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La sospecha de un bocio es un motivo frecuente de consulta, pero también un hallazgo fortuito en un examen de rutina.Puede tratarse de una falsa impresión (visual o palpatoria) o de un aumento real del volumen tiroideo como parte de un bocio difuso simple, un bocio multinodular, una tiroiditis o una enfermedad de Basedow y, mucho más raramente, de un cáncer tiroideo.En el primer caso, la atención queda a cargo del médico general.En los otros casos conviene buscar una opinión especializada para orientar la conducta que debe seguirse.El procedimiento diagnóstico se ajusta al estado funcional de la tiroides y a las características del bocio; se basa en la dosificación de la tirotropina (TSH) y en la ecografía.Palabras Clave: Bocio, Nódulo, Tiroiditis, Ecografía, Gammagrafía
La galactorrea forma parte del espectro clínico de las secreciones del pezón, que constituyen el 3-10% de las enfermedades mamarias y el tercer motivo de consulta senológica, después de las mastodinias y las masas mamarias.La galactorrea se define como una secreción lactescente a través del pezón en ausencia de embarazo y a distancia de la lactancia (> 6-12 meses).A partir del momento en que se sospecha el diagnóstico de galactorrea, hay que llevar a cabo una anamnesis exhaustiva que pueda orientar hacia una etiología específica particular, buscando sobre todo un posible embarazo o la administración de fármacos (ansiolíticos, antipsicóticos, inhibidores de la recaptación de serotonina, antihipertensivos, antieméticos, codeína, morfina, antihistamínicos de tipo 2, inhibidores de la proteasa, anticoncepción estroprogestágena, antidopaminérgicos).La exploración física inicial debe distinguir la galactorrea de una secreción sospechosa (clara, hídrica, amarillenta o serosa, rosada, serosanguinolenta o sanguinolenta), la cual debe llevar a descartar un cáncer subyacente mediante pruebas mamarias de imagen, que incluyen mamografía y ecografía.En caso de galactorrea sin hiperprolactinemia, puede instaurarse un tratamiento con cabergolina si la paciente está preocupada por sus síntomas.En caso de galactorrea con hiperprolactinemia, debe buscarse una etiología farmacológica, hipotiroidismo e insuficiencia renal o hepática.Si el estudio es negativo, se practica una resonancia magnética cerebral en busca de un tumor hipotalamohipofisario.También se debe buscar una posible desmineralización ósea.El tratamiento es el de la causa.Palabras clave: Mama, Galactorrea, Secreción del pezón, Hiperprolactinemia, Cabergolina
Las fiebres prolongadas de origen desconocido se definen por una temperatura axilar superior a 38 ̊C tomada dos veces en un período de 3 semanas, y la ausencia de diagnóstico tras 3 días de hospitalización o tras tres consultas médicas.Estas fiebres son el reflejo de numerosas y variadas causas (más de 200 descritas).La mayoría de las etiologías de fiebre prolongada están clasificadas en patologías infecciosas, inflamatorias y neoplásicas.La etapa clínica, que debe ser rigurosa, es fundamental para la búsqueda de un signo de alarma y orienta en la elección de las pruebas complementarias.Con frecuencia es necesario hospitalizar al paciente para facilitar la realización de las pruebas complementarias, en particular si su estado general empeora.La tomografía computarizada (TC) toracoabdominopélvica, la ecografía cardíaca y la biopsia de la arteria temporal (en el paciente mayor de 55 años) son eficaces herramientas diagnósticas.La tomografía por emisión de positrones asociada a la TC es rentable, y en la actualidad se discute sobre su uso más precoz en la estrategia diagnóstica.La estrategia diagnóstica estandarizada, etapa por etapa, permite establecer un diagnóstico de las fiebres prolongadas en cerca del 75% de los casos.En caso de fracaso y deterioro clínico, es obligatorio aplicar tratamientos empíricos en función de la patología sospechada.Palabras clave: Fiebre prolongada, Enfermedad de Horton, Endocarditis, Tuberculosis, Activación macrofágica, PET, Tomografía computarizada toracoabdominopélvica
El exoftalmos es un signo oftalmológico bastante frecuente, debido a una inadecuación entre la órbita ósea y su contenido.Puede ser uni o bilateral y en la mayoría de los casos se relaciona con un proceso orbitario: tumoral, infeccioso, vascular o inflamatorio.Existen numerosas etiologías, que difieren en función de la edad.El diagnóstico clínico es bastante sencillo.Las pruebas de imagen permiten sospechar el diagnóstico etiológico.La orbitopatía distiroidea es la causa más frecuente de exoftalmos bilateral y los tumores orbitarios la de los exoftalmos unilaterales.Palabras clave: Exoftalmos, Tumor orbitario, Orbitopatía inflamatoria, Orbitopatía distiroidea
La eritermalgia o eritromelalgia es un síndrome acral doloroso crónico muy poco frecuente, en general adquirido y secundario a diversas enfermedades, entre ellas los síndromes mieloproliferativos.Las formas hereditarias son excepcionales.Palabras clave: Síndrome acral, Eritromelalgia, Neuropatía de fibras pequeñas, Síndrome mieloproliferativo
El eritema nodoso se manifiesta por la aparición repentina de nódulos y placas inflamatorias en las extremidades inferiores, que afectan casi siempre a mujeres de 25-40 años, que evolucionan en forma de accesos y que curan sin secuelas en pocas semanas.Sus causas son múltiples; se debe buscar en primer lugar una infección estreptocócica, una sarcoidosis, una tuberculosis, una enfermedad inflamatoria intestinal crónica.Es indispensable practicar pruebas complementarias sencillas.No obstante, muchos de ellos siguen siendo idiopáticos.Los diagnósticos diferenciales son numerosos.Además del tratamiento etiológico, el tratamiento sintomático consiste en reposo acostado, analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos.
Las uretritis en el varón pueden tratarse de forma ambulatoria con la condición de que la solicitud de pruebas complementarias sea precisa y detallada, especificando los microorganismos que hay que buscar y las técnicas que deben utilizarse.La piedra angular del tratamiento es, además de la competencia del prescriptor, la calidad del laboratorio seleccionado.Los centros especializados en las infecciones de transmisión sexual presentan la ventaja de combinar la calidad técnica, el anonimato y, en muchos países, la gratuidad.Palabras clave: Uretritis, Secreción uretral, Infecciones de transmisión sexual
La disuria es una dificultad en la emisión de la orina.Se evalúa objetivamente mediante una exploración simple: la flujometría.Sus repercusiones se estudian mediante la ecografía renovesicoprostática con cuantificación del residuo posmiccional.Se origina por un obstáculo orgánico o funcional que se opone a la micción, ya sea por aumento de la resistencia uretral o por disminución de la contracción vesical.Se comienza por investigar la repercusión sobre la vejiga y sobre el tracto urinario superior, buscando de manera sistemática un obstáculo, que es la causa predominante.Sin embargo, aun cuando exista un obstáculo, no se deberá pasar por alto la búsqueda de otras causas (sobre todo, una causa neurológica subyacente).Palabras clave: Disuria, Flujometría, Polaquiuria, Próstata
La disnea crónica es un síntoma frecuente al que se enfrenta el médico generalista.Como sus etiologías son múltiples, el proceso diagnóstico debe ser riguroso.Este síntoma puede ser multifactorial, en particular en el anciano, en el que las causas a menudo se superponen.Los mecanismos neurofisiológicos que explican la disnea crónica son similares a los del dolor e incluyen una componente sensorial y otra afectiva, que en la actualidad se tienen en cuenta en los procesos de evaluación y descripción de ésta.Esta evaluación es de especial importancia en el seguimiento de los pacientes.La anamnesis y la exploración física ocupan un lugar preponderante en el proceso diagnóstico y, asociadas a pruebas complementarias simples, como una radiografía pulmonar o pruebas funcionales respiratorias, suelen conducir al diagnóstico.También es interesante en este proceso diagnóstico el lugar de la evaluación precoz cardiorrespiratoria de esfuerzo.Palabras clave: Disnea crónica, Escalas de evaluación de la disnea, Bronquitis, Patología respiratoria, Evaluación respiratoria
La disnea aguda es un síntoma complejo y un frecuente motivo de consulta.Una minuciosa anamnesis, una exploración física completa y pruebas complementarias sencillas permiten al médico, en la mayoría de los casos, identificar la causa de la disnea u orientar el enfoque terapéutico.La existencia de signos de alarma ligados a la disnea aguda requiere establecer un rápido diagnóstico y administrar tratamientos de urgencia.Palabras clave: Disnea, Definición, Cuantificación, Fisiopatología, Orientación diagnóstica, Exploración
La disfagia esofágica se define como una sensación de dificultad o bloqueo que se experimenta con la deglución.La anamnesis y la realización de pruebas complementarias rápidas constituyen las claves del diagnóstico.Puede deberse a enfermedades potencialmente graves como el cáncer de esófago.Por consiguiente, debe descartarse en primera instancia una lesión orgánica, mediante la realización de una fibroendoscopia digestiva alta en todos los pacientes con disfagia.Las etiologías obstructivas más frecuentes son el cáncer de esófago, las estenosis pépticas y la esofagitis eosinofílica.Esta última es una de las causas más frecuentes de disfagia en adultos jóvenes y niños, por lo que es necesario practicar biopsias esofágicas en todos los pacientes con disfagia no explicada.La manometría esofágica permite evaluar la motricidad esofágica y diagnosticar trastornos motores del esófago, si bien la fisiopatología de estos trastornos motores esofágicos todavía no se conoce bien.Finalmente, la disfagia funcional consiste en la existencia de síntomas esofágicos que no se explican por una etiología obstructiva, un trastorno motor esofágico o un reflujo gastroesofágico.Palabras clave: Disfagia, Cáncer de esófago, Esofagitis eosinofílica, Reflujo gastroesofágico, Acalasia, Fibroendoscopia digestiva alta, Manometría esofágica de alta resolución
Las dismenorreas constituyen un motivo frecuente de consulta de las mujeres en ginecología y medicina general.Alteran la calidad de vida de las pacientes y a menudo se experimentan como algo inevitable.Una anamnesis detallada y una exploración física, cuando las pacientes no son vírgenes, son las bases del diagnóstico de una posible causa secundaria.Pueden resultar necesarias otras pruebas como la ecografía pélvica.Se debe investigar en concreto la existencia de una endometriosis en caso de signos asociados como disuria, disquecia, dispareunias o infertilidad sin otra causa detectada.Según el carácter primario o secundario de las dismenorreas, el tratamiento incluye los antiinflamatorios no esteroideos, la prescripción continuada de la píldora anticonceptiva, un apoyo psicológico y el tratamiento de una posible patología subyacente.
El dolor torácico es un motivo de consulta frecuente.Pueden plantear dificultades clínicas por la ausencia de paralelismo entre la magnitud del dolor y la gravedad de la enfermedad subyacente y también por la gran variedad de las etiologías intra y extratorácicas.Es importante buscar signos de gravedad para descartar las urgencias potencialmente mortales, entre las que destacan el síndrome coronario agudo, la embolia pulmonar y la disección aórtica.En segundo término, corresponde buscar los síntomas compatibles con un dolor pleural, ya que el neumotórax completo compresivo supone una urgencia terapéutica.Sólo después de haber excluido estas causas principales se consideran las restantes, entre ellas los dolores pleurales por pleuresía o neumopatía, los dolores osteoarticulares (fractura de costilla, síndrome de Tietze), los dolores neurológicos (neuropatía, neuralgias intercostales, síndrome de Cyriax), los dolores esofágicos (reflujo gastroesofágico, espasmo esofágico) y los dolores proyectados de origen abdominal (enfermedad hepática, vesicular o pancreática).Al diagnóstico de dolor psicógeno se llega por eliminación.Mediante preguntas adecuadas y una buena exploración física a menudo se logra orientar el diagnóstico.Las pruebas con mejores prestaciones para explorar un dolor torácico siguen siendo el electrocardiograma y la radiografía de tórax.Luego puede ser necesario realizar algunas otras.Cuando un paciente de más de 40 años con factores de riesgo cardiovascular presenta un dolor anginoso típico, se debe determinar sistemáticamente la troponina.Existen estrategias de decisión validadas que se basan en escalas, sobre todo en la embolia pulmonar.Palabras clave: Dolor torácico, Síndrome coronario agudo, Embolia pulmonar, Neumotórax, Disección aórtica
El dolor pélvico constituye un motivo frecuente de consulta cuyo contexto guía el diagnóstico.Las etiologías varían en función de la edad de la paciente y del carácter agudo o crónico del dolor.Las dos exploraciones complementarias clave son la determinación de la gonadotropina coriónica humana (hCG) beta antes de la menopausia y la ecografía pélvica.Todo dolor pélvico en una mujer en edad fértil debe considerarse como un embarazo extrauterino (EEU) hasta que se demuestre lo contrario.Otros diagnósticos urgentes son la torsión de anexo, la salpingitis y la apendicitis.En el dolor crónico, en la situación frecuente en que no se halla una causa, es necesario un abordaje multidisciplinario.Palabras clave: Dolor pélvico, Embarazo extrauterino, Salpingitis, Torsión de anexo, Apendicitis, Endometriosis
Los dolores del miembro superior son un motivo de consulta frecuente y un modo de expresión o de revelación de un amplio grupo de enfermedades que necesitan un enfoque centrado en tres objetivos: tipo de dolor, topografía de la lesión y naturaleza de la lesión.La exploración física es fundamental para distinguir los dolores de origen neurológico, articular, óseo, musculotendinoso o vascular.Palabras clave: Dolor, Miembro superior, Radiculalgias, Síndrome de compresión nerviosa, Mialgias, Tendinopatías, Artropatías
El diagnóstico de los síndromes dolorosos abdominales es un proceso difícil para el médico que se expone a pasar por alto una urgencia vital, médica o quirúrgica.El dolor abdominal es ante todo un síntoma, que hay que saber estudiar, describir y no tratar a ciegas.Después de la exploración física, el médico tiene que decidir si el paciente debe o no debe ser hospitalizado de urgencia.La valoración clínica permite evaluar la gravedad de los síntomas, y si existe la menor duda, se solicita una opinión quirúrgica junto con una serie de pruebas complementarias guiadas por las observaciones clínicas, sin demorar el tratamiento.Palabras clave: Dolores abdominales, Urgencias, Orientaciones diagnósticas para dolores abdominales, Pruebas complementarias en los dolores abdominales
El dolor de la región dorsal no es un síntoma infrecuente, pero está mal estudiado.La anamnesis y la exploración física son indispensables y deben conducir, en primer lugar, a separar las causas raquídeas de las extrarraquídeas, es decir, viscerales.Al contrario que en la lumbalgia, las pruebas de imagen complementarias más adecuadas deben prescribirse de inmediato.Se admite que la dorsalgia mecánica es excepcional.La radiografía y la resonancia magnética (RM) son exploraciones de elección cuyo fin es detectar una causa raquídea sintomática (fractura, infección, afección por microcristales o tumoral, espondiloartropatía).El origen mecánico de los dolores se tiene en cuenta una vez descartados todos los diagnósticos precedentes.Puede tratarse entonces de dolores vinculados a un trastorno postural, una distrofia de crecimiento, una artrosis, una hernia discal o un origen cervical.Palabras clave: Dorsalgias, Origen visceral, Trastornos posturales, Origen inflamatorio, Origen mecánico
La diplopía binocular es la consecuencia de una alteración del sistema oculomotor.El diagnóstico de este síntoma se basa en una anamnesis y una exploración precisa del paciente, completadas por un estudio que depende de los datos de la exploración inicial y en el que las pruebas de imagen ocupan un papel destacado.Las parálisis oculomotoras son la principal causa de diplopía binocular; existen múltiples etiologías, en las que predominan los traumatismos, alteraciones vasculares y las enfermedades tumorales.La existencia de una diplopía dolorosa relacionada con una afectación del III nervio craneal es una urgencia, que obliga a descartar una ruptura aneurismática si existe una midriasis del lado paralizado; una parálisis dolorosa y extrínseca del III en un anciano obliga a descartar una enfermedad de Horton.Además del tratamiento etiológico propio, no se debe dejar que los pacientes tengan una visión doble.Palabras Clave: Diplopía, Parálisis oculomotora, Nervio motor ocular común, Nervio troclear, Nervio patético, Nervio abducens, Miopatía, Miastenia
La diarrea crónica (más de tres deposiciones al día y/o flujo fecal superior a 200 g al día durante más de 4 semanas) tiene múltiples causas.En ausencia de una causa evidente, una colonoscopia con ileoscopia terminal y biopsias debe ser prácticamente sistemática, lo que permite diagnosticar enfermedades que afectan a la mucosa (tumores, enfermedades inflamatorias del intestino).La orientación clínica hacia una enfermedad del páncreas indica la realización, en primer lugar, de una ecografía y una tomografía computarizada.Las carencias o las manifestaciones sistémicas llevan a buscar inicialmente una enfermedad celíaca.Si no se dispone de una orientación, el examen cuantitativo de las heces y la búsqueda de carencias permiten clasificar la diarrea (malabsorción, enteropatía exudativa, diarrea hídrica [motora, osmótica, secretora]) y elegir las pruebas diagnósticas específicas.Si no existe alteración del estado general, las diarreas debidas a trastornos funcionales intestinales son, sin duda, las más frecuentes aunque constituyen un diagnóstico por eliminación, como las infrecuentes diarreas ficticias.Palabras clave: Diarrea, Diarrea crónica, Malabsorción, Enteropatía exudativa, Diarrea hídrica
Las diarreas agudas, muy frecuentes y benignas, son casi siempre de origen vírico.Su gravedad puede estar relacionada con la deshidratación (diarreas hidroelectrolíticas), la sepsis, las características del paciente o, con menos frecuencia, con lesiones intestinales graves.Es necesaria la hospitalización en caso de deshidratación grave o de imposibilidad de rehidratación oral.Las pruebas complementarias (incluido un análisis microbiológico de las heces) sólo son necesarias en caso de síndrome disentérico, signos de gravedad, toma reciente de antibióticos, contexto de paciente debilitado (en estos casos también está indicada una antibioticoterapia empírica con azitromicina) o de persistencia de los síntomas al 5.° día.En los demás casos, una hidratación oral asociada a un tratamiento sintomático mínimo es suficiente.Es posible observar otras causas no infecciosas de diarrea aguda, en particular medicamentosas.Palabras clave: Diarrea aguda, Diarrea secretora, Diarrea del viajero, Diarrea postantibiótica, Clostridium difficile, Diarrea medicamentosa
Los calambres auténticos consisten en contracciones musculares involuntarias dolorosas, localizadas, súbitas y transitorias.Son comunes, sobre todo en deportistas, mujeres embarazadas y ancianos.El paciente se queja si su frecuencia, intensidad o circunstancias de aparición resultan molestas.Es necesario distinguirlos de otros fenómenos denominados erróneamente como calambres.A pesar de que a veces revelan un trastorno subyacente que no debe pasarse por alto, casi siempre son esenciales y plantean un problema terapéutico.Palabras clave: Calambre muscular, Contractura, Fasciculación, Quinina
El estreñimiento es una situación clínica heterogénea, definida por varios síntomas.Junto al estreñimiento agudo, transitorio, relacionado con un viaje o cambios dietéticos, existe el estreñimiento llamado secundario, desencadenado por la toma de un fármaco, una alteración neurológica o metabólica y, con menor frecuencia, por una estenosis cólica, en particular tumoral.El caso más frecuente es el estreñimiento funcional debido a un tránsito enlentecido a lo largo del marco cólico, sin problemas de evacuación rectal o, con mayor frecuencia, debido a un trastorno de la evacuación rectal favorecida por una mala coordinación motora entre el recto y el ano y/o un trastorno de la estática de las vísceras pélvicas.La estrategia de realización de pruebas diagnósticas de los pacientes se encuentra en la actualidad bien protocolizada y es globalmente homogénea entre los países.Las opciones terapéuticas actuales no permiten mejorar de forma satisfactoria a todos los pacientes.Sin embargo, los avances logrados en la comprensión de la fisiopatología del estreñimiento funcional y la llegada de nuevas opciones terapéuticas farmacológicas deberían permitir un mejor tratamiento de los pacientes.Palabras clave: Estreñimiento, Disquecia, Laxantes, Biorretroalimentación
Las cervicalgias son muy frecuentes, en particular entre la población mayor de 50 años.Suelen ser comunes, secundarias a lesiones degenerativas: discopatía, uncoartrosis, artrosis interapofisaria posterior.Ante un cuadro de cervicalgia, es importante buscar mediante la anamnesis y la exploración física signos de alarma que orienten hacia una cervicalgia sintomática y/o complicada que requiera un tratamiento específico.Las cervicalgias pueden estar asociadas a una cefalalgia (en particular, neuralgia de Arnold) o a una radiculalgia (neuralgia cervicobraquial).Las causas más frecuentes de neuralgia cervicobraquial en la columna cervical son la estenosis o estrechamiento foraminal relacionado con una uncoartrosis y una artrosis interapofisaria posterior.En caso de traumatismo cervical, es necesario descartar una fractura de la columna cervical o un esguince cervical grave, que necesitarían un tratamiento de urgencia.La existencia de cervicalgias requiere un estudio mínimo que incluya radiografías de la columna cervical.También, según el contexto, se pueden solicitar otras exploraciones como radiografías dinámicas, una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética (RM) de la columna cervical o un electromiograma.La actitud terapéutica de las cervicalgias combina un tratamiento sintomático medicamentoso (analgésicos ± antiinflamatorios) con medidas no medicamentosas (kinesiterapia).Los tratamientos con infiltraciones y la cirugía de la columna cervical se reservan para determinados casos particulares, así como para aquéllos en los que ha fracasado un tratamiento conservador.Palabras clave: Cervicalgia común, Cervicalgia sintomática, Neuralgia cervicobraquial, Rehabilitación
El objetivo prioritario consiste en establecer un diagnóstico etiológico preciso y distinguir entre una cefalea primaria, una cefalea secundaria benigna (síndrome gripal) y una cefalea secundaria debida a una infección grave, que requiera exploraciones y tratamiento urgentes (hemorragia meníngea, meningitis, hipertensión intracraneal).Para descartar determinadas causas, la etapa crucial de la estrategia diagnóstica es la anamnesis; complementada con la exploración física, determinará el tipo de intervención, el tratamiento analgésico y la orientación hacia una consulta externa en el caso de pacientes afectados por cefaleas primarias.Las cefaleas se clasifican en cuatro tipos: cefaleas recientes poco frecuentes de inicio brusco, cefaleas recientes poco frecuentes de inicio progresivo en pocas horas, días o semanas, cefaleas crónicas paroxísticas (migrañas, algias vasculares de la cara) y cefaleas crónicas diarias.Estos dos últimos tipos corresponden esencialmente a cefaleas primarias.El argumento principal para emprender exploraciones es el carácter reciente de la cefalea, su instauración rápida o brusca aunque se presente en un paciente con antecedentes de cefalea primaria (migraña, cefaleas tensionales), pero que la reconoce de inmediato como completamente diferente a sus cefaleas habituales.Palabras Clave: Cefalea, Diagnóstico de las cefaleas, Cefalea primaria, Cefalea secundaria
La aparición de disuria de ardor traduce casi siempre la existencia de una inflamación local causada por la presencia de un agente microbiano u otro factor.Por la frecuencia, las infecciones urinarias constituyen la causa predominante, pero no deben pasarse por alto causas más infrecuentes.El tratamiento de la disuria de ardor se basa en la búsqueda de otros signos funcionales urinarios asociados y en la realización de un estudio citobacteriológico de la orina (ECBO) antes de descartar otra etiología.Palabras clave: Infección urinaria, Tira de orina, Estudio citobacteriológico de la orina
Cualquier disminución de la agudeza visual (DAV) obliga a realizar una exploración por un oftalmólogo.Sin embargo, hasta la realización de esta exploración, varios principios generales permiten establecer las principales orientaciones diagnósticas y evaluar el grado de urgencia en relación con las manifestaciones clínicas.La caracterización de la DAV, que puede ser aguda o progresiva, dolorosa o no, con ojo rojo o no, permite completar el marco nosológico.Las DAV acompañadas de eritema y de dolor ocular sugieren una patología del segmento anterior (queratitis, uveítis o glaucoma agudo), una DAV unilateral de instauración súbita sugiere una patología vascular (oclusión venosa o arterial retiniana, neuropatía isquémica), mientras que una DAV progresiva bilateral en ancianos obliga a pensar en cataratas.Las neuropatías ópticas inflamatorias son unilaterales y afectan sobre todo a los individuos jóvenes.Por último, en los ancianos, una DAV acompañada de una visión deformada (metamorfopsias) obliga a buscar una degeneración macular asociada a la edad (DMAE).Palabras clave: Cataratas, Oclusión venosa retiniana, Oclusión arterial retiniana, Glaucoma crónico de ángulo abierto, Glaucoma agudo de ángulo cerrado, Queratitis
Por definición, la astenia es una sensación, subjetiva y desagradable, de incapacidad que no mejora con el reposo.Esta última palabra diferencia la astenia de la fatiga, que es un fenómeno fisiológico secundario a una actividad física o psíquica de intensidad inusual que mejora con el reposo.La fatiga sigue al esfuerzo, la astenia le precede.La astenia es un motivo frecuente de consulta.Sus causas son múltiples, reactivas, somáticas, psicológicas o mixtas.El papel del médico es saber detectar las situaciones que requieren exploraciones, y jerarquizar estas exploraciones, con base, ante todo, en los datos de la anamnesis y la exploración física.Palabras clave: Astenia, Fatiga, Fatigabilidad, Síndrome de fatiga crónica, Razonamiento médico
El afta es una ulceración dolorosa de la mucosa bucal.Su aparente banalidad no debe hacer renunciar a un estudio diagnóstico riguroso, puesto que no todas las ulceraciones de la cavidad bucal son aftas.La anamnesis y la semiología permiten distinguir: el afta banal aislada, la aftosis bucal recidivante, la aftosis miliar, el afta gigante y la enfermedad de Behçet.En ausencia de tratamiento, el afta evoluciona de manera espontánea hacia la curación sin dejar cicatriz, salvo en el caso del afta gigante.Cuando la lesión elemental no se reconoce por la clínica, es necesario plantear todos los diagnósticos diferenciales (traumático, infeccioso, medicamentoso, enfermedad inflamatoria, autoinmunitario, neoplásico, etc.).Las pruebas complementarias tienen un doble interés etiológico y preterapéutico, por lo que se proponen para buscar un diagnóstico diferencial.Ante la presencia de una ulceración dudosa desde un punto de vista clínico, se debe realizar una biopsia para poder descartar en particular el origen tumoral.En la aftosis común, aunque el tratamiento es básicamente tópico para el bienestar del paciente (anestésicos de contacto, corticoides tópicos), la búsqueda y eliminación de factores locales y alimentarios conducen a la reducción de la frecuencia de los accesos.Las aftosis invalidantes requieren un tratamiento sistémico que tiene fines suspensivos (colchicina, talidomida).Por lo que se refiere a la enfermedad de Behçet, muy invalidante por su afectación multifocal, el tratamiento se llevará a cabo en un servicio especializado; algunos tratamientos prometedores están en vías de experimentación.Palabras clave: Ulceración, Erosión, Afta banal, Afta gigante, Aftosis, Enfermedad de Behçet
La amiotrofia es un motivo de consulta poco frecuente, que se debe a cuatro mecanismos principales: inmovilización, algunas afecciones sistémicas, afecciones del sistema nervioso periférico y enfermedades primitivas del músculo.En este artículo se exponen las características semiológicas de la amiotrofia, que son de especial importancia para el diagnóstico de numerosas enfermedades neuromusculares.Palabras clave: Esclerosis lateral amiotrófica, Neuropatías hereditarias de Charcot-Marie-Tooth, Distrofias de las cinturas, Distrofia facioescapulohumeral, Distrofia miotónica de Steinert
La amenorrea, transitoria o permanente, se define por la ausencia de reglas.Puede ser secundaria a una disfunción del eje hipotálamo-hipofisario ovárico o a una anomalía anatómica uterovaginal.Se distingue clásicamente la amenorrea «primaria» (ausencia de ciclo menstrual en la mujer a partir de los 16 años de edad) y la amenorrea «secundaria» (ausencia de regla durante más de 3 meses en una paciente que presentaba reglas previamente).No obstante, sus causas pueden ser comunes, a pesar de que la probabilidad de una anomalía congénita es mayor en caso de amenorrea primaria.El proceso diagnóstico debe ser sistematizado.Se debe descartar siempre la existencia de un embarazo.Las distintas causas pueden clasificarse en cuatro tipos: las amenorreas de origen hipotálamo-hipofisario, las amenorreas por anovulación crónica, las insuficiencias ováricas y las amenorreas por malformación uterovaginal.Palabras clave: Amenorrea, Hipogonadismo, Insuficiencia ovárica, Síndrome de los ovarios poliquísticos, Hiperandrogenia
Las algias faciales agrupan un número muy amplio de entidades que pueden dividirse en tres grandes categorías: algias faciales vasculares, algias faciales neurálgicas o neuropáticas y algias faciales denominadas «de especialista», es decir, del ámbito de la otorrinolaringología (ORL), la oftalmología y la estomatología.El principal representante de las algias faciales de tipo vascular es el algia vascular de la cara, con dolor periorbitario en puñalada y los signos vegetativos que se le asocian; las demás cefaleas trigeminoautonómicas son sólo variaciones del algia vascular de la cara.Entre las algias faciales de tipo neurálgico o neuropático, la neuralgia del trigémino es la más frecuente, con dolor de tipo descarga eléctrica en el territorio de un ramo del nervio trigémino.Además del trigémino, pueden existir neuralgias que afecten a cualquier nervio de la cara o el cráneo; las dos más clásicas son la neuralgia de Arnold y la neuralgia postherpética.En cuanto a las algias faciales denominadas «de especialista», podrían resumirse en tres entidades principales: la rinosinusitis en ORL, el glaucoma agudo de ángulo cerrado en oftalmología y el síndrome de disfunción de la articulación temporomandibular en estomatología.Se trata de enfermedades con orígenes o causas diversos pero que presentan el dolor como síntoma común, en todas sus formas, que afectan a una hemicara o a toda la cara.Palabras Clave: Algia facial, Algia facial vascular, Algia facial neurálgica, Algia facial ORL, Algias faciales oftalmológicas, Algias faciales estomatológicas
Las adenopatías superficiales pueden ser asintomáticas, únicas o múltiples, y aparecer a cualquier edad.En general, las adenopatías son transitorias en el individuo joven o están localizadas en el territorio de drenaje de una lesión evidente.Otras veces, en cambio, pueden conducir al diagnóstico complejo de entidades poco frecuentes relacionadas con síndromes linfoproliferativos y autoinmunitarios.El temor del médico es que se pueda tratar de una adenopatía reveladora de un cáncer o de un linfoma.Un estudio clínico estructurado y un simple panel de exploraciones complementarias (como la citopunción o la microbiopsia ganglionar) permiten decidir la conveniencia o no de una biopsia-exéresis quirúrgica para su examen histológico.Palabras clave: Adenopatías, Citopunción, Cáncer, Linfoma
La utilidad de un fármaco resulta difícil de dilucidar antes de que hayan transcurrido varios años de utilización y debe diferenciarse de la actividad farmacológica, de la eficacia terapéutica o de la rentabilidad económica o social.Un enfermo o la sociedad pueden valorar la utilidad de un tratamiento según actúe sobre un síntoma o una minusvalía o si incide en la disminución de la morbimortalidad, distinguiendo las acciones curativas de las preventivas.La medida de la utilidad se basa no tanto en la autorización de comercialización de un medicamento, como en la evaluación del valor sanitario que depende de la gravedad de la enfermedad, de la eficacia del fármaco, de su papel en la estrategia y de la existencia de alternativas terapéuticas.La mejora del valor sanitario tiene como objetivo determinar la utilidad del medicamento con respecto a otros tratamientos previamente disponibles e indicados para la misma enfermedad.Finalmente, los datos de farmacoepidemiología y de farmacoeconomía permiten situar la utilidad social del fármaco.La evaluación de la utilidad se basa en la calidad de los ensayos controlados y de las medidas de eficacia, en la evaluación de la relación riesgo/beneficio y en la pertinencia clínica del beneficio terapéutico.Sin embargo, además de la eficacia farmacoterapéutica, la utilidad de un fármaco se puede basar en su interés global en un tratamiento y puede diferenciarse de una eficacia real, lo que lleva a considerar la utilidad de un placebo, farmacológicamente inactivo.El placebo forma parte integrante de la relación médico/paciente y su utilidad es indiscutible.A la inversa, fármacos eficaces no tienen forzosamente una utilidad terapéutica individual o colectiva.
Placebo significa «medicamento» sin principio activo, capaz de producir un efecto.El efecto placebo se produce en síntomas funcionales donde la subjetividad es muy importante.Las hipótesis responsables del efecto placebo son psicológicas y neurobiológicas, estas últimas basadas en estudios de imagen funcional cerebral.El sistema dopaminérgico y el sistema opioide están implicados en el efecto placebo.Con excepción del coma y las enfermedades infecciosas, numerosas afecciones o síntomas crónicos parecen ser sensibles al efecto placebo.La manera de emplear el placebo como tratamiento es precisa, especialmente la información facilitada al paciente sobre lo que es un placebo debe ser clara, y la indicación de su prescripción debe estar argumentada.En los ensayos clínicos, el placebo permite garantizar la validez científica de los resultados obtenidos, lo que posibilita conseguir el mayor nivel de evidencia, pero debe descartarse su uso en monoterapia si existe un tratamiento de referencia validado.Es fundamental, en todos los casos, que su uso respete el principio del consentimiento informado.Palabras clave: Placebo, Efecto placebo, Dopaminérgico, Opioide, Ensayo clínico
La automedicación consiste en la utilización de uno o más medicamentos sin la intervención de un médico ni, necesariamente, el consejo de un farmacéutico, con el objetivo de cuidarse de forma autónoma.La automedicación se desarrolló durante las décadas de 1970 y 1980, antes de experimentar un auge importante bajo el impulso de la industria farmacéutica.La automedicación es un fenómeno extremadamente frecuente y concierne al 50-75% de la población.Los riesgos teóricos asociados a la automedicación son numerosos, pero el riesgo real parece bajo en la práctica.Menos del 5% de los efectos indeseables de los medicamentos está relacionado con la automedicación.Las clases farmacológicas utilizadas en régimen de automedicación más frecuentemente responsables de efectos indeseables son los antiinflamatorios no esteroideos, los analgésicos (incluido el paracetamol) y los psicolépticos.La venta libre de autopruebas en la farmacia probablemente modifique el proceso del autocuidado, con la posibilidad de medicalización y medicamentación de ámbitos de la salud hasta ahora poco explorados por los usuarios autónomos.Palabras clave: Autocuidado, Autonomía, Efectos indeseables, Venta de medicamentos, Proceso de atención
El doctor Michael Balint ideó en la década de 1950 los grupos que llevan su nombre.Su objetivo es producir «un cambio limitado, aunque importante, en la personalidad del médico».Las dificultades psicológicas relacionadas con las diversas formas de interacción entre el médico y su paciente son numerosas.Los grupos Balint, que reúnen regularmente a médicos alrededor de un psicoanalista, están destinados a analizar dichas dificultades con el objetivo de superarlas.Palabras Clave: Balint, Grupo Balint, Angustia, Interrelación, Resiliencia, Escucha
El análisis de las bases de la medicina occidental muestra que ésta responde a dos exigencias, a veces contradictorias: la objetividad científica rigurosa (el conocimiento) y la dimensión subjetiva de la relación con el paciente, que es imposible olvidar.Ello supone que la enseñanza de la medicina incluye dos aspectos: la formación del espíritu crítico (formación metodológica) y la sensibilización a la ética (formación de la responsabilidad) que tiene que caracterizar la relación terapéutica.Toda reflexión sobre el progreso de la medicina tiene que tener en cuenta el contexto particular que envuelve al paciente en un espacio de conocimiento y de asistencia, a la vez colectivo (¿cada vez más?) y homogéneo (¿cada vez menos?) y la aparente contradicción entre la necesidad de un conocimiento objetivo y la de la individualización de la atención, que es una obligación absoluta.Ante todo, dicha reflexión concierne a la idea misma de progreso en este campo.El punto de partida es una manera renovada de considerar la finalidad de toda asistencia médica: ¿qué es asistir?Si no se está atento, se puede tropezar con tres escollos: la amenaza de reducir todo a la biología, el encuadre jurídico y la intimidación económica.
Todo médico en ejercicio libre debe ser capaz de responder a una urgencia pediátrica o saber actuar ante una situación aguda que puede agravarse con rapidez.Debe poder disponer de un mínimo de material y de medicamentos reunidos dentro de un maletín de urgencias para hacer frente a situaciones de urgencia real o sentida como tal por los padres o el entorno del niño.El pediatra en ejercicio libre es un eslabón de una cadena de cuidados y/o auxilios que actúa durante el tiempo que el herido o el enfermo tarda en llegar a las urgencias hospitalarias del sector o a un servicio especializado, donde le atenderá un equipo del servicio móvil de urgencias y reanimación, de ser posible pediátrico.