Paciente varón de 60 años de edad , con prótesis mitral metálica tipo Björk-Shilley y anuloplastia tricuspídea 20 años atrás por valvulopatía reumática , fibrilación auricular crónica ( FAC ) , HTA , insuficiencia cardiaca congestiva ( ICC ) con un Grado Funcional NYHA I / IV . Recibía tratamiento con acenocumarol . Ingresa en nuestro servicio por cuadro de fiebre , escalofríos , y empeoramiento de su disnea habitual , apareciendo ortopnea y edemas en MMII . La exploración clínica era compatible con una ICC ( venas yugulares ingurgitadas , pulso arritmico a 100 lpm , ritmo de galope , crepitantes basales bilaterales pulmonares , hepatomegalia de 2 traveses con reflejo hepatoyugular positivo y edemas pretibiales con fóvea en los MMII ) . En la analítica presentaba una hemoglobina de 12,4 g / L , leucocitos 17.810 / ml , con un 87% de neutrófilos , estando el resto de los parámetros habituales dentro de la normalidad . La radiografía de tórax mostraba signos de ICC . Se realizaron hemocultivos seriados en los que se aisló de forma persistente Neisseria Sicca , por lo que se inició tratamiento con Penicilina G sódica intravenosa 24 millones de unidades en perfusión contínua y Gentamicina 80 mg I.V. cada 8 horas ( 2 primeras semanas ) , quedando el paciente afebril al tercer día de comenzar el tratamiento . En el transcurso del ingreso aparecieron unas lesiones rojizas y dolorosas en los pulpejos de los dedos de ambas manos compatibles con fenómenos vasculíticos , realizándose , por tanto , el diagnóstico de Endocarditis Infecciosa ( EI ) según los criterios clínicos de Durack ( 4 ) . La Ecocardiografia Transtorácica ( ETT ) y Transesofágica ( ETE ) demostró una prótesis mitral normofuncionante y ausencia de vegetaciones . Al 9º día de tratamiento el paciente presentó un episodio brusco de pérdida de fuerza en hemicuerpo izquierdo , visualizándose en TAC craneal 3 imagénes hiperdensas a nivel temporalparietal y occipital de ambos hemisferios compatibles con focos hemorrágicos . En ese momento en I.N.R. era de 2,45 , a pesar de lo cual , la anticoagulación fue suspendida . Cuatro días después , y la tras estabilización del paciente , se decidió reiniciar anticoagulación con heparina sódica iv completándose 6 semanas de tratamiento antibiótico y heparina . En el TAC cerebral de control tras el tratamiento , persistía el hematoma occipitoparietal , habiendo desaparecido los otros focos hemorrágicos . Ante éstos hallazgos y la posibilidad de resangrado , el paciente fue dado de alta con bemiparina 10.000 U.I. subcutánea una vez al día , durante 3 meses , tras los cuales se realizó nuevo estudio ecocardiográfico y TAC craneal que demostraron la normalidad de la válvula mitral y la práctica resolución del hematoma cerebral , por lo que nuevamente se inició anticoagulación oral con acenocumarol , encontrándose a los tres meses de la misma , asintomático .