Hermes Trismegistos: El Tres Veces Grande y Muchas Veces Forjado Octavio da Cunha Botelho Octobre/2019 2 La Pseudoepigrafía Actualmente, cuando un autor escribe un libro, sus derechos de autor o los derechos del editor son registrados en un organismo especializado para dicho registro, entonces la obra es registrada para obtener el ISBN (International Standard Book Number). Este recurso fue creado en 1967 y oficializado como norma internacional en 1972. Es un sistema de identificación numérica para obras literarias. Más recientemente, fui creada otra forma de identificación de libros a través de códigos de barras. Para las publicaciones en la web, ahora existe el DOI (Digital Object Identifier), un padrón internacional para la identificación numérica de artículos y otras publicaciones científicas en Internet. Estas características identifican y garantizan claramente los derechos de autor según las leyes de derechos de autor, la infracción de los derechos de autor es un delito penal. Esta identificación clara del autor es muy importante para el conocimiento preciso del verdadero autor de una obra. Sin embargo, este proceso no existía en el pasado, las obras no tenían derechos de autor, ya que no había un cuerpo para tal tarea, ni había legislación pertinente, ni identificación numérica de la obra, etc. Por lo tanto, el concepto de autoría era muy diferente del actual, además, el autor no 3 tenía protección de derechos de su trabajo, lo que facilitaba la falsificación de la autoría (pseudoepigrafía) de los libros. Es decir, un autor podría escribir un libro y luego asignar la autoría a quien quisiera, como regla general, a un autor prestigioso, para que la obra pueda ser acepta fácilmente. Más que con los autores de otros asuntos, este procedimiento fue frecuente entre los autores religiosos del pasado. Como signo de humildad y sumisión, algunos autores religiosos escribieron libros, pero atribuyeron la autoría a otro autor más prestigioso, o incluso a un dios o diosa. Incluso hoy, con tantos recursos para asegurar los derechos de autor, hay adherentes religiosos, investigadores e historiadores que no perciben la inmoralidad o el crimen en estas prácticas, alegando que estos religiosos del pasado, al escribir, se sentían como canales de transmisión de enseñanzas de una tradición, por lo tanto, con muy poca, si alguna, creación individual en la obra. Entonces el libro podría ser más una compilación que la creación de un autor. Sin embargo, para estos casos, algunos temas deben ser discutidos. Primero, cuánta creación personal o compilación reproducida está presente en la obra que no la caracteriza como una creación personal. En segundo lugar, la cuestión de la responsabilidad. Al asignar la autoría a otra persona, el verdadero autor se exime de la responsabilidad por los errores, lo que 4 lo hace inmune, luego transfiere la responsabilidad por los errores, que el verdadero autor cometió, a otro autor. En la India, un autor religioso a menudo se compara con un loro, como un signo de extrema humildad en la preparación de su libro, alegando que solo repite lo que ha aprendido de sus maestros. Bien, compararse con un loro es realmente una comparación humilde, porque desde otra perspectiva, es reconocer que el autor reproduce lo que no entiende, tal como un loro. En tercer lugar, lo que es más grave, la cuestión de la astucia al atribuir la autoría a otro autor prestigioso o un dios. La intención subyacente es hacer valer la aceptación y el prestigio utilizando la autoridad de otro autor. Un ejemplo similar bien conocido en el Hinduismo es Krshna Dwaipáyana Vyása otTRT), a quien se le atribuyen la autoría de muchas obras, como los cuatro Vedas (más de diez mil himnos), el Mahábhárata (cien mil coplas), los 18 Puránas (alrededor de 400,000 coplas), el Brahma Sütra, el Yoga Sütra Bháshya y una cantidad más de pseudoepígrafos controvertidos. La justificación de algunos autores hindúes, para la autoría de tantos y tan largas obras, es que Vyása no es un autor per se, sino el nombre de un puesto de compilador ocupado por diferentes autores, por lo que a veces el nombre Vyása es traducido por “compilador”. Si es así, la justificación aún no está completa, ya que los nombres Krshna y Dwaipáyana especifican un 5 vyása (compilador) particular, a saber, el de piel oscura ( Krshna ), generado por la diosa Saraswatí y que reside en una isla ( dwipa ), de ahí la palabra Dwaipáyana (residente en una isla). Entonces, si se especifica el nombre de un compilador (vyása), ¿cuál es el nombre de los otros vyásas ? Porque, un hecho muy común en la historia de los oficios es uno ocupar un puesto y conocer el nombre de este ocupante del puesto. La práctica de la pseudoepigrafía demostró ser eficiente con el tiempo para lograr aceptación y prestigio, ya que los nombres de sabios y dioses usurpados funcionaron como un "sello" para la legitimidad del texto recién escrito, de ahí su consecuente credibilidad y aceptación entre los seguidores. Autores como Hermes Trismegistos, Vyása y otros funcionaron como sellos, de modo que, por ejemplo, si un libro fue escrito por Hermes Trismegistus, entonces sería un libro aceptado. Algo así como si la pseudoepigrafía funcionara como la puerta de entrada a la canonización, o algo así como lo que ahora llamamos el "sello de calidad". Este sello finalmente se extendió al sistema, por lo que Florian Ebeling señaló: "El Hermetismo parece haberse convertido en un sello con el cual un texto y su contenido factual podrían provocar el reconocimiento de su ortodoxia y su verdad" (Ebeling, 2007: 75). Entonces, con el crecimiento del prestigio del sello Hermetismo, dentro del entorno esotérico, ha multiplicado el número de 6 escritos en nombre de esta tradición. Un ejemplo reciente fue el libro Kybalion: The Hermetic Philosophy of Ancient Egypt and Greece, (Kybalion: La Filosofía Hermética del Antiguo Egipto y Grecia), escrito por Three Initiates y publicado en 1908. Este libro no es mencionado en los textos Hermética, ni por los hermetistas de la Edad Media y el Renacimiento, sin duda es un texto hermético tardío cuando ya se fusionó con nuevas ideas para agregar a las muchas otras doctrinas obsoletas del pasado. Finalmente, el libro que tiene la firma de Hermes Trismegistos o Hermetismo, obtiene aceptación inmediata en el entorno esotérico. Con el tiempo, la práctica de la pseudoepigrafía se hizo tan común y aceptable que, debido a las incertidumbres de la autoría, la autoría se atribuyó a los personajes más ilustres. Así Christian Bull señaló: “Los tratados herméticos se atribuyen a Hermes o sus discípulos, lo que significa que no sabemos quién los escribió realmente. Esto coloca a los Hermética 1 en el 1 Hermética es un adjetivo latino masculino en plural de hermeticum (hermético), por lo que significa "herméticos". Con el tiempo, se ha vuelto convencional llamar Hermética los textos más directamente relacionados con Hermes Trismegistus. Los textos que se incluyen o no en Hermética varían de una colección a otra, según los criterios del autor o editor, así como el descubrimiento de nuevos textos. La colección más actualizada es la 7 género de la pseudoepigrafía, en el que encontramos textos que se atribuyen a figuras míticas como Orfeo, Museo, Enoch y Seth, o se atribuyen erróneamente a figuras históricas (pero a veces semi-legendarias) como Zoroastro, Homero, Pitágoras, Jesús y sus apóstoles” * 2 (Bull, 2018: 03). El Autor que Nunca Existió El caso anterior es el de Hermes Trismegistos (Eppqg TpiapeyiaTog). Como nunca existió, todas las autorías de las obras que se le atribuyen son pseudoepígrafos. Cuando él no es el autor, él es el protagonista, o ambos al mismo tiempo, autor y protagonista. Por ejemplo: el primer capítulo del Corpus Hermeticum, conocido como Poimandres (noipavSpng), un diálogo entre Hermes Trismegistos y Poimandres, este último es publicada y comentada por Xavier Renau Nebot, Textos Herméticos, Editorial Gredos, 1999, que incluyó descubrimientos recientes. 2 Los seguidores del Hermetismo consideraban a Hermes Trismegistos como el primer filósofo y el primer profeta de la humanidad, por lo que todos los otros sabios y místicos que surgieron a continuación fueron sus discípulos, por lo que cualquiera de estos podría ser el autor de una obra hermética. 8 el Pensamiento ( nous ) 3 del Poder Supremo ( authentes ), Hermes es el autor y el personaje (interlocutor) del diálogo con Poimandres. Lo mismo sucede en otras obras. Por lo tanto, porque nunca existió, pero estuvo presente en la imaginación durante muchos siglos, Florian Ebeling lo llamó "fantasma" y observó: "El heroico patrón del Hermetismo nunca existió, Hermes Trismegistos fue una ficción, una ficción fructífera con efectos duraderos. La figura de este legendario sabio egipcio surgió de la fusión de dos deidades de origen altamente divergente: el dios egipcio Thoth y el dios griego Hermes" (Ebeling, 2007: 03). Esta fusión puede haber ocurrido durante el período helenístico. El epíteto "Trismegistos" significa "Tres Veces Grande" y es tomado del dios egipcio Thoth, que ya era conocido por este epíteto en Egipto antes del sincretismo (Ebeling, 2007: 03-7 y Bull, 2018: 33s). En la mitología romana, Hermes es conocido como Mercurio. El epíteto "Tres Veces Grande" (TpiapeyioToq - Trismegistos-, Latín: Termaximus) se le atribuye, según algunos autores, porque Hermes Trismegistos fui un dios, un rey y un hombre sabio, aunque cuando leemos la extensa 3 La traducción del término griego nous (vouq) es divergente, a veces traducida por intelecto, a veces por mente, alma o pensamiento, por lo que algunos autores prefieren no traducir. 9 literatura hermética, nos damos cuenta de que él era mucho más que solo Tres Veces Grande, mucho más que eso en los mitos, él fue Muchas Veces Grande, ya que realizó innumerables funciones, como veremos más adelante. El "Jack for all the Trades" Como mencionamos anteriormente, Hermes fui un personaje mitológico, pero no cualquier personaje, sino que, como un actor que puede interpretar diferentes roles en diferentes obras de teatro o películas, él aparece en los textos herméticos como un protagonista “sabe- todo” y con una versatilidad muy diversa. Además de conocer innumerables temas, se presenta a veces como un dios, a veces como un rey, como un mago, como un maestro de la sabiduría, como un médico, un astrólogo, un alquimista, un profeta, un educador, un adivino, un maestro de alfabetización, un constructor de pirámides, etc. De todos modos, Hermes Trismegistos sería aquel actor versátil que a los cineastas siempre les gustarían tener a su disposición, o el "manitas" que a todas las compañías les gustarían tener en su personal. La Literatura Hermética Muchos piensan que el Hermetismo es simplemente sinónimo de esoterismo, magia, 10 alquimia u ocultismo. Esta es una idea resultante de los desarrollos del Hermetismo después de siglos de absorción de ideas y prácticas de otras tradiciones, por lo tanto, un concepto contemporáneo de un Hermetismo muy desarrollado y diverso. Estrictamente hablando, el Hermetismo fue diferente en distintos momentos de su evolución, así como en diferentes regiones (por ejemplo, Hermetismo Árabe, Hermetismo de Alejandría, Hermetismo Grecorromano, etc.), por lo que puede conceptualizarse de una manera en la Antigüedad, otro en la Edad Media, otro en el Renacimiento, otro en la Edad Contemporánea. Con el tiempo, nuevos textos fueron compuestos y unidos a la tradición hermética. Entonces eso se vuelve difícil hoy conciliar las opiniones de los diversos autores sobre qué textos pertenecen o no a la literatura hermética, los criterios varían de un autor a otro. Kevin Van Bladel reflexionó: "... hoy no existe consenso entre los académicos sobre qué obras pueden considerarse herméticas" (Van Bladel, 2009: 18). Por lo tanto, algunos investigadores prefieren considerar como herméticos aquellos textos con relación directa con Hermes Trismegistos, es decir, aquellos cuya autoría se le atribuye o aquellos en los que él es un personaje en el diálogo, este fue el criterio utilizado por Florian Ebeling para circunscribir los límites de su historia sobre el Hermetismo (Ebeling, 2007: 07-9). 11 A principios del siglo III e. c., Clemente de Alejandría registró en su obra Stromata, una serie de escritos herméticos que se llevaron durante una procesión de culto egipcio. Al comienzo de la procesión estaban los himnos herméticos divinos y la biografía real. Los libros astrológicos sobre estrellas fijas, planetas y sus movimientos fueron seguidos por inscripciones jeroglíficas sobre temas geográficos, a continuación, los libros que trataban sobre educación y prácticas de adoración. Había libros sobre las leyes, sobre los dioses y sobre el entrenamiento de los sacerdotes. Hubo un total de 36 libros de Hermes que contenían toda la filosofía de los egipcios, que se complementaron con seis libros sobre temas médicos. Pero estos números son muy modestos en comparación con los 36,525 libros herméticos señalados por Menetho o los 20,000 mencionados por Seleucus (Ebeling, 2007: 09). Sin embargo, estos libros no sobrevivieron, por lo que no conocemos el contenido; de lo que tenemos actualmente, los siguientes son los textos fundamentales de la tradición de Hermes Trismegistos, divididos en dos categorías: a) los textos filosófico-religiosos (teología, creacionismo, cosmogénesis, soteriología, cosmología, etc.) y b) los textos técnicos (Astrología, Magia, Alquimia, Curación, etc.). Los textos filosófico-religiosos son los Hermética, que incluyen las siguientes obras: 12 1) El Corpus Hermeticum, una colección de dieciocho tratados (se perdió el tratado XV) compuesto entre los siglos I y III. e. c., conservado en griego a través de manuscritos bizantinos de los siglos XIV a XVI e. c. La edición crítica del texto griego, ahora considerada por los estudiosos como la referencia, es la de A. J. Festugiére y N. D. Nock, publicada con notas y traducción al francés en los años 1945-54. 2) El Asclepius (griego: Logos Teleios: Latín: Sermo Perfectum), una colección de discursos de Hermes Trismegistos para su discípulo Asclepios, compuesto entre los siglos II y III e. c. Se perdió el griego completo original, solo hay fragmentos en griego, sobrevivieron completamente solo a través de traducciones latinas. Una versión en lenguaje copto de los párrafos 21 al 29 se encontró entre los manuscritos de la biblioteca Nag Hammadi en 1945. Los manuscritos latinos más importantes son de los siglos XII y XIII. e. c. 3) Los Extractos de Stobeu, una compilación de 29 extractos de textos herméticos recopilados por John Stobeu en el siglo V e. c., para la educación de su hijo, con algunos extractos relativamente extensos, especialmente el extracto XXIII, el Kóré Kósmou. 13 4) Los textos coptos de la Biblioteca Nag Hammadi, encontrados en 1945. De los cinco textos herméticos incluidos en esta biblioteca, dos de ellos eran previamente desconocidos: el Octavo y Noveno Discurso, y la Oración de Acción de Gracias. 5) Fragmentos de textos herméticos conservados en los escritos de los Padres de la Iglesia (Tertuliano, Lactantius, Agustín, etc.). 6) Las Definiciones de Hermes Trismegistos para Asclepios, una colección de aforismos, conservada en el idioma armenio traducida del griego y compuesta en griego probablemente a fines del siglo VI e. c. 7) Pequeños fragmentos herméticos en papiro descubiertos en archivos y bibliotecas en la última mitad del siglo XX. En cuanto al Corpus Hermeticum, Wouter J. Planegraaff señaló: “No sabemos cuántos Hermética filosóficos pueden haber existido o en qué orden deberían leerse originalmente. La colección conocida hoy por Corpus Hermeticum fue reunida en Bizancio durante la Edad Media y parece haber sido vagamente conocida en su forma actual por Michael Psellus en el siglo XI e. c. Consiste en 17 tratados, confusamente listados como l-XV y XVI-XVIII desde el siglo XVI e. c. La enumeración padrón deriva del primer editor 14 moderno del texto griego, Adrien Turnébe, quien en 1554 incluyó algunos extractos herméticos de Stobeu, como Capítulo XV del Corpus , los editores luego retuvieron la enumeración de Turnébe, pero retiraron el Capítulo XV” (Hanegraaff, 2018: 02). Los textos técnicos son: 1) Muchos escritos astrológicos se atribuyen a Hermes Trismegistos, especialmente detallado es el Libro Sobre los Treinta y Seis Decanos , compuesto quizás en el siglo I a. e. c. 2) Hermes como mago y adivino, como se menciona en los Papiros Mágicos Griegos , compuesto entre los siglos II y IV e. c. Hermes también aparece como un curador mágico en el conocido Cyranidi, compuesto entre los siglos I y IV. e. c. 3) Hermes también es conocido como el autor de trabajos alquímicos, jugó un papel importante como precursor de la alquimia, como se menciona en los escritos del alquimista Zozymus de Panópolis, de finales del siglo III y principios del siglo IV e. c. Además de estas obras arriba, se pueden agregar los textos herméticos conservados en traducciones al árabe (ver: Van Bladel, 2009). El Hermes Árabe La leyenda árabe más conocida menciona la existencia de tres Hermeses. El 15 primer Hermes fue nieto de Adán y vivió antes del Diluvio. Los hebreos lo consideraban el profeta Enoc, mientras que los árabes lo consideraban IdrTs, un profeta mencionado en el Corán por ser correcto y determinado (capítulos 19 versículos 56-7 y 21 versículos 86-7). Como el primer astrólogo, Adán le instruyó sobre las horas que dividen el día y la noche. Construyó pirámides y ciudades en el Alto Egipto donde vivió y advirtió sobre la destrucción del mundo por agua y fuego. Para salvar la floreciente ciencia antediluviana de la destrucción durante el Diluvio, construyó un templo y grabó todo su conocimiento científico grabándolo en las paredes. El segundo Hermes vivió después del Diluvio en Babilonia (antiguo Egipto) y se sabe que enseñó filosofía y matemáticas a Pitágoras. El tercer Hermes continuó la tradición, nuevamente en Egipto. Escribió un libro sobre alquimia y fue el maestro de Asclepios (Ebeling, 2007: 45, para más detalles, ver Van Bladel, 2009: 121 s). Entonces este tercer Hermes es lo que se conoce como Hermes Trismegistos. Aunque sin consenso, Hermes es el profeta IdrTs en la interpretación de algunos musulmanes, con quienes los judíos se identifican con Enoch, mencionados en dos pasajes del Corán: “Mencione también en el Corán la historia de IdrTs. Era un hombre de verdad, un profeta. Lo elevamos a una posición alta” (19: 56-7). “Y 16 recuerda que Ismael, Idus y Dhul KifP, todos estaban decididos. Los admitimos a nuestra compasión, fueron verdaderamente virtuosos” (21: 86-7). En términos generales, el Hermetismo Árabe enfatiza temas prácticos (alquimia, astrología, magia, etc.) en lugar de temas filosóficos-religiosos, como en el Corpus Hermeticum, de modo que en la literatura hermética árabe, Hermes es más un mago que a un sabio (ver, Van Bladel, 2009). Los Delirios de los Renacentistas En 1460, un agente de Cosino de Medice trajo de Bizancio a Florencia un manuscrito griego del Corpus Hermeticum. La obra impresionó a los intelectuales de la Academia Florentina. Cosino inmediatamente le pidió a Marcilio Ficino (1433- 1499) que interrumpiera sus traducciones de Platón y comenzara la traducción latina de este texto hermético. Ficino terminó la traducción al latín del Corpus en 1463, que se publicó en 1471, bajo el título Pimander (nombre del primer tratado del Corpus), pero solo los tratados l-XIV. La traducción latina de los tratados XVI-XVIII fue completada por Lodovico Lazzarelli (1447-1500) y 4 Algunos autores sugieren que este es el profeta Ezequiel. 17 publicada en 1507 después de su muerte (el texto del tratado XV se perdió). Este evento desencadenó una ola de entusiasmo por el Hermetismo en Italia, cuya resonancia se extendería por toda Europa, sin embargo, algo diferente de la tradición que se había conservado durante la Edad Media, es decir, en lugar de la conocida tradición hermética sobrecargada de alquimia, como se conservó durante la Edad Media, Europa ahora encontró la tradición filosófica-religiosa de la tradición hermética a través de las publicaciones del Corpus Hermeticum y lo Asclepius. Con el fin de diferenciar claramente entre estas dos tradiciones herméticas, a saber, la tradición técnica (alquimia, astrología, magia, etc.) y la tradición filosófico-religiosa (teología, cosmología, soteriología, etc.), algunos autores que escriben en el idioma inglés, sugieren cambiar la amplia denominación inglesa Hermeticism (Hermeticismo), que abarca la generalidad de las artes ocultas, a la denominación inglesa Hermetism (Hermetismo), esta última se refiere solo a la tradición filosófica-religiosa, también conocida como Hermética Alejandrina, porque fui compuesta por sacerdotes egipcios helenizados. Antoine Faivre explicó: "Gradualmente, Hermes y el Hermetismo llegaron a significar cada vez más alquimia o teosofía, o esoterismo en el sentido moderno del término" (Faivre, 1995: 60, 39 y Hanegraaff, 2018: 02). En el momento del nuevo 18 renacimiento del Hermetismo en el siglo XIX, con la fundación de grupos herméticos como la Hermetic Order of the Golden Dawn (Orden Hermética del Amanecer Dorado), la Hermetic Brotherhood of Luxor (Hermandad Hermética de Luxor), la Mysteria Mystica Aeterna y Esoteric School of the Theosophical Society (Escuela Esotérica de la Sociedad Teosófica), el Hermetismo ya se había convertido en un nombre común para las diversas formas de artes ocultas (alquimia, astrología, magia, tarot, numerología, quiromancia, etc.), con tal alcance que un autor lo ha definido como "una cosa sin esquinas y extremos" (Ebeling, 2007: 11). Marcilio Ficino, en el prefacio de su traducción latina del Corpus Hermeticum , utilizando datos mitológicos en lugar de históricos, elogió a Hermes Trismegistos como el fundador de la filosofía (priscus theologus). Este prefacio fue influyente en su tiempo y en los años siguientes hasta el desafío de la antigüedad y los textos herméticos de Hermes Trismegistos de Isaac Casaubon en 1614. Basado en los mitos de los autores neoplatónicos y cristianos de la Antigüedad Clásica, Ficino desarrolló una fantasiosa genealogía a partir de Hermes Trismegistos a Platón, que alcanzó consecuencias influyentes: “Como primer filósofo, él (Hermes) pasó de las cosas naturales y las matemáticas a la contemplación de lo divino. Fue el primero en descubrir, con gran sabiduría, la majestad de Dios, 19 el orden de los espíritus y los cambios del alma. Fue llamado el primer autor de teología. Le siguió Orfeo, que obtuvo la segunda posición entre los antiguos teólogos. Aglaofemo se inició en los misterios órficos, Pitágoras lo siguió en teología y luego fue seguido por Filolao, quien fui el maestro del divino Platón. Luego surgió una teología primordial única e internamente consistente (pasca theologia)” (Ebeling, 2007: 62). Entonces, estos son los seis primeros hijos de la filosofía (priscT theologl). Esta genealogía de Ficino es una entre otras creadas por simpatizantes de Hermes Trismegistos desde la Antigüedad hasta el Renacimiento (Cicerón, Agustín, Lactantius, etc.). Para él, Hermes Trismegistos precedió a Moisés y a otros profetas bíblicos. De manera ligeramente diferente, Francisco Patrizi (1529-1597) también creó una fantasiosa genealogía de Prisca Theologia, que comenzó con "Zoroastro, a quien se considera el autor de los oráculos caldeos. Zoroastro fundó colonias en Egipto y encontró un descendiente en el rey Osiris, que tenía un consejero llamado Hermes Trismegistos. El nieto de este último también se llamaba Hermes Trismegistos. Después de Zoroastro, este Hermes, que vivió antes que Moisés, fue el segundo filósofo más importante. Como la sabiduría había sobrevivido entre los sacerdotes egipcios, Orfeo y Pitágoras se iniciaron en ella mientras estaban en Egipto. Incluso Platón estaba en esta tradición de 20 sabiduría, que fue interrumpida, sin embargo, por Aristóteles. Fue Amonio Sakkas (175-242 e. c.), el fundador de la escuela neoplatónica, quien una vez más le dio vida a esta antigua sabiduría de Zoroastro y Flermes Trismegistos. Debido a su sello aristotélico, la Edad Media interrumpió esta tradición hasta que Raimundo Lulo (1235-1315) y Paracelso (1493-1541) la renovaron una vez más” (Ebeling, 2007: 68-9). De todos modos, todos estos genealogistas de los primeros filósofos confundían el mito con la historia. Luego, con el tiempo, se crearon genealogías cada vez más eclécticas y delirantes, Antoine Faivre mencionó una lista típica de genealogía filosófica, que tomó la siguiente forma: Enoc, Abraham, Noé, Zoroastro, Moisés, Flermes Trismegistos, los brahmanes, los druidas, David, Orfeo, Pitágoras. Platón y las sibilas” (Faivre, 1995: 39). La inclusión de brahmanes y druidas en esta lista no solo es extraña, sino también cómica. Bueno, ¿están incluidos en esta lista todos los millones de brahmanes, presentes y pasados, incluso aquellos de los tiempos védicos que realizaron el - Purushamedha (sacrificio humano) y el - Ashwamedha (sacrificio de caballo), como se informa en los antiguos textos Bráhmanas ? ¿También fueron filósofos, del mismo modo, los sacerdotes druidas, que no tenían escritura y eran analfabetos? ¿Puede un analfabeto ser filósofo y hay filosofía sin literatura? 21 Los delirios de Ficino fueran tan fantasiosos que incluso dijo que “él (Hermes Trismegistos) a menudo hablaba no solo como filósofo sino también como profeta. Él previo la caída de las religiones antiguas, la venida de Cristo, el próximo día del juicio, la resurrección, la gloria de los bienaventurados y el castigo de los pecadores” (Ebeling, 2007: 62). Bueno, si creemos que todo lo que se le atribuye a Flermes Trismegistos, él no solo fue filósofo y profeta, fue mucho más que esto: gobernante, mago, maestro, alquimista, astrólogo, médico, constructor, adivino, alfabetizador, escriba, sacerdote, etc., etc., etc. La Ducha de Agua Fría Sin embargo, esta fiesta hermética delirante tuve un fin para muchos crédulos y el "spoiler" fue el pastor y humanista Isaac Casaubon (1559-1614), quien demostró, a través de una seria investigación histórica, lingüística y filológica, publicada en 1614, que Flermes Trismegistos no podía ser tan antiguo como imaginaban sus admiradores, y formuló fuertes argumentos de que los textos del Corpus Hermeticum y el Asclepius fueron compuestos entre los siglos I y IV. e. c., y no en la remota antigüedad atribuida por los algunos renacentistas, por estar lleno de ideas helenísticas y cristianas. La evidencia concreta de que el Corpus Hermeticum no podría ser tan antiguo, como señalaron sus deslumbrantes 22 admiradores, es la mención en el tratado XVIII § 04 del famoso escultor griego Fidias (cpeióíag - Pheidias), que vivió entre 480 y 430 a. e. c. "Si en particular la materia que utilizó el escultor Fidias no le hubiera obedecido..." (ver: Festugiére, 1945- 54, tomo II: 249; Nebot, 1999: 239; Ebeling, 2007). : 92 y Regal, 2009: 78). Basado en su extenso conocimiento histórico y filológico del idioma griego, Casaubon argumentó que “el Corpus Hermeticum usa conceptos que pueden no haberse originado en una era tan remota. Si los textos del Corpus Hermeticum son de hecho precristianos, no deberían exhibir una diferencia estilística importante de la de los primeros escritores griegos, tal como Heródoto. Sin embargo, el lenguaje claramente usa un estilo tardío, en particular, emplea muchas palabras que aparecieron en griego solo después del nacimiento de Cristo” (Ebeling, 2007: 92). Además, Casaubon no creía que Hermes Trismegistos fuera el autor y llamó al autor del Corpus Hermeticum un falsificador (ídem: 92). También señaló las similitudes entre las frases del Nuevo Testamento y el Corpus Hermeticum, argumentando que este último no podía ser precristiano. Y que los textos del Corpus no registraban la sabiduría del antiguo Egipto, sino que eran de hecho un conjunto de conceptos platónicos y cristianos escritos después de la época de Cristo (ídem, 91 y Van Bladel, 2009: 06-7). 23 Aunque Casaubon es considerado unánimemente el gran contendiente de la remota antigüedad del Corpus Hermeticum, más específicamente, Wouter J. Hanegraaff señaló que antes de Casaubon, el discípulo de Adrien Turnébe, Gilbert Genebrard, Matthieu Béroalde y Jean van Gorp ya habían estado criticando la remota antigüedad del Corpus Hermeticum desde 1567. Por lo tanto, Casaubon parece haber sido solo el protagonista final y culminante de un debate que había comenzado casi un siglo antes (Hanegraaff, 2018: 07 y Ebeling, 2007: 95). Parece que la alquimia no se vio inmediatamente afectada por las críticas de Casaubon, pero otro autor, Hermann Conring, profesor de medicina en la Universidad Helmstedt, publicó en 1648 un libro que cuestionaba la validez de la alquimia de Paracelso. Estuvo de acuerdo en que los libros, atribuidos a Hermes Trismegistos, eran falsificaciones y afirmó que nunca existió un hombre con este nombre y que la medicina egipcia era pura superstición, mucho más que la medicina griega, así como las matemáticas, la física y la filosofía (Ebeling, 2007: 97). Las obras de Isaac Casaubon y Hermann Conring impactaron como duchas de agua fría sobre el entusiasmo de los hermetistas de la época y las generaciones siguientes, el enfriamiento fue tan fuerte que, entre 1630 y 1856, no hubo publicaciones de textos herméticos, debido a la caída del interés en el tema (Faivre, 24 1995: 186 y Van Bladel, 2009: 06). El interés solo resurgiría a mediados del siglo XIX con la formación de grupos herméticos, mezclando todas las artes ocultas en un calderón llamado Hermetismo. Critica Desde un punto de vista crítico, se puede definir, simple y brevemente, que el Hermetismo es la intelectualización más exitosa de la superstición. Porque en la historia, ninguna otra superstición antigua ha sido capaz de vestirse con una intelectualidad como el Hermetismo. En cierto modo, es un curioso ejemplo de cómo la imaginación humana es capaz de transformar una cultura supersticiosa en una cultura intelectualizada y sofisticada, capaz de atraer personalidades educadas e individuos de clase alta a su entorno. Porque es una mezcla variada de mitología egipcia, supersticiones religiosas y filosofía helenística racional. A diferencia de las supersticiones de las creencias incultas, que no tienen literatura, y mucho menos exégesis, las ideas herméticas, a su vez, son supersticiones con una extensa literatura reveladora y exegética, vestidas con lenguaje y rituales sofisticados que las cubren con una apariencia intelectual (gracias a la intrusión de las ideas filosóficas griegas), tan brillante y seductor para aquellos que se deleitan con la especulación y las prácticas antiguas. Con 25 esto, sus especulaciones asumen la apariencia de cientificidad. Por lo tanto, no sin razón Brian Regal incluyó la doctrina de Hermes Trismegistos como un ejemplo de pseudociencia en su enciclopedia Pseudoscience: A Critical Encyclopedia (Regal, 2009: 78-9). La razón de esta inclusión radica en la insistencia de los partidarios y admiradores en calificar las especulaciones rudimentarias de Hermes Trismegistos y de sus seguidores, como "Ciencia Hermética" o "Filosofía Hermética". Cuando un autor así las nombra, ignora el carácter evolutivo de las ciencias y las filosofías, por lo que se conocía como ciencia en el momento de la composición de los primeros textos herméticos (primeros siglos de la Era Común), hoy estas enseñanzas se reconocen como especulaciones primitivas, porque las metodologías científicas utilizadas en estas dos épocas son enormemente distintas. Las doctrinas herméticas son a veces tan extrañas y absurdas para el recién llegado que lee este tema, que un escéptico con formación científica y racional puede leer por primera vez que la doctrina de esta antigua tradición es el producto de un delirio esquizofrénico. Lo mismo no se notará por alguien acostumbrado a leer sobre la cultura y las religiones de la Antigüedad. Las doctrinas herméticas se ajustan perfectamente a esta época, ya que fueron extraídas de ideas contemporáneas de otros sistemas. 26 La comunicación hermética nos recuerda un ejemplo interesante, citado por los psicólogos de la persuasión, el arte persuasivo de persuadir a alguien más por la astucia de la retórica, por la elocuencia, por la fascinación, por la oratoria brillante o por el argumento persuasivo, que por el contenido del mensaje en sí mismo, es decir, más por su forma que por su contenido. Los investigadores de la persuasión mencionan un ejemplo a través de la experiencia de alguien que admira una pintura por la belleza del marco y no por la belleza de la pintura en sí, es decir, la belleza del marco sugiere la opinión del espectador sobre la belleza de la pintura. Este suele ser el caso cuando se presta más atención a la forma externa que al contenido, como juzgar un libro por su portada o una película por su póster. De la misma manera, el Hermetismo seduce por la curiosidad de los misterios (la verdad está oculta en los misterios antiguos), por el encanto de los rituales (los rituales reproducen las realidades que la inteligencia no puede entender), el enigma de los símbolos (cuanto más simbólico, más verdadero ), la antigüedad de las doctrinas (cuanto más antiguas, más sabias), la oportunidad de las iniciaciones (solo el iniciado conoce la verdad), la sabiduría de los mitos (cuanto más fantasioso, el más significativo) y la deslumbrante revelación. Pero desde una perspectiva medida, toda esta atracción seductora enmascara una multitud de 27 revelaciones delirantes, especulaciones infundadas y prácticas supersticiosas. La Decepción con el Obsoleto Que en los grupos esotéricos, como en las iglesias populares, el número de disidentes decepcionados con lo que han aprendido o experimentado es grande, solo aquellos que asisten pueden saberlo, ya que estos grupos, como las iglesias, ocultan la divulgación estos hechos. Por lo tanto, la rotación de miembros es alta. De hecho, hay muchos que dejan a estos grupos esotéricos por decepción, y una de las decepciones más frecuentes es el reconocimiento de las doctrinas obsoletas y la superstición de las prácticas. Cuando llega el momento, cuyo adepto es capaz de aislar las exaltaciones, las esperanzas infundadas, las promesas utópicas, la fascinación y las alabanzas, que alinean las doctrinas y prácticas esotéricas, entonces es capaz de percibir, detrás de estas capas seductoras, un conjunto de ideas y prácticas que solo es válido para la cultura de la Antigüedad y la Edad Media. Porque el esoterismo es más fascinación que realidad, también, la seducción del misterio y lo oculto dificulta la percepción del obsoleto y hace que las viejas ideas parezcan actuales. 28 El remedio para esta ceguera evolutiva es el estudio de la historia de las ideas, pero no de acuerdo con la versión de la tradición, sino con la versión de estudios académicos e imparciales independientes de la versión tradicional. El estudio de la historia siempre ha sido una molestia para la religión, e inevitablemente también para el esoterismo, y se puede señalar por la cantidad de doctrinas basadas en mitos y rumores, que carecen de historicidad. La Decepción con el Secreto El Hermetismo, junto con otras tradiciones esotéricas (Rosacruz, Masonería, Sociedad Teosófica y otras), enfatiza demasiado el secreto. El iniciado es obligado a guardar un secreto sobre algunas revelaciones que se le dan, así como sobre los rituales. Para estas tradiciones iniciáticas, el secreto es una fuerza poderosa. Porque ayuda a preservar la santidad de las doctrinas esotéricas, evitando que caigan en manos de personas no preparadas para recibirlas. Esta es la versión esotérica. Sin embargo, una ocurrencia es común entre aquellos que se aventuran en estas escuelas esotéricas, es decir, la decepción con estos secretos, por dos razones. Primero, el descubrimiento de que estos secretos no son realmente tan secretos, ya que si el iniciado se dispone a investigar, encontrará que estos 29 secretos están disponibles en docenas de libros publicados abiertamente. Y en segundo lugar, lo que es aún más decepcionante es que estos secretos o misterios no son grandes cosas, es decir, son ideas obsoletas, supersticiones, creencias y prácticas inútiles. Por ejemplo, los herméticos desde la antigüedad consideran que sus doctrinas y prácticas son muy secretas, tanto que la palabra "hermético" se ha convertido en sinónimo de algo muy secreto. Este sentimiento de secreto revivió durante el Renacimiento, a través de la admiración y exaltación de Masilio Ficino, Giordano Bruno y otros, cuando el Hermetismo ya se había convertido en una tradición casi olvidada. Sin embargo, estudios académicos e históricos recientes han revelado que las doctrinas herméticas no son tan secretas, ya que son una mezcla de doctrinas egipcias, platónicas, pitagóricas, neoplatónicas, judaicas, persas, cristianas, neopitagóricas y gnósticas, de las cuales tenemos abundantes publicaciones (para profundizar en la historia de la tradición de Hermes Trismegistos, los trabajos de referencia son: Faivre, 1995; Broek, 1998; Ebeling, 2007 y Bull, 2018). También hay literatura árabe hermética, traducida del persa y el griego, de ahí la creación de un "Hermes Árabe" (ver: Van Bladel, 2009). Para conocer las fuentes de las ideas herméticas en sus textos principales ( Hermética ), vea las traducciones al español de Xavier Renau Nebot, 30 Textos Herméticos, 1999, con abundantes notas que identifican las fuentes doctrinales del Hermetismo. Estrictamente hablando, el Hermetismo se forma a partir de una mezcla tan diversa de ideas que los investigadores e historiadores aún discuten la cantidad de ideas egipcias presentes en la doctrina hermética. Hasta hace unas décadas, se pensaba que el Hermetismo no tenía elementos egipcios en sus doctrinas, solo el sincretismo entre el dios egipcio Thoth y el dios griego Hermes. Sin embargo, este punto de vista cambió después del descubrimiento de textos herméticos en el lenguaje copto entre los manuscritos de la biblioteca de Nag Hammadi, estos son: The Discourse of the Eighth and Ninth (Discurso de la Octava y Novena), The Prayer of Thanksgiving (Oración de Acción de Gracias) y Asclepius 21-29 (Parrott, 1990: 321-38 y Nebot, 1999: 247-56 y 493-501). Durante el Renacimiento, la admiración por el Hermetismo fue tan delirante, por algunos entusiastas, que se crearon versiones exaltando a Hermes Trismegistos como el padre de la filosofía, que Pitágoras fue su discípulo, que vivió en una antigüedad muy remota, por lo tanto, antes de Moisés, que él fue el fundador de la sabiduría en el mundo, etc., etc. En el Renacimiento, la comprensión de la escritura jeroglífica ya no era posible, es decir, la comprensión de la escritura se había perdido, por lo que los hermetistas 31 delirantes fantaseaban con las ideas de que los jeroglíficos contenían una gran sabiduría en sus escritos. El caso más fantasioso, y hasta cierto punto cómico, fue el esoterista inglés Athanasius Kircher (1601-1680), quien se aventuró a traducir algunos jeroglíficos disponibles en aquel momento, alegando haber podido descifrar la escritura egipcia, es decir, antes de desciframiento definitivo de Jean-Frangois Champollion en 1822. Kircher imaginó que los jeroglíficos guardaban mensajes religiosos y místicos cifrados herméticamente, luego los tradujeron a partir de esta suposición. Con lo desciframiento definitivo y universalmente aceptado de Champollion, se descubrió que las fantasiosas traducciones de jeroglíficos con mensajes religiosos de Kircher eran de hecho comunicaciones administrativas, informes de triunfos de batalla, decretos de faraones y otros textos burocráticos, aunque hay textos religiosos en jeroglíficos, pero estos no fueran los que Kircher intentó traducir. Para obtener más información sobre las fantasiosas concepciones de Athanasius Kircher, consulte el libro de John Glassie, A Man of Misconceptions: The Ufe of an Eccentric in an Age of Change (Un Hombre de Ideas Equivocadas: La Vida de un Excéntrico en una Era de Cambio - 2012). Además, en el libro Picatrix, muy estimado por los hermetistas árabes, se menciona que "la antigua sabiduría hermética egipcia era un instrumento tan poderoso que debía codificarse en 32 jeroglíficos" (Ebeling, 2007: 47). Los hermetistas árabes, sin comprender la escritura egipcia antigua, también imaginaron que los jeroglíficos registraban secretos herméticos, registros que hasta ahora no se han encontrado después de tantos años de exploración arqueológica en Egipto. La prueba de que los hermetistas estaban delirando, cuando afirmaban que los jeroglíficos egipcios registraban la sabiduría hermética, vino con la fundación de la Egiptología, después del desciframiento por J. F. Champollion en 1822, cuando, desde entonces, no fue posible encontrar en los cientos de textos jeroglíficos que ya se encontraron por excavación en Egipto, que luego fueron descifrados y traducidos, ni siquiera uno menciona el Corpus Hermeticum, Asclepius , la Tableta Esmeralda o cualquiera de los otros textos herméticos (Ebeling, 2007: 131). Los jeroglíficos egipcios son mudos cuanto la literatura hermética. Así, el desciframiento de los jeroglíficos fue otra "ducha de agua fría" para los hermetistas y simpatizantes. Florian Ebeling señaló: “Tanto la figura como los escritos de Flermes Trismegistos son producto de un sincretismo de la filosofía helenística de la naturaleza, que en sí misma era un conjunto de doctrinas pitagóricas, estoicas, platónicas y aristotélicas intercaladas con motivos de la mitología egipcia y temas de origen persa y judaico” (Ebeling, 2007: 09). También en los textos herméticos puede agregarse la influencia de la doctrina cristiana, ya 33 que en estos, especialmente en el Corpus Hermeticum y en el Asclepius , las terminologías cristianas aparecen como en los pasajes del Corpus Hermeticum, cap. I ( Poimandres ), § 5 y 6: “Santo Verbo” (ayiog Aóyog - agios logos), “Hijo de Dios” (uiog 0£ou - uios theou), como en la frase Aóyog uiog 0eou ( logos uios theou) “el Logos es el Hijo de Dios", también en la frase: voug ucrrrip (nous pater), "el Pensamiento ( nous ) es el Padre" (ver: Nebot, 1999: 77 y Salaman, 2000: 18). Además, en el tratado XIII § 02, la frase: "Dios el hijo de Dios" (Oeou 0£o<¡ uaig -Theou theos país) (Festugiére, 1945-54, tomo II: 201, Nebot, 1999: 207 y Salaman, 2000: 65). A pesar de la inmensa influencia y dependencia de la cultura griega en la composición de los textos herméticos, ya que la mayoría fueron compuestos y preservados en el idioma griego, o traducidos del griego al latín o al árabe, observe el insulto al pueblo griego y al idioma griego en Corpus Hermeticum XVI, § 01-2: Asclepios dijo que Hermes solía decir que "aquellos que leerán mis libros encontrarán que la composición es simple y clara, a la vez que oscura y oculta el significado de las palabras y eso será aún más oscuro cuando los griegos luego los traducir de nuestro idioma (egipcio) a su propio (griego), lo que conducirá a una distorsión completa del texto y su oscuridad total". Y más adelante: "...tente preservar este discurso de toda traducción para que tales grandes misterios no 34 lleguen a los griegos y que la expresión orgullosa, de ellos, con su falta de sensibilidad y lo que podría decirse que son falsas gracias, hace que la gravedad, la solidez, la virtud efectiva de las palabras de nuestro idioma, palidezcan y desaparezcan. Porque los griegos, oh rey, solo tienes discursos vacíos, buenos con fines de demostración; y esta es toda la filosofía de los griegos, un rumor de palabras. En cuanto a nosotros, no usamos palabras simples, sino sonidos llenos de eficacia” (Festugiére, 1945: tomo II, 231-3; Nebot, 1999: 226-7 y Salaman: 2000: 74). Entre otras, una curiosidad en las advertencias anteriores es que "tales grandes misterios no llegan a los griegos", siendo que casi todas las doctrinas mencionadas en el Corpus Hermeticum son de origen griego. Ahora, ¿cómo es posible evitar que las ideas herméticas lleguen a los griegos si ellas provienen en gran parte de los griegos? Decepción Personal Yo mismo experimenté esta decepción cuando, después de comenzar a practicar la disciplina en una institución esotérica de la India, después de unos años decidí, en la década de 1980, hacer un viaje allá para profundizar la doctrina y comenzar los estudios del idioma sánscrito. Durante los años que asistí a este grupo 35 esotérico, fui adoctrinado a la idea de que algunas doctrinas y prácticas eran muy secretas, tan secreta para los iniciados, que no podían hacerse públicas. Por esta razón, las publicaciones de esta institución esotérica no se vendían en librerías, solo a miembros de los ashrams , porque eran muy secretas. Bueno, estando allá, cuando pude comenzar a leer en este idioma antiguo, comencé a darme cuenta de que muchas doctrinas y prácticas, consideradas altamente esotéricas, eran comunes con algunas corrientes del Hinduismo, la religión más popular en la India, con aproximadamente un millón de seguidores. Es decir, estas enseñanzas y rituales eran popularmente conocidos y practicados en la religión hindú. Recuerdo la decepción cuando encontré por primera vez, en la casa de un pariente de mi instructor, durante una visita, una guía para la realización del ritual Sandhyávandana (^^Id^d), 5 un antiguo ritual védico realizado por miles de brahmanes por muchos siglos, durante el amanecer o el crepúsculo de día o de noche, más comúnmente al amanecer. Este antiguo ritual védico (tal como casi todas las prácticas antiguas, 5 ■a^Tl ( scmdhyá ] literalmente significa "unión", por lo tanto, unión de día y noche, es decir, "amanecer" o "crepúsculo"; d