodas, y la senadora colombiana Piedad Córdova.Por los delegados electos por los militantes del PSUV habló en el acto el dirigente caraqueño Fernando Soto Rojas, quien insistió sobre la conformación del sistema socialista en Venezuela, para él es necesario que el PSUV logre un avance cualitativo y para ello es necesaria la unidad en sus filas. Comentó también que la oligarquía venezolana hará todo lo posible para que no se construya la Venezuela socialista. (PRENSA PRESIDENCIAL/Alejandro Montiel; publicado en el sitio Web del Ministerio de Información y Comunicación MINCI de Venezuela)
El Ifrit de Trípoli
Iblis, el mentiroso La inminente caída de Muammar El Gadaffi, ha sido anunciada por la brutal represión y el bombardeo contra su pueblo, comparable a la sufrida por los barrios orientales de Managua en los últimos días de Somoza. Le ha hecho asomar su temible rostro de Ifrit, genio malévolo y rencoroso que según la mitología árabe detestan a los humanos. La tahona de todos ellos según Las Mil y Una Noches es Iblis, el mentiroso, que se negó ante Alá a postrarse ante el primer hombre de la creación. El Ifrit de Libia, con 42 años haciendo de las suyas, ha sido la pesadilla de Occidente y si no fuera porque su terrorismo ha producido tantas muertes, sería un supervillano de historieta al estilo del Doctor Malito. Era hasta hace poco un paria internacional, que buscó como romper su aislamiento haciendo indemnizaciones millonarias a las familias de las víctimas de una serie de atentados realizados en Europa en los 80. Procedente de uno de los lugares más inhóspitos de la tierra y de la tribu beduina Gaddafa, nació en una tienda del desierto y llegó al poder por un golpe de Estado cuando tenía 27 años y era capitán del ejército. Miembro de una familia nacionalista, estudió para abogado pero prefirió hacerse militar con miras al poder absoluto. Su talante estrafalario y su arrogancia, ocultan a un hombre inseguro y depresivo que se escondía entre las dunas. Será recordado como el Iblis que apareció en la incendiada Trípoli con un paraguas para decir que no se va. El “hermano” de Ortega Gaddafi es el hombre que Daniel Ortega llama su “hermano”. ¿Y cómo no? Si el "Líder Fraternal y Guía de la Revolución" lo financió larga y generosamente, mientras estuvo fuera del poder hasta que llegó Chávez en su relevo. Era de los que le facilitaba un Boeing 707 para sus giras, y en la primera que realizó en el 2007 recién llegado a la presidencia, lo visitó con su inseparable consorte, hijos, nueras y nietos y una gran comitiva de funcionarios en un periplo que lo llevó además a visitar a los tiranos de Argelia e Irán y donde la cosa está que arde. En la última de las visitas, el hermano libio no le dio los dinares que le solicitó para sus alba-negocios, porque seguro lo vio como lagarto. Pero como regalo de consolación y en nombre de la hermandad, Gaddafi le entregó el “Premio de los Derechos Humanos Muammar El Gaddafi” (2009) por la destacada labor de Ortega “en la búsqueda de la paz mundial y por la defensa de los derechos humanos de los pueblos del mundo”. Galardón muy significativo a la luz de la tonelada de muertos en Trípoli por quien Ortega ha llamado “su hermano en la Jamahiriya, en el Alba y el Poder de los Pueblos”. Es de suponer que el Comandante le ofrecerá asilo a su hermano en algún lugar de Nicaragua para que instale su tienda con todo y sus huríes, ahora que se quedó sin Jamahiriya. Del Libro Verde al Rosado No dudo que el “Guía de la revolución” libio se sentirá en este país como en casa, pues bajo el gobierno de Ortega aquí ha retoñado su famoso Libro Verde y la Tercera Teoría Universal. Para no ser menos que Mao Tse Tung y su Libro Rojo, Gaddafi presentó su propuesta de modelo híbrido: islamismo + socialismo + gobierno del pueblo, dando como resultado el “Estado gobernado por el pueblo” o Jamahiriya, por lo cual a ese sol del desierto que es Gaddafi se le ocurrió que los partidos políticos, la democracia representativa, las elecciones y los gobiernos locales salían sobrando y los eliminó de un solo tajo. El singular modelo político se impuso con la Carta del Poder Popular, que reemplazó a la Constitución. El sistema de “democracia directa” de Gaddafi consiste en asambleas y comités populares superpuestos a tres niveles: local, regional y nacional, de los cuales, por supuesto, él es el guía. En teoría Libia tiene un “autogobierno” sin un Estado, puesto que Gaddafi propugnaba un “socialismo natural” en la que la fuente de todo derecho está en el Corán, aunque una comisión teológica reunida en La Meca, la dictaminó como “antiislámica y apóstata”. El retoño del Libro Verde en el trópico es cristianismo+socialismo+Consejos de Poder Ciudadano, aunque disfrazado de rosado chicha, así que ya podemos imaginar hacia donde nos encamina el hermano Ortega. La “jamahiriya” de los CPC La consorte del Compañero Comandante Presidente ya lo había advertido cuando anunció que el 2008 sería “El Año del Poder Ciudadano” en un acto barrial para inaugurar un proyecto de agua potable. “¡Eso se llama Poder Ciudadano, eso se llama Yamahiriya...Qué palabra más linda! ¡Jamahiriya! ¡Poder del Pueblo, Poder de los ciudadanos!” dijo entusiasmado Ortega quien a renglón seguido se justificó por esta conexión política, aduciendo que el español está compuesto por muchas palabras árabes como “almohada” (sí, así como alcohol, alacena, alacrán y alcaraván). Ortega agregó que la Constitución es clara en darle poder a la población para organizarse, “¡Eso se llama Jamahiriya!”, insistió para convencerlos de la bondad de organizarse en CPC y que el poder es ejercido “desde la base”. Los hechos en Libia han demostrado que los CPC de allá eran tan solo un mecanismo para desmontar las instituciones y los pesos y contrapesos políticos que requiere la democracia y para prohibir el derecho de huelga, imponer la censura y la pena de muerte para los adversarios. Los libios sienten que la riqueza petrolera del país no los ha beneficiado, que tienen servicios públicos pobres y una corrupción generalizada, los jóvenes no tienen oportunidades y las reformas políticas democratizantes nunca llegaron. La ira acumulada contra Gaddafi ha estallado por los cuatro costados. Como dijo un jefe de la tribu más importante del país: “Le decimos al hermano (Gaddafi) que ya no es un hermano, le decimos que se vaya del país”. Algo parecido empieza a murmurar la gente del hermano que tiene aquí.(Confidencial/Nicaragua)
Un año por la República. De Erika Saldaña
Erika Saldaña, abogado constitucionalistaPublicado en EL DIARIO DE HOY, 29 julio 2019El pasado 24 de julio fue mi último día como presidenta del Centro de Estudios Jurídicos. Fue un año lleno de una diversidad de experiencias que marcaron mi vida profesional y, sin duda, me motivan a seguir trabajando por el Estado constitucional de Derecho en El Salvador. En estos meses tuve la oportunidad de trabajar en varios ambientes con abogados y ciudadanos comprometidos: en labores propias del gremio de abogados, con la sociedad civil y participando en actividades de distintas instituciones públicas y privadas.De todas las experiencias entendí que la lucha por la justicia es una tarea permanente a la que, desde el privilegio de la profesión del abogado, debemos sumarnos. En el ambiente fluyen tantas opiniones e intereses, que en muchas ocasiones es necesario sentar posturas técnicas y jurídicas sólidas que ayuden a la ciudadanía a entender las complejas realidades jurídicas.Desde el Centro de Estudios Jurídicos trabajamos para que en la Asamblea Legislativa se llevara un proceso objetivo de selección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia; también fijamos postura en diversos temas jurídicos como la necesidad de nuevas leyes o reformas a las ya existentes; observamos de cerca el trabajo de las instituciones del Estado e impartimos conferencias y cursos para la formación de la comunidad jurídica.La coyuntura suscitada por el retraso en la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia nos dejó una lección valiosa que ojalá se mantenga en la mente de las diversas organizaciones de la sociedad civil: ponernos de acuerdo es posible. Aunque cada asociación tenga fines, miembros y pensamientos distintos, existen momentos en los que nuestra república nos necesita reunidos, juntando los puntos en común y firmes en la lucha por el cumplimiento del Estado de Derecho.Esto se dio cuando pasaban los días y no veíamos clara la elección de magistrados de la CSJ, o cuando en varios de esos intentos se pretendió nombrar a personas que no eran idóneas para el cargo; poco a poco distintas organizaciones civiles se fueron uniendo en la exigencia a la Asamblea Legislativa de elegir de manera objetiva y transparente, llegando a sumar más de treinta organizaciones de la sociedad civil. En el camino comprendimos que unidos nuestra voz era más fuerte.Otra de las cosas más valiosas que me dejó el último año fue conocer a profesionales que desde su trinchera trabajan por un mejor El Salvador. Miembros de FUNDE, DTJ, FUSADES, TECHO (estas organizaciones miembros de el Consorcio por la transparencia y lucha contra la corrupción al cual pertenece el Centro de Estudios Jurídicos), Acción Ciudadana, ISD, CEMUJER, entre otras, ponen su granito de arena para mejorar la institucionalidad en El Salvador. Además, la incidencia que ha logrado el Centro durante los últimos años no sería posible sin el esfuerzo de los miembros de la junta directiva. Trabajo silencioso, sin remuneración y sacrificado, pero que nos ha traído muchas satisfacciones.Hay mucho que hacer para fortalecer el Estado de Derecho. Por ello es necesario que los ciudadanos comprometidos nos mantengamos firmes y vigilantes de las actuaciones de los órganos del Estado, haciendo valer nuestra voz frente a los funcionarios y el poder político, con el fin de mantener y fortalecer la institucionalidad en El Salvador.El maestro Eduardo Couture, en los históricos “mandamientos del abogado”, resume dos de los aprendizajes que me dejó el último año al frente del Centro de Estudios Jurídicos: “La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia”; y “Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”. Ciudadanos y colegas, a seguir trabajando por el imperio del Derecho.
De Robin Hood a Pablo Escobar
Durante la guerra no me preocupaba tanto morir en combate como envejecer de guerrillero. Viendo la juventud de mis compañeros y la mía propia en fotografías de los primeros años del conflicto salvadoreño, concluí que las insurgencias no eran una solución, sino el síntoma de un problema. Más que un proyecto político, fuimos una generación que se alzó ante la prepotencia del poder antes de cumplir 20 años, pero que al llegar a los 40 entendimos que habíamos transformado al país y firmamos la paz. En Nicaragua y en El Salvador la gente llamaba a los guerrilleros los muchachos y en Cuba los barbudos entraron a La Habana cuando estaban en la treintena. Los rebeldes uruguayos y argentinos mostraron con habilidad extraordinaria que era posible una guerra urbana a gran escala y el M19 de Colombia convirtió una derrota militar en una victoria política siendo la primera guerrilla que se atrevió a negociar.Éstas son las seis insurgencias más importantes, desarrolladas, imaginativas y audaces del continente; rebeliones de jóvenes que lo dieron todo y en ese camino murieron y perdieron, o vencieron y transformaron, pero todas evitaron envejecer como guerrilleros.Las insurgencias no surgieron por romanticismo ideológico, sino por la existencia de dictaduras militares y prácticas autoritarias en todo el continente, con excepción de Costa Rica. Podemos separarlas en dos grupos: las que consideraban la lucha armada como un instrumento para lograr fines y las que hicieron de la lucha armada un fin en sí mismo.Las guerrillas del primer grupo fueron agentes de cambio y las del segundo no se dieron cuenta cuando el mundo cambió. En este segundo grupo estuvieron las insurgencias que envejecieron luchando en Perú, Guatemala y Colombia, tanto que la colombiana sobrevivió al fin de siglo.En los años sesenta, setenta y ochenta, las drogas gozaban de tolerancia en la oferta y la demanda. Ahora ya no se tolera la oferta, pero por aquellos años éstas no eran consideradas un problema estratégico de seguridad. En los ochenta, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos traficó con cocaína para financiar a la contra nicaragüense y militares cubanos permitieron a los narcotraficantes pasar por la isla a cambio de divisas. Se consideraba que "ese veneno era un problema de los gringos". Es en esa misma época los carteles mexicanos se fortalecieron y Pablo Escobar exhibía en su hacienda la avioneta con la cual llevó el primer embarque de cocaína a Estados Unidos.Las FARC colombianas nacieron en 1964 movidas por un programa agrario para enfrentar a un Estado débil en el control de extensas zonas rurales. Al nacer con territorio se desarrollaron más como una autodefensa campesina, que como una insurgencia con visión de poder. Por décadas fueron una guerrilla militar y políticamente perezosa, sin duda la insurgencia más conservadora del continente que envejeció en la Colombia rural profunda.Para enfrentarse a las FARC, la extrema derecha colombiana inventó el paramilitarismo, obviamente con complicidades estatales. Esta lucha se volvió larga y despiadada de lado y lado, una verdadera competencia de masacres que en el ámbito urbano dejó miles de sindicalistas, periodistas y activistas muertos por ambos bandos. Pero en 40 años, Colombia y Latinoamérica cambiaron, las dictaduras y el autoritarismo desaparecieron y las izquierdas, incluso en Colombia, pasaron de la clandestinidad, el exilio, las cárceles y las montañas, a gobiernos y parlamentos.Sin ser perfecta, esta transición permite ahora que las izquierdas tengan más poder político que las derechas. La violencia criminal desplazó a la violencia política, el consumo de drogas dejó de ser un problema de los "gringos" y se expandió en Latinoamérica multiplicando pandillas, crimen organizado, corrupción y todo tipo de delitos. La seguridad se convirtió así en una demanda urgente de los más pobres. La envejecida insurgencia colombiana se encontró entonces habitando en los mismos territorios donde estaba la mayor producción de coca del mundo y con la justificación de que en ese negocio hasta la CIA se había metido, pasaron a financiarse con la droga y a montarse en la nueva ola de violencia como un ejército al servicio del narcotráfico. Llamar a las FARC narcoguerrilla no es un ataque político, sino una derivación estructural del propio conflicto colombiano que contaminó también a los paramilitares y a una parte de la clase política colombiana.El extremismo ideológico hace perder escrúpulos porque la intolerancia al enemigo siempre termina justificando los excesos y, por otro lado, la crueldad de ese enemigo se utiliza para disculpar la crueldad propia. De esa forma, "ser los buenos" como principio esencial de cualquier insurgencia que necesita "pueblo", termina desapareciendo.Contrario a la guerrilla de Fidel Castro que no realizó jamás un secuestro, las FARC son los mayores extorsionadores y secuestradores del mundo y sus operaciones militares han sido tan indiscriminadas que han destruido pueblos y masacrado a sus habitantes. En uno solo de esos hechos, en Bojayá, las FARC mataron a 119 personas, incluidos 40 niños, cuando lanzaron explosivos contra una iglesia.El calificativo de terroristas no es un invento americano, es algo que las guerrillas colombianas se han ganado por matar a miles de civiles inocentes. Las FARC son tan odiadas como los paramilitares y prueba de esto fueron los millones que protestaron contra éstas en febrero de este año. Jamás en Latinoamérica pudo gobierno alguno movilizar a tanta gente contra una insurgencia, lo normal era que los insurgentes llenaran las calles contra los gobiernos.Las FARC son una amenaza transnacional, tienen el poder financiero del narcotráfico para corromper, intimidar y destruir instituciones en cualquier parte como cualquier cartel, pero su pasado político insurgente confunde. Perú, Brasil y Panamá los persiguen de forma coordinada con Colombia, sin embargo, Venezuela y Ecuador la consideran una insurgencia legítima y esta diferencia provocó la reciente crisis regional.No son los gobiernos el problema, sino las FARC. La confusión sobre la naturaleza de éstas alcanza a sectores de la izquierda europea y latinoamericana, particularmente en México. Estas izquierdas siguen idealizando al guerrillero y justificando una violencia que ya no es política sino criminal. Sustentan su posición en el imaginario de un pasado autoritario inexistente, necesitan mentir, justificar excesos y reinventar a su enemigo para tener sentido. Su apoyo a las FARC fortalece en definitiva a la derecha colombiana y constituye un peligro para sus propios países.La violencia delictiva en las calles de Madrid o México está conectada con todo esto. La violencia criminal es ahora hegemónica y, en esas condiciones, la violencia política organizada, cualquiera que sean sus intenciones, termina cooptada por la primera. El resultado final es el mismo, plata o plomo para políticos de izquierdas y de derechas. Sin autoritarismo las izquierdas latinoamericanas tienen ahora un reto más intelectual que emocional, deben resolver problemas en vez de multiplicarlos.(Publicado en El Pais, 24 de marzo 2008)
SEXTA COLUMNA: EL SALVADOR O EL REINO DE LO IRRACIONAL (I)
Cuando los salvadoreños observamos lo que sucede alrededor nuestro, transitamos por las calles de ciudades del área metropolitana o del interior del país, leemos los periódicos de circulación nacional, vemos los programas de noticias de la televisión local, o bien escuchamos los noticieros a través de las radioemisoras capitalinas, podemos darnos cuenta del desorden en que vivimos y al cual nos hemos acostumbrado. Efectivamente, hemos acumulado un gran desorden. La Lic. Sandra de Barraza escribió hace varios años una muy buena nota periodística que se titulaba, si mal no recuerdo, “Un basurero superpoblado”, en la que comentaba la desagradable impresión que le habían causado ciertas localidades de nuestro país, a una persona extranjera que se encontraba de viaje por estas latitudes. Es probable que lo anterior nos parezca excesivo o un comentario exagerado, pero se trataba de una impresión que a veces tenemos nosotros mismos. Aquella frase era la respuesta de esa persona a la posible pregunta ¿Qué le parece o qué le pareció El Salvador? La Lic. de Barraza ya antes había escrito diversos comentarios sobre el reguero de desechos de plástico que se ve en las orillas de diversas carreteras del país. Pero hay más, también están las ventas de agua de coco, frutas, bebidas o accesorios para automóviles, y los desechos correspondientes, colocadas casi encima (en el “hombro”) de las carreteras, sin respetar el derecho procedente, por ejemplo en la carretera de oro, en la nueva carretera hacia Apopa – Soyapango, o bien del Aeropuerto hacia San Salvador. En calles y avenidas de zonas consideradas todavía como residenciales de nuestra ciudad capital proliferan negocios de tapicería, talleres de reparación de llantas, pintura automotriz, soldadura, esmerilado, y mucha, mucha gente que invaden las aceras e incluso la vía pública, por ejemplo casi al principio y casi al final del llamado Boulevard Constitución. Los vendedores informales se han establecido en o se han tomado muchas intersecciones de calles y avenidas de la ciudad capital y cuanto espacio va quedando en la proximidad de paradas de buses, autorizadas o no. En esta línea de pensamiento, pero profundizando un poco más, escribió hace poco un comentario el Ing. Ricardo Ayala Kreutz en el Blog de Don Ernesto Rivas Gallont. Se trataba de hacer referencia a “la perversidad del actual sistema de transporte colectivo” de nuestro país. Administrar este servicio (que no industria), es una facultad del Estado salvadoreño; sin embargo, éste no ha intervenido como debería para ordenar y racionalizar este importante servicio. La reciente medida emprendida por el Gobierno a través del Vice Ministerio de Transporte, consistente en regular la circulación vehicular en el Centro Histórico de San Salvador, retirando centenares de autobuses de esa área, es sin lugar a duda, muy conveniente y adecuada. Ojalá que, en efecto sea el primer paso, como se ha dicho. Más recientemente, y en un aspecto que es definitivamente estratégico como se puede apreciar en la actualidad mundial, el Dr. Francisco Serrano escribió una nota en un matutino local, titulada más o menos como sigue: “Exportemos mugidos de vaca”. A pesar de su título aparentemente extraño y hasta sarcástico, la nota llama la atención sobre lo relativo al tema de la Energía en nuestro país. Me pregunto si el Lic. Franzi (Hato) Hasbún tendrá la Energía en su lista de asuntos estratégicos, junto con el tema de Hidrocarburos. El Dr. Serrano, se pregunta por qué en El Salvador no se adopta la Turbococina para prescindir lo más que se pueda de la raja de leña, el gas licuado de petróleo y la electricidad para usos domésticos y comerciales en todo el país. El mencionado científico analiza el grado de eficiencia alcanzado en la combustión de pequeños trozos de madera u otros combustibles orgánicos mediante este dispositivo tecnológico desarrollado aquí, en El Salvador. El Ing. René Núñez Suárez, si mal no recuerdo, desarrolló esta innovación y en ese empeño invirtió mucho capital y por ello lo ha patentado como es debido. Tuvo un merecido reconocimiento internacional. No obstante lo anterior, en El Salvador aun no se reconoce su esfuerzo. Tal como se le describe, con el uso de la turbococina, la generación de calor se optimiza y la emanación de contaminantes se reduce muchísimo, con el consiguiente beneficio ambiental, humano, y económico, entre otros. Según el Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición, lo racional es aquello que está conforme a la razón, e irracional es lo que carece de razón o que se opone a ésta. De acuerdo con lo anterior, es irracional que en El Salvador se permita el uso de tanto plástico y que no haya una política de administración de desechos sólidos obligatoria en todo el territorio nacional; agregado a lo anterior, es irracional que no tengamos una política de población, desarrollo humano y urbanismo que nos permita distribuirnos mejor y crecer, demográficamente hablando, sin los extremos de hacinamiento y deterioro familiar que ahora presenciamos. También es irracional la anarquía para poner ventas en cualquier parte, especialmente en espacios públicos. Es contra la razón que tengamos el servicio de transporte colectivo tan desorganizado como hasta ahora; que sea tan desconsiderado con los mismos motoristas, los pasajeros, los transeúntes y demás automovilistas; una actividad muy contaminante y peligroso en varios sentidos. Es necesario continuar con las medidas que se han iniciado, hasta que podamos hablar del Servicio de Transporte Público, pero de verdad. Se opone a la razón el desinterés que se denuncia sobre el aprovechamiento de la turbococina, cuando muchos pensábamos que el Gobierno nuevo sí le tomaría en cuenta a través de varios ministerios. Solamente el Ministerio de Educación ha demostrado algún interés según lo consigna el articulista mencionado. El colmo de la irracionalidad lo tenemos en “la perla” de declarar libre de todo cargo al cerebro financiero de la defraudación al Estado salvadoreño en una de sus principales instituciones autónomas. ¡El mensaje que se transmite a la población es clarísimo: robar es válido porque aquí no hay racionalidad jurídica!
El Club de Madrid se adhiere a la Declaración sobre Venezuela de sus Miembros Arias, Cardoso, Lagos y Toledo
El Club de Madrid, organización formada por 96 ex Presidentes y ex Primeros Ministros democráticamente elegidos en 63 países de todo el mundo y dedicada a la promoción global de la democracia y sus valores, está siguiendo con profunda preocupación los acontecimientos en Venezuela.Por ello, la organización ha decidido sumarse a la Declaración Conjunta que cuatro de sus integrantes, Oscar Arias Sánchez, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos y Alejandro Toledo, suscribieron el pasado 4 de marzo:“Quienes suscriben, Oscar Arias Sánchez, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos y Alejandro Toledo, hemos acordado formular la siguiente Declaración Conjunta:Hemos venido observando con preocupación y alarma los acontecimientos que se han desarrollado en Venezuela durante las últimas semanas. Manifestaciones estudiantiles de protesta pacífica contra las políticas del gobierno, que son normales en cualquier sociedad democrática, han sido objeto de una represión desproporcionada por parte de la fuerza pública y de ataques por parte de grupos armados ilegales que algunos medios vinculan con partidos políticos en el gobierno.A partir de esos hechos ha venido produciéndose una alarmante escalada de violencia y un rápido deterioro de la situación de los derechos humanos en el país. La violencia ha cobrado ya varias vidas por heridas de bala; estudiantes detenidos han informado públicamente que han sufrido torturas y tratos inhumanos y degradantes por parte de las autoridades; se ha hostigado a la prensa independiente y se ha obstaculizado que los medios de comunicación que informen sobre los acontecimientos, incluyendo la eliminación del aire de un canal internacional de televisión y la amenaza de hacer lo mismo con otro, agresiones físicas a periodistas y la falta de papel para la prensa escrita.Adicionalmente, la protesta cívica y la oposición democrática han sido criminalizadas. Se amenaza con procesos penales a numerosos estudiantes presos; el señor Leopoldo López, líder de un partido opositor, ha sido precipitadamente privado de su libertad e inculpado por diversos delitos, con un sesgo notoriamente político y otros líderes democráticos son perseguidos penalmente por razones políticas..Condenamos esos hechos y urgimos al Gobierno venezolano y a todos los partidos y actores políticos a establecer un debate constructivo, conforme a los cánones de la democracia reconocidos universalmente y plasmados en la Carta Democrática Interamericana.Llamamos muy especialmente al Gobierno para que contribuya a crear sin demora las condiciones propicias para ese debate, con una agenda compartida y sin exclusiones. Para ello es indispensable que se ponga cese de inmediato a la persecución contra los estudiantes y los líderes de oposición, incluida la liberación del señor Leopoldo López y de todos los detenidos o perseguidos por razones políticas. Igualmente, es imperativo que se adelante una investigación independiente y transparente sobre las denuncias de torturas y otras violaciones a los derechos humanos y que se ponga cese al hostigamiento a la prensa independiente, incluido el restablecimiento de la señal del canal internacional de TV abolido por el Gobierno. Es también indispensable que las manifestaciones de protesta de los partidos de la oposición y de otras organizaciones sociales se mantengan dentro de los cauces pacíficos que han de regir en una sociedad democrática y del respeto debido al mandato de las distintas autoridades del país, en los términos pautados por la Constitución venezolana.Como amigos que somos de la democracia venezolana, confiamos que ese país logre superar la extrema polarización y la intolerancia que han dominado la escena política en los últimos años, males que han venido erosionando la eficacia de las diversas instancias internas para el debate democrático así como la confianza en la independencia e imparcialidad de numerosas y relevantes instituciones. Al mismo tiempo, hacemos un llamado a la comunidad internacional a sumarse a un esfuerzo concertado para el fortalecimiento de la democracia y la preservación de la paz en Venezuela”.OSCAR ARIAS SÁNCHEZ FERNANDO HENRIQUE CARDOSORICARDO LAGOS ALEJANDRO TOLEDOY los 86 miembros del Club de Madrid, todos expresidentes de sus respectivos paísesMarzo 10, 2014 Ver aquí el listado completo de Miembros
Barack Be Good
Times have changed. In 1996, President Bill Clinton, under siege from the right, declared that “the era of big government is over.” But President-elect Barack Obama, riding a wave of revulsion over what conservatism has wrought, has said that he wants to “make government cool again.”Before Mr. Obama can make government cool, however, he has to make it good. Indeed, he has to be a goo-goo.Goo-goo, in case you’re wondering, is a century-old term for “good government” types, reformers opposed to corruption and patronage. Franklin Roosevelt was a goo-goo extraordinaire. He simultaneously made government much bigger and much cleaner. Mr. Obama needs to do the same thing.Needless to say, the Bush administration offers a spectacular example of non-goo-gooism. But the Bushies didn’t have to worry about governing well and honestly. Even when they failed on the job (as they so often did), they could claim that very failure as vindication of their anti-government ideology, a demonstration that the public sector can’t do anything right.The Obama administration, on the other hand, will find itself in a position very much like that facing the New Deal in the 1930s.Like the New Deal, the incoming administration must greatly expand the role of government to rescue an ailing economy. But also like the New Deal, the Obama team faces political opponents who will seize on any signs of corruption or abuse — or invent them, if necessary — in an attempt to discredit the administration’s program.F.D.R. managed to navigate these treacherous political waters safely, greatly improving government’s reputation even as he vastly expanded it. As a study recently published by the National Bureau of Economic Research puts it, “Before 1932, the administration of public relief was widely regarded as politically corrupt,” and the New Deal’s huge relief programs “offered an opportunity for corruption unique in the nation’s history.” Yet “by 1940, charges of corruption and political manipulation had diminished considerably.”How did F.D.R. manage to make big government so clean?A large part of the answer is that oversight was built into New Deal programs from the beginning. The Works Progress Administration, in particular, had a powerful, independent “division of progress investigation” devoted to investigating complaints of fraud. This division was so diligent that in 1940, when a Congressional subcommittee investigated the W.P.A., it couldn’t find a single serious irregularity that the division had missed.F.D.R. also made sure that Congress didn’t stuff stimulus legislation with pork: there were no earmarks in the legislation that provided funding for the W.P.A. and other emergency measures.Last but not least, F.D.R. built an emotional bond with working Americans, which helped carry his administration through the inevitable setbacks and failures that beset its attempts to fix the economy.So what are the lessons for the Obama team?First, the administration of the economic recovery plan has to be squeaky clean. Purely economic considerations might suggest cutting a few corners in the interest of getting stimulus moving quickly, but the politics of the situation dictates great care in how money is spent. And enforcement is crucial: inspectors general have to be strong and independent, and whistle-blowers have to be rewarded, not punished as they were in the Bush years.Second, the plan has to be really, truly pork-free. Vice President-elect Joseph Biden recently promised that the plan “will not become a Christmas tree”; the new administration needs to deliver on that promise.Finally, the Obama administration and Democrats in general need to do everything they can to build an F.D.R.-like bond with the public. Never mind Mr. Obama’s current high standing in the polls based on public hopes that he’ll succeed. He needs a solid base of support that will remain even when things aren’t going well.And I have to say that Democrats are off to a bad start on that front. The attempted coronation of Caroline Kennedy as senator plays right into 40 years of conservative propaganda denouncing “liberal elites.” And surely I wasn’t the only person who winced at reports about the luxurious beach house the Obamas have rented, not because there’s anything wrong with the first family-elect having a nice vacation, but because symbolism matters, and these weren’t the images we should be seeing when millions of Americans are terrified about their finances.O.K., these are early days. But that’s precisely the point. Fixing the economy is going to take time, and the Obama team needs to be thinking now, when hopes are high, about how to accumulate and preserve enough political capital to see the job through.(New York Times)
This shows that change isn't always for the worse
The case of the recovering North Sea cod is an example of that increasingly rare phenomenon: the environmental good news story.The majority of bulletins about change in the environment point in one direction only: for the worse. As the human population continues its remorseless expansion from 6 billion in 1997 to at least 9 billion by 2050, the scale and impact of human activity are taking an ever-increasing toll on the natural world. According to the Red List of the International Union for the Conservation of Nature, huge numbers of plants, birds, mammals, reptiles, amphibians and other species are threatened with extinction, and the list grows longer every year.The good news stories tend to involve individual species which have been hauled back from the brink by the determined efforts of dedicated conservationists, such as the large blue butterfly in England or the sea eagle in Scotland.Rarer are the examples of whole eco-systems recovering, although there are some: in terms purely of chemical pollution, Britain's rivers are cleaner now than at any time since before the Industrial Revolution. But rarest of all are the cases where natural resources are restored, especially as with fish stocks, where this concerns the "global commons" – resources which are free for everyone to plunder at will. The recovery of the North Sea cod is incredible news – as long as it can be maintained – and will provide a fillip for anyone concerned with the state of the planet.(The Independent)Más en:Living proof that conservation worksAn encouraging tale from the North Sea
Lo que no se mide no existe
Lamentablemente en el mundo en que nosencontramos, lo que no se mide no existe. Nosotros no podemos seguir diciendoque hacemos cosas buenas, tenemos que demostrar que hacemos cambios, si podemossacar alguna buena conclusión de Río +20 es que hay que mejorar los sistemas demediciones mundiales. No podemos seguir simplificando con la medición delproducto interno bruto como la única posible forma para determinar si un paíscrece o no. No podemos ver el rendimiento de una empresa solo en base a lautilidad que genera y sobre todo no podemos tomar las decisiones de nuestrasvidas a ciegas. En Latinoamérica somos proclives a no medirnuestro trabajo, nos gusta el reino de la informalidad, nos hace flexibles, nospermite tener cintura. Es cierto, pero también nos hace inexactos, nos hacetomar decisiones a ciegas y no permite, sobre todo, medir lo bueno que nosotroshacemos. Estoy seguro que cualquiera denosotros ha estado en una reunión de empresa, donde se toman decisiones porque“yo creo que”, esta frase fatal es la que muchos, de nuestros líderesempresariales, sustenta sus decisiones. Pero sobre todo tenemos que medir lo buenoque hacemos, la responsabilidad empresarial y las buenas prácticas. Hay muchas empresas e instituciones degobierno, que están generan cambios significativos en el país. Y por más quenos digan miren todo lo que yo hago, sino dan cifras y medidores de impacto,solo nos queda confiar. Los más suspicaces de los lectores diránque igual los números son manipulables, que hay manera de hacer que digan loque quieran, y efectivamente es posible, pero entre mayor eficiencia tengamos ala hora de medir, con mejores datos y más transparente; el debate podrácentrarse sobre medidas tangibles y no sobre opiniones en algunos casoscalificadas y en muchos flojas y sin fundamentos. La base paratener un gobierno transparente no es crear un periódico gubernamental (orevista digital) para que nos digan que es todo lo que hace el gobierno; esconstruir un sistema de mediciones universales que permita a todo mundo evaluarsin ninguna duda el rendimiento del país. Existen una infinidad de modelosposibles para hacer esto: instrumentos basados en Metas (Ej: BiodiversityIndicators Parnership), Índices ( ej: EPI, Índice de felicidad, CoeficienteGini, PIB, etc.), métricas (Ej. Ciclo del carbono), reportes (ej. GlobalReporting Iniciative), contables (Ej. Valor sostenible y contabilidad Verde) yde auditoría (ej. Normas ISO y la triple línea base). De este mar deinstrumentos mezclados con un instituto confiable de medición; podríamosdespués de muchos años saber realmente como está nuestro país. Este tipo deinstrumentos también nos puede servir para medir la eficiencia de nuestraempresa o negocio, podemos medir el impacto de la buena gestión que realizamosy comunicarla de una manera efectiva. Para saber si un territorio está mejor opeor es necesario tomar en cuenta los ámbitos económicos, sociales yambientales, en concreto medir el desarrollo sustentable. Existe un instrumentovalioso llamado el SAMPSE, que desarrolló un colega mexicano, podríamosimplementar un modelo como esté para territorios particulares del país; dehecho, ya se ha realizado el primer modelaje en el país. Instrumentos como estenos podrían brindar la hoja de ruta tan necesaria para nuestro país. Actualmente enEl Salvador no tenemos nadie que desarrollo mediciones científicas y que puedanservir para la correcta toma de decisiones; podemos medir nuestro desempeño através de mediciones que realiza el sistema de Naciones Unidad o las propiasque realiza el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; estasmediciones son superficiales, cuando mucho parciales y no dan toda lainformación necesaria para poder medir realmente el desempeño del país enasuntos de sustentabilidad.Si agregamos lamedición de los efectos del cambio climático, podremos caminar con luz y plenavisión, hacia un país con crecimiento económico responsable, socialmentesolidario y ambientalmente sano. Que tú empresa, tú municipalidad, tú país no naveguea ciegas, busca y crea los instrumentos que necesitas y busca la asesoría adecuadapara que cumplas tus metas y sepas cuando las has cumplido.
Los cambios ministeriales, un proceso sano y necesario. Explicación de las causas.
Documento distribuido entre los miembro del PCC de Cuba para explicar recientes destituciones de Lague y Pérez RoqueTodos los revolucionarios deben conocer las causas de la destitución reciente de varios funcionarios cubanos, de personas que hasta hace unas semanas ocuparon puestos de máxima responsabilidad dentro de la Revolución, pero que traicionaron la confianza depositada en ellos por Fidel y Raúl.Aunque Fidel, con la generosidad que lo caracteriza, evitó entrar en detalles que afectaran aún más la reputación que esos dirigentes despilfarraron con sus actos indignos, es importante que los cuadros del Partido, los dirigentes del gobierno y los amigos de la Revolución en otras partes del mundo conozcan estas causas.Hay quien piensa que no deben explicarse, que al hacerlo se le “dan armas al enemigo”. Pero lo que no vamos a hacer los verdaderos revolucionarios es escondernos para defender nuestros principios, ni ocultar los errores que algunos cometieron, ni callar cuando algunos han traicionado la confianza de Fidel y de Raúl, como si aún así merecieran nuestro respeto o nuestra lástima. Los errores deben explicarse para que no se repitan, para que otros dirigentes o cuadros del Partido no bajen la guardia, para que aquellos que no han luchado en la Sierra ni han hecho nada por el triunfo de la Revolución no pequen de exceso de protagonismo y se crean que los puestos que ocupan les pertenecen de manera indefinida. Tienen que saber que los cargos son siempre de la Revolución, para servir al pueblo, y que los mantendrán solamente si se mantienen por el camino de la revolución, marcado por Fidel y Raúl.José Luis Rodríguez y Carlos Lage:José Luis Rodríguez es un buen funcionario desde el punto de vista tecnócrata, pero se ha dejado seducir por las ideas importadas de los cambios fracasados en el ya desaparecido campo socialista. Ya en pleno período especial, planteó como posible solución para los problemas de Cuba una reforma económica en la que se permitiría la pequeña empresa privada. Fue requerido por las máximas instancias de nuestro Partido, y el propio Raúl tuvo que intervenir para detener esa corriente que se apartaba del verdadero pensamiento revolucionario y que se estaba incubando por algunos “estudiosos” del ya desaparecido Centro de Estudios de América (CEA). Por su gran capacidad de trabajo, y teniendo en cuanta el momento de confusión que los cambios en la Unión Soviética pudieron provocar en algunos, se le dio una oportunidad y posteriormente una gran responsabilidad como Ministro de Economía. Pero la lección no había sido aprendida.Aprovechando la enfermedad del Comandante en Jefe, y pensando que el compañero Raúl no sabría llevar la nave con rumbo firme, Carlos Lage Codorniú y José Luis Rodríguez se dedicaron a desempolvar los viejos planes de mercachifles que tantas veces ha denunciado Fidel. Pensaron que con empresas privadas, con eso que ellos llaman “libertad económica” –y que no es más que el enriquecimiento injusto de unos cuantos mediante de la explotación de los otros- iban a salvar el socialismo. Y ya sabemos que no, que el socialismo se salva con más rigor, con más control y más esfuerzo, no con maniobras entreguistas al enemigo. No vamos a construir el socialismo con el trabajo privado, o con empresas privadas, o con chiringuitos de pacotilla, vamos a construir el socialismo con más trabajo, más vigilancia revolucionaria, menos despilfarro y más disciplina.A todas estas políticas de mercachifles hubo que comenzar a poner coto después de los huracanes que devastaron nuestra patria. Mientras Carlos Lage y José Luis Rodríguez pensaban que dejando a los campesinos vender los productos a cualquier precio o permitiendo el libre mercado se iban a solucionar los problemas, otros revolucionarios responsables denunciaron la ambición desmedida de unos pocos... Se realizaron amplios dispositivos policiales contra el mercado negro, y eso ha permitido que a pesar del golpe tremendo de los huracanes, los precios de los productos no hayan aumentado, porque no hemos permitido que los mecanismos propugnados por Lage y José Luis Rodríguez entregaran el país al capitalismo. Mientras esas fórmulas capitalistas no han funcionado nunca, hay otras fórmulas socialistas que sí han funcionado y que se han aplicado con éxito en las empresas gestionadas actualmente por el MINFAR. Fórmulas y métodos de gestión que implican más socialismo, no menos. Y esas fórmulas, que se basan en el mayor control, en la lucha sin cuartel contra la corrupción y en el esfuerzo revolucionario son las que hay que aplicar al resto de nuestra economía.Fernando Remírez de Estenoz y Felipe Pérez Roque:Aunque la persona más públicamente conocida es Felipe Pérez Roque, no se puede minimizar la responsabilidad de Fernando Ramírez Estenoz como jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista (PCC), que durante muchos años encabezó la representación cubana en Naciones Unidas en Washington. A un hombre que vivió en Estados Unidos y que tuvo esas responsabilidades no se le pueden perdonar los errores cometidos. Y entre estos errores, el más grave es darle ilusiones al enemigo, hacer creer a Washington que Cuba estaba “a punto de cambiar”, como si nuestro país no hubiese cambiado ya hace cincuenta años. Esa política de blandenguería ante el enemigo, de mendigar favores, de prometer falsas reformas es una política contraria a nuestros principios, y contraria al pensamiento de Fidel, que siempre ha tenido claro que no hay nada que negociar con el enemigo.En el caso de Pérez Roque, esa línea entreguista se reveló en unas declaraciones durante su viaje a Rusia, cuando realizó las desafortunadas declaraciones de que “si mañana nos quitamos de encima el bloqueo, seremos el país más justo y libre en la Tierra”. Como si no fuéramos desde hace cincuenta años el país más libre y más justo de América Latina, el país más libre y más justo del mundo. ¿O es que hicimos una Revolución para esperar cincuenta años a que Estados Unidos nos quite el bloqueo para sólo entonces ser libres y justos? ¿Es que le vamos a dar el privilegio a Estados Unidos de decidir nuestro futuro? ¡Jamás! Llevamos cincuenta años siendo libres, y habría que preguntarse en qué clase de libertad estaba pensando Pérez Roque cuando dijo esas palabras. ¿Libertad para renegar de nuestro pasado heroico? ¿Libertad para comenzar la senda del capitalismo de la cual tan sabiamente nos arrancara Fidel? Esa libertad no la queremos. Pues a eso –y a darle entrevistas a Televisa- se dedicaba Pérez Roque cuando viajaba por el mundo. A pedir limosna, a prometer “cambios” en Cuba, aprovechándose de la enorme confianza que Fidel y Raúl habían depositado en él, aprovechándose de la enorme confianza depositada en el por nuestro pueblo, que le eligió diputado.Pero no sólo se dedicaron a anunciar cambios fuera de Cuba, sino que intentaron imponer dentro de Cuba determinadas prácticas que no estaban consensuadas con los líderes de la revolución. Aprovechando la enfermedad del compañero Fidel, y el proceso de autocrítica revolucionaria emprendido por Raúl, estos funcionarios dedicaron a cambiar por su cuenta cosas que no pueden ser cambiadas tan fácilmente... Bajo sus orientaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores preparó una normativa según las cual los cubanos que viven fuera de Cuba podrían entrar a Cuba sin pedir ningún permiso, y los cubanos que viven dentro de Cuba podrían salir también, eliminándose los permisos de salida, la tarjeta blanca y las habilitaciones de pasaporte. Esos funcionarios engreídos comenzaron a hacer todos esos cambios internos e inconsultos, llegando incluso a pedir la redacción de nuevos reglamentos del MINREX para la tramitación de los permisos de entrada y salida. Y todo esto se estaba haciendo a espaldas de Fidel y Raúl, como si la Revolución ya no tuviera enemigos externos, como si Cuba no tuviese que defenderse de los enemigos y los vende patrias que abandonaron la isla por oscuros y egoístas intereses.Esos cambios se estaban haciendo, y se llegaron a anunciar en el extranjero, y Pérez Roque y Remírez Estenoz querían realizar los cambios mediante la política de hechos consumados, como si fueran los dueños del país. Como dijo Fidel: “La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno”. Y ¡Qué papel más indigno que bajar la guardia, que poner en riesgo nuestra seguridad, sabiendo como lo saben que somos un país en guerra con la mayor potencia militar de los últimos siglos!Fernando Remírez Estenoz vivió muchos años en Estados Unidos, y debía conocer perfectamente las políticas agresivas de ese país hacia Cuba. No podía ignorar los graves peligros que para la Revolución podían acarrear todos esos mensajes de debilidad en la política exterior. Desde este grupito, por un lado se intentaban impulsar dentro del gobierno unas medidas capitalistas para solucionar los graves problemas de nuestra economía, mientras que por otro se iban abriendo grietas en nuestras relaciones internacionales, grietas que daban ilusiones al enemigo sobre un posible desmantelamiento del sistema por parte de unos dirigentes a las que se les había subido el poder a la cabeza.Pérez Roque, Lage y otros funcionarios fueron en su día escogidos para sus puestos por la dirección del Partido, porque sabían interpretar el pensamiento del compañero Fidel. Como depositarios de ese pensamiento, se convirtieron en hombres de confianza, en hombres queridos -hay que decirlo- para el pueblo cubano. Pero justamente por ser merecedores de tal confianza es más grave su traición. Al enfermar Fidel, intentaron proponer unos métodos de dirección basados aparentemente en el “trabajo en equipo” y las decisiones colegiadas. Con el argumento de que la genialidad de Fidel es irrepetible, intentaron proponer una nueva dirección en el proceso revolucionario, como mecanismo para introducir sus ideas peregrinas y minar nuestra ideología. Por suerte, sus maniobras desviacionistas han sido detenidas a tiempo. Es difícil creer que personas tan experimentadas hayan cometidos errores tan graves por simple espíritu naif. El tiempo dirá si no hubo algo más en ese intento de desviar el camino, en esa traición a la confianza.Esa confianza ha sido traicionada, y sólo la generosidad profunda de Fidel, y el reconocimiento por parte de los implicados de sus graves errores, ha hecho que no se le dé la respuesta que a toda traición a la patria corresponde.(Publicado en el blog cubano desdecuba.com/generaciony)
El grito de México
Pareciera que cada 100 años México tiene una cita con la violencia. Si bien el denominador común de nuestra historia nacional ha sido la convivencia social, étnica y religiosa, la construcción pacífica de ciudades, pueblos, comunidades y la creación de un rico mosaico cultural, la memoria colectiva se ha concentrado en dos fechas míticas: 1810 y 1910. En ambas, estallaron las revoluciones que forman parte central de nuestra identidad histórica. Los mexicanos veneran a sus grandes protagonistas justicieros, todos muertos violentamente: Hidalgo, Morelos, Guerrero, Madero, Zapata, Villa, Carranza. Pero, por otra parte, ambas guerras dejaron una estela profunda de destrucción, tardaron 10 años en amainar, y el país esperó muchos años más para reestablecer los niveles anteriores de paz y progreso. En 2010, México no confronta una nueva revolución ni una insurgencia guerrillera como la colombiana. Tampoco la geografía de la violencia abarca el espacio de aquellas guerras ni los niveles que ha alcanzado se acercan, en lo absoluto, a los de 1810 o 1910. Pero la violencia que padecemos, a pesar de ser predominantemente intestina entre las bandas criminales, es inocultable y opresiva. Se trata, hay que subrayar, de una violencia muy distinta de la de 1810 y 1910: aquellas fueron violencias de ideas e ideales; esta es la violencia más innoble y ciega, la violencia criminal por el dinero.Tras la primera revolución (que costó quizá 300.000 vidas, de un total aproximado de seis millones), las rentas públicas, la producción agrícola, industrial y minera y, sobre todo, el capital, no recobraron los niveles anteriores a 1810, sino hasta la década de 1880. A la desolación material siguieron casi cinco décadas de inseguridad en los caminos, inestabilidad política, onerosísimas guerras civiles e internacionales, tras las cuales el país separó la Iglesia del Estado y encontró finalmente una forma política estable (méritos ambos de Benito Juárez y su generación liberal) y alcanzó, bajo el largo régimen autoritario de Porfirio Díaz, un notable progreso material.La segunda revolución resultó aún más devastadora: por muerte violenta, hambre o enfermedad desaparecieron cerca de 700.000 personas (de un total de 15 millones); otras 300.000 emigraron a Estados Unidos; se destruyó buena parte de la infraestructura, cayó verticalmente la minería, el comercio y la industria, se arrasaron ranchos, haciendas y ciudades, y en el Estado ganadero de Chihuahua desaparecieron todas las reses.Por si fuera poco, entre 1926 y 1929 sobrevino la guerra de los campesinos "Cristeros", que costó 70.000 vidas. Pero desde 1929 el país volvió a encontrar una forma política estable aunque, de nuevo, no democrática (la hegemonía del PRI) que llevó a cabo una vasta reforma agraria, mejoró sustancialmente la condición de los obreros, estableció instituciones públicas de bienestar social que aún funcionan y propició décadas de crecimiento y estabilidad.Ambas revoluciones -y esto es lo esencial- presentaron a la historia buenas cartas de legitimidad. En 1810, un sector de la población no tuvo más remedio que recurrir a la violencia para conquistar la independencia. Su recurso a las armas no se inspiró en Rousseau ni en la Revolución Francesa. Tres agravios (la invasión napoleónica a España que había dejado el reino sin cabeza, el antiguo resentimiento de los criollos contra la dominación de los "peninsulares" y la excesiva dependencia de la Corona con respecto a la plata novohispana para financiar sus guerras finiseculares) parecían cumplir las doctrinas de "soberanía popular" elaboradas por una brillante constelación de teólogos neoescolásticos del siglo XVI como el jesuita Francisco Suárez. A juicio de sus líderes, la rebelión era lícita.Además, era inevitable, porque la corona española -a diferencia de la de Portugal- desatendió los consejos y oportunidades de desanudar sin romper sus lazos con los dominios de ultramar enviando, como ocurrió con Brasil en 1822, un vástago de la casa real para gobernarlos.En 1910, un amplio sector de la población, agraviado por la permanencia de 36 años en el poder del dictador Porfirio Díaz, consideró que no tenía más opción que la de recurrir a la legítima violencia para destronarlo. Al lograr su propósito, esta breve revolución puramente democrática dio paso a un gobierno legalmente electo que al poco tiempo fue derribado por un golpe militar con el apoyo de la embajada americana. Este nuevo agravio se aunó a muchos otros acumulados (de campesinos, de obreros y clases medias nacionalistas) que desembocaron propiamente en la primera revolución social del siglo XX. Las grandes reformas sociales que se hicieron posteriormente han justificado a los ojos de la mayoría de historiadores la década de violencia revolucionaria que, sin embargo, vista a la distancia, parece haber sido menos inevitable que la de 1810.En 2010, un puñado de poderosos grupos criminales ha desatado una violencia sangrienta, ilegal y, por supuesto, ilegítima contra la sociedad y el gobierno. Esta guerra ha desembocado, en algunos municipios y Estados del país, en una situación verdaderamente hobbesiana frente a la cual el Estado no tiene más opción que actuar para recobrar el monopolio de la violencia legítima que es característica esencial de todo Estado de derecho.El clima de inseguridad de 2010 ha ensombrecido la celebración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Desde hace casi 200 años, en la medianoche del 15 de septiembre los mexicanos se han reunido en las plazas del país, hasta en los pueblos más remotos y pequeños, para dar el Grito, una réplica simbólica del llamamiento a las armas que dio el "Padre de la Patria", el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, la madrugada del 16 de septiembre de 1810. En unos cuantos días, una inmensa cauda indígena armada de ondas, piedras y palos lo siguió por varias capitales del reino y estuvo a punto de tomar la capital. A su aprehensión y muerte en 1811 siguió una etapa más estructurada y lúcida de la guerra a cargo de otro sacerdote, José María Morelos. La Independencia se conquistó finalmente en septiembre de 1821.Han pasado exactamente 200 años desde aquel Grito. Hoy, México ha encontrado en la democracia su forma política definitiva. El drama consiste en que la reciente transición a la democracia tuvo un efecto centrífugo en el poder que favoreció los poderes locales y, en particular, el poder de los carteles y grupos criminales. Ya no hay (ni habrá, como en tiempos de Porfirio Díaz o del PRI) un poder central absoluto que pueda negociar con los bandoleros. Habrá que ganar esa guerra (y reanudar el crecimiento económico) dentro de las reglas de la democracia, con avances diversos, fragmentarios, difíciles. Costará más dolor y llevará tiempo.El ánimo general es sombrío, porque a despecho de sus violentas mitologías, el mexicano es un pueblo suave, pacífico y trabajador. Muchos quisieran creer que vivimos una pesadilla de la que despertaremos mañana, aliviados. No es así. Pero se trata de una realidad generada, en gran medida, por el mercado de drogas y armas en Estados Unidos y tolerada por muchos norteamericanos que rehúsan a ver su responsabilidad en la tragedia y se alzan los hombros con exasperante hipocresía.Esa es nuestra solitaria realidad. Y, sin embargo, la noche de hoy las plazas en todo el país se llenarán de luz, música y color. La gente verá los fuegos artificiales y los desfiles, escuchará al presidente tañir la vieja campana del cura Miguel Hidalgo, y gritará con júbilo "¡Viva México!".(El País/Madrid)
Carta abierta a una legisladora. De Federico Hernández Aguilar
Publicado en LA PRNSA GRAFICA, 1 noviembre 2019Qué bueno que no voté por ti el año pasado. De haberlo hecho, hoy estaría no solo arrepentido sino profundamente decepcionado.Te explico la diferencia entre un estado y otro. Arrepentirse de una decisión electoral es parte del proceso de madurez democrática por el que han transitado millones de ciudadanos en Latinoamérica. Tropezarnos con las mismas piedras –veamos hoy a Argentina– se ha convertido en una especie de deporte nacional en algunas sociedades del hemisferio. Y así nos va.Tras asumir el error cometido, sin embargo, la decepción de los votantes es algo mucho más profundo y doloroso. Cuando alguien se equivoca al elegir a un diputado o diputada –aquí sí conviene hacer esos penosos desdoblamientos que impone el "lenguaje de género"–, el comportamiento errático de tal funcionario o funcionaria termina traicionando los principios que el elector creyó haber garantizado con su voto. De ahí que la frustración llegue a ser tan desgarradora cuando la persona elegida protagoniza una hedionda vuelta de calcetín, pues ese engaño constituye una afrenta directa a valores que trascienden a partidos y campañas.En mi caso, repito, me congratulo de no haber votado por ti el año pasado. Tu vergonzosa conducta oportunista, por ende, me implica solo de manera colateral. De antemano sabía que ninguna credencial moral o profesional te facultaba a aspirar a una curul. Jamás pude explicarme con qué criterio fuiste incorporada a un listado de elegibles dentro de tu partido, y nunca entendí cómo alguien podía pensar que la política nacional necesitaba perfiles como el tuyo.Pero ahí estás. Tu partido impulsó tu carrera como servidora pública y un número suficiente de electores creyó que la imagen ante cámaras era preferible a una experiencia mínima en asuntos de Estado o a la habilidad para articular un discurso coherente.Hoy tus correligionarios, claro está, se arrepienten. Pero quienes creyeron en la rigurosidad de sus propios filtros y llevaron a la consideración de los votantes una candidatura tan endeble e insustancial, no merecen lástima. A ellos ahora debe quedarles claro que ganar puestos en la Asamblea Legislativa es apenas la primera parte de una responsabilidad más seria. Obtener votos como sea –y con quien sea– se termina pagando caro.La parábola de tu trayectoria pública es, no obstante, digna de ser reseñada. La traigo a cuento como un excelente mal ejemplo, porque ilustra con exactitud algo que ya Gandhi identificaba entre los siete factores que pueden destruir a la humanidad: la política sin principios.El dilema es real y tiene sus consecuencias, algunas nefastas. La confianza del ciudadano en la política es directamente proporcional a los valores que ve personificados en los políticos. La carne y el hueso de quien solicita un voto es lo que percibe el ciudadano como la médula del ejercicio público, aunque no siempre lo sea. Por eso, si a la incongruencia entre idearios y comportamientos se suma la altanería y la desfachatez, es decir, cuando el funcionario (o funcionaria) parece enorgullecerse de su carencia de principios, la política se degrada y la decepción ciudadana aumenta a niveles riesgosos para el sistema democrático. Gente como tú, desde esta perspectiva, hacen un daño terrible a nuestras sociedades.Te daría el consejo de ser más prudente si creyera que escuchas consejos. En lugar de ofrecerte eso, y apelando a la decencia con que aún puedes sorprendernos, concédete la oportunidad de la reflexión. Acumular motivos para futuras vergüenzas es una mala forma de ir poniendo fin a tu poco ejemplar –y ojalá único– periodo como legisladora.
El país inexistente
La república de Honduras ilustra la tragedia de ser un país pobre. Uno cae en la tentación de hacerse algunas preguntas, tal vez ociosas, no se sabe. Preguntar, por ejemplo, si la nación centroamericana tuviera petróleo, ¿habría tomado el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero la decisión de prohibirles la entrada a España a los responsables del régimen de facto? Si la pequeña república de Honduras tuviera petróleo, persiste uno con la obsesión de las preguntas, ¿tomaría, acaso, Estados Unidos medidas tan drásticas como la de anularle la visa al Presidente (encargado) Roberto Micheletti, a un alto número de magistrados, a empresarios tradicionalmente vinculados con ese país, profesores, estudiantes y periodistas? ¿O de suspenderle al país de Morazán toda ayuda (siempre modesta), o de influir para que el FMI o el BID le suspendan los créditos? Sí, ser pobre es una doble desgracia. Se toman demasiado fácil las decisiones que afectan a una república sin dolientes. Los países de la OEA, los de Unasur y de la Unión Europea, todos, de manera poco responsable y, desde luego, arbitraria, han decidido que ninguno de ellos reconocerá al Presidente que resulte triunfador en las elecciones de fin de año. De modo que el castigo por la destitución de Manuel Zelaya Rosales trascenderá a los directamente responsables, y el pueblo soberano de Honduras no tendrá ocasión de normalizar su proceso político mientras el reloj no vuelva atrás, y sean los hondureños los únicos que asuman las culpas de la crisis, se den golpes de pecho y le pidan perdón a quien pretendió alzarse con el poder, el latifundista revolucionario Manuel Zelaya. Es algo demasiado absurdo, demasiado cómodo, demasiado inconsistente. Esto de condenar a un país a la inmovilidad carece de lógica, pero al mismo tiempo implica una gran "hipocresía democrática", esa adhesión a un orden institucional irrespetado y roto por el presidente Zelaya. Este violó la Constitución y desató una crisis irreversible al convocar a un referéndum no previsto, desafió todos los poderes del Estado y las instituciones, generando un proceso que probablemente hubiera podido tener solución si la OEA actúa como mediador y no como tercero en discordia. El golpe de Estado que destituyó a Zelaya tuvo características no comunes en los golpes militares, como el de aquel grotesco 4 de febrero de 1992 en Venezuela. En Honduras, todos los poderes del Estado tomaron las decisiones pertinentes en defensa del orden constitucional. No fue un teniente coronel el que por su cuenta y riesgo lo envió al exilio. ¿Por qué no se toman en consideración los hechos y las causas de la crisis, sin cerrar los ojos ante las responsabilidades de Zelaya y de sus cofrades? ¿Por qué se persiste en los graves errores cometidos por el secretario general de la OEA y por los presidentes de la Alianza Bolivariana en la célebre cumbre de Managua, cuando optaron por las tácticas del ultimátum y de las amenazas guerreristas? Cuando el presidente de Costa Rica presentó un esquema de negociación, haciendo lo que la OEA no fue capaz de hacer, lo primero que se le ocurrió a los estrategas de la ALBA fue afirmar que era "una carta de Washington jugada por Oscar Arias". Pero en los hechos, los unos y los otros se dan la mano al cuestionar la salida electoral ya en curso. ¿No es absurdo, no es inaceptable, no es intervencionista negarle a un país que resuelva sus problemas de modo soberano? Con su peculiar manera de entender las cosas, el canciller Miguel Ángel Moratinos declaró que "España prohibirá la entrada a personalidades del Gobierno de facto de Honduras que impiden el retorno del orden constitucional en ese país". Palabras evidentemente vacías, complacientes, poco responsables. Cuando Zelaya alteró ese "orden", ¿dónde estaban los guardianes de la Constitución, y por qué tan celosos, sólo abogan por la Constitución del pequeño país, y cierran los ojos cuando sus intereses lo aconsejan? Esos ejercicios de hipocresía erosionan la política internacional. O hay consistencia o lo mejor es callar. Las acrobacias deben dejarse al circo. Como el único interlocutor de los factores en conflicto, el presidente Oscar Arias conversó el miércoles 16 con cinco de los seis candidatos a la presidencia de la República, incluidos Elvin Santos, del Partido Liberal, (antiguo partido de Zelaya) y Porfirio Lobo del oposicionista Partido Nacional. Arias insiste en el Acuerdo de San José que implica el retorno de Zelaya al poder, con un gabinete de unidad. Una solución improbable para una crisis agitada por intereses oscuros. Honduras, ¿un país inhabilitado? ¿Quién tiene competencia para cuestionar que los hondureños elijan a su presidente, prolongando la inestabilidad más allá de los cien o tantos días que restan del periodo, cortejando el caos y la guerra civil en América Central?(El Nacional, Venezuela. El autor, director adjunto de El Nacional, fue canciller de Venezuela y participante de la iniciativa Contadora y de las negociaciones de paz para El Salvador)